Desaparición misteriosa de los hermanos Orrit Pires (1998)

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La noche del 4 al 5 de septiembre de 1988, los dos hermanos desaparecieron del hospital Sant Joan de Deus de Manresa sin que nadie en el hospital los viera. Después de casi 30 años, todavía no se ha encontrado una respuesta a este caso calificado como “de alto riesgo”.

Dolores, de 17 años, e Isidro, de 5 años, pertenecían a una familia muy humilde que sobrevivía en un barrio de Manresa, conocido como la Fábrica Roja, entre las montañas y casi abandonado. El padre había fallecido dos meses antes de la desaparición, por lo que la madre, María, se vio obligada a trabajar durante más horas para mantener a sus 14 hijos.

La noche en que los hermanos desaparecieron, María mandó a Dolores al hospital a cuidar de su hermano Isidro, como habitualmente hacía, ya que este había sido ingresado por una infección de boca y garganta y debía pasar por quirófano a la mañana siguiente. El personal del hospital se percató de la ausencia de los hermanos sobre las seis de la mañana, cuando fueron en busca del pequeño para llevarlo a quirófano. La policía fue a la casa de los niños a buscarlos y la madre, al enterarse, demanda al hospital por lo sucedido. Aunque no le sirve de nada porque en ese año no existía una normativa de seguridad en los hospitales, por lo que el centro no disponía de cámaras de seguridad ni de un control de entradas y salidas de los empleados. Lo último que se sabe es que la última persona en verlos fue su tío que acompañó a Dolores al hospital el día antes a su desaparición.

El primer paso de la policía fue registrar todo el hospital, habitación por habitación, y recorrer las calles cercanas. También interrogaron a médicos y enfermeras pero de nada sirvió. Acudieron a Valencia porque una mujer aseguraba haber visto a los menores en Turia, pero solo fue una falsa alarma. Tampoco sacaron nada al analizar unas llamadas que recibió la madre en las que el interlocutor se quedaba en silencio durante unos segundos antes de colgar.

Varias hipótesis se barajaron para la resolución del caso Orrit, una de ellas fue que alguien cercano a la familia se llevó a Dolores e Isidro con el propósito de darles una vida mejor, y debido a la poca escolarización de los niños no supieron cómo ponerse en contacto con su madre de nuevo. Otra de las hipótesis que barajó la policía fue que Dolores tuviera un novio o amigo que la ayudó a escapar y decidió llevarse con ella a su hermano Isidro, porque le tenía un gran afecto ya que habitualmente cuidaba de él. Aunque esta teoría no se sostenía porque las gafas de Dolores estaban en la habitación y sin ellas no veía, por lo que se descartó la marcha voluntaria. La última de las hipótesis la sacaron de unas pistas que la policía consiguió al interrogar a compañeros y amigos del colegio de los menores y que les llevó a pensar que se trataba de un caso de tráfico de órganos, tiempo después se eliminó esta teoría.

Después de todas estas hipótesis sin respuesta el caso se archiva hasta que en 1992, David Martínez Madero llega como fiscal a Manresa, lo reabre y encarga la investigación a la Guardia Civil, porque según él “es uno de los dos casos que más me han marcado en mi vida profesional”.

Tres años después de la desaparición, María Orrit, se puso en contacto con el detective privado Josep María Oliver que se ofrece a llevar el caso gratuitamente. El detective realizó una “autopsia psicológica”, que consiste en reconstruir el escenario de los hechos. “Las gafas se quedaron en la mesita de noche, igual que el pijama y la ropa de Isidro. Dolores tenía astigmatismo y no podía ver sin gafas, lo que confirma que fue una huida rápida y forzada. Tampoco hay signos de violencia, por lo que debió estar preparada por personas conocidas” declaró el detective.

María, dice que hace mucho tiempo que los investigadores dejaron de interesarse por este caso y ha realizado varios llamamientos desesperados a diversas instituciones catalanas para que le ayuden a saber qué ha sido de sus hijos. Ha llegado a visitar a videntes, agarrándose a lo que sea para poder localizar a sus hijos, y una de ellas le aseguró que seguían vivos, y a ello se aferra la familia para seguir luchando y encontrar una respuesta.


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Hospital San Juan de Dios (Manresa), del que desaparecieron Dolores e Isidro.


https://desaparicionessinrastro.wordpress.com/2018/05/17/dolores-e-isidro-orrit-los-hermanos-que-desaparecieron-de-un-hospital-sin-ser-vistos/


 
1988 (error en el titulo del hilo)

curioso caso, un detective que investiga el caso afirma que desaparición voluntaria

03/03/2.018

El detective que investiga el caso de los hermanos Pires Òrrit tiene indicios de que rehicieron sus vidas
El investigador privado revela que las sospechas apuntan a la implicación de un familiar del padre en la fuga de los jóvenes de Manresa

"
Una llamada inesperada del verano del año pasado le dio la certeza de que estaba sobre la pista correcta. «No busquen más porque Isidre y Dolores rehicieron sus vidas», afirmó una voz masculina que, por su tono, parecía la de un hombre que tuviera más de 30 años. Esta frase sonó en el móvil del detective barcelonés Josep Maria Oliver, que investiga desde hace 25 años la desaparición del Hospital San Juan de Dios de Isidre Pires Òrrit y de su hermana Dolores en 1988. Cree que ahora, cuando han pasado 30 años de la desaparición, está cerca de resolver el caso. Ha contratado más personal para intentar demostrar en los próximos meses la principal hipótesis, que un pariente del padre se los llevó a otro país de la Unión Europea.

El móvil de Oliver sonó cuando estaba investigando el caso a la ciudad de un país de la Unión Europea donde sospecha que viven Isidre y Dolores, y que no quiere revelar de momento para no perjudicar la investigación. «Damos total credibilidad a la llamada para que nos dio detalles que sólo podrían saber el niño y su hermana adolescente, o quien hubiera sido implicado en la desaparición», explica el detective. Más intriga en un caso rodeado de misterio. Isidro Pires Òrrit, que tenía 5 años, era ingresado en el centro hospitalario por una estomatitis, y su hermana Dolores, de 17, le hacía compañía la madrugada que desaparecieron, el 5 de septiembre de hace apenas tres décadas. Una vez el hombre que estaba al otro lado del teléfono verbalizó todo lo que le tenía que decir, colgó.


Oliver comprobó que la llamada se había hecho desde un bar, pero una vez se desplazó, nadie sabía nada del hombre que había utilizado el teléfono, ni había ninguna cámara de seguridad enfocando el aparato. La pista no lo llevaba más allá de aquel bar. Sin embargo, para el detective barcelonés es un gran avance y pone en evidencia que la hipótesis que ha seguido desde el principio es la correcta y que, además, está cerca de resolver el caso. Se desplazó, junto con su hija Alexandra, que también es investigadora privada y trabaja con su padre, y una de las hermanas de los jóvenes desaparecidos. «La llamada se produjo porque nos desplazamos a esta ciudad e hicimos una búsqueda de forma intensiva y dejamos nuestro número de teléfono a las personas con las que hablábamos», explica.

Podrían estar vivos

Aunque no puede afirmarlo con rotundidad, la investigación que mantiene abierta Oliver sostiene que los hermanos todavía podrían estar vivos y comenzaron una nueva vida con otras identidades, y por eso es tan difícil seguir el rastro de los hermanos de Manresa desaparecidos. Como deben tener otro nombre, las redes sociales sirven de poco en la investigación y, según el detective, las personas que, según las sospechas, podrían conocer los detalles de la desaparición, no tienen perfiles o lo tienen totalmente privado. Últimamente Oliver ha contratado los servicios de una antropóloga, médicos forenses y un equipo de abogados para profundizar en el caso y continuar la investigación.

Uno de los otros puntos que, según el detective, está rodeado de misterio es la forma en que consta el padre de los hermanos desaparecidos en el registro civil de su país de origen, Portugal. El padre, Alfredo Pires, que murió de cáncer dos meses antes de que desaparecieran Isidre y Dolores, nunca tuvo la nacionalidad española, y periódicamente tenía que renovar el permiso de residencia. «Hoy, el padre todavía aparece, y no consta que haya muerto ni que tuviera los 15 hijos que terminó teniendo con María Òrrit cuando vivía aquí. Evidentemente murió, y no estoy diciendo que nadie suplantara su identidad. Pero sí es muy curioso que entre dos países vecinos haya tan poca comunicación. Es extraño, y si eres hijo o hija de un padre extranjero quizás lo tendrás más fácil para entrar en el otro país », concluye.

la investigación

La madre de los jóvenes desaparecidos, Maria Òrrit, se dirigió al despacho del detective cuando hacía cinco años que habían desaparecido dos de sus hijos, después de las referencias que le había dado su abogado. «Cuando me explicó el caso y vi la situación familiar pensé que la tenía que ayudar porque tenía que mantener los otros hijos, llegó a tener 15, y tenía los ojos hinchados de tanto ir arriba y abajo para intentar de encontrar Isidre y Dolores », recuerda. Por este motivo aceptó el caso sin cobrar.

Oliver descartó desde el principio los rumores y la implicación de alguien de dentro del hospital. Se centró en el entorno de la familia del padre, y desde entonces no ha abandonado esta línea de investigación. El juzgado número 1 de Manresa reabrió el caso en septiembre de 1994, a instancias de Oliver, para avanzar en la investigación y poder interrogar al personal del centro hospitalario y familiares por parte de padre. La finalidad: reconstruir el modus operandi de la fuga. La investigación de la policía, durante el primer año de la desaparición, simplemente concluyó que había sido una desaparición voluntaria sin aportar pruebas. Antes del 1994, habían reabierto el caso en un par de ocasiones sin obtener resultados satisfactorios.

La nueva investigación judicial movilizó la Interpol con el objetivo de buscar los familiares del padre en el extranjero, ya que tenía en Francia y en su país natal, Portugal. «No encontraron los parientes lusos, indicando que se desconocía la residencia actual. A los de Francia sí los localizaron », explica el detective.

Aunque aquella nueva investigación judicial no sirvió para localizar los menores, fue útil para que el detective avanzara y no abandonara la línea de investigación en la que estaba trabajando. «Se ha hecho bastante trabajo y hemos aplicado todas las técnicas a nuestro alcance para determinar cómo se llevó a cabo la fuga. Los días anteriores y las horas posteriores son muy importantes en una desaparición.¿Qué hemos hecho? Tenemos la certeza absoluta de que después de marcharse, y un tiempo después, continuaban vivos, y reconstruimos el plan para huir », añade.

Oliver deja claro que tiene los recursos de un detective privado y que en ningún caso podrá intervenir en una investigación tal como lo hacen los Mossos ni la policía judicial, porque él y su equipo no tienen autorización para hacer muchas de las intervenciones que se realizan en las investigaciones policiales.«Nuestra voluntad es encontrar Isidre y Dolores porque pensamos que están vivos. Desde el punto de vista de la investigación criminal vemos que hay una serie de coincidencias que nos llevan a este razonamiento ».

la fuga

El día anterior a la desaparición cambiaron Isidro Pires de habitación y el recolocaron en una en la que no había ningún paciente más. Era el momento. Si una tercera persona planificó el plan para huir, como sabía dónde estaban? El día anterior, un familiar que nunca visitó el niño llamó a la madre y le pidió «insistentemente» el número de la habitación. La madre de los jóvenes, Maria Òrrit, y su suegra no se llevaban bien y los parientes del marido le habían insistido -poco antes de morir su marido- que tenía que dar en adopción algunos hijos porque ella sola no podría hacer cargo de todos.

A la hermana mayor desaparecida, que seguía escrupulosamente las instrucciones de un familiar por parte del padre, le prometieron, según el detective, una vida mejor. «Aquel plano a la hora indicada, que sospechamos que serían entre las 5 y las 6 de la mañana, se había de ejecutar rápidamente. Cuando vieron que no había nadie vigilando, aprovecharon para irse, y lo hicieron, seguramente, por la salida de urgencias. Subieron al coche y se fueron », según la investigación. La explicación de por qué la Dolores se dejó las gafas, según Oliver, es porque tuvo que actuar muy rápidamente, y con la adrenalina del momento no pensó. No cree que pasaran por un proceso de adopción porque habría hecho falta los nombres reales. A pesar de los avances de Oliver, el caso de los hermanos Pires Òrrit sigue siendo un misterio.
 
No conocía este caso. Me ha llamado la atención dos cosas:
- 1. la hermana tenía astigmatismo. Aunque en la primera noticia pone que no se puede ver sin gafas, eso no es cierto., a no ser que este combinado con miopía. Si sólo tenía astigmatismo y se las dejó por un despiste o los nervios de la huida, podría ver perfectamente, ( habría tenido fatiga visual y cefalea, como mucho )
- 2. Tiene pinta de ser un secuestro por parte de la familia del padre:
" El día anterior, un familiar que nunca visitó el niño llamó a la madre y le pidió «insistentemente» el número de la habitación. La madre de los jóvenes, Maria Òrrit, y su suegra no se llevaban bien y los parientes del marido le habían insistido -poco antes de morir su marido- que tenía que dar en adopción algunos hijos porque ella sola no podría hacer cargo de todos. "
 
No conocía este caso. Me ha llamado la atención dos cosas:
- 1. la hermana tenía astigmatismo. Aunque en la primera noticia pone que no se puede ver sin gafas, eso no es cierto., a no ser que este combinado con miopía. Si sólo tenía astigmatismo y se las dejó por un despiste o los nervios de la huida, podría ver perfectamente, ( habría tenido fatiga visual y cefalea, como mucho )
- 2. Tiene pinta de ser un secuestro por parte de la familia del padre:
" El día anterior, un familiar que nunca visitó el niño llamó a la madre y le pidió «insistentemente» el número de la habitación. La madre de los jóvenes, Maria Òrrit, y su suegra no se llevaban bien y los parientes del marido le habían insistido -poco antes de morir su marido- que tenía que dar en adopción algunos hijos porque ella sola no podría hacer cargo de todos. "
No. De verdad q ahí no.

Claro q habría que saber en qué grado. Pero no tiene por qué lo q comentas.

Lo demás ok.

astigmatismo-felix-moronta.jpg


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La experiencia que tengo yo con un familiar cercano con astigmatismo es de ponerse sólo las gafas para estudiar, leer, ver la tv (también para conducir)...pero tienes razón que dependerá de los grados.
Sí.. si te lo he dicho tan radikalmente es porque tbn me toka de cerca.

La miopía al fin y al cabo es ver medio bien (igual q en la hiperpmetropía): ven hiperdetallado de cerca (y en hipermetropia: hiperdetallado de lejos) [todo eso casos no extremos ee].

En astigmatismo TODO pierde resolución por igual.
 
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orrit.jpg


Sobre la fuga voluntaria, se descartó pronto: la policía no vio señales de violencia pero si una habitación revuelta y además estaban las gafas de Dolores, por experiencia digo que lo primero que haces cuando tienes visión reducida, es ponertelas, no dejarlas en la mesilla,mas cuando es de noche, sales con un niño en brazos y vas a recorrer una distancia considerable....

Es decir, los agentes encargados del caso Orritcomenzaban a buscar a los hermanos teniendo en mente la posibilidad de un secuestro así como la existencia de riesgo para la integridad física de ambos. Todo ello con la lógica inquietud que conllevaba que los desaparecidos fuesen menores de edad.

De este modo, los agentes peinaron todos el centro hospitalario, habitación por habitación, y recorrieron cada palmo de las calles adyacentes. También interrogaron a médicos, enfermeras y personal administrativo, sin dar con la más mínima pista para poder resolver la desaparición deDolores e Isidro.
 
Si el detective está en lo cierto tuvieron que hacerle un buen lavado de cerebro a Dolores porque tenía 17 años y es raro que hoy en día con las redes sociales no haya investigado un poco en su pasado y haya dado con la alerta de su desaparición....
Pudieron decirle que su madre ya no les quería pero en niños criados por otra familia es normal que con el tiempo busquen respuestas...
 
Recuerdo este misteriós caso. Pero se dijo Tambien en aquellos anyos q podria ser un raptode un familiar de Portugal. Y que eran una família muy pobre
 
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