Muy de acuerdo. Tú le puedes preguntar a tu hijo qué ha pasado para saber su versión y lo que se le pasa por la cabeza pero de ahí a DEBATIR... Me parece mucho decir
Soy profesora y no soporto a algunas madres, os pasa lo mismo?
- AutorMonroe
- Fecha de inicio
Una anécdota al respecto del relato infantil.
Grupo de Educación Inicial, 5 años.
Viene, alarmadísima, la mamá de Victoria.
"Estoy AZORADA por lo que me contó Victoria ayer. No puede ser que Mariana traiga un aparato eléctrico al colegio para dar descargas a los compañeritos!!!"
Yo casi me caigo de culo. No tenía idea de qué me estaba hablando, y no entendía cómo podía haber pasado algo remotamente similar sin que yo lo viera. Y sin que ninguno de los niños del grupo se hubiera quejado, además. La madre (profesional universitaria, acoto), me insistía.
"Porque Mariana trajo ese aparatito que cuando lo tocaban les daba descargas. Eso no puede ser, es intolerable, esa niña es una psicópata, un peligro para los demás, tiene que ser tratada inmediatamente, no puede estar en el grupo, cómo los padres le permiten traer esas cosas, hay que tomar medidas, bla, bla, bla...."
Se fue furiosa y comentando el asunto a todos los que la podían escuchar.
El asunto parecía muy loco, pero me puse a investigar, claro.
"Mariana, tú ayer trajiste un aparatito que tal y tal...?"
"Nooooo -me dice la pobre Mariana- yo traje esto. "
Y me muestra un engranaje de reloj, de esos despertadores viejos. Si se sujeta la ruedita mientras se da vuelta el tornillito, al soltarla la ruedita gira a toda velocidad, y si la tocas, los piquitos te dan una sensación como de cosquillas en el dedo. Esa era la "descarga eléctrica".
Siguiente paso, preguntar a Victoria qué era eso del aparato eléctrico y las descargas...
"Lo que pasa es que mamá está aburrida porque está embarazada y yo le quería contar algo que me había pasado..."
Pues a tranquilizar a la mamá de Victoria. Le muestro el famoso engranaje, le comento lo que me había dicho Victoria, que seguramente está inquieta por la llegada del hermanito y busca llamar la atención...A ver si adivináis... no me creyó. O no me quiso creer, probablemente. No sé. Por suerte logré evitar que hablara con la madre de Mariana... Pero no sabéis qué difícil fue tratar con ella el resto del año.
Mi punto es: claro que hay que escuchar a los niños. Pero no darles crédito ciegamente o pensar que es la única interpretación posible de los hechos. La realidad de los niños no es la realidad de los adultos, aún está muy teñida de fantasía, de imaginación y de sus propios deseos, y limitada por sus propios conocimientos. Evidentemente esto va a cambiar a medida que van creciendo, pero no siempre dicen la verdad ni siempre tienen la razón. Pero repito: hay que escucharlos y el niño tiene que saber que será escuchado.
Viene, alarmadísima, la mamá de Victoria.
"Estoy AZORADA por lo que me contó Victoria ayer. No puede ser que Mariana traiga un aparato eléctrico al colegio para dar descargas a los compañeritos!!!"
Yo casi me caigo de culo. No tenía idea de qué me estaba hablando, y no entendía cómo podía haber pasado algo remotamente similar sin que yo lo viera. Y sin que ninguno de los niños del grupo se hubiera quejado, además. La madre (profesional universitaria, acoto), me insistía.
"Porque Mariana trajo ese aparatito que cuando lo tocaban les daba descargas. Eso no puede ser, es intolerable, esa niña es una psicópata, un peligro para los demás, tiene que ser tratada inmediatamente, no puede estar en el grupo, cómo los padres le permiten traer esas cosas, hay que tomar medidas, bla, bla, bla...."
Se fue furiosa y comentando el asunto a todos los que la podían escuchar.
El asunto parecía muy loco, pero me puse a investigar, claro.
"Mariana, tú ayer trajiste un aparatito que tal y tal...?"
"Nooooo -me dice la pobre Mariana- yo traje esto. "
Y me muestra un engranaje de reloj, de esos despertadores viejos. Si se sujeta la ruedita mientras se da vuelta el tornillito, al soltarla la ruedita gira a toda velocidad, y si la tocas, los piquitos te dan una sensación como de cosquillas en el dedo. Esa era la "descarga eléctrica".
Siguiente paso, preguntar a Victoria qué era eso del aparato eléctrico y las descargas...
"Lo que pasa es que mamá está aburrida porque está embarazada y yo le quería contar algo que me había pasado..."
Pues a tranquilizar a la mamá de Victoria. Le muestro el famoso engranaje, le comento lo que me había dicho Victoria, que seguramente está inquieta por la llegada del hermanito y busca llamar la atención...A ver si adivináis... no me creyó. O no me quiso creer, probablemente. No sé. Por suerte logré evitar que hablara con la madre de Mariana... Pero no sabéis qué difícil fue tratar con ella el resto del año.
Mi punto es: claro que hay que escuchar a los niños. Pero no darles crédito ciegamente o pensar que es la única interpretación posible de los hechos. La realidad de los niños no es la realidad de los adultos, aún está muy teñida de fantasía, de imaginación y de sus propios deseos, y limitada por sus propios conocimientos. Evidentemente esto va a cambiar a medida que van creciendo, pero no siempre dicen la verdad ni siempre tienen la razón. Pero repito: hay que escucharlos y el niño tiene que saber que será escuchado.
Su nivel es el de tener espacio y tiempo para explicar su versión, aunque su versión de los hechos sea que no ha hecho la tarea porque se ha distraído al ver a Dumbo en la ventana de su clase.
De entrada, no hay que desechar su historia, hay que dejarle que se explique y luego explicarle porque motivo no tiene razón en sus reclamos, si es que no la tiene. Que lo mismo la versión del profesor es que tu niño es un vago que no atiende, la versión del niño es que el profe le pone en la fila de atrás porque le tiene manía, y la realidad sin versiones igual es que el crío necesita gafas.
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Las maestras de Infantil se merecen un monumento más grande que la torre Eiffel, yo no podría ni con niños ni con las madres. Si ya mi hijo me pone la cabeza como si tuviera un directo continuo de Omar Montes con 25 ya o sordas o anestesiadas jaja
No se con que profesores has tratado pero no creo que hoy en día te digan que es un vago que no atiende. Más bien te dirán ellos lo de las gafas
En el cole se detectan muchas cosas de las que las familias no se habían dado cuenta, por eso es tan importante que empiecen con 2 o 3 años
En todas partes puedes dar con malos profesionales. Las profesoras de mi hijo son profesionales como la copa de un pino, pero en el grupo de padres de niños con TEA, donde estamos padres de toda la ciudad y por tanto niños en diferentes colegios y ambulatorios, hay cada historia de los pediatras y los profesores, que telita.
Por cierto, que en mi caso y no es el único que conozco, lo de mi hijo se detectó en casa, ya ha ido al cole con el diagnóstico hecho. Lo comento porque parece que si no llevas al niño al cole no te vayas a enterar de que tiene X problema, y no tiene porqué ser así. Los profesores están profesionalmente entrenados para detectar problemas, pero eso no quiere decir que en el núcleo familiar no se puedan dar cuenta.
Al final, lo que quiero decir en todos mis mensajes, que no se puede tomar la palabra del profesor como escrita en piedra por encima de la palabra de alumnos y padres, porque hay una característica concreta y particular que compartimos padres, alumnos y profesores: Todos somos personas y todos nos podemos equivocar.
Yo este curso, a la que me despisto un segundo, tengo a media clase (5 años) cantando a coro que esta noche se sale con toas mis motomamis.
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que no es quitarle o darle, es entender que es un niño y no tiene las capacidades de un adulto porque para empezar su cerebro no tiene el mismo desarrollo, asi que la conversacion no está al mismo nivel, no es capaz de razonar porque no sabe que es eso, dejemonos ya de chorrradas buenistas, poner al mismo nivel de razonamiento al profesor y al niño es absurdo y muy de padres montesori, asi nos va
La mamá de Victoria es subnormal.
La mamá de Victoria es radióloga...
El perfecto ejemplo de que, tenga la formación que tenga, una madre/padre puede dar 100% crédito a lo que diga su hijo aunque no tenga pies ni cabeza o le demuestren que no es verdad. De ahí no los sacas.
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Y que tendrá que ver? Una cosa no quita la otraLa mamá de Victoria es radióloga...
