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Pasas décadas haciendo algo que creías que era tu deseo hasta que te das cuenta de que en realidad era el deseo de otra persona (tu padre, madre, esposo/a, jefe). Es triste.Perspecticidio: La técnica de “lavado de cerebro” que usan los manipuladores
Desarrollo Personal
Vivir o relacionarse con personas controladoras y manipuladoras puede ser una experiencia extremadamente confusa y agotadora. Estas personas pueden convertirse en auténticos especialistas de la manipulación mental, llegando a culpar a su víctima absolutamente por todo e incluso arrebatándole su derecho a pensar de manera autónoma, disentir y tomar sus propias decisiones.
De hecho, una de las estrategias de manipulación más peligrosas consiste en cambiar nuestra manera de percibirnos, un fenómeno que la psicóloga de la Universidad de Massachusetts, Lisa Aronson Fontes, llama “perspecticido” y que hace referencia a un cambio de perspectiva tan radical que somos incapaces de ser conscientes de lo que sabemos y somos.
¿Qué es exactamente el perspecticidio?
El término “perspecticidio” es un neologismo, aunque en realidad no es completamente nuevo ya que se utilizó por primera vez para hacer referencia al lavado de cerebro al que se sometían a lo prisioneros de guerra. También se ha utilizado para explicar los mecanismos psicológicos que hacen que las personas terminen atrapadas en las redes de las sectas.
En práctica, el perspecticidio implica perder la perspectiva propia e incluso pensar que no tenemos derecho a tener nuestras ideas, creencias y sentimientos. Es un fenómeno aterrador ya que con el paso del tiempo llegamos a olvidar nuestras opiniones, metas y pensamientos para adoptar los de la persona dominante. Como resultado, no solo renunciamos a nuestros sueños y metas en la vida sino que incluso perdemos nuestra propia identidad.
¿Cómo se produce el perspecticidio?
El perspecticidio siempre implica una relación abusiva, de control y/o manipulación, de manera que con el paso del tiempo la persona dominante cambia la forma de pensar y verse de su víctima. El manipulador termina definiendo el mundo de la persona sometida. Define qué es el amor, cómo debe ser la relación e incluso determina qué debe pensar la otra persona.
Por supuesto, no se trata de la influencia mutua que se produce de manera natural en todas las relaciones cercanas, es un fenómeno mucho más nefasto y de carácter unilateral donde una persona domina completamente y la otra pierde su identidad y capacidad para decidir sobre su vida.
Poco a poco, el manipulador va restringiendo el mundo de su víctima. No solo la aísla de los demás, de manera que estos no puedan alertarla del peligro que está corriendo, sino que también comienza a juzgar sus ideas y sentimientos. De esta forma, el manipulador impone su visión del mundo y de la persona.
Las técnicas más comunes son:
- Decidir cómo la víctima debe invertir su tiempo. Poco a poco, el manipulador convence a su víctima de que solo vale la pena emplear el tiempo en las actividades que él/ella acepta. De esta forma la víctima abandona muchas de las cosas que le apetecían, para plegarse a los deseos del otro, los cuales termina asumiendo como propios.
- Control obsesivo sobre cada detalle cotidiano. El manipulador suele ejercer un control obsesivo sobre cada detalle de la vida de su víctima, hasta el punto que esta pierde todo poder de decisión incluso sobre los aspectos más insignificantes del día a día, los cuales son dictados por quien tiene el control.
- Fijar los términos de la relación. El manipulador no concilia ni negocia, impone los términos de la relación son impuestos. Somete a su víctima imponiendo sus reglas y su visión de cómo debe ser la relación. La otra persona solo tiene dos opciones: se somete o rompe el vínculo.
- Cambio del autoconcepto. El manipulador se asegura de “robarle” el autoconcepto a su víctima, colocando el suyo en su lugar. De esta manera, la percepción de la víctima cambia, quien comienza a verse con los ojos de la otra persona, lo cual puede llevarla a creer, por ejemplo, que realmente no es capaz de lograr nada o que necesita desesperadamente al otro para ser feliz.
Personas prisioneras en sus propias vidas
El perspecticidio es una situación de control y manipulación difícil de detectar porque normalmente proviene de las personas más cercanas, con las cuales tenemos profundos lazos afectivos. Además, en muchos casos esta relación controladora no se basa en la violencia sino que los mensajes están llenos de “buenas intenciones”.
El manipulador le hace creer a su víctima que tiene la razón y que hace todo “por su bien”. A menudo también se presenta como el “salvador” o “guardián” de la persona “desprotegida” que supuestamente necesita ayuda.
Su estrategia consiste en hacernos sentir débiles, impotentes, indefensos e inseguros para tomar el mando. Así nos convertimos en prisioneros de nuestra propia vida sin apenas darnos cuenta pues terminamos usando las etiquetas que el manipulador nos ha colocado, asumimos la identidad que ha fabricado cuidadosamente para nosotros.
El manipulador repetirá hasta el cansancio diferentes mensajes, con el objetivo de que estos se conviertan en nuestra verdad. A menudo terminará exagerando los hechos, para usarlos a su favor. Frases como: “no eres nada sin mí” o “si no te defiendo, los demás se aprovecharán de ti” son comunes y hacen que la persona se sienta desvalida. Este tipo de frases cambian el autoconcepto de la víctima, haciendo que dude de sus capacidades y tenga miedo de todo. El manipulador no empodera ni permite que la persona que está a su lado crezca, al contrario, la humilla y aplasta.
Vale aclarar que no siempre se llega hasta esos extremos. En algunos casos la víctima conserva cierto poder de decisión pero se siente permanentemente culpable por las decisiones que toma pues sabe que no satisfarán a la otra persona.
Existen algunas señales de alarma que pueden indicarte que estás siendo víctima de una situación de sometimiento emocional y mental:
- Cada vez te sientes más insegura de tus decisiones o estas generan un gran sentimiento de culpa.
- Sientes que estás perdiendo los puntos de referencia, es como si caminaras en arenas movedizas pues comienzas a dudar de tus creencias más arraigadas, solo porque estas no se corresponden con las de la otra persona.
- Estas desarrollando una dependencia emocional de esa otra persona, permitiéndole que controle pequeños detalles de tu vida.
- Te sientes incapaz de lograr grandes cosas por tu cuenta, y cada vez necesitas más la opinión del otro.
- Sientes que ya no te reconoces o has comenzado a aplicarte etiquetas negativas que no te permiten crecer ni te empoderan.
- Comienzas a dudar de tus opiniones y capacidades, adoptando como verdades la visión del mundo de la otra persona.
¿Cómo salir de esta situación?
A menudo, cuando la persona descubre que ha sido víctima de una situación de perspecticidio, su mundo se viene abajo. No solo comprueba que ha sido manipulada y abusada por alguien en quien confiaba sino que además, se encuentra confundida y aislada, con la ardua tarea por delante de tener que reconstruir su identidad.
Cuando esta situación se ha prolongado durante años, la persona pierde sus puntos de referencia identitarios, por lo que es necesario que recurra a la terapia psicológica para procesar esos traumas emocionales y volver a encontrar la confianza y la seguridad en sí misma.
No obstante, el primer paso consiste en cortar todo tipo de relación con la persona manipuladora e intentar reconstruir una red de apoyo social con los amigos y familiares. Debemos recordar que cuando una relación limita y asfixia a una de las personas, en vez de empoderarla y ayudarla a crecer, ha llegado el momento de ponerla en tela de juicio y cambiar el rumbo, antes de que sea demasiado tarde.
https://www.rinconpsicologia.com/2018/01/perspecticidio-tecnica-manipulacion.html
Ayer mismo en una oficina donde había bastante gente entró una madre con su niña, la niña vestida muy exótica, con un floripondio en la cabeza, era consciente de su atractivo y no paraba de sonreír de forma compulsiva y saltar sin parar moviendo su melena. Era estresante.La sexualización de la infancia: por qué es dañina y cómo prevenirla
Los niños y niñas cada vez dejan de serlo a una edad más temprana a través su su erotización.
por Isabel Rovira Salvador
Otorgar una carga sexual a la apariencia infantil cada vez es más corriente. MaxPixel.
Aunque ya en 1955 Nabokov conmocionó a la sociedad con su novela Lolita, los concursos de belleza infantiles tan afamados en estados unidos, la publicidad, los medios, la música o la reciente moda de los centros de estética para niños y niñas han generado en los últimos años una corriente imparable de sexualización de la infancia.
Pero, ¿en qué consiste realmente la sexualización de la infancia y qué peligros conlleva? A lo largo de este artículo hablaremos acerca de este fenómeno y sobre cómo evitarlo.
¿Qué es la sexualización infantil?
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A nivel general, la sexualización o hipersexualización se basa en otorgar un valor social a la persona el cual va en relación con nivel de deseo sexual que esta despierte. Esto significa que a una persona considerada como sexualmente deseable o atractiva, se le atribuye directamente un mayor valor o prestigio social que una que no.
Por desgracia, este fenómeno se observa cada vez más y más en niñas y niños de edades tempranas. Tal el es alcance, que en el año 2001 la asociación inglesa Mother’s Union decidió realizar un informe acerca de esta evidencia. En él se definía por primera vez la sexualización infantil, la cual era explicada como “la sexualización de las expresiones, posturas o códigos de vestimenta en niños y niñas menores de edad”. Además, también denuncia la utilización y sexualización de menores en publicidad; considerándola sumamente peligrosa para el desarrollo de los niños.
Además, la Asociación Americana de Psicología (APA) denunció esta propensión a hipersexualizar a los menores en un documento publicado en el año 2007. En él se advertía de los riesgos de esta sexualización infantil, la cual traslada un mensaje bastante nocivo: a mayor nivel de erotismo, mayores beneficios y éxito social.
Es muy habitual ver a diario casos en los que los niños y niñas integran como propios una serie de patrones de comportamiento y valores personales que no se ajustan a su rango de edad, los cuales tienden a representar una falsa madurez y a priorizar el aspecto físico y la atracción por delante de todo.
Aunque la hipersexualización puede verse reflejada tanto en niños como en niñas, esta tiende a afectar más a estas últimas. En los últimos años se ha podido observar un incremento de lasexualición infantil femenina. Como por ejemplo, en numerosas campañas publicitarias, en los concursos de belleza infantiles o, en el fenómeno más recientemente, los centros de belleza para niñas.
¿Qué consecuencias tiene?
Como era de esperar, esta tendencia puede acarrear un gran número de consecuencias y efectos indeseados tanto en el plano social como a nivel individual en cada niño y niña.
El mayor aspecto personal que se ve afectado por la sexualización es tanto la imagen personal como la autoestima de los menores. Durante estas etapas, los niños y niñas forjan su identidad personal y desarrollan el amor propio.
Cuando este desarrollo se ve condicionado por lo valores y tendencias de la sociedad, como pasa en este caso con la sexualización infantil, los niños tienden a apreciarse y a otorgarse un valor específico según su atractivo físico. El cual es comparado con la idea que transmiten los medios de lo que es socialmente deseable o hermoso.
Como consecuencia, la autoestima se forja en base a ideas superficiales, temporales e irrealizables; formando personas inseguras, con una baja autoestima, frágiles y muy susceptibles a la opinión ajena.
Además, los intentos constantes por conseguir el aspecto ideal en relación con lo socialmente aceptado, genera unos niveles de frustración tan altos que pueden llegar a desencadenar alteraciones psicológicas como los trastornos de la alimentación y los trastornos dismórficos corporales.
¿Qué peligros conlleva?
Además, de las consecuencias directas de la sexualización infantil, existen otros peligro que, a pesar de que no se dan en el 100% están siempre presentes.
El primer riesgo de todos, el cual puede tener un gran impacto en el desarrollo de la identidad y la personalidad de los menores es la transición demasiado precoz a la vida adulta. Los menores adoptan una serie de roles para los que no están preparados psicológicamente y no son capaces de comprender realmente.
Esta precocidad afecta directamente a la autoestima de los menores, los cuales pueden llegar a convertirse en adultos inseguros, manipulables y susceptibles. Además, al centrarse tanto en el aspecto físico, el resto de ámbitos relacionados con el desarrollo de la identidad quedan apartados, creando también adultos crónicamente inmaduros.
Finalmente, se ha generado un peligro que afecta principalmente a las niñas y es que estas integran la idea de que el prototipo femenino es la idea del objeto sexual pasivo, el cual anula a la mujer. Como consecuencia, continúan perpetuando numerosos estereotipos sexistas que acaban por mantener y agravar los problemas de violencia de género y desigualdad.
¿Cómo podemos prevenirla?
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Anque acabar de repente con la sexualización de la infancia es algo realmente difícil, está en manos de los adultos el proteger a los menores de este fenómeno.
El hecho de que la hipersexualización infantil se extienda cada día más y más es, en parte, culpa de la sociedad acostumbrada a estas imágenes y que observa, prácticamente impasible, como los niños dejan cada vez más pronto de ser niños.
Sin embargo, existen una serie de cosas que sí podemos hacer para prevenir la sexualización de la infancia, tanto en niños como en niñas.
1. Repasar nuestros razonamientos y valores
Antes que nada, es necesario realizar una evaluación crítica de nuestros propios valores y principios, ya que son estos lo que estamos transfiriendo a los más pequeños.
Si conseguimos eliminar todos aquellos valores o costumbres que pueden favorecer la sexualización infantil, será mucho más fácil educar a los menores.
2. Educar en valores
Además de repasar nuestros propios valores, también es necesario educar los de los niños. También es necesario difundir valores más humanos, basados en el respeto y en el valor de la persona más allá de sus atributos o aspecto físico.
3. Promover la educación sexual
No se trata de que lo niños sepan cada vez más sobre sexualidad, sino de que la educación sexual mejore en cuanto contenido y calidad. Hablar con ellos acerca del cuerpo y la sexualidad les convertirá en personas más críticas y menos vulnerables.
4. Regulación de los medios
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Reclamar la regulación de contenidos sexuales en los medios, como por ejemplo la publicidad, la televisión e, incluso, en la música o las marcas de moda.
5. Enseñar a ser críticos
Puesto que es complicado doblegar los intereses de los medios de comunicación, publicidad y marcas, se debe desarrollar tanto el sentido crítico de los niños, como el de los adultos.
Los menores deben tener conocimiento de cómo es y qué transmite la sociedad en la que viven, para así poder así desarrollarse en ellas como personas completas.
6. Trabajar la autoestima
Utilizar técnicas y herramientas para mejorar la autoestima de los menores, generando un autoconcepto que tenga en cuenta a la persona de manera integral, no solamente en relación al aspecto físico.
7. Dar ejemplo
Los niños aprenden a formarse como personas mediante la imitación. Por lo tanto, es esencial que tengan a su disposición modelos a imitar que no promuevan o faciliten la sexualización en edades tempranas.
https://psicologiaymente.net/desarrollo/sexualizacion-de-infancia