Gracias a él encontré a mi persona, pareja, costillo y fiel compañero y con este he aprendido y estoy aprendiendo tanto a querer como a ser querida. Pienso que si no hubiera pasado por eso, cuando conocí a mi costillo igual no lo hubiera valorado por la edad con la que me pilló y porque probablemente que me quisieran con calma, me dieran mi espacio, con paciencia...no hubiera entendido lo fundamental que es.Esos son los mejores finales cuando has estado sufriendo día a día. Que no sirven para nada realmente, no compensan el daño recibido, pero el ego da palmas un ratillo
Habrá que quedarse con lo aprendido "Gracias" a ellos. Vinieron a nuestra vida a enseñarnos algo y cuando cumplieron...se fueron.
Así que adiós y gracias