Yo entiendo perfecto lo que dices y estoy de acuerdo. En términos ideales eso es lo que deberían hacer los laboratorios y los gobiernos: Invertir en investigación y educación más que en cualquier otra cosa. De esas dos se deriva el bienestar en todo lo demás. Pero entiendo que no hay mundo ideal en el que eso pase, en el que el gobierno quiera invertir recursos en eso, en vez de robar. Y que los laboratorios y farmacéuticas quieran ganar dinero por encima de todo; a fin de cuentas, tienen que verlo así porque bastante de lo que ganan lo reinvierten en más investigación, aunque no suficiente.
Pero en las condiciones en las que funciona actualmente el mundo, creo que desgraciadamente es correcto que no inviertan mucho en investigación y desarrollo de esas enfermedades cuya incidencia es muy pero que muy rara. Porque probablemente eso significaría que quitarían recursos para investigación y desarrollo de curas de otras enfermedades que son más comunes y afectan a más personas. Aunque se oiga mal en términos de vidas humanas, se aplica prácticamente en cualquier tipo de inversión pública: se llama estudio de costo-beneficio. Básicamente, se traduce así: cuánto cuesta y a cuántas personas va a beneficiar, buscando que cueste lo menos posible utilizando los mejores recursos a la mano, con el mayor número de personas beneficiadas.
Y evidentemente como estamos en el hilo de Alex Lequio, y ya habiendo conocido de parte de esa loca imprudente de Laura Fa (que ni sé quién es pero se ve que es una bestia en toda la extensión de la palabra), el diagnóstico del rarísimo tipo de cáncer que se llevó la vida de este chico por el que la mayoría sentimos una gran simpatía, pues es lógico que quisiéramos que hubiera más investigación, por él y por muchísimos casos iguales que el suyo que al no ser tan mediáticos, pues se pierden en las estadísticas (muy cortas, por cierto) de los enfermos de este cáncer. Pero económica y técnicamente no es viable que eso vaya a suceder por costo-beneficio, a menos que algún donador privado quiera invertir en ello específicamente y entonces se pueda dar un impulso a la investigación de este raro tipo de cáncer. Ojalá suceda en este y en muchas otras enfermedades que como son muy raras, poco se les invierte, porque realmente afectan a poquísimas personas en comparación con otras enfermedades.
Volviendo del off topic, mi más sentido pésame a Ana, a Alessandro y a todos los deudos de este chico. No hay palabras de consuelo que en este momento puedan aliviarles el dolor de perder a su hijo tan joven, vital hasta el último momento, majo, inteligente, preparado, trabajador, con tanta empatía y solidaridad con su entorno. Espero pronto puedan recuperar la calma espiritual que les permita ver hacia adelante, encaminar su rumbo y honrar la memoria de su amado hijo, siguiendo su ejemplo de valentía y entereza ante la adversidad. QEPD.
