Un padre mata a su hijo y se suicida

Yo creo que si queremos ayudar a una mujer maltratadas lo primero es ser confidente y que la escuchemos ,no lo primero obligarla a ir a una comisaria a poner una denuncia,sólo si fuese un caso grave de peligro contra la integridad fisica. Y entre hablar y hablar quizas esa mujer se de cuenta de cosas y si quiere denunciar apoyarla y si no por el momento tb.
Yo escuché a una de mi sangre que me contó todo lo que estaba sufriendo; después se debió de arrepentir de habérmelo contado y, para evitar que yo se lo contase a alguien, empezó a atacarme y a decir al resto de la familia que yo estaba loca y que quería destruir su matrimonio. Así que ya no quiero escuchar más historias, la que tenga problemas que se los arregle o se los cuente a otra.
 
Yo escuché a una de mi sangre que me contó todo lo que estaba sufriendo; después se debió de arrepentir de habérmelo contado y, para evitar que yo se lo contase a alguien, empezó a atacarme y a decir al resto de la familia que yo estaba loca y que quería destruir su matrimonio. Así que ya no quiero escuchar más historias, la que tenga problemas que se los arregle o se los cuente a otra.
Igual hizo eso por q si su marido comprueba eso le pega una paliza que para q.. Así q hija mía si ni por tu sangre te juegas el pellejo...
Yo le mentí mucho a mi familia y gracias a su tozudez. Y a la preocupación que tenían por mi nunca se rindieron parte de que este viva mucha gran parte es que nunca me abandonaron pese a todo.
Ojala algún día te des cuenta quizás algún día este en tu mano ayudar a cambiar la vida de alguien e incluso salvarla y a veces solo se necesita 4 palabras para empezar a cambiar todo.
 
Madre mía.....esperó por lo menos que no tengas acceso a niños por q si les dices esto.. Estoy muy preocupada
No te preocupes, vivo en un psiquiátrico desde que me encontraron en una cueva donde vivía con un sayal y comía murciélagos, así que estoy vigilada las 24 horas del día.
 
No te preocupes, vivo en un psiquiátrico desde que me encontraron en una cueva donde vivía con un sayal y comía murciélagos, así que estoy vigilada las 24 horas del día.
Pues ahora lo entiendo todo.. Todo cobra sentido. Pues si pareces del neandertal.
De todas formas cariño mio la vida da muchas vueltas y si algún día necesitas algo aquí estoy si puedo ayudarte o asesorarte
Vivir con ese rencor no debe ser bueno
 
No te preocupes, vivo en un psiquiátrico desde que me encontraron en una cueva donde vivía con un sayal y comía murciélagos, así que estoy vigilada las 24 horas del día.
Por cierto los psiquiátricos como tal ( antes manicomios) no existen a si q no se pueden vivir en el hoy en día. Que estés en el ala de psiquiatría en un hospital me lo creo y con las cosas q dices y como deberías no es malo va mucha gente y yo fui en su momento.
Así q hasta para hacer en canelo hay q saber
 
pensaba soltar un discurso pero después de leer algunas cosas se me han quitado las ganas asi que solo dire el resumen:
a una persona o animal ( un ser vivo) que esta siendo maltratada jamas se le debe volver la espalda, maxime si es alguien cercano, escuchar y apoyar siempre luego que cada uno tome las medidas que vean apropiadas según el caso pero nunca se puede mirar hacia otro lado.
Yo seria incapaz de abandonarlo a su suerte.
 
Prima, con tu permiso lo despliego que precisamente lo tengo en otra pantalla porque lo acabo de leer







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REPORTAJES
“Mi hijo no tendrá misa ni tanatorio y será enterrado lejos”: habla la madre del parricida de Murcia
Mercedes Orenes en conversación con EL ESPAÑOL: "No sé cómo ha tenido el valor de hacer lo que ha hecho".
27 julio, 2019 16:09
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Jorge García Badía
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Mercedes Orenes enterró en marzo de este año a su hijo Pedro, de 40 años, después de que falleciese de cáncer. El próximo 14 de febrero se cumplirán nueve años de la muerte de otro de sus hijos, José Francisco, de 29, el cual se quitó la vida ahorcándose el día de San Valentíntras pelearse con su pareja sentimental.

Este jueves otro de sus vástagos, David, de 39 años, también optó por la vía del su***dio, al igual que su hermano se ahorcó, obsesionado con su exmujer, pero su su***dio estuvo marcado por un acto tremendamente cobarde: antes mató a puñaladas al menor de sus dos hijos. “David es hijo mío, pero lo que ha hecho no tiene perdón. Si él quería quitarse la vida que se la hubiera quitado él de en medio, pero mi nieto Cristian no tenía culpa de nada", sentencia a El Español la madre de David Sánchez Orenes, conocido por los vecinos como ‘El Cartagenero’, y que ha protagonizado uno de los hechos más abominables en la historia de esta localidad murciana de 12.000 habitantes: se suicidó tras cometer un parricidio.









Mercedes se abraza a su hija, Carmen, afligida por la perdida de su nieto Cristian. Jorge García Badía.

El cuerpo del parricida irá directamente desde el Instituto Anatómico Forense de Murcia hasta el cementerio de Alquerías. Allí será enterrado en la más absoluta soledad, a diez kilómetros de distancia del campo santo de Beniel donde este sábado, en honor de multitudes y entre numerosas muestras de dolor y cariño ha sido enterrado el pequeño Cristian. “Ningún miembro de la familia queremos ir a despedirlo”, subraya Mercedes mientras atiende a este diario en la puerta de su humilde piso, en la calle Torrevieja, paralela a la calle Salzillo en la que residían sus nietos, Cristian, de 11 años, y David, de 18 años, junto a la que antaño fue su nuera, Laura

- ¿Esto lo hace para castigar a David?

- Sí. Mi hijo no tendrá misa funeral ni irá a ningún tanatorio para que su cuerpo sea velado. Será enterrado en Alquerías para que no esté en el mismo cementerio que mi nieto.

A Mercedes solo le quedan con vida dos de sus cincos hijos: Iván, de 23 años, y Carmen, de 17 años. "Es mi hermano, pero no queremos ir a verlo, ojalá se hubiese suicidado David”, se lamenta Carmen, hermana del parricida y a la sazón tía del pequeño Cristian. “No hemos ido al entierro ni al tanatorio a dar el pésame porque no queremos causar problemas”. La adolescente explica a este diario, teléfono móvil en mano, que se ha puesto en contacto por WhatsApp con su otro sobrino, David, el hermano mayor del chico asesinado, para mostrarle su apoyo. “Le he dicho que puede contar conmigo para lo que sea”.

Este viernes, durante los tres minutos de silencio que se celebraron en la plaza del Ayuntamiento en memoria del pequeño Cristian, la alcaldesa de Beniel, Mari Carmen Morales, indicó que había que pensar "qué se ha hecho mal" en el sistema (Administración, judicatura y Fuerzas de Seguridad) para que este niño, de 11 años, hubiese acabado asesinado a cuchilladas por su padre: un hombre inmerso en una profunda depresión, que podía seguir viendo a solas a su hijo, menor de edad, a pesar de que tenía cortada la luz y el agua de su casa y vagaba pidiendo limosna por las calles.

Todo ello, sin olvidar otro factor importante de riesgo para el niño: su padre estaba obsesionado con su exmujer hasta el punto de que fue condenado por el Juzgado de Violencia de Género número 2 de Murcia por un delito de coacciones y posteriormente, en junio, fue arrestado por quebrantar la orden de alejamiento que se le había impuesto por la citada instancia judicial. La reflexión de la regidora es compartida plenamente por la madre del parricida: "Mi hijo iba a la asistenta social, y venga a ir, y venga a ir, y nada, nadie le hacía ningún caso".

- ¿En alguna ocasión su hijo le dijo que se quería su***dar?

- Sí, me lo dijo varias veces. Pero nunca me dijo que iba a hacer eso con su hijo. Muchas veces decía que se iba a quitar la vida porque se veía amargado. Él no había superado la separación, él la quiere todavía muerto, estaba obsesionado.

- ¿Qué relación mantenía David con su hijo pequeño, Cristian?

- Cristian era su obsesión, lo llevaba al campo de fútbol, iba a verlo. No sé cómo ha tenido el valor de hacer lo que ha hecho. Él lo quería mucho, de los dos hijos, el mayor ya no quería ver a su padre porque David le llamaba mucho por teléfono preguntándole cómo estaba su madre y era como si no tuviera hijo mayor. Y eso de las llamadas lo pusieron en la orden de alejamiento. David vivía por su Cristian, todavía no me lo creo.

Mercedes a veces sigue hablando en presente de su hijo David. No puede evitarlo, al igual que tampoco es capaz de dejar de recordar cómo era antes de caer en una depresión. "Cuando me vine aquí, a Beniel, él era muy ‘jovencico’, era muy alegre, hizo muchos amigos y era muy guapo". Esta mujer se fue de Cartagena a la localidad benielense tras abandonar al padre de sus tres primeros hijos porque la amenazaba.

“Llegué aquí con los críos (José Francisco, Pedro y David) y dos bolsos de ropa, fui directa al Ayuntamiento a pedir trabajo”. A su hijo ‘El Cartagenero’ no le gustaban los libros, “solo estudió primaria”, y pronto comenzó a trabajar. “Fue encofrador y trabajó en la construcción”. Fueron años buenos en los que no le faltaba curro, al calor del boom inmobiliario. También le iba bien en el amor, conoció a una joven del municipio, Laura, con la empezó un noviazgo que acabó en el altar y con dos hijos. El matrimonio se metió en una hipoteca para criar a David y Cristian en un piso del Edificio Azalea, situado en la avenida Calvo Sotelo.





David Sánchez Orenes, conocido por 'El Cartagenero', es el autor del parricidio cometido este jueves en su piso de Brnirl tras apuñalar a su hijo pequeño.Jorge García Badía

“Después vino la crisis y empezó a trabajar en el campo, pero le daban mareos y se caía al suelo". David comenzó a padecer problemas crónicos de cervicales y a sufrir vértigos: "En la empresa donde recogía limones le dieron la baja". Primero fue su salud, después el paro, posteriormente el divorcio y llegó a su última parada: la depresión.

"No cobraba un euro por nada desde hace más de dos años y cuando yo cobraba mi pensión de viudedad, de 650 euros, le daba algo". El día 25 de cada mes, puntualmente, su hijo siempre iba a verla a su casa para pedirle dinero: “A veces le daba cuarenta, a veces cincuenta euros, lo que buenamente podía porque tengo que pagar cosas y todavía tengo a mi cargo dos hijos".

No tenía dinero ni para papel higiénico
A Mercedes le duele hablar de la última etapa de la vida de su hijo: parado de larga duración, depresivo, con la higiene personal tan dejada que era capaz de pasar toda la semana con la misma ropa sudada, arruinado, con la luz y el agua cortada por impago de los recibos, sin dinero para abonar la hipoteca y la manutención de sus dos hijos. “La última vez que le vi fue este miércoles, vino a mi casa a pedirme papel higiénico”, detalla la mujer sobre la pésima situación económica de David.

- ¿Cómo se encontraba su hijo este miércoles?

- Mi David hace tiempo que estaba muy mal: tenía depresión.

'El Cartagenero' vivía de prestado en el inmueble del Edificio Azalea porque su exsuegra era la avalista de la hipoteca y seguía pagando las letras. "Él decía que mientras no lo echarán del piso no se iba a venir a vivir conmigo, el piso estaba a nombre de David y Laura y él quería venderlo para pagar lo que quedaba de hipoteca y si sobraba dinero repartírselo con su exmujer".

Su situación de bancarrota no se solucionaba mientras iba a más su obsesión por su exmujer, Laura, a la que no cesaba de acosar mientras ella sacaba adelante a sus hijos cuidando a los niños de una empleada del Hospital Virgen de la Arrixaca. “En varias ocasiones puso el cartel para vender el piso, pero no encontró comprador, solo le llamaban marroquíes para alquilarlo y él quería venderlo por 70.000 euros". No lograba solucionar sus problemas y este jueves decidió quitarse de en medio, llevándose consigo a su hijo pequeño, Cristian, de once años. Todo apunta a que lo hizo para vengarse de Laura.

Desde ese día, Mercedes y su hija, Carmen, no salen de su piso de la calle Torrevieja “por temor” a que los vecinos le reprochen el parricidio. “El jueves mi nieto mayor, David, llamó a Carmen y le preguntó si había pasado con mi hijo por mi casa con Cristian, pero le contestó que no había venido por aquí".

La llamada se produjo cuando la Policía Local y la Beneméritaya estaban buscando al niño porque su madre, Laura, había alertado de que su exmarido había incumplido el régimen de visitas que habían pactado y no le había devuelto al pequeño a las 20.30 horas. “Por la noche vino la Guardia Civil”. La noticia que le dieron a Mercedes fue doblemente trágica: su hijo, David Sánchez Orenes, se había ahorcado en la cocina de su piso del Edificio Azalea y antes de suicidarse había matado a puñaladas a Cristian.

“La última vez que vi a mi nieto fue un día que David había acudido al colegio Río Segura a recogerlo, últimamente no lo veía porque el régimen de visitas era de unas horas y mi hijo prefería llevárselo a jugar al fútbol antes que traérmelo a casa”, relata Mercedes mientras admite que tampoco veía a su nieto mayor, David, de 18 años, porque este hacía un tiempo que se había desmarcado del régimen de visitas y había dejado de pasar tiempo con su padre por el acoso deplorable al que sometía a su madre. “Mis nietos tenían más relación con su abuela materna”.

Ahora nadie podrá disfrutar de la simpatía de Cristian, al que le gustaba jugar con su bicicleta, hacer piruetas con el patinete, organizar con otros niños pachangas de fútbol en la calle Salzillo, disfrazarse el día del Gran Desfile de Carrozas de las Fiestas de San Bartolomé y que a sus 11 años estaba ansioso de empezar una nueva etapa educativa en el instituto Gil de Junterón.

Mercedes asegura que ella había tratado de convencer a su hijo para que recibiese atención psicológica y psiquiátrica porque David se pasaba los días ingiriendo Diazepam: “Le decía que fuese a la consulta de Salud Mental en el Barrio del Infante de Murcia”. Esta mujer llegó a sacarle una cita para el 15 de julio, a las 12.15 horas, pero ‘El Cartagenero’ no pasó por la consulta del psiquiatra. "La gente no puede decir que David era malo, estaba enfermo. Esto se podía haber evitado si lo hubiesen ayudado".

Investigación del Defensor del Pueblo
El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, ha iniciado una investigación de oficio tras conocer la muerte del pequeño Cristian y ha pedido a la Secretaría de Estado de Seguridad que aclare si se elaboró y comunicó un informe sobre estimación del nivel de riesgo para la madre y para el menor después de que el padre quebrantase la orden de alejamiento de su exmujer.

Marugán también ha preguntado a la Fiscalía si recibió esta información sobre estimación del nivel de riesgo para el niño elaborada por los funcionarios policiales y si se realizaron actuaciones para garantizar la protección del menor. Las pesquisas van encaminadas a aclarar si hubo alguna negligencia en el sistema después de que el Tribunal Superior de justiciahaya aclarado que el régimen de visitas de David a Cristian, los martes y jueves, de 17 a 20.30 horas, no había sido fijado por ningún juez, sino que se había pactado entre los padres.



 
Los condenados por violencia de género, y más con quebrantamiento de condena, deberían tener las visitas con sus hijos en los Puntos de encuentro con la supervisión de técnicos. Puede que haya a quien le parezca una medida muy drástica pero, en mi opinión, lo primero es salvaguardar a los menores.
 
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“El asesinato de Cristian se pudo evitar; se veía venir y nadie hizo nada”: habla la madre del niño de Murcia
Laura denuncia a través de EL ESPAÑOL que les prometieron vigilancia “y por aquí no apareció ni Dios”. El parricida, del que se divorció, estaba obsesionado con ella.
29 julio, 2019 02:31

Jorge García Badía Murcia
Laura Hernández ha perdido a uno de los dos amores de su vida: su hijo Cristian, de 11 años. Todavía le queda otro, David, de 18 años, su hijo mayor, y en estos momentos su principal motivación para no caer en el pozo sin fondo al que ha tratado de enviarla el hombre que la maltrataba: su exmarido, David Sánchez Orenes, autor de un parricidio presuntamente motivado para vengarse de ella después de haber firmado un acuerdo de divorcio a principios de febrero de este año. "Solo quiero que esto cambie y que se pongan más medios para que se puedan evitar más casos como el que me ha pasado a mí".

Este es el motivo por el que Laura ha accedido a atender a EL ESPAÑOL en una entrevista telefónica de 25 minutos de duración con la que pretende reclamar medidas efectivas a la Administración del Estado, a las autoridades judiciales y a las Fuerzas de Seguridad para que la violencia de género no se cobre más víctimas colaterales: los hijos. "Este tipo de hombres no son locos, sino psicópatas", sentencia sin miramientos esta vecina de Beniel, de 38 años.




Desde que en 2013 estos crímenes comenzaron a ser incluidos en la estadística oficial de violencia de género, 29 niños y niñas han sido asesinados en España por sus padres o las parejas o exparejas sentimentales de sus madres. Cristian es el segundo menor al que le arrebatan la vida en 2019 en el marco de un caso de maltrato a una mujer. "Solo digo, y con seguridad, que esto se podría haber evitado”, subraya Laura solo 24 horas después del funeral de su hijo pequeño, al que acudieron cientos de vecinos de la localidad benielense y numerosas autoridades políticas. "Esto no se puede quedar impune porque te vuelvo a repetir que se podía haber evitado". Laura remarca una y otra vez que tras la muerte de su pequeño se tienen que endurecer las penas judiciales contra los maltratadores y hay que aumentar las medidas de seguridad para todas aquellas mujeres que son víctimas de violencia machista y tienen la custodia de sus hijos.

"Este tipo de hombres no son locos, sino psicópatas"

Laura conoció a su exmarido cuando eran unos jóvenes. David se había instalado en Beniel después de que su madre, Mercedes, hiciese las maletas en Cartagena y decidiese abandonar al padre de sus tres hijos comenzando una nueva vida en esta localidad de la Comarca Oriental de la Región de Murcia que linda con Orihuela. Al poco tiempo de aterrizar en el municipio benielense, el joven David se ganó entre los parroquianos el apelativo de ‘El Cartagenero’. Ese chico bromista se ganó el amor de Laura, una chica delgadita, de tez suave y de sonrisa dulce. Del noviazgo pasaron al altar y el matrimonio tuvo dos hijos: David y Cristian. ‘El Cartagenero’ se ganaba la vida como encofrador, pero con el estallido de la burbuja inmobiliaria acabó trabajando en el campo como jornalero y comenzó a padecer problemas de vértigos y cervicales que le mandaron a la cola del paro.

A partir de ahí cayó en una depresión y el matrimonio se rompió. “Me divorcié por todo”. Laura aclara que la separación no solo se produjo por la difícil situación personal que atravesaba el padre de sus hijos, parado de larga duración, con problemas de salud y depresivo, sino que también influyó mucho la conducta “obsesiva que durante años” mantuvo con ella. “No me dejada salir, me controlaba, siempre estaba pendiente de dónde iba, no podía aguantarlo más, llevaba mucho tiempo así”. Hace dos años y medio se hartó, hizo las maletas y se marchó del piso del Edificio Azalea que ambos habían comprado en la avenida Calvo Sotelo de Beniel.

- ¿David ‘El Cartagenero’ le pegó alguna vez?

- Nunca me intentó agredir y a los niños tampoco

- ¿Tras la separación qué le empujó a presentar una denuncia contra su exmarido?

- Dos años y medio de maltrato psicológico. A todas horas estaba detrás de mí. No podía ni tomarme ni un puto café a solas, siempre se presentaba. Estaba obsesionado conmigo, me llamaba por teléfono. Se presentaba en mi casa a cualquier hora, aunque fuesen las seis de la madrugada. Me seguía por el pueblo. A mis críos los llevaba acosados, no les preguntaba cómo estaban, solo les preguntaba por mí: ¿Dónde está la mamá?, ¿Y la mamá?, ¿Y la mamá?, ¿Y la mamá?

"No podía ni tomarme ni un puto café a solas, siempre se presentaba. Estaba obsesionado conmigo"

- ¿Podría ponerme un ejemplo de las situaciones que ha sufrido a raíz del divorcio y de la obsesión que tenía ‘El Cartagenero’ con usted?

- En febrero de este año, durante las Fiestas de la Candelaria de Beniel, entró gritando a la Cafetería Tropical: ¡Qué haces, Laura! ¡Estás zorreando! Y yo solo estaba tomando una cerveza con mis primos y mis primas, lo que hace cualquier persona en fiestas.

Denuncia por maltrato psicológico y acoso
Cansada y asustada por esta situación, en junio de este año, Laura se presentó en el cuartel de la Guardia Civil y decidió emprender acciones contra su exmarido: David Sánchez Orenes. “Le denuncié el 5 de junio por maltrato psicológico y acoso”. El asunto se resolvió en un juicio rápido en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Murcia en el que ‘El Cartagenero’, de 39 años, solo fue condenado por un delito de coaccionesy se le impuso una orden de alejamiento de cien metros de distancia.

- ¿Qué opina de las medias judiciales que le impusieron a su exmarido?

- Cuando se celebró el juicio de mi orden de alejamiento, me dijeron que era una víctima que me encontraba en un nivel alto (de riesgo), que no me preocupara que me iban a poner protección y que nos iban a estar vigilando a los dos, pero eso ha sido mentira. La Guardia Civil dijo que me iban a poner protección y que nos iban a estar vigilando a mí y al crío porque ya había subido al nivel alto y por aquí no ha aparecido ni Dios. Lo único que han hecho ha sido llamarme por teléfono una vez a la semana para ver cómo estaba y punto. Tanta protección y tanta mierda y aquí la Guardia Civil y la Policía Local no han hecho nada.

Al principio de la orden de alejamiento, la Guardia Civil me llamaba dos veces a la semana y después cada dos semanas. Protección no he tenido. Me dijeron que no me preocupara, que ellos irían detrás del crío y que lo protegerían y a mí también, pero ha sido mentira: se han lavado las manos. Esta es la Justicia que hay. Esto no puede volver a suceder hay que proteger a los menores: si un juez dice que hay que protegerlos y hay que seguirlos, hay muchos policías parados, que pongan más seguridad. Si tú sabes que el crío va a salir a tal hora con su padre que menos que vayas de paisano detrás de ellos. Creo que dos horas a un policía y a un guardia civil no les supone nada.

"La Guardia Civil dijo que me iban a poner protección y que nos iban a estar vigilando a mí y al crío porque ya había subido al nivel alto y por aquí no ha aparecido ni Dios"

- ¿Qué opina de la investigación que ha iniciado el Defensor del Pueblo para que la Secretaría de Estado de Seguridad aclare si se elaboró y comunicó un informe sobre estimación de su nivel de riesgo?

- Durante el juicio dijeron que no nos preocupáramos, que iban a estar pendientes de mí y del crío, que íbamos a estar seguros y por aquí no ha aparecido nadie. No han protegido ni a la madre ni al hijo. Que no se echen ahora la culpa de unos a otros porque aquí todos son culpables.

En este punto de la entrevista a Laura hay que matizar que la Delegación del Gobierno ha asegurado a este diario que el Ayuntamiento de Beniel no está adherido al sistema VIOGEN del Ministerio del Interior contra la violencia de género. De haber tenido suscrito el citado acuerdo, el Consistorio habría estado obligado a destinar una serie de recursos materiales y personales de la plantilla de la Policía Local para, por ejemplo, establecer medidas especiales de vigilancia y de seguimiento a víctimas de violencia machista de la localidad, así como establecer niveles de riesgo para estas mujeres. También hay que aclarar que el régimen de visitas de David con Cristian no estaba establecido por un auto judicial.

- Su exmarido podía ver a su hijo pequeño dos días a la semana, de 17 a 20.30 horas, pero este régimen de visitas no fue fijado por un juez. ¿Las visitas estaban recogidas en el acuerdo de divorcio que ambos firmaron o era un acuerdo verbal?

- Las visitas estaban acordadas verbalmente por Cristian y su padre. Mi hijo dijo que solo quería verlo dos días a la semana: normalmente quedaban lunes y miércoles.

Constantes llamadas
Para el hijo mayor no habían establecido ningún periodo de visitas porque el adolescente, de 18 años, había manifestado que no quería estar con su padre debido a que le bombardeaba diariamente por teléfono. “A mi hijo David le llamaba constantemente solo para preguntarle por mí”. El piso del Edificio Azalea en el que residía ‘El Cartagenero’ está exactamente a 240 metros de distancia del inmueble de la calle Salzillo al que se había mudado Laura junto a sus dos hijos tras el divorcio. Para no vulnerar la orden de alejamiento de 100 metros que el juez había impuesto a su exmarido, en las entregas del pequeño Cristian, su madre se asomaba al balcón para vigilar el trayecto que cubría el chiquillo hasta el punto de encuentro con el progenitor. “Lo esperaba siempre en la punta del camino”.

- ¿Qué hacía David con Cristian cuando pasaban la tarde juntos?

- Le preguntaba sobre mí: qué hacía, dónde estaba, si había salido a tomar algo con alguien…. No le preguntaba cómo le iba a él, ni cómo estaba con los estudios. Era obsesión: solamente ‘tu madre, tu madre y tu madre’.

‘El Cartagenero’ sometía a interrogatorios de primer grado a su hijo y se aprovechaba de la ingenuidad propia de un niño de once años para saber cuál era la rutina diaria de Laura, cuándo salía con sus amigas, si tenía alguna relación sentimental, si algún hombre la estaba cortejando… “El crío tiene una grabación de 15 minutos donde solo pregunta por mí y hay un momento en el que Cristian le dice a su padre: ‘Papá para ya’”. Este archivo de audio se encuentra en el teléfono móvil del chiquillo y fue realizado hace un mes durante uno de los encuentros que ambos mantuvieron en el parque de la Plaza Europa. “Yo no le pedí que grabase a su padre, lo hizo él para decirme que no paraba de preguntar por mí”.

- Después de que su hijo le pusiera semejante grabación, ¿usted en ningún momento se planteó que dejase de ver a su padre?

- Me puse de los nervios. Le comuniqué lo de la grabación a la Guardia Civil, pero me dijeron que es normal que uno meta mierda sobre el otro (en un divorcio) y no le dieron importancia. Me dijeron que era normal y que lo dejara pasar.

"Le comuniqué lo de la grabación a la Guardia Civil, pero me dijeron que es normal que uno meta mierda sobre el otro (en un divorcio) y no le dieron importancia"

- ¿Entregó a los agentes la grabación?

- No.

- ¿Cuántas veces ha ido en estos años a pedir ayuda al cuartel de la Guardia Civil?
Muchas.

- ¿En alguna ocasión alertó a la Policía Local de que su exmarido la acosaba?

- Miles de veces, incluso después de la orden de alejamiento y ninguno de los dos Cuerpos, ni Policía Local ni Guardia Civil, hicieron nada. Que lo dejara.

- ¿Usted pidió alguna medida de seguridad en concreto?

- Ellos decían que pasarían, pero por aquí no ha pasado ni Dios.

‘El Cartagenero’ solo tardó dos semanas en saltarse a la torera la orden judicial de no aproximarse a su exmujer que le había sido impuesta por el Juzgado de Violencia de Género número 2 de Murcia. Una vez más, en esta trágica historia, se pone de manifiesto que se pudieron tomar más medidas contra el maltratador, tal y como resaltan fuentes del Tribunal Superior de Justicia: “En un juicio rápido celebrado el 19 de junio, fue condenado por quebrantamiento de la orden de alejamiento, después de que reconociera que se había acercado a la casa buscando al mayor de sus hijos. La pena de prisión de 4 meses quedó suspendida, tal como pidió la defensa, a lo que no se opusieron las acusaciones”.

Su exsuegra le avalaba en el piso
Durante la semana del 15 al 21 de julio, Cristian estuvo enfermo y su padre no pudo verlo ni lunes ni miércoles. De forma que el pasado jueves, día 25, de forma excepcional, Laura permitió a su exmarido que pasara la tarde con su hijo. Una vez más, esta mujer volvió a actuar con buena fe con el padre de sus hijos, el mismo que la acosaba, que no le pagaba la pensión ni su parte de la hipoteca y que se dedicaba a pedir limosna por las calles echándole la culpa de su situación personal a su exmujer. “Saben muy bien dar pena ante la sociedad, pero por dentro son asesinos y están en la calle”, se queja Laura. A pesar de todo ello, el padre de sus hijos seguía viviendo de prestado en el piso que se habían comprado en el Edificio Azalea porque su exsuegra era la avalista y estaba haciendo frente al crédito con el banco.

- ‘El Cartagenero’ tenía cortada la luz y el agua por impago de las facturas. ¿Se llevaba al piso a su hijo pequeño?

- Iban al parque. Cristian no subía al piso para nada. A mi crío lo tuvo que engañar para que subiera, lo tuvo que engañar con algo de la videoconsola.

Padre e hijo subieron hasta la tercera planta del Edificio Azalea de la avenida Calvo Sotelo, pero el pequeño no se encontró ninguna sorpresa relacionada con la Play Station a la que tanto le gustaba jugar. Su progenitor le apuñaló varias veces con un cuchillo por diversas partes del cuerpo. David ‘El Cartagenero’ dejó a su pequeño desangrándose en el pasillo del piso y se desplazó hasta la cocina para poner fin a su vil existencia ahorcándose con una cuerda. Ese día puso fin a los sueños de un niño que estaba deseando volver a ver al Real Madrid de Zinedine Zidane en la Copa de Europa y en la Liga, que ansiaba volver a ensayar con el grupo de tambores de la Cofradía de San Juan de Beniel y al que le ilusionaba la nueva etapa que iba a emprender el próximo curso en el instituto Gil de Junterón tras acabar con éxito sus estudios de Primaria en el Colegio Río Segura.

“Parece que fue ayer cuando empezaste el cole y ya estás graduado. Estamos muy orgullosos de ti, comienzas una nueva etapa en tu vida, debes ser tú mismo, aprende y sobre todo intenta ser esa persona tan especial que eres. Cariño te quiero mucho y te ayudaré para que sigas creciendo y forjando tu futuro”. Esto era lo que Laura escribía en su perfil de Instagram, el 15 de junio, para acompañar una foto suya besando a su hijo, Cristian, orgulloso con su banda de graduación. Ninguno de esos deseos se cumplirán por culpa del maltratador David Sánchez Orenes, cuyo parricidio ha matado en vida a toda una familia. “Esto se veía venir y nadie hizo nada, ninguna autoridad”.

- ¿Laura, piensa hacer algo?

- Emprender acciones legales cuando todo esto pase.



 
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