No estoy de acuerdo. Un niño miente para que sus padres sepan que ha hecho cosas mal, para que los demás tengan mejor opinión de él, porque quiere hacer cosas que tiene prohibidas o por mil otras razones. Personalmente nunca he tenido miedo a mis padres y en ciertas ocasiones les mentía, como hace todo el mundo.Cuando un niño no le cuenta algo a sus padres es porque no confía en ellos y porque teme su reacción.
Evidentemente a un niño le tienes que educar, a una pareja no, pero resulta que los castigos, ni físicos ni de ningún tipo, no educan ni enseñan nada, sólo aprendes a no hacerlo para evitar esa reacción o a ocultarlo para no recibirlo, no aprendes los motivos por los que no está bien hacer algo. Los niños también son personas, aunque indefensas y aprovecharse de esa indefensión y total dependencia que tienen de sus padres para pagar las frustraciones que con otros no te atreves, es asqueroso.
A los que dicen "a mí me pegaban y no pasó nada, he salido bien" siempre les contesto que han salido tan bien que ahora tienen la necesidad, y lo ven normal, de pegarle a alguien que no se puede defender.
Tampoco estoy de acuerdo en lo de los castigos, un niño (y un adulto) debe saber que su comportamiento tiene consecuencias. En muchas ocasiones sabemos que algo está mal y sin embargo lo hacemos, por las causas que sean. Comportarse incorrectamente no solamente se hace por ignorancia.
Esta visión tan buenista me recuerda un caso que viví en mi pueblo, donde el perro de una señora entró en un cercado y mató unas gallinas. La mujer procedió únicamente a regañarle, de una forma que desde luego garantizaba que el perro no se sintiera traumado. Pero en el otro lado había tres gallinas muertas a mordiscos, lo cual no debe ser muy agradable de sufrir, y no dudo que, si se da la ocasión, el caso se repita.