Pos sí,pero a unos cuantos si los engaño un buen rato.
Confieso que yo -a la distancia y cuando hicieron la presentación- pues me tragué el discurso
de la mujer profesional, ciudadana de a pie, en la treintena (no una chiquilla inmadura) que
iba a traer aires frescos a la monarquía y tal, y bueh... aquí estamos, sin dar pie con bola,
aún sin saber vestir, sin poder guardar los problemas en su casa y exhibiendo su frustración
en cada acto al que se presenta.