Alguien adicto, por norma, es adicto por qué no controla sus impulsos respecto a ese estimulo. Un consumidor casual ante la perspectiva de que su pareja le pide que deje la sustancia, o bien la deja porque valora más la relación y la sustancia le da igual, o bien corta la relación en buenos términos ya que no desea cambiar por la pareja. En este caso se observa como la persona estira el chicle de los porros y la pareja hasta que la muchacha no puede más y lo deja.Estoy de acuerdo con lo que dices, tan solo cambiaría "la mayoría" por "algunos" y "jamás" por "muchas veces". No creo que conozcas a todos los porreros del planeta ni siquiera de tu ciudad.