Mi mejor amiga y yo nos conocimos en la residencia universitaria en la que vivimos juntas tres años. En ese tiempo descubrimos que habíamos estado en la misma obra de teatro años antes y que las dos habíamos visitado Cabárceno con el colegio la misma semana. Somos de ciudades alejadas (ahora, dos horas, pero en aquellos años casi tres). Lo más fuerte es que ella nació el mismo día que a mí me operaban a vida o muerte (le llevo dos años).