De verdad que este hombre es tontísimo. Ni Andrés ni Harry son el heredero del rey, ni van a ser sus sucesores. El juramento es de lealtad a este rey y a los reyes que le sucedan.(...) Esta es la petición del arzobispo de Canterbury a los británicos: “Juro que prestaré verdadera lealtad a Su Majestad, a su heredero y sucesores con la ayuda de Dios”. (...) La mayoría de los ingleses lo consideran ofensivo. ¿También a Andrés y a Harry? (...)”.