La reina Letizia en la FAO | Mala educación y pintas de perdularia
SirPetter Lily
Publicado el 7 jul. 2015
LIFE IN PLASTIC IT'S FANTASTIC!, GLORY, GLORY, GLORY!
Un royal titular de ejercicio jamás puede aceptar nombramientos y menos de embajador, porque al estar en la cima coronada de todos los ordenes humanos los nombramientos y embajadas los confiere siempre él.
Tampoco puede un royal vestir de barato con botonaduras grabadas con las iniciales del modisto, pues de siempre las botonaduras royales fueron exquisitas perlas de uso personal del monarca, pertenecientes al joyel de la Corona.
La verdad es que nuestra adorada funcionaria royal española se está transformando en toda una starlette, pues en todos los actos públicos a donde acude siempre nos reserva divertidas escenas, consiguiendo mantener la tensión expectante a abrigo de la pregunta ¿cuál será hoy la sorpresa: tendremos otro gesto ridículo o alguna afrenta de antipatía fuera de programa?. Mucho más luenga es la tensión en la gran sala de asambleas plenarias de la sede central de la FAO en Roma (Italia), donde la funcionaria royal se ha desempeñado hasta ahora con gran aparato excéntrico, de lo que hemos dejado constante crónica de corte en este egregio channel. Para decir verdad, tenemos que reconocerle a Letizia La Fiztizia que ella no es, de natural suyo, afecta a la cultura monárquica por evidentes razones biográficas. Y hemos de reiterar, para su descargo, que la línea dinástica instaurada por la dictadura militar del general Franco como cabeza de línea, no sólo es nula y acusadamente valga, sino un esperpento a la luz de la lógica. La morganacia, que puede ser lícita pero jamás válida ni eficaz para el orden natural, la insensatez, la debilidad mental y la alteración oportunista de cualquier principio de la monarquía, conducen a engendros radiantemente idiotizados como es el caso de La Fiztizia y de su marido Felipe El Preparao. De esta forma, el orden natural de las cosas que siempre nos acerca, con su evolución transida de pauta, a la horma de los valores absolutos, acaba convirtiendo una presuntuosa reina consorte en una starlette de variedades, para disolver el mal sallado de tablas abarquilladas de un palacio erigido en el aire, que tiende sin orden sobre el polín de la Historia ya madera curada como tablón quebrado de raja, cuando no astilla para tea de hogar, empolvado todo con el serrín de la disolvencia inmoral, la pioja alevosa y el desdén irrefragable.
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perdulario, perdularia
adjetivo/nombre masculino y femenino.
- [persona] Que viste o va muy descuidado o desaliñado.
- [persona] Que es vicioso incorregible.
