I SEMANA
JAIME PEÑAFIEL
12/11/2022
CHSSS...
Descubra Orbyt
Según me cuentan, el pánico y el terror se han apoderado no solo de Doña Sofía, la más afectada, por razones obvias (inexplicablemente sigue siendo la esposa de su marido), sino también de Felipe VI, ya que apunta directamente a la corona española que se verá salpicada por todo lo que la despechada Corinna cuenta. Asimismo las Infantas Elena y Cristina. Nunca es agradable conocer las miserias de un padre. La única que puede sentirse feliz es Letizia, que jamás sintió por su real suegro la menor simpatía. No porque la considerara “una chica muy lista”, con toda la carga peyorativa que la frase tiene, sino por lo que le dijo a su hijo cuando le anunció que se casaba: “Te vas a cargar la monarquía”.
Lo más desconcertante para este periodista no es que Corinna confiese: “Nunca me había sentido tan vinculada a alguien como al Rey de España... En mi corazón, él era mi esposo” porque “según me dijo Juan Carlos, hacía mucho tiempo que su matrimonio era solo por imagen, solo se veía con Sofía para actos públicos”.
Tampoco se entiende que el Rey y su amante residieran haciendo vida de pareja, hasta con el hijo de ella, casi 10 años, en La Angorilla, antiguo pabellón de caza remodelado en los montes de El Pardo, a pocos kilómetros del palacio de la Zarzuela, sin que nadie de este y del Pabellón de los Príncipes advirtieran que al Rey “le encantaba la calidez de disfrutar fuera del protocolo y de las complejidades de su matrimonio, simplemente siendo el mismo”. Ella lo demostró para vengarse haciendo públicas las imágenes del Rey, terribles imágenes, vestido con unas bermudas amarillas fluorescentes, camisa de manga corta de cuadros y una gorra al estilo de Will Smith, acompañado por el hijo de Corinna, preparando una barbacoa en el patio de La Angorilla, a tiro de piedra de la Familia Real. “Era una persona cálida y carismática, jovial, bromista, risueña, un tipo muy agradable, nada rígido. Divertido, persistente, uno de los mayores seductores. Es muy bueno cuando coquetea con mujeres. También es muy hábil a la hora de leer la personalidad del otro y detectar qué le interesa... Hay algo de perturbador en él y bastante despiadado”.
Me imagino que a Felipe VI le escandalizará saber, si es que no lo sabía, que Corinna fue la encargada, a petición del Rey, de organizar, según reconoce, su viaje de novios, la luna de miel por Jordania, Camboya, Samoa, California, México y Fiji, viaje que costó la friolera de medio millón de euros. Al parecer, fue Cusiquien lo pagó todo. ¡Que la amante de tu padre se involucre ¿sin tu saberlo? en un tema tan privado y tan familiar, no solo no es de recibo sino humillantemente ofensivo!
Y esto es solo el aperitivo de esas declaraciones que pueden acabar incluso con la Monarquía tan salpicada de miserias y que una mujer despechada ha decidido airear con un encarnizado odio hacia Don Juan Carlos y todo lo más importante que le rodeaba: Doña Sofía y Felipe, los más afectados junto a Elena y Cristina, viendo sin poder hacer nada para impedirlo como se arrastra no solo el nombre sino la intimidad de la Familia, medio víctima y ¿medio cómplice? Es imposible creer que nadie supiera absolutamente nada. ¡Si hasta la llevaba en los viajes oficiales! Testimonios gráficos existen.
Sobre mi comida con el general Sanz Roldán, creo haberme referido en su día en esta página. Pero hoy y a propósito de la vista en Londres por el recurso de la defensa de Don Juan Carlos contra la admisión de la demanda de Corinna Larsen, en la que el nombre del ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) cobra un gran protagonismo, vuelvo a recordar aquella comida en el restaurante del Paseo de la Castellana durante la que, por supuesto, no hablamos de Corinna (ese nombre no había aparecido todavía) pero sí de Letizia.
Cuando Isabel Vega e Ivannia Salazar en su crónica de ABCescriben que Don Juan Carlos “utilizó a su amigo íntimo en esta historia” aunque “la defensa duda y piensa que no tiene sentido ver a un general jefe de los espías... desplegando los recursos españoles por amistad”.
Lo que sí me despejó Sanz Roldán en aquella comida era la duda que yo tenía de si el Rey había utilizado a su “amigo” para investigar el pasado de Letizia Ortiz. Como se hace en todas las Casas Reales europeas sobre el prometido o la prometida del heredero o de la heredera antes de la boda. El ilustre general me negó que la Casa Real acudiera al CNI para realizar tal investigación, a pesar de las reservas que el Rey tenía sobre la mujer con la que Felipe le comunicó se iba a casar. “Te vas a cargar la Monarquía”, vuelvo a repetir. Ahora resulta que quien se la está cargando es Don Juan Carlos.
Se está comportando públicamente con una vulgaridad en el vestir atrevida y fuera de todo protocolo pero, sobre todo, impropia de ser vos quien sois. (...) El Emérito ha pedido, presuntamente, a su amigo y querido compañero mío, que paralice la biografía que tiene escrita después de numerosas conversaciones, para no complicar más las cosas. (...) ¡Es tan difícil defenderle, querido! (...) Yo lo intenté recientemente en el transcurso de una conferencia y salí muy mal parado. (...) Hay que entender el enfado de mamá con su hija, que ha abandonado los estudios para ser una ridícula influencer. (...) Los elogios a su belleza tienen todo el aroma de la cortesía que es ridícula cuando se pretende erigir en dogma. Y mucho menos de calificarla de “diamante en bruto de la corona”. ¡Tan en bruto! (...) Antes las modelos y no pocas actrices deseaban ser princesas. Algunas princesas y reinas de hoy se comportan como modelos. (...) El Aifos no solo es viejo sino que el nombre ya no significa lo que antes. (...) Según la compañera María Eugenia, la hermanísima protagonizó un ridículo exhibicionismo sentimental, entrando y saliendo varias veces del patio de butacas del Campoamor de Oviedo, cuando todo el mundo ya estaba sentado, abrazando públicamente a su nuevo novio. No tiene arreglo. (...) También mamá oficializó en el mismo lugar su relación sentimental con el empresario británico.
JAIME PEÑAFIEL
12/11/2022
CHSSS...
PÁNICO, TERROR E INDIGNACIÓN EN ZARZUELA
VIDA DE PAREJA JUNTO A ZARZUELA
ORGANIZÓ EL VIAJE DE NOVIOS DE FELIPE Y LETIZIA
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Según me cuentan, el pánico y el terror se han apoderado no solo de Doña Sofía, la más afectada, por razones obvias (inexplicablemente sigue siendo la esposa de su marido), sino también de Felipe VI, ya que apunta directamente a la corona española que se verá salpicada por todo lo que la despechada Corinna cuenta. Asimismo las Infantas Elena y Cristina. Nunca es agradable conocer las miserias de un padre. La única que puede sentirse feliz es Letizia, que jamás sintió por su real suegro la menor simpatía. No porque la considerara “una chica muy lista”, con toda la carga peyorativa que la frase tiene, sino por lo que le dijo a su hijo cuando le anunció que se casaba: “Te vas a cargar la monarquía”.
Lo más desconcertante para este periodista no es que Corinna confiese: “Nunca me había sentido tan vinculada a alguien como al Rey de España... En mi corazón, él era mi esposo” porque “según me dijo Juan Carlos, hacía mucho tiempo que su matrimonio era solo por imagen, solo se veía con Sofía para actos públicos”.
Tampoco se entiende que el Rey y su amante residieran haciendo vida de pareja, hasta con el hijo de ella, casi 10 años, en La Angorilla, antiguo pabellón de caza remodelado en los montes de El Pardo, a pocos kilómetros del palacio de la Zarzuela, sin que nadie de este y del Pabellón de los Príncipes advirtieran que al Rey “le encantaba la calidez de disfrutar fuera del protocolo y de las complejidades de su matrimonio, simplemente siendo el mismo”. Ella lo demostró para vengarse haciendo públicas las imágenes del Rey, terribles imágenes, vestido con unas bermudas amarillas fluorescentes, camisa de manga corta de cuadros y una gorra al estilo de Will Smith, acompañado por el hijo de Corinna, preparando una barbacoa en el patio de La Angorilla, a tiro de piedra de la Familia Real. “Era una persona cálida y carismática, jovial, bromista, risueña, un tipo muy agradable, nada rígido. Divertido, persistente, uno de los mayores seductores. Es muy bueno cuando coquetea con mujeres. También es muy hábil a la hora de leer la personalidad del otro y detectar qué le interesa... Hay algo de perturbador en él y bastante despiadado”.
Me imagino que a Felipe VI le escandalizará saber, si es que no lo sabía, que Corinna fue la encargada, a petición del Rey, de organizar, según reconoce, su viaje de novios, la luna de miel por Jordania, Camboya, Samoa, California, México y Fiji, viaje que costó la friolera de medio millón de euros. Al parecer, fue Cusiquien lo pagó todo. ¡Que la amante de tu padre se involucre ¿sin tu saberlo? en un tema tan privado y tan familiar, no solo no es de recibo sino humillantemente ofensivo!
Y esto es solo el aperitivo de esas declaraciones que pueden acabar incluso con la Monarquía tan salpicada de miserias y que una mujer despechada ha decidido airear con un encarnizado odio hacia Don Juan Carlos y todo lo más importante que le rodeaba: Doña Sofía y Felipe, los más afectados junto a Elena y Cristina, viendo sin poder hacer nada para impedirlo como se arrastra no solo el nombre sino la intimidad de la Familia, medio víctima y ¿medio cómplice? Es imposible creer que nadie supiera absolutamente nada. ¡Si hasta la llevaba en los viajes oficiales! Testimonios gráficos existen.
Sobre mi comida con el general Sanz Roldán, creo haberme referido en su día en esta página. Pero hoy y a propósito de la vista en Londres por el recurso de la defensa de Don Juan Carlos contra la admisión de la demanda de Corinna Larsen, en la que el nombre del ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) cobra un gran protagonismo, vuelvo a recordar aquella comida en el restaurante del Paseo de la Castellana durante la que, por supuesto, no hablamos de Corinna (ese nombre no había aparecido todavía) pero sí de Letizia.
Cuando Isabel Vega e Ivannia Salazar en su crónica de ABCescriben que Don Juan Carlos “utilizó a su amigo íntimo en esta historia” aunque “la defensa duda y piensa que no tiene sentido ver a un general jefe de los espías... desplegando los recursos españoles por amistad”.
Lo que sí me despejó Sanz Roldán en aquella comida era la duda que yo tenía de si el Rey había utilizado a su “amigo” para investigar el pasado de Letizia Ortiz. Como se hace en todas las Casas Reales europeas sobre el prometido o la prometida del heredero o de la heredera antes de la boda. El ilustre general me negó que la Casa Real acudiera al CNI para realizar tal investigación, a pesar de las reservas que el Rey tenía sobre la mujer con la que Felipe le comunicó se iba a casar. “Te vas a cargar la Monarquía”, vuelvo a repetir. Ahora resulta que quien se la está cargando es Don Juan Carlos.
Se está comportando públicamente con una vulgaridad en el vestir atrevida y fuera de todo protocolo pero, sobre todo, impropia de ser vos quien sois. (...) El Emérito ha pedido, presuntamente, a su amigo y querido compañero mío, que paralice la biografía que tiene escrita después de numerosas conversaciones, para no complicar más las cosas. (...) ¡Es tan difícil defenderle, querido! (...) Yo lo intenté recientemente en el transcurso de una conferencia y salí muy mal parado. (...) Hay que entender el enfado de mamá con su hija, que ha abandonado los estudios para ser una ridícula influencer. (...) Los elogios a su belleza tienen todo el aroma de la cortesía que es ridícula cuando se pretende erigir en dogma. Y mucho menos de calificarla de “diamante en bruto de la corona”. ¡Tan en bruto! (...) Antes las modelos y no pocas actrices deseaban ser princesas. Algunas princesas y reinas de hoy se comportan como modelos. (...) El Aifos no solo es viejo sino que el nombre ya no significa lo que antes. (...) Según la compañera María Eugenia, la hermanísima protagonizó un ridículo exhibicionismo sentimental, entrando y saliendo varias veces del patio de butacas del Campoamor de Oviedo, cuando todo el mundo ya estaba sentado, abrazando públicamente a su nuevo novio. No tiene arreglo. (...) También mamá oficializó en el mismo lugar su relación sentimental con el empresario británico.
