Ya están aquí: Sí, es Navidad, os guste o no.

Ayer hablábamos mi marido y yo que no vamos a notar las medidas restrictivas en Navidades porque nunca las cenas las hemos hecho multitudinarias, salvo excepciones, pero sí que son contadas. Lo que es diferente este año es que no vamos a tener que padecer el rollo cuñado y que el año pasado casi se lía porque el cuñadismo es letal nivel Dios. No era de comidas navideña de empresa y ayer también una compañera dijo que teníamos que ir a comer para celebrar la Navidad. En general Navidad como todos los años sí que voy a tener, con toda la intendencia que procuro para celebrarla. Una de las cosas con la que tenía cuidado cuando la niña era pequeña era que no viera cabalgatas diferentes a la vez para que no sospechara, y funcionaba. Yo montaba una parafernalia en torno a los Reyes y Papa Noel que no podía admitir fisuras: Formulario de los pajes remitiendo a casa la lista de los Reyes Magos a rellenar por la niña junto con una carta manuscrita en letra gótica del balance del año con los logros alcanzados y puntos canjeables; lo mismo con el duende secretario de Papá Noel con la respectiva carta y los puntos canjeables, esta vez con letra más redondeada con un detalle navideño souvenir de Laponia para que lo colgara en el árbol como recuerdo del año en curso; el ratoncito Pérez que también tenía su historia, con la ratita presumida que remitía la carta del regalo y que visaba Pérez, de hecho la puerta del ratón siempre se ha decorado, con dos cascanueces montando guardia. Era todo tan bonito que traía más a cuenta creer en ello que no creer. Mi hija contaba a sus amigas todo esto y una decía: Eso no existe. Cuando la niña me lo decía yo decía: Claro, ¿Fulanita se porta mal? La niña me decía que sí. Y yo le contestaba, ahora me lo explico, es que los Reyes Magos y Papá Noel tienen que hacer un esfuerzo muy grande y priorizan, entonces como son tan selectivos son los padres de esta niña los que tienen que hacerle los regalos porque si no se queda sin ellos. Siempre tuve claro que la magia, aun a cuenta de mi esfuerzo, nunca se iba a perder en la infancia de mi hija. Funcionó. La ilusión vive en ella intacta.
Uffff entiendo el buen fondo de tu mensaje... pero no comparto la amenaza ni soborno de que los niños que se portan mal (y abriríamos otro melón sobre qué es portarse mal) los reyes no les traen nada.
Por no hablar de que algún día sabrán toda la verdad, y a ver entonces cómo les explicamos que no hay que mentir cuando nosotros lo hicimos durante años.....
 
Ayer hablábamos mi marido y yo que no vamos a notar las medidas restrictivas en Navidades porque nunca las cenas las hemos hecho multitudinarias, salvo excepciones, pero sí que son contadas. Lo que es diferente este año es que no vamos a tener que padecer el rollo cuñado y que el año pasado casi se lía porque el cuñadismo es letal nivel Dios. No era de comidas navideña de empresa y ayer también una compañera dijo que teníamos que ir a comer para celebrar la Navidad. En general Navidad como todos los años sí que voy a tener, con toda la intendencia que procuro para celebrarla. Una de las cosas con la que tenía cuidado cuando la niña era pequeña era que no viera cabalgatas diferentes a la vez para que no sospechara, y funcionaba. Yo montaba una parafernalia en torno a los Reyes y Papa Noel que no podía admitir fisuras: Formulario de los pajes remitiendo a casa la lista de los Reyes Magos a rellenar por la niña junto con una carta manuscrita en letra gótica del balance del año con los logros alcanzados y puntos canjeables; lo mismo con el duende secretario de Papá Noel con la respectiva carta y los puntos canjeables, esta vez con letra más redondeada con un detalle navideño souvenir de Laponia para que lo colgara en el árbol como recuerdo del año en curso; el ratoncito Pérez que también tenía su historia, con la ratita presumida que remitía la carta del regalo y que visaba Pérez, de hecho la puerta del ratón siempre se ha decorado, con dos cascanueces montando guardia. Era todo tan bonito que traía más a cuenta creer en ello que no creer. Mi hija contaba a sus amigas todo esto y una decía: Eso no existe. Cuando la niña me lo decía yo decía: Claro, ¿Fulanita se porta mal? La niña me decía que sí. Y yo le contestaba, ahora me lo explico, es que los Reyes Magos y Papá Noel tienen que hacer un esfuerzo muy grande y priorizan, entonces como son tan selectivos son los padres de esta niña los que tienen que hacerle los regalos porque si no se queda sin ellos. Siempre tuve claro que la magia, aun a cuenta de mi esfuerzo, nunca se iba a perder en la infancia de mi hija. Funcionó. La ilusión vive en ella intacta.
Yo lo tengo clarísimo, Los Reyes existen porque me traían todo lo que a mis padres no les gustaba y ni locos me comprarían.
Jajaja lo mismo hice con mis hijos y funcionó. Ahora lo repetiré con mis nietos?
 
Disgustaco: no hay cortylandia este año. Vale, que al fin y al cabo solo es para publicidad del
Corte inglés y demás, pero jamás he faltado un año desde que tengo uso de razón. De pensar que no voy a escuchar esa gran melodía "Cortylandia, Cortylandia vamos todos a cantar....." que es un clásico total navideño

Joder, voy todos los años. El año pasado encima fue de elfos (no me gustan nada).
Tremenda bajona, niñas.

Encima os cuento el palo que me llevé, me pilló un sitio estratégico y en el momento del espectáculo, un padre de 1'80 y más, coge a su bebé a hombros y me tapa toda viabilidad. La de detrás mío suelta "a tomar por culo" (era más bajita que yo).
Metiéndome entre el público para ir a una zona con mejor visibilidad...a mis años ahí dando codazos.
 
Joder, voy todos los años. El año pasado encima fue de elfos (no me gustan nada).
Tremenda bajona, niñas.

Encima os cuento el palo que me llevé, me pilló un sitio estratégico y en el momento del espectáculo, un padre de 1'80 y más, coge a su bebé a hombros y me tapa toda viabilidad. La de detrás mío suelta "a tomar por culo" (era más bajita que yo).
Metiéndome entre el público para ir a una zona con mejor visibilidad...a mis años ahí dando codazos.
Vieja del visillo total... yo evito esa zona en Navidad cómo la peste
 
Ayer hablábamos mi marido y yo que no vamos a notar las medidas restrictivas en Navidades porque nunca las cenas las hemos hecho multitudinarias, salvo excepciones, pero sí que son contadas. Lo que es diferente este año es que no vamos a tener que padecer el rollo cuñado y que el año pasado casi se lía porque el cuñadismo es letal nivel Dios. No era de comidas navideña de empresa y ayer también una compañera dijo que teníamos que ir a comer para celebrar la Navidad. En general Navidad como todos los años sí que voy a tener, con toda la intendencia que procuro para celebrarla. Una de las cosas con la que tenía cuidado cuando la niña era pequeña era que no viera cabalgatas diferentes a la vez para que no sospechara, y funcionaba. Yo montaba una parafernalia en torno a los Reyes y Papa Noel que no podía admitir fisuras: Formulario de los pajes remitiendo a casa la lista de los Reyes Magos a rellenar por la niña junto con una carta manuscrita en letra gótica del balance del año con los logros alcanzados y puntos canjeables; lo mismo con el duende secretario de Papá Noel con la respectiva carta y los puntos canjeables, esta vez con letra más redondeada con un detalle navideño souvenir de Laponia para que lo colgara en el árbol como recuerdo del año en curso; el ratoncito Pérez que también tenía su historia, con la ratita presumida que remitía la carta del regalo y que visaba Pérez, de hecho la puerta del ratón siempre se ha decorado, con dos cascanueces montando guardia. Era todo tan bonito que traía más a cuenta creer en ello que no creer. Mi hija contaba a sus amigas todo esto y una decía: Eso no existe. Cuando la niña me lo decía yo decía: Claro, ¿Fulanita se porta mal? La niña me decía que sí. Y yo le contestaba, ahora me lo explico, es que los Reyes Magos y Papá Noel tienen que hacer un esfuerzo muy grande y priorizan, entonces como son tan selectivos son los padres de esta niña los que tienen que hacerle los regalos porque si no se queda sin ellos. Siempre tuve claro que la magia, aun a cuenta de mi esfuerzo, nunca se iba a perder en la infancia de mi hija. Funcionó. La ilusión vive en ella intacta.
Fíjate que sospecho que disfrutabas más tu, que la cría.
 
Uffff entiendo el buen fondo de tu mensaje... pero no comparto la amenaza ni soborno de que los niños que se portan mal (y abriríamos otro melón sobre qué es portarse mal) los reyes no les traen nada.
Por no hablar de que algún día sabrán toda la verdad, y a ver entonces cómo les explicamos que no hay que mentir cuando nosotros lo hicimos durante años.....
Te recomiendo la película Klaus.
 
Vieja del visillo total... yo evito esa zona en Navidad cómo la peste


No me has visto en las cabalgatas. Ya me corto desde hace años para el tema de pillar caramelos, pero yo me he llevado mi bolsa reglamentaria a sitios estratégicos y hacerme con mi arsenal caramelístico para el resto del año, deseando que los críos a mi lado no cojan el caramelo ese que hay ahí y es míoooo...Llevo como cuatro años de comportarme muy así, civilizadamente, y no me mola nada (no pillo ni uno).
Me voy haciendo mayor, poco a poco entro en la fase "paraguas en la cabalgata", algo bueno tendrá hacerse vieja porque esas cosas se las perdonan a las yayas.
Este año me jodo, me han quitado mi cabalgata, ojalá se caiga el Congreso desplomado con todos los políticos dentro. Mis Reyes Magos ???.
(Pero siempre me quedará el glorioso Roscón).


Esa zona de Sol y aledaños la evito yo durante el puente de la Inmaculada, la peor fecha para visitar Madrid con diferencia, son unos cinco días agobiantes. De ponerse la policía en la puerta del metro de Sol a decirle a la gente que salgan del metro porque lo van a cerrar para que esa estación se cierre y deje de llegar gente porque no se cabe en Sol.
La última vez que fui a esa zona en ese puente no me quedó otra porque iba a ver a un amigo que vive por allí, yo no podía más, eso era exagerado, agobiante y daba ya mucho mal rollo, tuve que largarme a mi casa.

Este año ya con los confinamientos la cosa cambia porque han puesto cierre perimetral para esas fechas, ni entran ni salen.
 
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Ayer hablábamos mi marido y yo que no vamos a notar las medidas restrictivas en Navidades porque nunca las cenas las hemos hecho multitudinarias, salvo excepciones, pero sí que son contadas. Lo que es diferente este año es que no vamos a tener que padecer el rollo cuñado y que el año pasado casi se lía porque el cuñadismo es letal nivel Dios. No era de comidas navideña de empresa y ayer también una compañera dijo que teníamos que ir a comer para celebrar la Navidad. En general Navidad como todos los años sí que voy a tener, con toda la intendencia que procuro para celebrarla. Una de las cosas con la que tenía cuidado cuando la niña era pequeña era que no viera cabalgatas diferentes a la vez para que no sospechara, y funcionaba. Yo montaba una parafernalia en torno a los Reyes y Papa Noel que no podía admitir fisuras: Formulario de los pajes remitiendo a casa la lista de los Reyes Magos a rellenar por la niña junto con una carta manuscrita en letra gótica del balance del año con los logros alcanzados y puntos canjeables; lo mismo con el duende secretario de Papá Noel con la respectiva carta y los puntos canjeables, esta vez con letra más redondeada con un detalle navideño souvenir de Laponia para que lo colgara en el árbol como recuerdo del año en curso; el ratoncito Pérez que también tenía su historia, con la ratita presumida que remitía la carta del regalo y que visaba Pérez, de hecho la puerta del ratón siempre se ha decorado, con dos cascanueces montando guardia. Era todo tan bonito que traía más a cuenta creer en ello que no creer. Mi hija contaba a sus amigas todo esto y una decía: Eso no existe. Cuando la niña me lo decía yo decía: Claro, ¿Fulanita se porta mal? La niña me decía que sí. Y yo le contestaba, ahora me lo explico, es que los Reyes Magos y Papá Noel tienen que hacer un esfuerzo muy grande y priorizan, entonces como son tan selectivos son los padres de esta niña los que tienen que hacerle los regalos porque si no se queda sin ellos. Siempre tuve claro que la magia, aun a cuenta de mi esfuerzo, nunca se iba a perder en la infancia de mi hija. Funcionó. La ilusión vive en ella intacta.


Me encanta tu espíritu, no lo pierdas prima, de verdad.

Yo quiero pasar una Navidad en casa de @Ciaoborsalino
 
Ayer hablábamos mi marido y yo que no vamos a notar las medidas restrictivas en Navidades porque nunca las cenas las hemos hecho multitudinarias, salvo excepciones, pero sí que son contadas. Lo que es diferente este año es que no vamos a tener que padecer el rollo cuñado y que el año pasado casi se lía porque el cuñadismo es letal nivel Dios. No era de comidas navideña de empresa y ayer también una compañera dijo que teníamos que ir a comer para celebrar la Navidad. En general Navidad como todos los años sí que voy a tener, con toda la intendencia que procuro para celebrarla. Una de las cosas con la que tenía cuidado cuando la niña era pequeña era que no viera cabalgatas diferentes a la vez para que no sospechara, y funcionaba. Yo montaba una parafernalia en torno a los Reyes y Papa Noel que no podía admitir fisuras: Formulario de los pajes remitiendo a casa la lista de los Reyes Magos a rellenar por la niña junto con una carta manuscrita en letra gótica del balance del año con los logros alcanzados y puntos canjeables; lo mismo con el duende secretario de Papá Noel con la respectiva carta y los puntos canjeables, esta vez con letra más redondeada con un detalle navideño souvenir de Laponia para que lo colgara en el árbol como recuerdo del año en curso; el ratoncito Pérez que también tenía su historia, con la ratita presumida que remitía la carta del regalo y que visaba Pérez, de hecho la puerta del ratón siempre se ha decorado, con dos cascanueces montando guardia. Era todo tan bonito que traía más a cuenta creer en ello que no creer. Mi hija contaba a sus amigas todo esto y una decía: Eso no existe. Cuando la niña me lo decía yo decía: Claro, ¿Fulanita se porta mal? La niña me decía que sí. Y yo le contestaba, ahora me lo explico, es que los Reyes Magos y Papá Noel tienen que hacer un esfuerzo muy grande y priorizan, entonces como son tan selectivos son los padres de esta niña los que tienen que hacerle los regalos porque si no se queda sin ellos. Siempre tuve claro que la magia, aun a cuenta de mi esfuerzo, nunca se iba a perder en la infancia de mi hija. Funcionó. La ilusión vive en ella intacta.
Al hilo del Ratoncito Pérez: este colectivo de artistas urbanos de Suecia, hacen tiendas para ratones en la calle con todo lujo de detalles en el interior y el exterior. Lo bueno es que nunca anuncian donde va a ser la próxima " tienda", lo hacen en sus talleres durante meses y lo instalan de noche por sorpresa. La gente de la calle afortunada se despierta y ve estas maravillas.
 
Me encanta tu espíritu, no lo pierdas prima, de verdad.

Yo quiero pasar una Navidad en casa de @Ciaoborsalino
Muchas gracias, ahora estoy en plena temporada de preparativos navideños: fondo de despensa, fondo de congelador (a tope de mariscos, patas de corderos, pavos...necesito otra nevera más, la de la bodega está a tope de power), ayer estuve viendo más adornos navideños pero no vi ninguno más que me convenciera, de hecho creo que los mejorcitos ya han sido comprados, menos mal que me hice con los míos hace unas semanas. Hemos hecho acopio de vinos, bien directamente en las bodegas o aquellas botellas más escogidas en bodegas gourmet. Mi hija me preguntó que cuándo vamos a poner el árbol, es la primera vez que me pregunta con antelación sobre esto, pero hasta que no llegue el puente de la Inmaculada, nada. Ahora mismo estoy con listas de menús, lista de regalos, pero ya tengo muchos comprados y escondidos, planos de decoración, el boceto del árbol de Navidad. Es temporada alta en mi casa, del estilo de cuando llega mi cumpleaños, que también cae fiestón. Ah, compré también hilo de bramante para colgar los adornos del balcón, que se me acabó el año pasado, esto parece una tontería pero no lo es porque no es lo mismo colgar con un hilo de coser o incluso de hacer ganchillo que se enreda y la caída de la bola, el peso, no es igual que si se hace con este tipo de material, más rígido y firme. A mí me gusta mucho pensarlo, pero también ponerlo todo en acción y poder contarlo o fotografiarlo.
Por cierto, mi madre me envió un vídeo de un amigo de la familia que ya ha decorado su casa en modo Navidad, con un árbol mediano con bolas rojas. Me pareció bastante elegante. Y ayer me fijé cuando fui de compras que ya en algunas casas han puesto el árbol de Navidad. Estas fechas son una maravilla.
 
Al hilo del Ratoncito Pérez: este colectivo de artistas urbanos de Suecia, hacen tiendas para ratones en la calle con todo lujo de detalles en el interior y el exterior. Lo bueno es que nunca anuncian donde va a ser la próxima " tienda", lo hacen en sus talleres durante meses y lo instalan de noche por sorpresa. La gente de la calle afortunada se despierta y ve estas maravillas.
Acabo de echarle un ojo al enlace de Pérez, y es que me encanta. Hace años compré una casa de muñecas y un invernadero por fascículos y voy cambiando la decoración de la fachada muy del estilo de lo que pone en el artículo, si bien no queda tan urbano en mi caso, sino que es como más al estilo villa en medio del campo, con sus sillas de hierro, escaleras, escoba, regadera, macetas, y árboles de Navidad ahora mismo. Hace muchos años, casi 20, los adornos que entonces me podía permitir, tanto por una cuestión económica como de tiempo libre, que era muy poco, eran unos muy sencillos de Ikea, de Paj*, muy baratos que todavía guardo. Pues una de las coronas la uso para decorar la puerta del ratón en modo Navidad. Me encanta el mundo mágico.
 

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