A mi me da igual lo que cada cual opine de Ortega como persona. Pero asociar la animadversión al hombre con opinar que es bueno rechazar sus donaciones de equipos oncológicos de última generación es estúpido, demagógico y miserable. Lo diga el macho alfa de la purria podemita o cualquiera de los que pasan por aquí.
Exacto, porque al final ese rechazo lo que consigue es que a esos equipos sólo puedan acceder los que se lo pueden permitir, ya que la sanidad pública no los compra, si los comprara no hacía falta donarlos
Aquí se confunde el ser de izquierdas con el ser gilipollas