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Abro el tema por los gritos que ha sufrido este fin de semana el jugador de futbol del Real Madrid Vinicius en Mestalla (Valencia)
El último incidente racista que ha sufrido Vinicius en un campo de fútbol ha puesto de manifiesto un problema que ha traspasado con mucho los terrenos de juego. Estamentos como la Fiscalía se han puesto manos a la obra ante la posibilidad de que exista un debate de odio.
Los gritos de «mono, mono», entre otros, que escuchó Vinicius acabaron por desquiciarle hasta el punto de que estuvo envuelto en una tángana que acabó con él mismo expulsado, y medio país debatiendo si es culpa suya por ser un provocador o de la afición valencianista y de otros equipos. Vinicius ha señalado directamente a LaLiga como instigador de estos insultos, al menos por omisión.
Sin embargo, el debate que ha abierto Vinicius va más allá de si esto es un problema únicamente del fútbol o realmente en España existe una ola racista latente que, si bien no se expresa de manera notoria, sí existe en la sociedad.
La imagen que sale en la prensa internacional no deja bien a la sociedad española. Figuras como el mismísimo Lula da Silva, presidente de Brasil, apunta a que el futbolista del Real Madrid fue «atacado». Ha habido incluso una llamada de la embajadora española en Brasil a consultas, lo que ya implica poco menos que una crisis diplomática por lo que, según algunos, es algo comprensible en el campo.
Ahora la pregunta está en la sociedad: ¿Es España un país racista?
Queda por ver qué decisiones se toman. Desde el ámbito político ya han llamado al orden al deportivo, pero aún no está claro si tendrá que ser un juez el que decida. El propio Valnecia ya ha anunciado que expulsará a los aficionados de su club que insultaron a Vinicius, si bien el futbolista (que también ha recibido el apoyo de su presidente, Florentino Pérez), pide más.
¿Es España un país racista, como asegura Vinicius?
Los gritos que sufrió el futbolista brasileño del Real Madrid han abierto un debate que traspasa el terreno de juego, con una acusación seria de fondo
El último incidente racista que ha sufrido Vinicius en un campo de fútbol ha puesto de manifiesto un problema que ha traspasado con mucho los terrenos de juego. Estamentos como la Fiscalía se han puesto manos a la obra ante la posibilidad de que exista un debate de odio.
Los gritos de «mono, mono», entre otros, que escuchó Vinicius acabaron por desquiciarle hasta el punto de que estuvo envuelto en una tángana que acabó con él mismo expulsado, y medio país debatiendo si es culpa suya por ser un provocador o de la afición valencianista y de otros equipos. Vinicius ha señalado directamente a LaLiga como instigador de estos insultos, al menos por omisión.
Sin embargo, el debate que ha abierto Vinicius va más allá de si esto es un problema únicamente del fútbol o realmente en España existe una ola racista latente que, si bien no se expresa de manera notoria, sí existe en la sociedad.
La imagen que sale en la prensa internacional no deja bien a la sociedad española. Figuras como el mismísimo Lula da Silva, presidente de Brasil, apunta a que el futbolista del Real Madrid fue «atacado». Ha habido incluso una llamada de la embajadora española en Brasil a consultas, lo que ya implica poco menos que una crisis diplomática por lo que, según algunos, es algo comprensible en el campo.
Ahora la pregunta está en la sociedad: ¿Es España un país racista?
Queda por ver qué decisiones se toman. Desde el ámbito político ya han llamado al orden al deportivo, pero aún no está claro si tendrá que ser un juez el que decida. El propio Valnecia ya ha anunciado que expulsará a los aficionados de su club que insultaron a Vinicius, si bien el futbolista (que también ha recibido el apoyo de su presidente, Florentino Pérez), pide más.