- Registrado
- 28 Ene 2018
- Mensajes
- 13.431
- Calificaciones
- 82.791
Pues eso, nunca he sido una chica de muchos novietes, la verdad es que mi vida sentimental ha sido bastante penosa toda mi vida. A los 20 y tantos estaba bastante obsesionada con el tema, por una mezcla de diferentes factores, nunca encontraba novio:
-Timidez
-No me gustaba salir de fiesta, que era donde se conocía gente antes
-Inseguridad
-Moverme siempre en los mismos círculos
-Mi dificultad para "enamorarme" de nadie. No me gustaba casi ningún chico, y cuando me gustaba alguno estaba con otra o era un cabrón mujeriego que no valía la pena.
-Mi introversión (me encantaba y me sigue encantando pasar tiempo en casa, dedicándome a mis cosas)
A día de hoy poco han cambiado las cosas, salvo que ya no me siento insegura ni me sigo obsesionando con el tema. Mi soltería ya no me afecta, la disfruto enormemente, me encanta la libertad de disponer del 100% de mi tiempo y de mi dinero, hacer lo que me da la gana y no tener que aguantar tonterías de nadie.
Pero a veces no quita que me entren ganas de conocer a alguien, de coquetear, tener algún rollito o amigo con derechos...soy humana y sigo teniendo necesidades emocionales y físicas. Sentir esa adrenalina del enamoramiento...esas cosas. O por qué no, estaría genial poder conocer a alguien con quien compartir algo especial y sentirnos a gusto el uno con el otro. También quiero ser madre, y aunque podría hacerlo soltera, me da mucho respeto la idea. Preferiría hacerlo con un compañero si pudiera elegir, pero esto es un factor secundario.
Me he bajado Tinder y voy hablando y quedando con alguno, pero es todo tan forzado que resulta desalentador...cero química con algunos, otros que van demasiado a la yugular, coleccionistas de rollos, maleducados, tíos con fotos de perfil trucadas, etc. También es preocupante la cantidad de vividores que buscan a tías que se ganen bien la vida para aprovecharse de ellas, le ha pasado a una amiga mía y ha estado a punto de pasarme a mí.
Estoy hasta las narices de las apps estas, pero ya no sé qué hacer para ampliar mi círculo de amistades masculinas. Voy al gimnasio, pero contrariamente a lo que dicen, ahí la gente no va a hablar, salvo que me meta a la zona de pesas a coquetear descaradamente con el musculitos de turno, que eso se lo he visto hacer a más de una, pero no es mi rollo, la verdad.
-Timidez
-No me gustaba salir de fiesta, que era donde se conocía gente antes
-Inseguridad
-Moverme siempre en los mismos círculos
-Mi dificultad para "enamorarme" de nadie. No me gustaba casi ningún chico, y cuando me gustaba alguno estaba con otra o era un cabrón mujeriego que no valía la pena.
-Mi introversión (me encantaba y me sigue encantando pasar tiempo en casa, dedicándome a mis cosas)
A día de hoy poco han cambiado las cosas, salvo que ya no me siento insegura ni me sigo obsesionando con el tema. Mi soltería ya no me afecta, la disfruto enormemente, me encanta la libertad de disponer del 100% de mi tiempo y de mi dinero, hacer lo que me da la gana y no tener que aguantar tonterías de nadie.
Pero a veces no quita que me entren ganas de conocer a alguien, de coquetear, tener algún rollito o amigo con derechos...soy humana y sigo teniendo necesidades emocionales y físicas. Sentir esa adrenalina del enamoramiento...esas cosas. O por qué no, estaría genial poder conocer a alguien con quien compartir algo especial y sentirnos a gusto el uno con el otro. También quiero ser madre, y aunque podría hacerlo soltera, me da mucho respeto la idea. Preferiría hacerlo con un compañero si pudiera elegir, pero esto es un factor secundario.
Me he bajado Tinder y voy hablando y quedando con alguno, pero es todo tan forzado que resulta desalentador...cero química con algunos, otros que van demasiado a la yugular, coleccionistas de rollos, maleducados, tíos con fotos de perfil trucadas, etc. También es preocupante la cantidad de vividores que buscan a tías que se ganen bien la vida para aprovecharse de ellas, le ha pasado a una amiga mía y ha estado a punto de pasarme a mí.
Estoy hasta las narices de las apps estas, pero ya no sé qué hacer para ampliar mi círculo de amistades masculinas. Voy al gimnasio, pero contrariamente a lo que dicen, ahí la gente no va a hablar, salvo que me meta a la zona de pesas a coquetear descaradamente con el musculitos de turno, que eso se lo he visto hacer a más de una, pero no es mi rollo, la verdad.