Seguramente sin redes sociales, trasladandonos a los años 80, sería la tipica que te cuenta su vida y pone al ex de vuelta y media en la fruteria cuando a ti no te importa.¿Qué pensáis? ¿La gente pierde la cabeza en ellas? ¿Y si la pierden a que se debe?
Os pongo en situación del motivo de abrir el debate.
Conocida que empezaba a hacer sus pinitos como influencer, de pronto todo se rompe con su pareja y la cuenta se convierte en una especie de mural de odio a lo Paquita la del Barrio. Estoy un poco asustada y triste por ella, no hay filtro en lo que sube ni rastro de un decoro con la intimidad.