Patético y nada festivo, según el artículo dice que es una mezcla de los gustos de ambos, chocolate dulce (no entiendo, menciona que Felipe prefiere el chocolate amargo) y un bizcocho con aceite de oliva preferido de Letizia...Un espanto de pastel, ni siquiera tiene la sobriedad y belleza de una tarta sacher. Es francamente espantoso y parece más apropiado para la inauguración de una tienda que vende pisos y maderas sintéticas que para una boda.