Desaparecen dos hermanos en Córdoba de dos y seis añitos. Caso Breton. TODO AQUI.

ABC/DAVINIA DELGADO / CÓRDOBA
Día 02/11/2013


Ocho hojas cuadriculadas en las que las palabras se comprimen como si aborrecieran el vacío; como si atendiesen a la premisa barroca del «horror vacui». No existen los márgenes. Todo el espacio está tomado por párrafos perfectamente ordenados y alineados. Ni rastro de renglones torcidos y tan sólo dos tachones en todo el texto.

Es la segunda carta enviada por José Bretón a ABC Córdoba, la primera desde que fue trasladado al centro penitenciario de Villena desde la cárcel de Alcolea. Una misiva cargada de rabia contenida en la que su ejecutor, condenado a 40 años de prisión como presunto autor del asesinato de sus dos hijos —el fallo aún no es firme—, guarda las formas y sólo en contadas ocasiones deja asomar, de forma voluntaria, esa impotencia que sigue sintiendo al creerse castigado por un delito que, según defiende, no ha cometido.

En el escrito, que titula «Auténticas pruebas para demostrar verdaderas falsedades», Bretón enumera las «contradicciones», «manipulaciones» y «roturas de la cadena de custodia» de los distintos indicios de cargo que han servido para condenarle.

Se centra en dos cuestiones clave: los huesos hallados en su finca de Las Quemadillas que, según corroboraron los peritos en el juicio, son humanos y, tal y como estimó el jurado popular, pertenecientes a sus dos vástagos. Por otro lado, en la hoguera en la que, como apunta la sentencia, calcinó los cuerpos.

Respecto a la fogata, el condenado es claro e insistente en una idea: «Mi candela no reúne las condiciones necesarias para incinerar nada». ¿Cómo sustenta dicha teoría? En primer lugar, acusa a los investigadores de haber alterado este escenario. «En las primeras fotos que se hicieron (noche del 8/10/2011), se aprecia cómo el diámetro es de apenas un metro cuadrado. En fotos siempre posteriores (ya de día), al extender (ellos) las cenizas (que en algunos sitios es de apenas dos o tres milímetros), hacen que una simple candela se convierta en una enorme hoguera de casi tres metros cuadrados».

Según defiende, la hoguera «pasa casi 48 horas sin precintar, sin custodia alguna, cualquiera pudo actuar de muy mala intención [...]. Siempre he dicho la verdad [...]. ¿Por qué no me quieren creer? ¿Qué van a hacer cuando aparezcan mi Ruth y mi José?».

Sobre la famosa columna de humo que, según recoge el fallo, alcanzó hasta 395 metros de altura, el supuesto asesino lanza varias preguntas al aire: «Si se mantiene constante desde las 17.07 hasta las 18.07 horas, y yo, mi Ruth y mi José salimos de la parcela a las 17.30 horas, ¿quién mantiene esa columna de humo negro (según ellos [los investigadores] con aporte de gasoil). Yo, desde luego, no».

Cuestiona, igualmente, la labor del Infoca. En concreto, el hecho de que no avisara a los preceptivos efectivos ante la aparición de una enorme columna de humo negro. Dice, igualmente, que «no me salen las cuentas» en lo relativo a la probada aportación de combustibleque los peritos indicaron que tuvo que verter en la hoguera para lograr la calcinación de los cadáveres: «con 271,11 litros de gasoil, menos 80 (según ellos, utilizados en la candela), menos 60 (que aún están en el depósito del Opel Zafira) quedan 131,11 litros. Con eso no se llegan a recorrer ni 1.700 kilómetros. Si yo tengo justificados más de 4.000, ¿con qué gasoil recorre mi coche la diferencia entre 4.000 y 1.700? La respuesta es muy sencilla. El vehículo consume los 271,11 litros que reposté».

En cuanto a los restos óseos, el inculpado insiste una y otra vez en la teoría de la conspiración y en que esos huesos fueron cambiados. Primero, «quieren justificar una posición exacta de unos ficticios cuerpos, cuando aparecen en la misma cuadrícula restos de partes totalmente dispares».

Por otro lado, afirma que se guardan 20 cajas con huesos pero, «al final, solo aparecen trece, cuatro de ellas vacías». Añade que en unos informes «aparecen cuatro astrágalos (dos izquierdos y dos derechos) y en otros, cuatro (tres izquierdos y un derecho). A mí me salen más de dos individuos», ironiza en el escrito.

Dedica unas palabras a la perito policial Josefina Lamas, quien elaboró el primer informe que decía que los restos eran de animales, para después corregirlo y afirmar que eran humanos. «Cómo me voy a creer que, con su gran experiencia, se equivocó y luego, diez meses después ‘se iluminó’ y rectificó [...]. Lamas sabe que se han cambiado los restos y que la caja con los huesos ha estado dando tumbos».

Tampoco se salva Francisco Etxeberría, el antropólogo que realizó el primer examen que afirmó que los restos eran humanos, y al que acusa de imaginativo, de tener afán de protagonismo «y de hacer el mal para ganar dinero». «Dice que la fragmentación de los restos por el fuego es longitudinal», pero hay otros informes que apuntan que es concéntrica «y un cuarto, que no hay fragmentación».

Bretón hace gala de su soberbia y apunta que se puede demostrar la naturaleza humana y animal de un hueso «midiendo unas distancias, pero no quieren hacerlo».

Su conclusión es que «como todo falta a la verdad, todo se puede desmontar [...]. Sobre un hecho que es totalmente inventado, la mentira caduca. La verdad, no», asevera el recluso en su escrito.
 
El Supremo confirma que Bretón mató a sus dos hijos
El alto tribunal sostiene que el jurado popular del caso decidió sin tener ningún tipo de presión

JESÚS DUVA Madrid 28 JUL 2014 - 20:16 CEST15
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Enviar a TuentiJosé Bretón por el asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, el 8 de octubre de 2011. Además, el alto tribunal sostiene que el jurado popular del caso decidió a tenor de lo que vio y oyó en el juicio, sin tener ningún tipo de presión por las muchas horas que los medios de comunicación han dedicado al caso.

El fallo fue adelantado el pasado 9 de julio, tras la vista pública celebrada entonces. La sentencia, de la que ha sido ponente Manuel Marchena, recoge la desestimación íntegra del recurso de Bárbara Royo, abogada de Bretón, que, entre otras cosas, denunció la rotura de la cadena de custodia de los huesos hallados en la finca Las Quemadas, propiedad de la familia de Bretón, en Córdoba; la vulneración de la presunción de inocencia y el derecho a un proceso con todas las garantías y a un juez imparcial.

El Supremo confirma la condena a 40 años de cárcel para José Bretón
El Supremo estima así la postura de la fiscalía, que mantuvo que el veredicto del jurado está “extraordinariamente motivado” y que la actuación del condenado “rebosa dolo homicida”.

Huesos en la hoguera
Los magistrados dan pleno valor probatorio a los restos encontrados en la hoguera de la finca. La sentencia señala que la irregularidad en los protocolos establecidos como garantía para la cadena de custodia de los huesos no equivale a nulidad. La experiencia indica, según el fallo, que son muchos los casos en los que el análisis científico de los restos materiales o biológicos que se hallan en el lugar del crimen se realiza meses e incluso años después de la comisión del delito.

Según los magistrados, “carece de toda fuerza persuasoria” la exigencia de que el escenario del crimen esté precintado desde el primer momento y que, caso contrario, las evidencias allí encontradas no pueden ser tomadas en consideración. No es irracional admitir, conforme a lo expuesto por los peritos, que los huesos encontrados en la hoguera pertenecen a dos niños de 6 y 2 años, recalca el fallo del tribunal.

La Sala declara que hay indicios de una “intensísima fuerza incriminatoria” sobre la autoría de Bretón y que “él sabía perfectamente que sus hijos no habían sido secuestrados”. Y concluye: “Lo sabía porque, horas antes y con sus propias manos, había acabado con su vida”.
 
Rigor informativo:
Varios medios han comparado a Breton con el caso de los niños desaparecidos en Jaén.
Los han encontrado sanos en Madrid con la madre y algunos medios como MSN, han puesto descaradamente el funeral de los niños de Córdoba como gancho .
Los daban ya por Muertos, con todo descaro ponen esta imagen;



El juez ordena prisión para el padre de los niños desaparecidos en Jaén

El Confidencial




El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de La Carolina (Jaén) ha decretado el ingreso en prisión provisional del padre de los tres niños desaparecidos la tarde del pasado martes, mientras la Guardia Civil continúa con la búsqueda de los pequeños en todo el territorio nacional. Manuel M.M., de 47 años, que fue detenido ese mismo martes, ha sido trasladado esta mañana a los juzgados de La Carolina, de donde ha salido poco antes de las tres de la tarde tras prestar declaración.

El juez ha ordenado prisión comunicada y sin fianza para el padre de los niños, según han dicho a Efe fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Las mismas fuentes han señalado que la autoridad judicial ha imputado al detenido un delito por la desaparición de sus tres hijos de 3, 5 y 7 años, que estaban tutelados por la Junta de Andalucía en un centro de menores y que, al parecer, iban a ser entregados pronto en acogida.

Por su parte, la Guardia Civil continúa con la búsqueda de los tres niños, que ha ampliado a todo el territorio nacional. El Servicio para la Protección de la Naturaleza (Seprona) rastrea la zona de Despeñaperros en Sierra Morena, según han informado a Efe fuentes del instituto armado. La Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis, aunque centra la principal línea de actuación en el entorno familiar.

Andalucía tutela a los niños desde diciembre


La Junta de Andalucía, que tiene desde el pasado mes de diciembre la tutela de los tres niños, ha abierto una investigación reservada para esclarecer lo sucedido, aunque de momento no ha trascendido ninguna información al respecto. En primera instancia las labores de búsqueda, en las que colabora la Policía Nacional, se centraron en controles de las carreteras de acceso a La Carolina, una ciudad con una situación viaria estratégica, muy bien comunicada en la A-4, a poco más de dos horas de Madrid y unas tres horas de Sevilla.

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© Proporcionado por El Confidencial Funeral de Ruth y Jose Bretón, en una imagen de archivo (Gtres)
Ante la aparente similitud de este caso con el de José Bretón, que el 8 de octubre de 2011 mató a sus dos hijos e intentó hacer creer que habían desaparecido en un parque, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, manifestó ayer que es "precipitado" mezclarlos y que confía en que "no tenga ninguna similitud, ni en la práctica ni en el resultado".

Esta es la sucesión de hechos


Los hechos ocurrieron el pasado martes por la tarde cuando el padre, que se encontraba en un parque de La Carolina tras recoger a los niños en una visita concertada con el centro de menores, fue a comprar chucherías en una tienda cercana. Después volvió asegurando que sus hijos habían desaparecido, por lo que presentó una denuncia ante la Policía Local, que puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, que, ante las sospechas, detuvo al padre.

La búsqueda de los niños comenzó de forma inmediata y las fuerzas de seguridad barajan que el padre podría haber convenido la forma de que alguien se llevase a los niños ante la posibilidad de que en diez días fuesen entregados en acogida. Este hombre había protagonizado una acampada ante la delegación de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía para pedir que le devolvieran a sus hijos.
 
joder también con el artículo de EL BUSCÓN.
le denomina rata y hace bromas supuestamente graciosas sobre que las ratas llegan con él a la cárcel

ufffff.
eso es un post de un foro donde uno deja su opinión, no un artículo de un periodista.

podría haber dicho tb: cuando llegó el hijop*ta cerró el culo ante ...uffff
 
Lo increible de todo fué que la primera forense confundiese los restos con huesos de animales. En foto y después presencialmente los reconoció como restos de niños el fantástico doctor Francisco Etxeberria, de merecida fama mundial.

Este hombre merece todas las medallas y homenajes del mundo, por la cantidad de casos que ha resuelto: el Breton, Lasa y Zabala, fosas comunes...
 
Lo increible de todo fué que la primera forense confundiese los restos con huesos de animales. En foto y después presencialmente los reconoció como restos de niños el fantástico doctor Francisco Etxeberria, de merecida fama mundial.

Este hombre merece todas las medallas y homenajes del mundo, por la cantidad de casos que ha resuelto: el Breton, Lasa y Zabala, fosas comunes...

Pues tan increíble.
Como que yo no me lo creo.
 
no he seguido mucho este caso

hay alguna teoría alternativa a la del padre como asesino? o el padre y su locura y tal?
 
Pues tan increíble.
Como que yo no me lo creo.

¿Y por qué no? En las actas del juicio aparece la contribución incontestable del dr. Etxeberria en la resolución del caso, admitido por la propia forense que se equivocó en las pruebas.

¿O no te crees que les mató el Bretón? ¿o que los huesos eran de animales? No sé que es lo que no te crees...
 
no he seguido mucho este caso

hay alguna teoría alternativa a la del padre como asesino? o el padre y su locura y tal?

No, no hay ninguna, los investigadores resolvieron el tema sin género de duda, el Bretón se creia muy listo, pero desde el momento en que el propio Bretón se puso a bromear con los polis suponiendo que había perdido a sus hijos o proponiendoles jugar a las cartas mientras registraban la finca, se delató como el padre menos preocupado del mundo.
 
¿Y por qué no? En las actas del juicio aparece la contribución incontestable del dr. Etxeberria en la resolución del caso, admitido por la propia forense que se equivocó en las pruebas.

¿O no te crees que les mató el Bretón? ¿o que los huesos eran de animales? No sé que es lo que no te crees...

No creo que la forense se equivocara en algo tan básico. Creo que los primeros eran de animales y los segundos no.
Creo que la cadena de custodia y la propia custodia fue de aquellas maneras, a la española (de la misma forma que desaparecen 500 kg de cocaína una comisaría de Sevilla abriendo la puerta con llave y tal, o desaparecen pruebas de crímenes famosos, o se filtran declaraciones, o se dan chivatazos de acciones judiciales..)
Si no hay ADN lo que se quemó allí pudo ser cualquier cosa. ¿Cuerpos hasta el extremo de no dejar ni un resto para el ADN? No me lo creo, es demasiado difícil.
Creo que es un caso de padre culpable totalmente pero no de matar, sino de otras cosas.
Quizá los niños esten en manos de una mafia si es que viven todavía, eso me lo creo más.
Pero todo esto son conjeturas mías de un caso que me sonó raro desde el principio.
 
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