Ya no quedan padres como los de nuestra generación, que si íbamos de visita a casa de alguien nos decían "tu quietecita o vuelves a casa calentita"Me pasó hace un par de meses cuando entré a vivir en mi piso nuevo. Vinieron unos amigos con dos niños de entre 2 y 6 años, subimos al ascensor y ambos saltando como chimpancés colgándose de las barras de apoyo del ascensor y poniendo los pies en las paredes. Los padres "puedes saltar pero si poner los pies en la pared..." con un tono de hastío que los niños ni se inmutaron. Y nada, yo mirando y con la sangre hirviendo porque si encima les dices algo... Se lía la mundial. Conclusión? No van a ser invitados más porque no saben respetar mis pertenencias.