Anécdotas con gente GUARRA

Yo me estoy leyendo un libro sobre cómo vivía la gente de a pie en la época victoriana, y esto era muy normal! La autora del libro lo estuvo probando por 4 meses por lo visto y dice que iba limpia.
Te levantas, te das un agua con un trapo en las zonas más comprometidas, ropa limpia y a huir.
Prefiero mil veces mi ducha, pero lo decía por lo que dices que ellos no olían mal
En su momento era una cuestión práctica, pues no disponían de agua corriente y había que calentarla al fuego. Pero teniendo la ducha ahí, que te puedes pasar un agua en tres minutos (lo digo por si no quieres gastar mucho, por ejemplo), lo veo raro/cutre. Pero sí, sucios no iban ni olían mal porque sí se aseaban.
A mí me fascinaba más el pelo de ella. Ducha el domingo y entre semana una lavada en el lavabo... Dúchate y yaaa ?? Él nada, que tenía el pelo corto y disimulaba, así que solo el domingo.
 
Yo me estoy leyendo un libro sobre cómo vivía la gente de a pie en la época victoriana, y esto era muy normal! La autora del libro lo estuvo probando por 4 meses por lo visto y dice que iba limpia.
Te levantas, te das un agua con un trapo en las zonas más comprometidas, ropa limpia y a huir.
Prefiero mil veces mi ducha, pero lo decía por lo que dices que ellos no olían mal

No sé de las experiencias de la autora del libro, pero conozco a alguien que hizo una tesis sobre el tema y opinaba que lo que ha cambiado es la percepción de los olores. Lo que ahora a nosotros nos huele a sucio o a sudor, para las narices del siglo XIX (y las de siglos anteriores) era lo normal.

En particular, en el siglo XVII era muy común, incluso entre la aristocracia, bañarse un par de veces al año, y enmascarar los olores corporales con perfumes exóticos. Esta académica decía que los olores en las fiestas de la Corte debían ser nauseabundos, pero para ellos era normal y ni lo notaban.

Luego está la gente que sigue esta nueva corriente súper orgánica y natural que dice que no hace falta lavarse, que el propio cuerpo se auto regula después de unas semanas, que por algo somos mamíferos. Hay gente que solamente lo sigue parcialmente, como el amigo de mi marido del que he comentado en este hilo que lleva ocho años sin lavarse el pelo. Agua sí, de vez en cuando; champú no.

Pero yo prefiero no probar el sistema.
 
Me acabo de acordar de una, mi abuelo el pobre cuando ya era muy mayor, le daba mucha pereza el tema del baño. Tenía demencia sus últimos años, se volvió como un niño y apenas ya podía caminar, mi madre lo aseaba todos lados días, lo lavaba bien y estaba limpio. Pero cada dos días lo metíamos a la ducha, como el pobre era friolero el cuanto le decíamos abuelo, a la ducha... Madre mía.
A la ducha nooo, a la ducha no por dios, a la ducha noooo. Aquí aquí, lavarme aquí. A la ducha noooo.

Aclarar que siempre fue muy aseado y le gustaba llevar su ropa bien limpia pero cuando se hizo mayor le costaba mucho moverse y le temblaba el cuerpo al pobre.
Mi abuela también, angelito. Siempre había sido muy aseada, lo primerísimo que hacía al poner un pie fuera de la cama era ir al baño a asearse. Cuando me tocó a mí lavarla.. todavía me duele el corazón de las veces que le puse el agua demasiado fría o demasiado caliente sin querer. Una vez chilló porque estaba muy caliente y todavía me arrepiento.
Ella me lavaba a mí cuando yo era un miko y ponía tanto cariño....
 
Yo me estoy leyendo un libro sobre cómo vivía la gente de a pie en la época victoriana, y esto era muy normal! La autora del libro lo estuvo probando por 4 meses por lo visto y dice que iba limpia.
Te levantas, te das un agua con un trapo en las zonas más comprometidas, ropa limpia y a huir.
Prefiero mil veces mi ducha, pero lo decía por lo que dices que ellos no olían mal
Prima, cómo se llama ese libro? Me interesa! :)
 
Sobre el olor a humedad de la gente, recuerdo que en el piso compartido de mi ex, dejaban la ropa en la lavadora durante días y cuando la sacaban, si olía muy fuerte, le daban un aclarado con suvizante y hale, la tendían. Mi ex tenía camisetas llenas de hongos que le hice tirar. Por algo es ex, obvio.

Luego, recuerdo siempre con mezcla de curiosidad y terror la casa de los padres de otro ex. Jamás me dejaron entrar a la cocina de esa casa y tenían siempre todas las habitaciones cerradas. El salón era muy mono y los muebles eran modernetes, pero tenían siempre una capa de polvo brutal, parecía como si hubiesen puesto los muebles y hubieran abandonado la casa, ese tipo de polvo. Una vez, mi ex suegra dejó la puerta de su habitación abierta y pude ver una pila de ropa que iba del suelo al techo, no exagero. La ropa no estaba doblada ni nada, no sé si estaría sucia o limpia...
El baño tenía la misma capa de polvo que el salón y para más inri, de la ducha solo salía un hilillo de agua templada-fría que era un suplicio ducharse en invierno allí. Pero lo que más me inquietaba es que no me dejaran entrar a la cocina. Sacaban los platos ya servidos (nunca vi una olla o una fuente) y ni recoger ni nada podía porque, claro, no podía entrar a la cocina. A saber cómo estaba eso....
 
Prima, cómo se llama ese libro? Me interesa! :)
Se llama How to be a Victorian, de Ruth Goodman. No sé si lo hay en español, creo que no! Pero si lo puedes leer en inglés es un libro muy bonito, que te intenta alejar de prejuicios, y la autora escribe muy bien. La autora es quien he dicho que ha probado las rutinas de aseo de la época victoriana, como sustituir la ducha por el aseo matutino, lavarse los dientes con hollín, compresas que cuelgan de un cinturón...
Tiene más libros, los venden baratitos en amazon. Incluso veo ahora en google que tiene como uan miniserie en la BBC.
Ahora me lo estoy volviendo a empezar porque la primera vez que lo compré mi perra era cachorra y lo destrozó. El año pasado lo volví a comprar y ahora con el confinamiento...

@Claudina sí, la autora también habla de la percepción de los olores, pero no lo resume todo a eso. Son prácticas de higiene, al fin y al cabo, aunque no integrales. Supongo que con esas prácticas puedes mantener una higiene relativamente estable.
 
Se llama How to be a Victorian, de Ruth Goodman. No sé si lo hay en español, creo que no! Pero si lo puedes leer en inglés es un libro muy bonito, que te intenta alejar de prejuicios, y la autora escribe muy bien. La autora es quien he dicho que ha probado las rutinas de aseo de la época victoriana, como sustituir la ducha por el aseo matutino, lavarse los dientes con hollín, compresas que cuelgan de un cinturón...
Tiene más libros, los venden baratitos en amazon. Incluso veo ahora en google que tiene como uan miniserie en la BBC.
Ahora me lo estoy volviendo a empezar porque la primera vez que lo compré mi perra era cachorra y lo destrozó. El año pasado lo volví a comprar y ahora con el confinamiento...

@Claudina sí, la autora también habla de la percepción de los olores, pero no lo resume todo a eso. Son prácticas de higiene, al fin y al cabo, aunque no integrales. Supongo que con esas prácticas puedes mantener una higiene relativamente estable.

Ahhh, Ruth Goodman, la conozco. Pero yo la encuentro un poco simplista; quiere ser tan didáctica y universal que se suele quedar en conclusiones bastante simplistas. Aparte de que es, bastante común en Brits, muy de mirarse el ombligo: todo lo hicieron ellos antes, todo lo hacen ellos mejor.

(Lo siento, mi opinión).
 
Ahhh, Ruth Goodman, la conozco. Pero yo la encuentro un poco simplista; quiere ser tan didáctica y universal que se suele quedar en conclusiones bastante simplistas. Aparte de que es, bastante común en Brits, muy de mirarse el ombligo: todo lo hicieron ellos antes, todo lo hacen ellos mejor.

(Lo siento, mi opinión).
Gracias! No me había parado a pensar que pudiera ser simplista, aunque tampoco está una documentándose para una tesis, lo leo para pasar el rato y por curiosidad.
Es más, como lectura antes de dormir, prefiero una conclusión simplista del por qué del cómo y pasar a otra curiosidad, que un análisis exaustivo que me entretenga 20 minutos en el mismo tema.

Que al fin y al cabo, es simplista pero tampoco reduccionista. Te explica el contexto económico, social, te habla de los paradigmas científicos de la época que llevaban a una creencia particular... es lo primero que leo de ella, no está mal.
 
Gracias! No me había parado a pensar que pudiera ser simplista, aunque tampoco está una documentándose para una tesis, lo leo para pasar el rato y por curiosidad.
Es más, como lectura antes de dormir, prefiero una conclusión simplista del por qué del cómo y pasar a otra curiosidad, que un análisis exaustivo que me entretenga 20 minutos en el mismo tema.

Que al fin y al cabo, es simplista pero tampoco reduccionista. Te explica el contexto económico, social, te habla de los paradigmas científicos de la época que llevaban a una creencia particular... es lo primero que leo de ella, no está mal.

Me parece bien; sólo digo que a mí, en su afán didáctico y divulgativo, me parece demasiado simplista.

En la tele (sale mucho en documentales de la BBC) resulta muy cargante, pero coincidí con ella en un par de conferencias y era maja la mujer.
 
Última edición:
Me parece bien; sólo digo que a mí, en su afán didáctico y divulgativo, me parece demasiado simplista.

En la tele (sale mucho en documentales de la BBC) resulta muy cargante, pero coincidí con ella en un par de conferencias y era maja la mujer.
Supongo que de ahora en adelante si te la encuentras en una conferencia, no podrás evitar pensar si está "en medio de algún experimento" jajajajajajajj
 
Supongo que de ahora en adelante si te la encuentras en una conferencia, no podrás evitar pensar si está "en medio de algún experimento" jajajajajajajj

Sabía que había escrito sobre el tema, pero no he caído al principio. También hace mucho de comidas de otras épocas; sale bastante en programas de cocina de la BBC probando recetas medievales y renacentistas que una historiadora de la comida rescata y cocina. Las caras de asco que pone son antológicas.
 
Sabía que había escrito sobre el tema, pero no he caído al principio. También hace mucho de comidas de otras épocas; sale bastante en programas de cocina de la BBC probando recetas medievales y renacentistas que una historiadora de la comida rescata y cocina. Las caras de asco que pone son antológicas.
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Yummmmmm
 

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