Violación grupal en la discoteca Indiana de Valencia

Analizan las cámaras de seguridad de la discoteca para identificar a los violadores
Los dos detenidos encarcelados se han sometido voluntariamente a las pruebas biológicas de ADN

T. Domínguez / I. Cabanes | València 02.10.2019 | 23:53
La Policía Nacional está analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad interiores y exteriores de la discoteca Indiana para tratar de identificar a los dos hombres que faltan por detener de los cuatro que en la madrugada del pasado domingo sometieron a varias agresiones sexuales en los aseos del local a una joven de 18 años. Fue el jefe de seguridad quien, nada más conocer lo sucedido, informó a los agentes de la Policía de que existían cámaras en distintos puntos del interior del establecimiento, que graban y mantienen registradas las imágenes en discos duros.

Al parecer, no hay dispositivos ni en los baños ni en los accesos a los aseos, por lo que las cámaras no habrían grabado las agresiones sexuales, pero sí pueden haber recogido las imágenes de los presuntos implicados en alguna de las barras, en la salida o en otros puntos del interior del establecimiento.



Los investigadores especializados en agresiones sexuales de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) ya tienen en su poder esas grabaciones y han comenzado el visionado para tratar de ver quiénes son los otros dos hombres vestidos de negro que acompañaban a los dos detenidos. Estos, que están en prisión, siguen afirmando que su detención y reconocimiento obedecen a un error y que ellos en ningún momento cruzaron siquiera una palabra con la chica.

Sin embargo, ella no es la única que los ha reconocido, primero en el momento en que ya estaba con la policía y los dos arrestados salían del establecimiento –era la hora de cierre y numerosas personas abandonaban en ese momento, las siete de la mañana, el local- y después, en la rueda de reconocimiento practicada el martes en el Juzgado de Instrucción número 4 de València. Además de ella, los reconoció, sin ningún género de dudas una joven que estaba en la discoteca esa noche y que vio cómo la chica estaba arrinconada por cuatro hombres a la entrada de los baños.

La testigo no dijo nada en un primer momento, ya que no interpretó los gritos de la chica como de auxilio, aunque, al verla fuera, con la policía, ató cabos y se acercó a los agentes para brindar su testimonio en la causa. Fue en ese momento cuando esta chica vio a los ahora detenidos e informó a los policías de que eran dos de los hombres que rodeaban a la víctima a la entrada de los baños.

Llegaron a eyacular
Los dos detenidos accedieron voluntariamente en el juzgado a que se les tomaran muestras de ADN, que podrían ser determinantes, ya que la víctima asegura que los dos agresores que la violaron dentro del baño, después de las primeras agresiones sexuales en el pasillo, llegaron a eyacular. Durante la exploración ginecológica en el hospital al que fue llevada, el forense tomó muestras biológicas que podrían aportar la prueba irrefutable para acusar a los autores de la violación grupal.

Los hechos, tal como ha venido informado Levante-EMV, sucedieron alrededor de las seis de la madrugada del pasado domingo, cuando una chica de 18 años fue abordada por cuatro desconocidos cuando iba a entrar al baño de mujeres. Tras intentar engañarla diciéndole que entrase al de hombres «que aquí hay una amiga tuya que dice que entres», la rodearon en el pasillo y, tras sujetarle los brazos contra la pared, los cuatro la agredieron sexualmente a pesar de que gritaba «dejadme» y «no quiero», además de llamar a gritos a una amiga suya para intentar ahuyentarlos. La joven relató a la policía que «varias personas pasaron en ese momento junto al grupo y nadie la ayudó».

Después, dos de ellos la metieron por la fuerza en uno de los aseos masculinos y alternativamente la volvieron a violar dos veces cada uno, tras lo cual se fueron sin más. La chica se refugió a llorar en el baño de chicas, donde la encontró poco antes de las siete de la mañana su amiga, preocupada por su tardanza. Al verla llorando y acurrucada, le preguntó qué había sucedido y, en cuanto le relató lo ocurrido, la amiga llamó a la Policía Nacional, que acudió en pocos minutos.

https://www.levante-emv.com/sucesos...-seguridad-discoteca-identificar/1928648.html
 
Suma y sigue con las manadas de bestias.Espero que también las secuencias de los tiempos,lo que aporten las cámaras,llamadas y testigos, ayuden a esclarecer si hubo omisión de socorro.
 
Sigo queriendo saber que pasa con los otros 2 “chicos”, no llegaron a violarla? No saben realmente quienes son?

si damos por cierto el relato del levante, de los 4 2 participaron en la violacion dentro del baño y el resto en el abuso q se produjo fuera en el pasillo de entrada.
De los 2 detenidos creo q uno habria participado en todo y el otro solo en el abuso.
 
si damos por cierto el relato del levante, de los 4 2 participaron en la violacion dentro del baño y el resto en el abuso q se produjo fuera en el pasillo de entrada.
De los 2 detenidos creo q uno habria participado en todo y el otro solo en el abuso.
Es que ahora he leído en Facebook que oyeron en la tele que los otros 2 no se sabía quienes eran
Y, obviamente, son reos de abuso como mínimo si es cierto que fuera participaron, y si hubo violencia como dicen pueden serlo de agresión aunque no haya habido penetracion
 
https://www.lasprovincias.es/suceso...encia-testimonio-chica-20191020141233-nt.html

Abofeteada y pisoteada antes de ser violada en la discoteca del centro de Valencia

Este texto conforma un relato de brutalidad, machismo y asco. Una certera aproximación de lo que la joven violada en los baños de una discoteca del centro de Valencia trasladó hace apenas unos días al juez que tramita estas diligencias. Los hechos, por desgracia, recuerdan por su similitud a otras agresiones sexuales de impacto mediático en las que un grupo viola a una mujer. Otra 'manada' actuando con impunidad. Pero esta vez en los baños de la Indiana, una conocida sala de fiestas en pleno centro de la ciudad. Lo que todavía añade más incredulidad a cómo pudo pasar esto en un local repleto de público y con personal de seguridad.

Eran alrededor de las cinco de la mañana cuando la joven, de 18 años de edad, se dirige al aseo del establecimiento. De repente, un joven le da la mano. No ejerce ninguna violencia ni la fuerza a que la acompañe. Todo surge casi de un modo natural. Le piden que vaya al baño de los chicos, que una amiga suya necesita ayuda. Mienten. Mostraban signos de preocupación, como si realmente necesitaran de su urgente colaboración. Finalmente accedió a esos aseos. La condujeron hacia una de las esquinas de las dependencias. Aquello estaba lleno de gente, pero no impidió que cuatro chicos la rodearon. Uno permanecía algo más alejado, como en actitud vigilante. Los jóvenes que la rodeaban empezaron a decirle que era guapa y similares. Uno de ellos le puso las manos encima y la empujó contra la pared. Fue entonces cuando a la víctima de toda esta historia le cayó la primera lágrima. Y empezó a gritar. Y a temblar.

Un cóctel que sin duda compartirá cualquiera en esa angustiosa situación, contra la pared, con dos hombres a los lados y uno frente a ella. Trató de marcharse de allí, pero los agresores le pisaban los pies y todavía hacían más fuerza contra la pared. Hubo gente, clientes de la discoteca que se interesaron por lo que allí estaba sucediendo, seguramente alertados por los gritos de la joven, pero entonces, el cuarto de los agresores ejerció su perverso rol. Les tranquilizaba y decía que era la novia de uno de ellos, que no se preocuparan. Como si eso permitiera la actuación. Nadie intervino

La joven siguió gritando y manifestando que se quería marchar. Pero el asedio se los agresores se incrementó. A empujones y cogida del pelo, la introdujeron en uno de los aseos, estos ya con puerta individual. Conviene recordar cómo es la distribución de estos baños, un pasillo común, incluso estrecho, que hace esquina y posteriormente los retretes con puerta.

Fue allí dentro donde acontecen los hechos de mayor gravedad. Le abofetearon y le obligaron a agacharse. Se negó de nuevo. Recibió más golpes y estirones del pelo. Finalmente cayó sin poder ya levantarse ante la fuerza que imponían los agresores. Dos abandonaron el cubículo y se quedaron los otros. La violaron contra la pared. Incluso se despidieron antes de que la joven se quedara tendida en el suelo. Al salir de la estancia, totalmente mareada, alguien le acompañó al baño de las mujeres donde otras personas la ayudaron hasta que finalmente apareció una amiga con la que estaba en la sala. De inmediato, llamaron a la policía y le contaron a un seguridad lo que había sucedido. Con los agentes ya en el lugar, la víctima pudo identificar sin dudas a dos de los agresores. Durante su descripción ante el juez, los identificaba, entre otros detalles, por el color de la camiseta.
 
La lacra de la violencia sexual no cesa.


Las últimas estadísticas del Ministerio del Interior sobre la delincuencia sexual en la Comunitat ( Valenciana )arrojan datos realmente sobrecogedores. Durante el año pasado, más de 1.300 mujeres fueron víctimas de delitos contra su libertad sexual en la región. Se trata de la cifra más elevada desde 2010 y el número de casos va en ascenso desde 2016.

200 víctimas menores
Otro dato que enciende la alarmas es que 621 de las víctimas en nuestro territorio padecieron este tipo de delitos antes de alcanzar la mayoría de edad. De ellas, 272 eran niñas de menos de 14 años, según las estadísticas del Gobierno.

Si nos fijamos en los arrestos, también se aprecia esa tendencia al alza en concordancia con el incremento de casos. El año pasado, la Comunitat supero, por primera vez en una década, la barrera del millar de detenciones por delitos sexuales. Así lo revelan las estadísticas de Interior. Uno de cada diez detenidos es un menor de entre 14 y 17 años. Los arrestos en esta franja de edad prácticamente se doblaron respecto a 2017, lo que arroja luz sobre las proporciones que está alcanzando el problema.

Como público este diario el miércoles, la policía ha abierto dos investigaciones por agresiones sexuales cometidas en la última semana en Valencia. Las víctimas, una menor española y una joven francesa de 20 años, presentaron las correspondientes denuncias y recibieron atención médica en los hospitales Doctor Peset y Clínico. La primera violación tuvo lugar en el Parque Central. Una niña de 14 años fue forzada por un menor al que había conocido en una red social de internet.
https://www.lasprovincias.es/sucesos/violacion-valencia-chica-joven-20191020103756-nt.html
 

Los dos presos por la violación en los baños de una discoteca, en libertad

El informe de ADN exculpa a los dos jóvenes que identificó la víctima

Miércoles, 13 noviembre 2019, 14:18


El juez que investiga la violación de una joven en los baños de una discoteca del centro de Valencia ha dejado en libertad a las dos personas que estaban en prisión provisional por estos hechos. El motivo es que los informes de ADN, una de las pruebas clave en este tipo de sucesos, descartan la participación de los dos sospechosos. Los jóvenes llevaban más de un mes en la cárcel de Picassent. Desde el primer momento, negaron la agresión sexual e incluso se ofrecieron voluntariamente para la toma de muestras, análisis que ahora les ha exculpado.

Los dos jóvenes, sin embargo, continúan investigados en el procedimiento judicial y se les ha impuesto la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. La Policía trata desde hace semanas de localizar a otras dos personas que, según el relato de la víctima, intervinieron en la brutal agresión a la joven en los baños de la discoteca Indiana. Esta búsqueda, por el momento, no ha dado resultado pese a la colaboración de varios testigos que esa noche estaban en la sala de ocio.
 

Los dos presos por la violación en los baños de una discoteca, en libertad

El informe de ADN exculpa a los dos jóvenes que identificó la víctima

Miércoles, 13 noviembre 2019, 14:18


El juez que investiga la violación de una joven en los baños de una discoteca del centro de Valencia ha dejado en libertad a las dos personas que estaban en prisión provisional por estos hechos. El motivo es que los informes de ADN, una de las pruebas clave en este tipo de sucesos, descartan la participación de los dos sospechosos. Los jóvenes llevaban más de un mes en la cárcel de Picassent. Desde el primer momento, negaron la agresión sexual e incluso se ofrecieron voluntariamente para la toma de muestras, análisis que ahora les ha exculpado.

Los dos jóvenes, sin embargo, continúan investigados en el procedimiento judicial y se les ha impuesto la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. La Policía trata desde hace semanas de localizar a otras dos personas que, según el relato de la víctima, intervinieron en la brutal agresión a la joven en los baños de la discoteca Indiana. Esta búsqueda, por el momento, no ha dado resultado pese a la colaboración de varios testigos que esa noche estaban en la sala de ocio.

¿42 días para una prueba de ADN con dos personas en prisión?

No digo que lo tengan a los 15 minutos como en las series americanas. Pero joer 42 días, parece tercermundista.
Si de verdad son inocentes, ahora quedarán marcados y señalados.
 
¿42 días para una prueba de ADN con dos personas en prisión?

No digo que lo tengan a los 15 minutos como en las series americanas. Pero joer 42 días, parece tercermundista.
Si de verdad son inocentes, ahora quedarán marcados y señalados.
Inocentes..o simpremente no dejaron su ADN pero sí pudieron participar en la agresión.
 

Temas Similares

53 54 55
Respuestas
651
Visitas
56K
Back