¿Guapa, con esos ojillos de mico, esa boca de tiburón ballena, esos horrorosos dientes de caballo y ese cuerpo de palo de escoba? Por no mencionar que siempre ha sido pésima actriz y una persona insoportable. Pero bueno, es la época en la que vivimos; lo importante no es ser excepcional de verdad, sino tener suerte y pagar a un equipo de publicistas que te promocionan con la ferocidad de una jauría de lobos hambrientos.
Lo demás, pelillos a la mar.
Lo demás, pelillos a la mar.