VOX

a podemitas e indepes se les expulsa, encarcela, ilegaliza, silencia (si estuviéramos en el siglo pasado ya estaba pidiendo la pena de muerte) . y a los nacionalistas de derechas se les compra, soborna, ennoblece.

lo de siempre.
 
Desconfío de cualquier hombre que lleva un mal depilado de cejas. A su favor, y para demostrar mi neutralidad, he de decir que aprecio sobremanera que haya dejado de teñirse la barba.
 
Desconfío de cualquier hombre que lleva un mal depilado de cejas. A su favor, y para demostrar mi neutralidad, he de decir que aprecio sobremanera que haya dejado de teñirse la barba.

jajaja yo desconfío de cualquier hombre que se depila las cejas punto.

vale , que se recorte pelos salientes y ya.

soy de gustos clásicos, qué se le va a hacer.

santi no me gusta, y no por las cejas, es que parece un pistolero de Fuerza Nueva.
 
jajaja yo desconfío de cualquier hombre que se depila las cejas punto.

vale , que se recorte pelos salientes y ya.

soy de gustos clásicos, qué se le va a hacer.

santi no me gusta, y no por las cejas, es que parece un pistolero de Fuerza Nueva.

Él presume de andar por la vida pistola en cinto, así que no andas muy desencaminada.
 
son los de siempre disfrazados de "demócratas".



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Si VOX pretende ilegalizar a los partidos independentistas porque la independencia de Cataluña no está contemplada en la Constitución, debería empezar por ilegalizar el suyo. La supresión de las autonomías TAMPOCO está contemplada en la Constitución.

El pobre se hace un lío con esto de la democracia. Queda claro que es un franquista de tomo y lomo. ha tardo medio minuto en ensañar la patita: rojos, ateos, masones y separatistas al paredón !


Hay que ilegalizar el suyo por homófobo
 
Vox y la derecha


Es precisamente aquellos estados donde menos han sufrido la recesión y que más han decidido a la hora de imponer las políticas de austeridad europeas donde la derecha extrema recoge su resultados más espectaculares

A Vox no lo están legitimando sus resultados electorales o su llegada a algún gobierno, lo legitima Pablo Casado cuando afirma compartir con ellos “muchas ideas”

Antón Losada
30 comentarios

09/10/2018 - 21:04h
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Aznar-admite-condena-Rato-afronte_EDIIMA20181008_0274_19.jpg

La derecha extrema cabalga a lomos de la xenofobia y el antieuropeísmo por todo el continente conquistando votos, escaños y gobiernos. Es una realidad innegable. Contrariamente a lo que suele afirmarse, no se trata de un fenómeno exclusivo, ni siquiera más apreciable, en aquellos países que más han pagado las consecuencias de la crisis económica y las políticas de austeridad dictadas desde la Unión Europea. Al contrario, es precisamente aquellos estados donde menos han sufrido la recesión y que más han decidido a la hora de imponer las políticas de austeridad europeas donde la derecha extrema recoge su resultados más espectaculares. Para quienes lo duden ahí están los casos de Francia, Alemania, Holanda o Austria.

La derecha extrema avanza recogiendo los votos y el miedo de los europeos más ricos, convertidos al rechazo a una Unión Europea que para ellos ya solo significa más inmigrantes, más subvenciones a los países del sur y más riesgos para el futuro de sus pensiones y sus beneficios sociales. Para contener esta marea los partidos conservadores europeos abandonaron la estrategia del cordón de sanitario que, por ejemplo, paró a Jean Marie Le Pen en 2002 en Francia y optaron por tratar de apropiarse su agenda. Se equivocaron. La agenda de la derecha extrema es tóxica, contamina todo cuanto toca. Quién decida competir ahí está perdido ante un adversario que siempre puede subir y ampliar la oferta de políticas reaccionarias.

Lo que está sucediendo en España con Vox se parece poco a este fenómeno continental. Nuestra derecha extrema no cabalga a lomos de espectaculares resultados electorales, tampoco de una creciente presencia institucional o un acceso significativo a instancias de poder. Avanza, sobre todo, a lomos del miedo de los partidos de la derecha española a perder su espacio y una parte de su base electoral. Han sido el Partido Popular y Ciudadanos quienes han dado visibilidad a Vox, al tomar la decisión de adoptar su agenda política para hacer oposición al gobierno Sánchez. Ni España es un país donde la inmigración genere, ni de lejos, los recelos y la preocupación que provoca en el continente, ni tenemos un problema generalizado de inseguridad ciudadana que mueva a la gente a pedir ir con pistola, ni el feminismo se define siquiera como un problema público. A Vox no lo están legitimando su resultados electorales o su llegada a algún gobierno, lo legitima Pablo Casado cuando afirma compartir con ellos “muchas ideas”.

Si los partidos conservadores españoles han decidido competir por el voto de la extrema derecha, donde apenas se concentra el 2,2% del electorado, y han renunciando a competir con la agenda de problemas que sí preocupa a la mayoría de los votantes que se auto ubican en el centro y la derecha, se debe más a la ideología de unas élites y unos dirigentes que se sitúan a la derecha de su votante medio, más preocupado por el empleo, la sanidad o las pensiones que por las autonomías o el control de las fronteras. La mejor prueba de ello es que, según las series de datos del CIS, tanto los votantes populares como los votantes naranjas ubican a ambos partidos entre uno y dos puntos a su derecha.

Si alguien como José María Aznar decide colocar al mismo nivel de competición al Partido Popular, con más de 6 millones de votos, a Ciudadanos, con más de 3 millones de votos, y a Vox, con apenas 50.000 votos, no se debe al crecimiento alarmante de la derecha extrema, tampoco a la necesidad de atender a un electorado preocupado por la inmigración o el feminismo. Se explica porque José María Aznar, como la gran mayoría de los dirigentes populares y naranjas, están en posiciones bastante más extremas que sus votantes. Están compitiendo ahí porque les gusta y es donde se sienten más cómodos y seguros de cuanto dicen. Y de eso no tienen la culpa ni el nacionalismo catalán, ni alguna siniestra conspiración de la izquierda.

https://www.eldiario.es/zonacritica/Vox-derecha_6_823177698.html
 
Manual para ser de extrema derecha


En esta útil guía te ayudamos a sumarte a la corriente de moda en España

Jose A. Pérez Ledo
09/10/2018 - 21:04h
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MANU FERNÁNDEZ / AP

El ascenso de VOX ha provocado que algunos lectores nos escriban, interesados en hacerse de extrema derecha. En este sencilla guía de carácter práctico, presentamos algunos consejos para aquellas personas que quieran iniciar el tránsito hacia el ultranacionalismo sin sobresaltos.

1. Mira mal a los inmigrantes.

Esto puede resultar difícil dado que el fenotipo español es prácticamente indistinguible del árabe y del latinoamericano. Si vives en el sur de España esta tarea se vuelve aún más compleja, ya que, al estar la gente más morena, todos parecen haber venido a quitarnos nuestro trabajo.

Lo más sencillo, por tanto, sería pedirle el DNI a la gente antes de discriminarla, pero, dado el engorro que esto supondría, aconsejamos discriminar a ojo. Para ello, debes definir qué tono de marrón te resulta ya ofensivo.

En caso de que tú mismo seas muy moreno, te recomendamos que te insultes por las mañanas, frente al espejo, con frases del tipo: “¿qué estará mirando ese sudaca?” o “se me está llenando la casa de inmigrantes”.

2. Sé muy español.

Lleva tanto merchandising rojigualdo como puedas, desde la carcasa del móvil hasta los cordones de los zapatos. Esto, además de identificarte como un buen español, te servirá como indumentaria reflectante en caso de que tengas que parar en el arcén de una autopista.

Bajo ningún concepto menciones el nombre de las comunidades autónomas. Limítate a las coordenadas. Si, por ejemplo, vas a puente a Cataluña, di que pasarás unos días en 41.38888 grados norte, 2.159 grados este.

Si lo prefieres, también puedes usar los nombres previos al pacto del 78. Aunque la nomenclatura franquista siempre es agradecida, te recomendamos que utilices nombres aún más antiguos, como los romanos o los visigodos.

3. Exige que te hablen en cristiano.

Como es sabido, en Bilbao miles de personas mueren de apendicitis cada año por no saber cómo se dice en vasco “me duele en un lado”. Es solo uno de los muchos males que asuelan España por culpa de los ridículos dialectos. Evitándolos salvas vidas.

4. No viajes fuera de España.

¿Para qué habrías de hacerlo? Todo lo que un español necesita lo tiene dentro de sus fronteras. Después de todo, ¿qué es Central Park sino un Retiro más de desmano? ¿Qué es el Taj Mahal sino La Almudena llena de moros? Los extranjeros llevan siglos copiándonos; no les riamos las gracias visitando sus plagios.

5. Por último, pero fundamental: comprométete con la vida.

La mas***bación no deja de ser un potencial español tristemente derramado en un clínex. Cada vez que alguien se entrega al onanismo, provoca, desde un punto estadístico, que se nos llene esto de inmigrantes. Un buen español debe estar firmemente comprometido con el coito reproductivo, practicándolo no menos de diez veces al día. España lo merece.

https://www.eldiario.es/zonacritica/Manual-extrema-derecha_6_823177696.html
 
Hay que ilegalizar el suyo por homófobo

yo no les ilegalizaría, suficiente con que ellos no ilegalicen a los demás.

es lo que llevan haciendo durante siglos:

ilegalizando, matando, deshauciando, encarcelando, torturando, expulsando, silenciando.

eso es el franquismo, heredero a su vez del absolutismo borbónico y casticista.

todo para el pueblo pero sin el pueblo y el Estado soy yo.

hay que hoderse que se autoproclamen defensores de la libertad y la justicia.

libertad la de los dueños del chiringuito para dictar sentencia.
 
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