Desaparición y fallecimiento de la esquiadora Blanca Fernandez Ochoa

Este post es largo, aviso.
Acabo de terminar de escribirlo y aún estoy temblando. Es la primera vez que lo hago, amparada en el anonimato.
Va para todas las que prejuzgáis a las familias que se desentienden de los enfermos mentales. Para que entendáis.
Lo siento si no viene al caso:

Tuve una pareja que era bipolar. Nos conocimos durante la carrera, ambos “estudiábamos fuera”, lejos de casa; yo contaba 21 años y él 2 más. Cuando comenzamos a salir no me contó nada acerca de su enfermedad.
A los 5 o 6 meses de relación, mientras ultimábamos los trámites de un alquiler para irnos a vivir juntos, tuvo un brote maniaco-psicótico. De un día para otro comenzó con discursos delirantes, a veces dirigidos contra mí (mi padre había fallecido de cáncer hacía menos de un año y supo muy bien como hurgar en esa herida), otras veces simplemente eran “cosas muy locas” que me angustiaban sobremanera. Evidentemente, ahí se destapó todo el pastel y supe de su enfermedad y brotes anteriores por sus amigos y compañeros de promoción. Acabó ingresado y, cuando acudí a verlo, aún contencionado, me agredió físicamente. No dije nada a sus médicos por temor a perjudicarlo (error!). Al alta, decidí continuar con la relación porque lo quería, porque no iba a dejarlo por eso (que maldad!), y porque yo iba a estar ahí para ayudarlo siempre (ayyyyy la juventud...). Y nos fuimos a vivir juntos.
La vida volvió a la normalidad, con él tomando su tratamiento. Después de una temporada empezó a dejar de tomar la medicación porque se encontraba bien y las pastillas tenían efectos sedantes que le incomodaban y, total, “no las necesitaba”. Adivináis? Claro, otro brote. Más de lo mismo.
Esta vez su familia se traslada a donde estábamos por motivo de su inminente graduación. Aquí viene tela marinera: sus padres, que lo tuvieron siendo bastante mayores, son negadores/normalizadores de su conducta, evitan el ingreso a toda costa y me manipulan para que mantenga todo en secreto para “no dañar al niño”. Le ajustan la medicación por su cuenta y riesgo. Yo consigo con mi insistencia acudir con él a una cita urgente en la Unidad de Salud Mental que lo lleva. Ahí me entero que hay análisis en los que ha dado positivo en cocaína, cannabis y ¡heroína!; su conducta es tal que el psiquiatra acaba expulsándolo a gritos de la consulta y, cuando nos quedamos a solas, me dice que lo deje, que soy muy joven y que me va a amargar la vida. Y yo me digo: pobrecito, está enfermo, que psiquiatra más inhumano, yo voy a ayudarlo, juntos saldremos de esta...
El brote pasa. Más de lo mismo. Un año después otro brote, esta vez cuando me gradúo yo. Mi familia ha acudido. Me paso la cena post-orla con mi novio en la mesa loco perdido, yo ocultándolo a mi familia, la suya haciendo como si nada. Solamente su hermana se apiada de mí y me dice lo que deje antes de que me hunda, como la hundió a ella... Una noche que debía ser de celebración se convierte en una noche en la que acudo al baño a llorar varias veces angustiada. Siempre recordaré ese día con inmensa tristeza.
Pensaba quedarme a trabajar allí donde estudié, pero veo que seguir así es imposible y de una semana otra vuelvo a casa sin decir nada a mis amigos de carrera (muchos no me lo perdonaron y perdí grandes amistades por mi silencio). Necesito que vivamos separados porque no puedo con la situación. Él entra en fase depresiva, amenaza con quitarse la vida, me presiona para volver juntos... después de unos meses acabo cediendo.
A todo esto van dos años y pico. Mis amigos no lo saben, mi familia tampoco. Yo miento para taparlo. Vivo angustiada para que nadie se entere. Invento excusas... Su familia continúa presionándome para que guarde silencio. Lo hago.
No trabaja, aunque eso es lo de menos. yo lo mantengo. Vuelta a lo mismo. Deja la medicación, yo cada vez peor. Encuentro drogas en casa. Otro brote. Más angustia. Su familia normalizando y no ayudándome en nada. Yo completamente sola. Comienzo a dormir en habitaciones separadas. Una noche me despierto cuando trata de abusar de mí. Me voy de casa y duermo en el coche.
Definitivamente lo dejo. Se queda con nuestro perro para hacerme daño, porque figuraba a su nombre, pero me pide dinero para mantener al perro. Al principio se lo doy (mi chuchito estaba enfermo y necesitaba tratamiento), pero después de unos meses corto el grifo... entonces lo sacrifica.
Pasa meses amenazándome. Ya no cedo más.

Que bonitos se ven los toros desde la barrera, primas.
Mi madre. Tu historia demuestra la capacidad de resistencia y aguante que tenemos cuando se quiere a alguien y, sobre todo, que no se puede juzgar a nadie por las pequeñas pinceladas que nos ofrece su vida. Bien que saliste de ese infierno y quedate con que hiciste mucho más de lo humanamente posible por sacarle del pozo. Hay veces que lo mejor es desparecer sin mirar atrás. Supervivencia se llama.
 
Parece ser que han encontrado un antipsicótico en el estómago de Blanca, pero no se sabe la dosis
 
Sé que no tiene que ver con el tema pero así me veo por la gata que se me a pasado al tejado del vecino.
Estoy con los nervios a mil
 

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Buenos días, acabo de oir a un vecino de Cercedilla decir que no van a caber todos en la iglesia de tanta gente que irá a despedirla, pero una pregunta, tengo entendido que si es muerte voluntaria no puede tener funeral religioso no?
 
tienes un bretón/bretona que podría ser la mía!!! son un calco!! los perris son lo mejor del mundo, y ayudan a ver la vida de otra manera y a reírse muuucho.
Sí, la más clarita es la bretona que todavía vive. Y no puedo estar más de acuerdo que son los mejores perros del mundo (bueno, esto debe de ser como los hijos que a los padres los suyos les parecen siempre los mejores..ja, ja, ja).
 
Quiero dejar de fumar por favor que tengo que hacer? Y no me digas que deje de comprar tabaco
¿Lo dices de verdad?, ¿quieres dejarlo?
No sé, pues sal a correr o haz montaña. Los fumadores siempre comentan que se ahogan así que no creo que sea una sensación muy agradable... No te puedo ayudar, soy hija de fumadores y desde pequeña lo he detestado (además de gustarme mucho el deporte).
 
Buenos días, acabo de oir a un vecino de Cercedilla decir que no van a caber todos en la iglesia de tanta gente que irá a despedirla, pero una pregunta, tengo entendido que si es muerte voluntaria no puede tener funeral religioso no?
No es así.
He ido a uno,en el que además le encontraron ahorcado.No eran hipótesis, como este caso,porque hasta el examen toxicológico,aunque tengan pruebas,nada se sabrá
 
Buenos días, acabo de oir a un vecino de Cercedilla decir que no van a caber todos en la iglesia de tanta gente que irá a despedirla, pero una pregunta, tengo entendido que si es muerte voluntaria no puede tener funeral religioso no?

En la iglesia católica, eso ya está superadísimo. Cuando se interpretaba que un suicido era atentar contra uno mismo y por ende un pecado gordísimo, y de ahí ni funeral ni entierro en camposanto sino en cementerio civil. La doctrina de la iglesia católica ya no va por ahí, hace bastante que considera que el suicida, en general, pasa por un momento psicológicamente muy, muy duro, y por tanto, no toma la decisión de quitarse la vida de manera totalmente libre y racional. Por tanto, lo que esas personas merecen no es castigo, sino mucha, mucha compasión.

En otras creencias, ni idea.
 
Mucho ánimo y que todo vaya bien!!!!
En cuanto han puesto la escalera se a tirado del tejado ( por lo q hemos visto esta bien ) pero se a metido en una cabaña de madera y no podemos sacarla y la dueña de la casa no está le hemos dejado una nota con nuestro teléfono. Necesito contarlo y Sacarlo algunos igual os parece una tontería pero me falta mi gata y aunq se q está ahí en esa casa y que en principio no corre peligro no puedo evitarlo:cry::cry:
 

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