estoy de acuerdo, es una gran perdidaMe da pena que hayan desparecido los últimos mensajes de este hilo, me interesaban mucho.
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estoy de acuerdo, es una gran perdidaMe da pena que hayan desparecido los últimos mensajes de este hilo, me interesaban mucho.
estoy de acuerdo, es una gran perdida
El tema de las regresiones me interesa bastante desde que creo que alguien de por aquí, me disculpáis que no recuerdo el nombre, comentó el descubrimiento de su miedo al agua gracias a una regresión. Me gustó su testimonio, y si por aquí hay gente dispuesta que nos pueda ayudar, sería de mucha ayuda cotillas.
Algún día haría una yo, sería curioso.
Beltane, fuí yo, hice una regresión y casualmente me salió el tema del agua, en otra vida morí ahogada en un lago...
Nunca he conseguido aprender a nadar y el solo hecho de que el agua me cubra la cara me pone mala...
Si te interesa el tema, tengo el archivo para hacer la regresión y te lo puedo hacer llegar. A una de nuestras cotis ya se lo mandé... :a41:
Portera si fueses tan amable, la verdad, tu historia me ha gustado mucho.
Muchas gracias y saluditos.
Gracias La Portera
Anoche hablando de esto con mi novio, él, que tiene que verlo siempre todo con sus propios ojos me contó algo que nunca me confesó y ocurrió durante su época de la mili. El cuartel donde hizo la mili es legendario, la verdad, y ya cuando le quedaba poco para licenciarse, se empezaron a oir como lamentos en la zona de las habitaciones, como tenían un compañero que pasó una mili francamente mala (el chico no se adaptó nunca y lloraba por las noches) pues se pensaban que era él quien profería los sollozos. Y ya una noche, en la que los lloros se hacían más patentes, uno de los compañeros de mi novio se levantó de la cama, estaba en la litera de arriba y le gritó " joder X, macho, deja de llorar y espabila de una vez!". A lo que otro, más a lo lejos de la habitación dijo "X está de guardia, él no es, seguro que tenemos a otro con morriña aquí y nos está dando unas nochecitas que pa qué".
Efectivamente, el pobre que lloraba estaba en una garita de guardia, ¿quién lloraba? los sollozos pararon, al amanecer, volvieron. Se levantaron todos con un humor de perros. Esa misma noche, otra vez. Y cada vez más fuertes.
Esperaron a ver si X, el chico que nunca se adaptó a la mili sería el que lloraba, pero la noche anterior comprobaron que él no era, no estaba. Ya se pusieron todos de pie, levantados y hablaron entre ellos. Dijeron "el que tenga problemas que lo cuente, a ver si le podemos ayudar entre todos, pero que deje descansar a la tropa". Nada, allí, los presentes, eran todos muy amigos, la verdad, y se sabía que ninguna estaba pasando por un mal momento como para llorar así por las noches. X, el chico sensible, otra vez tenía guardia. ¿Pero quién lloraba así todas esas noches?
Esa noche en concreto, los llantos eran ya perceptibles por toda la tropa, muchos decían, "joder, si es que lo oigo cerca de mi oído", a la mañana siguiente ya se lo comentaron a un sargento, un chico joven, que les atendió muy amablemente, este sargento había hecho buenas migas con la quinta de mi novio, y ya, les tuvo que contar el por qué de esos llantos:
"Unos días antes de llegar la quinta de mi novio, llegó otro grupo de chicos al mismo cuartel, que más tarde fueron cambiados de habitaciones. En el grupo, llegó uno que parecía buen chico, venía de una familia muy unida, se le veía buena persona, pero ya los primeros días se le veía que le costaba adaptarse a su nueva temporada de servicio militar. Un día que estaba solo decidió pegarse un tiro. Allí mismo le tuvieron que intentar reanimarle sus propios compañeros al ver semejante escena y en un acto ya desesperado intentar insuflarle vida, la típica reanimación, era tarde, el chaval se voló literalmente la cabeza. Pudieron descubrir después, que era un muchacho lleno de conflictos, que ya arrastraba de antes de entrar al cuartel.".
Evitaron contar esto cuando mi novio entró el primer día pues dentro del grupo de mi novio había lo menos unos cuatro o cinco que tenían el mismo perfil, y si contaban lo ocurrido, pues podría producirse el efecto rebote, y no querían más muertes. El año anterior, hubo un caso similar y mismo sistema: su***dio con arma.
Los llantos se empezaron a oir cuando ya la quinta en la que estaba mi novio le quedaba poquísimo para finalizar, y ya había ambiente fiestero en la tropa por ese motivo.
Los escuchaban todos, y mi novio siempre que hablo de esto me dice "tonterías", pero ayer me lo confesó, y me dio algo de yuyu. Decía que literalmente le lloraban en el oído, como al resto de compañeros.
Como para no cagarse de miedo.
Gracias La Portera
Anoche hablando de esto con mi novio, él, que tiene que verlo siempre todo con sus propios ojos me contó algo que nunca me confesó y ocurrió durante su época de la mili. El cuartel donde hizo la mili es legendario, la verdad, y ya cuando le quedaba poco para licenciarse, se empezaron a oir como lamentos en la zona de las habitaciones, como tenían un compañero que pasó una mili francamente mala (el chico no se adaptó nunca y lloraba por las noches) pues se pensaban que era él quien profería los sollozos. Y ya una noche, en la que los lloros se hacían más patentes, uno de los compañeros de mi novio se levantó de la cama, estaba en la litera de arriba y le gritó " joder X, macho, deja de llorar y espabila de una vez!". A lo que otro, más a lo lejos de la habitación dijo "X está de guardia, él no es, seguro que tenemos a otro con morriña aquí y nos está dando unas nochecitas que pa qué".
Efectivamente, el pobre que lloraba estaba en una garita de guardia, ¿quién lloraba? los sollozos pararon, al amanecer, volvieron. Se levantaron todos con un humor de perros. Esa misma noche, otra vez. Y cada vez más fuertes.
Esperaron a ver si X, el chico que nunca se adaptó a la mili sería el que lloraba, pero la noche anterior comprobaron que él no era, no estaba. Ya se pusieron todos de pie, levantados y hablaron entre ellos. Dijeron "el que tenga problemas que lo cuente, a ver si le podemos ayudar entre todos, pero que deje descansar a la tropa". Nada, allí, los presentes, eran todos muy amigos, la verdad, y se sabía que ninguna estaba pasando por un mal momento como para llorar así por las noches. X, el chico sensible, otra vez tenía guardia. ¿Pero quién lloraba así todas esas noches?
Esa noche en concreto, los llantos eran ya perceptibles por toda la tropa, muchos decían, "joder, si es que lo oigo cerca de mi oído", a la mañana siguiente ya se lo comentaron a un sargento, un chico joven, que les atendió muy amablemente, este sargento había hecho buenas migas con la quinta de mi novio, y ya, les tuvo que contar el por qué de esos llantos:
"Unos días antes de llegar la quinta de mi novio, llegó otro grupo de chicos al mismo cuartel, que más tarde fueron cambiados de habitaciones. En el grupo, llegó uno que parecía buen chico, venía de una familia muy unida, se le veía buena persona, pero ya los primeros días se le veía que le costaba adaptarse a su nueva temporada de servicio militar. Un día que estaba solo decidió pegarse un tiro. Allí mismo le tuvieron que intentar reanimarle sus propios compañeros al ver semejante escena y en un acto ya desesperado intentar insuflarle vida, la típica reanimación, era tarde, el chaval se voló literalmente la cabeza. Pudieron descubrir después, que era un muchacho lleno de conflictos, que ya arrastraba de antes de entrar al cuartel.".
Evitaron contar esto cuando mi novio entró el primer día pues dentro del grupo de mi novio había lo menos unos cuatro o cinco que tenían el mismo perfil, y si contaban lo ocurrido, pues podría producirse el efecto rebote, y no querían más muertes. El año anterior, hubo un caso similar y mismo sistema: su***dio con arma.
Los llantos se empezaron a oir cuando ya la quinta en la que estaba mi novio le quedaba poquísimo para finalizar, y ya había ambiente fiestero en la tropa por ese motivo.
Los escuchaban todos, y mi novio siempre que hablo de esto me dice "tonterías", pero ayer me lo confesó, y me dio algo de yuyu. Decía que literalmente le lloraban en el oído, como al resto de compañeros.
Como para no cagarse de miedo.