Mujeres.

Yo no es que empatice mucho con las dos, con sus ideas, pero la Clinton, con aquello del marido, si que tuvo que sufrir.
Yo creo que tenía que haberlo dejado,no lo hizo por llegar a donde está ahora.
No es amor,es poder.
 
Yo creo que tenía que haberlo dejado,no lo hizo por llegar a donde está ahora.
No es amor,es poder.

Querida Ambers, yo he leido la autobiografia de Hillary y claro que creo que sopesó que la America tradicional la valoraria más como candidata politica estando casada, pues también la habrian acusado de no haber sabido priorizar lo importante sobre sus propios sentimientos de esposa, a todo se le puede sacar punta, pero que Hillary sufrió por la humillación pública es cierto. Antes le habia perdonado otras infidelidades más privadas, pero aquello fué muy fuerte porque ella le habia estado defendiendo durante ocho meses convencida de que la becaria mentia y era un monigote de los adversarios porque él le habia jurado que no era cierto.

De haber sabido la verdad ella no se habria expuesto al ridículo de defenderle como lo hizo, pero que el marido te venga una noche a la habitación tras ocho meses a confesarte que si, que era verdad, pues al dia siguiente saldria a la luz lo de la mancha del vestido... Ella dice que sintió ganas de matarlo y la creo. Y ni siquiera ser Primera Dama la instó a disimular, durante meses ella no le acompañó en ningún viaje - le tocó a la joven Chelsea hacerlo por no dejar solo a su padre -, dio órdenes para que no pudiese cruzarse con él en la Casa Blanca... A él le costó Dios y ayuda, meses, que ella volviese a dirigirle la palabra mientras sopesó realmente el divorcio... pero ella dice que sopesó todo lo que habian construido juntos, no solo su obra politica comñun, sino el hecho de que él haya sido su mejor amigo y compañero y un padre inmejorable para su hija, vamos, que habria perdido algo más que sus propias ambiciones politicas por una becaria a sabiendas de que la naturaleza de él es incorregible... Yo creo que demostró pensar con la cabeza pero no solo por el tema político, si bien es seguro que en caso de divorcio él estaria ahora igualmente a sus pies ofreciendole toda su ayuda para conseguir la presidencia, eso seguro... Ella se sintió traicionada por su compañero, no por su amante, y es un vínculo muy fuerte que puede ser muy doloroso.

Son una pareja peculiar, pero no les falta una conexion basada en su pasado común, sus recuerdos, las ambiciones que construyeron juntos, que sobreviven a la pasión y el amor romántico -que estoy segura que estos ni entonces dormian juntos ya-... Muchas parejas comunes se mantienen juntos porque, aunque nada sea como en su juventud, es más lo que les une que los que les separa tras toda una vida juntos... Y ella no ha olvidado que renunció en su juventud a su propia carrera política en Washington por seguir a ese joven sureño a su Arkansas natal donde ella seria su esposa y su segundona, y, sin embargo, no lo dudó, la habia camelado hasta las trancas y él no ha perdido ese don de palabreria con los años, aunque ya no le quiera como entonces, claro, que tonta no es...


 
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Querida Ambers, yo he leido la autobiografia de Hillary y claro que creo que sopesó que la America tradicional la valoraria más como candidata politica estando casada, pues también la habrian acusado de no haber sabido priorizar lo importante sobre sus propios sentimientos de esposa, a todo se le puede sacar punta, pero que Hillary sufrió por la humillación pública es cierto. Antes le habia perdonado otras infidelidades más privadas, pero aquello fué muy fuerte porque ella le habia estado defendiendo durante ocho meses convencida de que la becaria mentia y era un monigote de los adversarios porque él le habia jurado que no era cierto.

De haber sabido la verdad ella no se habria expuesto al ridículo de defenderle como lo hizo, pero que el marido te venga una noche a la habitación tras ocho meses a confesarte que si, que era verdad, pues al dia siguiente saldria a la luz lo de la mancha del vestido... Ella dice que sintió ganas de matarlo y la creo. Y ni siquiera ser Primera Dama la instó a disimular, durante meses ella no le acompañó en ningún viaje - le tocó a la joven Chelsea hacerlo por no dejar solo a su padre -, dio órdenes para que no pudiese cruzarse con él en la Casa Blanca... A él le costó Dios y ayuda, meses, que ella volviese a dirigirle la palabra mientras sopesó realmente el divorcio... pero ella dice que sopesó todo lo que habian construido juntos, no solo su obra politica comñun, sino el hecho de que él haya sido su mejor amigo y compañero y un padre inmejorable para su hija, vamos, que habria perdido algo más que sus propias ambiciones politicas por una becaria a sabiendas de que la naturaleza de él es incorregible... Yo creo que demostró pensar con la cabeza pero no solo por el tema político, si bien es seguro que en caso de divorcio él estaria ahora igualmente a sus pies ofreciendole toda su ayuda para conseguir la presidencia, eso seguro... Ella se sintió traicionada por su compañero, no por su amante, y es un vínculo muy fuerte que puede ser muy doloroso.

Son una pareja peculiar, pero no les falta una conexion basada en su pasado común, sus recuerdos, las ambiciones que construyeron juntos, que sobreviven a la pasión y el amor romántico -que estoy segura que estos ni entonces dormian juntos ya-... Muchas parejas comunes se mantienen juntos porque, aunque nada sea como en su juventud, es más lo que les une que los que les separa tras toda una vida juntos... Y ella no ha olvidado que renunció en su juventud a su propia carrera política en Washington por seguir a ese joven sureño a su Arkansas natal donde ella seria su esposa y su segundona, y, sin embargo, no lo dudó, la habia camelado hasta las trancas y él no ha perdido ese don de palabreria con los años, aunque ya no le quiera como entonces, claro, que tonta no es...



Gracias @Olivia. Todo muy romántico,pero lo que ella quería era llegar a Presidenta.Me parece perfecto.
 
Gracias @Olivia. Todo muy romántico,pero lo que ella quería era llegar a Presidenta.Me parece perfecto.

Yo creo que con el divorcio ella también lo habria conseguido porque él la habria apoyado igual. Pensó en el conjunto de su vida, los intereses comunes que tenian, el plan "primero él y despúes yo" inconcluso juntos...El debia conmpersarla más que nunca y cumplirlo tras aquello...y ella también en la America tradicional que prefiere a una mujer casada, pero lo curioso es que otra parte tampoco la traga por no haberse divorciado... Eso podia intuirlo entonces, cuando algunas mujeres le exigian el divorcio, asi que creo que puso en la balanza los pros y los contras, y vio que en los pros tenia más que ganar mientras que en el contra se quedaba divorciada tirando sola con su propia carrera politica, disgustando a su hija...Estar casada tampoco le ha dspertado muchas simpatias entre muchos electores, que ahora prefieren votar a Trump...

Bill Clinton está entregado a la carrera de ella, ha vuelto a ser su compañero, que no verdaderamente su marido, porque he oido que viven en casas diferentes... Son un equipo desde la universidad y tienen la suerte de seguir siéndolo tras haber pasado por semejantes tormentas... Estos dos estarian incompletos el uno sin el otro, esa esla realidad, ahora vuelven a estar unidos por el nuevo proyecto de ella, tienen los nietos... Hillary demostró ser inteligente al ver que con el divorcio tenia mas que perder que ganar.
 
Yo creo que con el divorcio ella también lo habria conseguido porque él la habria apoyado igual. Pensó en el conjunto de su vida, los intereses comunes que tenian, el plan "primero él y despúes yo" inconcluso juntos...El debia conmpersarla más que nunca y cumplirlo tras aquello...y ella también en la America tradicional que prefiere a una mujer casada, pero lo curioso es que otra parte tampoco la traga por no haberse divorciado... Eso podia intuirlo entonces, cuando algunas mujeres le exigian el divorcio, asi que creo que puso en la balanza los pros y los contras, y vio que en los pros tenia más que ganar mientras que en el contra se quedaba divorciada tirando sola con su propia carrera politica, disgustando a su hija...Estar casada tampoco le ha dspertado muchas simpatias entre muchos electores, que ahora prefieren votar a Trump...

Bill Clinton está entregado a la carrera de ella, ha vuelto a ser su compañero, que no verdaderamente su marido, porque he oido que viven en casas diferentes... Son un equipo desde la universidad y tienen la suerte de seguir siéndolo tras haber pasado por semejantes tormentas... Estos dos estarian incompletos el uno sin el otro, esa esla realidad, ahora vuelven a estar unidos por el nuevo proyecto de ella, tienen los nietos... Hillary demostró ser inteligente al ver que con el divorcio tenia mas que perder que ganar.
Al fin y al cabo son un producto made in USA.Si estuviera divorciada sería más creíble,un auténtico cambio ver a una mujer Presidenta.Asi,estará siempre la sombra de su marido y esa oscura historia.
 
Gloria Fuertes, una cuentacuentos en el 'doodle' de Google

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  • ELMUNDO
28/07/2016 00:53

Tal día como hoy hace 99 años nació en Madrid Gloria Fuertes.

La gran poetisa y escritora de libros infantiles española alcanzó un enorme reconocimiento y es considerada una de las autoras más importantes de la postguerra y la Transición.

Este 28 de julio, y con motivo de su cumpleaños, Google la homenajea con uno de sus ya conocidos 'doodles'.

Nacida en el seno de una familia humilde de Lavapiés -su padre era bedel y su madre sirvienta y costurera-, siempre tuvo predilección por el mundo de las letras, en el que se inició a muy temprana edad.

A los cinco años ya escribía y dibujaba sus propios cuentos y empezó a escribir versos a los catorce. A los quince los leía en Radio España de Madrid y a los diecisiete escribió su primer libro de poemas, 'Isla ignorada' (publicado en 1950).

Sus armas literarias son bien conocidas por todos. La ironía con la que trata cuestiones como el amor, el dolor, la muerte o la soledad han dejado huella en todo aquel que ha leído parte de su obra.
Fuertes usaba a menudo metáforas y juegos lingüísticos con mucho encanto, frescura y sencillez, que dotaban a sus poemas de una gran musicalidad y cadencia cercana a la palabra hablada.

Y el humor. La madrileña era una artista manejando el humor como una forma crítica de construir la realidad y descubrir la verdad de las cosas.

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El 'doodle' que ha creado Google en su honor muestra a Gloria Fuertes contando un cuento a varios niños que escuchan atentamente a su alrededor.

El usuario puede interactuar con él y tras darle al 'play' veremos como las letras que dan nombre al buscador se transforman en bocadillos con imágenes de los cuentos que narra la poetisa a sus oyentes.

Su nombre ha quedado históricamente unido a dos movimientos literarios: la generación del 50 y el postismo.

Carlos Edmundo de Ory, Eduardo Chicharro y Silvano Sernesi, Ángel Crespo y Francisco Nieva también formaron parte como Fuertes del postismo, grupo literario de la postguerra que la influenció y de la que extrajo un claro antibelicismo y un gran espíritu de protesta.

Tuvo un enorme valor para las letras españolas y participó en un sinfín de revistas, obras teatrales y poemas escenificados.

También hizo sus pinitos en la televisión, colaborando en programas como 'Un globo, dos globos, tres globos' y 'La cometa blanca', lo que la dio mucha popularidad.

Esta fumadora empedernida de la que se rumoreó pudo ser homosexual murió el 27 de noviembre de 1998 de cáncer de pulmón y fue enterrada en Madrid. Pero su infinidad de obras, para adultos y para niños, quedarán en la memoria colectiva al igual que su nombre como sinónimo de poesía infantil española
 
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Publicado el 27 jul. 2016
GOOGLE DEDICA ESTE DOODLE A LA ESCRITORA ESPAÑOLA GLORIA FUERTES, EN EL 99 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO
 
Gracias @Olivia. Todo muy romántico,pero lo que ella quería era llegar a Presidenta.Me parece perfecto.

Pues si lo consigue, al menos por ser mujer, la daremos un voto de confianza, aunque yo con sus ideas políticas no esté de acuerdo.Pero con muchos que son hombres presidentes tampoco estoy de acuerdo con sus ideas políticas, como en nuestro país.
 
Hillary Clinton... ¿Una mujer en la Casa Blanca?

Paka Díaz | Woman.es
27 de mayo de 2016


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Hillary Clinton está a punto de confirmarse como la candidata demócrata a las próximas elecciones presidenciales de los Estados Unidos. En su intensa carrera por este puesto está recibiendo más críticas que ninguno de sus contrincantes varones. ¿Cuáles son las luces y las sombras de la que podría ser la próxima presidenta?

Parece que al fin Hillary Clinton tiene ya, y salvo imprevisto de última hora, ganadas las primarias a Bernie Sanders, y se perfila como la candidata definitiva de los demócratas. En su carrera por la presidencia, está siendo la política más cuestionada de todos. Más incluso que Donald Trump y sus impresentables discursos racistas, machistas y xenófobos. Pero, ¿por qué Hillary es tan criticada? ¿Por qué todo el mundo opina de ella con tanta dureza?

A priori, cuesta creer que sea más culpable de algo que cualquiera de los anteriores candidatos a Presidente de los Estados Unidos, e incluimos ahí desde Ronald Reagan a cualquiera de los Bush o al mismísimo Clinton. Todos ellos, sin embargo, contaron con bastante apoyo por parte de los medios. Hillary no. Y, hasta ahora en la carrera presidencial, ella ha recibido casi el doble de críticas y cobertura negativa por parte de los medios que cualquiera del resto de candidatos que se han presentado a las primarias. Por el contrario, las noticias positivas sobre ella han sido las menos frecuentes.

¿Por qué esta inquina mediática? Podríamos pensar que es un tema de genero. Obviamente, Hillary Clinton es una mujer y los Estados Unidos no pueden, precisamente, presumir de igualdad en la representación política y hasta países como Burundi o Uganda tienen menor brecha de género que ellos. Se dice en mentideros que en el país provocaría aún una mayor urticaria que ella se convirtiera en la líder supremo que la que provocó la llegada del primer afroamericano a la Casa Blanca. Porque, si consiguiera ganar, sería la primera en ostentar el cargo en toda la historia del país.

Sin embargo, y le pese a quien le pese, incluso a ella misma, esa es, también, una de sus mayores bazas. Independientemente de su ideología, de su pasado y su futuro, si Hillary Clinton se convirtiera en presidenta abriría una puerta a las mujeres y rompería un techo de cristal. Sería un modelo perfecto para todas las niñas de su país y del mundo entero, dada la relevancia de los Estados Unidos, del sueño americano en igualdad.

Que, además de mujer, Hillary sea extremadamente inteligente, ambiciosa, de verbo fácil y lengua afilada es algo que también le granjea muchas críticas. Todas ellas características que serían muy alabadas en cualquier mandatario. El hecho de haber perdonado una infidelidad a Bill Clinton tampoco le granjea simpatías sino todo lo contrario. Incluso en un país donde la vida privada de los políticos nos importa tan poco como en España es frecuente escuchar cómo se la censura por haber perdonado a Bill. De ella también se dice que es demasiado frío aunque también la tildan de agresiva y a muchos les preocupa que no parece evitar las confrontaciones. Sin embargo, de Obama, sin ir más lejos, se ha criticado mucho su espíritu cauteloso y diplomático. Se pedía más garra. Aunque igual el problema es que sea una garra femenina.

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Foto: Getty

Entre las sombras más oscuras de Hillary está una sombra de corrupción que la oscurece a ella, a Bill y hasta a la Fundación Clinton. Al parecer el FBI los está investigando por delitos de corrupción y por el uso del servicio privado de correo electrónico mientras era Secretaria de Estado. De momento, no parece que haya nada probado. Los más agoreros incluso predicen incluso que con ella se iniciará una nueva guerra en Oriente Medio. Lo cierto es que cuando ha ejercido de Secretaria de Estado no ha tenido ningún problema en defender la política exterior de Estados Unidos.

Según ella, en Siria había que haber sido mucho más contundente, y cuando un político norteamericano dice algo así se refiere a bombardear sin piedad. Por otro, ha reconocido públicamente que a los talibanes los creó Estados Unidos para acabar con la nominación comunista de los rusos en Afganistán… y que luego los dejaron todo tirados, extremistas y bien preparados. Un error del que se lamenta amargamente por las graves consecuencias que ha tenido tanto para ellos, como para el resto del mundo. Bien por reconocerlo, mal porque, mucho me temo, Hillary no dudaría en hacer eso y más para controlar el mundo o echar a algún enemigo de aquí o de allí.

Por otra parte, entre sus haberes se cuenta la enorme experiencia que tiene dentro del mundillo político y un gran conocimiento de la labor de la labor de presidente y de la política exterior. Además de senadora y secretaria de Estado, fue Primera Dama, un cargo por cierto en el que no se limitó a vestirse ideal de la muerte y a posar para fotos, sino que, entre otras muchas cosas, diseñó un plan para implementar una especie de Seguridad Social en su país, algo por lo que ¿adivinan? también fue criticada.

Ya entonces se le echaba en cara que influyera demasiado en la política de su marido, el presidente. Muchos hubieran preferido que se dedicara a arreglarse más el pelo y menos a usar su cerebro. Ella pulió su imagen pero siguió convencida trabajando duro en su futuro político. Un futuro que hoy es presente y que la puede conducir a ser la primera presidenta de los Estados Unidos. Por cierto, ¿cómo se denominará entonces a Bill? ¿Primer Caballero?

Mientras se acaba la carrera de las primarias y se confirma que ella es, al fin, la candidata demócrata y se garantiza el apoyo de las minorías, tanto hispanos y afroamericanos, como de las mujeres, que están mayoritariamente a su lado, Hillary ya afila sus espadas para prepararse para el duelo final, que será con Donald Trump. En una reciente aparición en el show televisivo de Ellen DeGeneres, ha asegurado que aunque le muestra respeto por haber conseguido ser el candidato republicano, ya puede ir preparándose porque cuando ella se enfrente con él "va a tener que rendir cuentas”. Palabra de Hillary. Trump, ya puedes ir confesándote.
 
09JUL201503:49 h
Alcalde, en Granada debe hacer mucho calor
comentarios6

Está una a sus cosas, que tal y como está el patio puede ser alguna de las siguientes.

Siguiendo la rendición de cuentas del Gobierno de España ante el comité de la CEDAW de Naciones Unidas en Ginebra, y escuchando que las explicaciones del Gobierno de España no convencen al Comité, que seguramente nos va a dar un sonoro suspenso en materia de igualdad.

Interesándose sobre quién podrá ser la próxima Fiscala de Sala contra la Violencia de Género y sobre si finalmente primarán los criterios de conocimiento y especialización sobre el tema o los elementos de rango y jerarquía en la elección que tiene que hacer la Fiscala General del Estado.

Sobreponiéndose del espectáculo sobre las votaciones en relación con la reforma de la Ley de Salud Sexual y reproductiva que se está debatiendo en el Congreso de los Diputados.

Intentando comprender la nueva sentencia del Tribunal Constitucional, donde un magistrado llamado Ollero, considera que no vender la píldora postcoital, mejor que lo decida el farmacéutico según sus preferencias personales.

O, incluso, haciendo las cuentas sobre cuántos fondos menos se van a dedicar a programas específicos en materia de Igualdad este año.

En definitiva, está una tranquila y sosegada, con estos calores, abanico en ristre, y escucha que hay un alcalde en Granada que ha dicho que 'las mujeres, cuanto más desnudas, más elegantes". Y, así de primeras lo primero es pensar, "otro pobre a quien le han pillado con el micrófono abierto y haciendo la gracieta del día".



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Pero no, lo peor viene cuando se descubre que las susodichas palabras están dirigidas a un grupo de jóvenes estudiantes, chicas y chicos, y han sido pronunciadas en un acto público de reconocimiento por los buenos resultados obtenidos en el examen de selectividad y con la prensa de cuerpo presente.

Y llámenme rara, o díganme que será el calor del verano, los sofocos de la edad, o que a estas alturas de la legislatura, del año, del verano y de la ola de calor, lo único que me apetece es hacerme un dúo desmelenado y voz en grito con Camilo entonando el "Y ya no puedo más, y siempre se repite la misma historia", pero en lo único que puedo pensar desde el momento en que he tomado conciencia de la escena, es de que tenemos gentes, con mando en plaza, para quienes los estereotipos sexistas y rancios forman parte de la gracia de la vida. Y a partir de aquí, de lo de las políticas municipales de igualdad, como en el chiste, mejor ni hablamos.

Seguramente, después de haberse convertido en noticia nacional, el señor alcalde se estará preguntando a qué viene tanto revuelo y seguramente no aprecia la gravedad del lío que se ha montado, total por una tontería que, desde luego, estará pensando, él no decía en "ese" sentido. Él, que como otros protagonistas de excesos verbales antes que él, se declara profundo admirador de la mujer, y seguro que también de su madre y de la Virgen del Rocío.

Me pregunto cuál será la opinión de alguien así, que casi hace un alegato sobre elegancia y desnudez de las mujeres, cuando las adolescentes que hoy le escuchaban decidan, en unos años, ponerse muy elegantes para llevar a cabo una acción reivindicativa en la capilla de su universidad, en el Congreso o en la tribuna de invitados del pleno del ayuntamiento. Me pregunto si seguirá pensando lo mismo o si, llegado el momento, coincidirá con otros correligionarios de su mismo partido y colegas respetables de fuerzas vivas y poderes públicos, en que, en ese caso, la "elegancia femenina" bien merece una imputación por un delito.

Por favor, que nadie le pregunte al alcalde de Granada su opinión sobre el tema, que hace mucho calor y yo ya no puedo más con la historia de siempre.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/ellas/2015/07/09/alcalde-en-granada-debe-hacer-mucho.html

Alucinante, querida Ambers...
 
GÉNERO
Así se vive un día sufriendo piropos
  • Una periodista de EL MUNDO se coloca una cámara oculta y recibe insinuaciones, chascarrillos, provocaciones y miradas lascivas por las calles de Madrid y de Sevilla
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Cámara oculta a los piropos

SANDRA JIMÉNEZMadrid / Sevilla
Actualizado:04/07/2015 01:59 horas22
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«¡Guapa! ¿Quieres casarte conmigo? Rubiaza, quién te pillara... Esta noche te comería...». Un simple paseo puede transformarse en un angustioso trayecto. Como yo, muchas mujeres sienten la inquietud de no saber qué podrá pasar, si alguien te molestará o llegarás tranquila a tu destino. Todos hemos visto alguna vez cómo alguien arroja un piropo a una mujer, sea de un manera sutil o de una manera descarada.

Los hombres que emiten estos comentarios -o las mujeres, aunque en menor medida- ni se paran a pensar en la experiencia que viven quienes reciben dichos piropos. Lanzan sus dardos envenenados para agrandar su ego y, a nosotras, nos dejan en la indigencia vital. Sin recursos, sin saber qué hacer. Quemadas por dentro.

Escuchamos frases gritadas con tanto descaro que se nos hiela la sangre. Frases inyectadas de machismo que la sociedad española tolera en pleno siglo XXI. Soy mujer y me pregunto si debo aguantar tantas situaciones de mal gusto en mi vida diaria, sólo por ser de una manera o por vestir de otra. No soy alta, no soy modelo y no voy por la calle pidiendo guerra. Soy una mujer normal, una periodista que debería pasar desapercibida cuando pasea por la calle. Pero no es así. Los piropos me persiguen y me agreden.

Una tarde del mes de mayo caminaba despacio hacia el periódico con el cuerpo en la tierra y los pensamientos en cualquier otra parte. De repente, algo me sacó de golpe de mis pensamientos. Un grito o un bufido, podría ser cualquiera de los dos, pero que iba dirigido hacia mí. «Vaya rubia», pronunció un hombre desde la otra acera. Unas palabras sin maldad aparente pero que me hicieron sentir incómoda y me sacaran los colores delante de las personas que caminaban junto a mí.

La mayoría de las veces parece que debemos dar las gracias por recibir un comentario de este tipo, por ser algo bueno, se entiende.Las mujeres no podemos elegir si ser o no el centro de una escena en la que te conviertes en el foco de miradas u opiniones, simplemente pasa porque a alguien le apetece enviarte un halago que no has pedido. La contrariedad llega cuando los piropos suben de tono y se transforman en «te haría de todo, tienes un cuerpo...» y un largo etcétera. Palabras duras que, a veces, rozan lo por**gráfico; plasman a la mujer como un jugoso trozo de carne por el que paladean los hombres que ladran esos comentarios.

Muchas de estas genialidades lingüísticas (nótese la ironía) se producen, además, cuando caminamos en solitario y estamos desprotegidas, o eso piensan ellos. Lo cierto es que, aunque esos dardos lascivos nos hagan sentirnos incómodas, son palabras y, como se suele decir, las palabras se las lleva el viento. La cosa se complica cuando la situación te acelera el cuerpo, cuando varios te paran para acribillarte con «¿cómo te llamas?», «¿dónde vives?» o «¿tienes novio?» o sientes algún agarrón del brazo para pararte cuando lo que quieres es simplemente marcharte.

Normalmente, y digo normalmente porque siempre existen casos extremos, todo se queda en una conversación de un solo emisor y sin pasarse de la raya. A veces juegan con la amabilidad para encandilar, pero nunca debemos olvidar la sutileza de la abeja antes de picar. Tras estas situaciones no existe una respuesta universal o una solución certera, lo más normal ante estos comentarios es la indiferencia. La mayoría de las mujeres actuamos así quizás por miedo a entrar en una discusión o por no dilatar la vergüenza, pero me pregunto qué pasaría si todas reaccionásemos de la manera que nadie se espera: plantando cara.

En EL MUNDO hemos querido meternos en la piel de una mujer que camina un día cualquiera por la calle, aparentemente sola, para conocer cuáles son sus experiencias. Un cámara, Giulio Piantadosi, y tres fotógrafos (Alberto Di Lolli, Javier Barbancho y Olmo Calvo), eran mis testigos de excepción. Paseamos por las ciudades de Madrid y Sevilla y pudimos cosechar una retahíla de chascarrillos, insinuaciones, provocaciones y miradas lascivas. Hubo proposiciones, hombres que me paraban, grupos de jóvenes con ganas de hablar e incluso salidas de tono. Entre ellos no existe un perfil determinado, son jóvenes, mayores, vestidos con traje o de calle, en grupo o en solitario.

Pero ha habido muchas ocasiones en las que la cámara no pilló al agresor verbal in fraganti. Una de ellas, muy violenta, fue un viernes volviendo a casa en el Cercanías. Era medianoche y el vagón iba vacío. Para entretenerme, estaba enviando mensajes de voz a mis amigas. Paró el convoy y entró un grupo de jóvenes que iban pasados de vueltas. Fue verles e intuir los problemas.

Se reinició la marcha y comenzaron a lanzar sus palabras con gritos desde lejos («¡Rubia, estás buenísima, me has enamorado, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Eres de aquí? Sólo quiero hacer amigas, nada más!»). Mis amigas lo estaban escuchando todo y no daban crédito. Estaban muy preocupadas por mí y no había ni un viajero al que acudir ni un vigilante en el convoy. El grupo se envalentonó y se acercó. Al final, la cosa no fue a mayores. Les contesté que me dejaran en paz y parece que logré frenarles. El mal rato aún me dura.

Las miradas descaradas son lo más incómodo. En el barrio de Legazpi (Madrid) paré a tomarme un café y, mientras dejaba pasar el tiempo, sentí los ojos de tres hombres clavándose en mí. Sus miradas iban acompañadas de risas compartidas -entre ellos- y algún que otro dedo índice señalándome. No tenía derecho a decirles nada porque no se dirigieron a mí, ni tampoco arrancarles los ojos porque mirar es gratis, pero eso no me libra del mal rato.

En Sevilla, también tuve un buen repertorio de piropos. El salero y el bello acento de los hispalenses se perdía por la alcantarilla cuando las palabras que bramaban se inspiraban en mi melena rubia, en mi cara, en mi culo, en...

En el barrio de La Macarena oí comentarios en cuanto se juntaron al menos dos hombres. Casi todos eran mayores y se apilaban en las terrazas para tomarse algo mientras charlaban. El andar de una chica por su lado era una de sus mayores distracciones. «¡Nos has alegrado el día! ¡Siéntate con nosotros!», gritaban.

También hay piropos cobardes: hablan de ti dirigiéndose a otra persona. Como disimulando. «Madre mía el calor que me acaba de entrar», voceaba un hombre de unos 50 años a su compañero de fatigas mientras yo pasaba por delante en Triana. O aquel otro que subía el volumen para gritar: «¡Ole y ole las cosas bonitas!». También es ya parte del día a día de muchas mujeres las expresiones como el «joder» bastante extendido y acompañado de un tono impertinente que a todas nos ha tocado escuchar alguna vez.

Los piropos en el coche se merecen un capítulo aparte. Gritar «vaya culo» o «estás buenísima» es la técnica perfecta para tirar la piedra y esconder la mano. Lanzan el bufido y aceleran. Siempre que no les apetezca frenar y seguirte hasta que algún coche salvador les obligue a seguir su camino.

Una de las cosas que más me molesta es que me obligan a cambiar de planes. Si para ir a mi destino tengo dos caminos posibles y uno de ellos es una calle en la que tan sólo está un grupo de hombres, escojo la otra alternativa, aunque me suponga tardar un poco más.

No siempre podemos considerar un piropo como un ataque, es más, muchos de los hombres que lanzan sus voces al aire lo hacen para halagar a las mujeres, pero dudo que antes se pregunten si esas mujeres quieren sus halagos, por muy galantes que sean para nuestros oídos.

Porque una cosa está clara: a todo el mundo le gusta gustar, sentirse bien con su físico, pero existen muchas más maneras de sentirse deseada que escuchar bramidos en las calles.

En Sevilla, después de que un hombre me parara para hacerme comentarios sobre mi físico («oye, chica, tienes cara y cuerpo de modelo»), decidí darme la vuelta mientras él me preguntaba: «¿Pero no te molesta verdad?». Por un momento debió pensar que me giraba para agradecerle todo lo que me había dicho. Más bien era para atravesarle con mi mirada encendida.

Muchos hombres se creen que por el mero hecho de lanzarte comentarios bonitos no tienes derecho a quejarte y debes sentirte agradecida. Pero lo cierto es que muchas mujeres no lo agradecemos y por el contrario, nos sentimos tremendamente incómodas.

Y éste es el gran problema.
http://www.elmundo.es/espana/2015/07/04/5596e707268e3eba2b8b459a.html

Creo que el articulo está mál titulado, una cosa es recibir piropos y otra recibir groserias sexuales. A lo segundo mi apoyo total al articulo, pero en lo primero el artículo mete bastante la pata generalizando sin sentido al confundir galanteria con machismo.

Aqui veo muchas groserias sexuales y hay ejemplos un poco brutos y veo que son parte de la cultura española, os aseguro que los vascos no se atreven a comprtarse asi, son muy pudorosos, y como mucho que te digan que estas muy guapa, jajajaja..

Asi que manifestando mi repulsa por los cafres machistas y sus "piropos" de mal gusto, entremos en el tema de los piropo bonitos y galantes. En definitiva, en las relaciones entre sexos y la diferencia de mentalidad entre hombres y mujeres. Somos iguales en derechos, pero diferentes en muchas cosas, eso es de cajón, tanto por biologia como por educación.


En mi opinión, el tema de los piropos bonitos y no sexistas no debe condenarse como machismo en general. Si te dicen "menudo polvo que te voy a meter" o alusiones explicitamente sexuales como algunas del artículo si me molestaria y les daria una torta. Pero cuando a mi me dicen "que guapa estás" lo agradezco, yo también le digo a un amigo ¡Que guapo vienes hoy! con todo cariño... No sé, a dia de hoy leo que a algunas les molesta que un hombre sea galante y te retire la silla o te ceda el paso en una puerta... No entiendo esta frase:

dudo que antes se pregunten si esas mujeres quieren sus halagos, por muy galantes que sean para nuestros oídos.

Claro que no se lo preguntan ¿como van a imaginar que te pueda molestar que te digan que estás muy guapa? ¡Es absurdo!

¡Que absurda esa actitud por parte de ellas! Vamos a ver, chicas, por mucha igualdad que promovamos, no vamos a poder cambiar una realidad: que somos sexos opuestos, que existe la atracción sexual y que ellos no piensan en otra cosa y contenta que lo manifiesten solo de forma galante...E incluso nosotras, estamos en grupo, podemos ver un tipo guapísimo sentado en la mesa de al lado y susurrarnoslo ¡y si os creeis que él no se ha dado cuenta, pues siempre están con la antena puesta en busca de una oportunidad, es que alucinais! Pero para nada se sentirá ofendido por su éxito, todo lo contrario, se le subirá el ego pitando, de cajón que se le escapará una sonrisa y, si no está acompañado, ya buscará una excusa para el acercamiento, excepto si es vasco, claro, entonces se pondrá a rezar para que le digais algo y poder iniciar conversación, jajajaja...

Enfin, que con esto de la confusión que nos hacemos nosotras entre galanteria y machismo entiendo que ellos se lleguen a sentir confusos, cuando puede ser un chico superrespetuoso y nada machista que cree en la igualdad de la mujer. Yo no veo en eso paternalismo ni nada por el estilo, hasta lo fomentaria en la educación de las jovenes generaciones para fomentar el respeto a la mujer, no les viene nada mal que tengan unas normas a las que atenerse, por muy anticuadas que nos parezcan, a la larga es mejor... Ellos tienen que tener unos esquemas fijos sobre las relaciones entre sexos, sino, con todo el respeto, son muy simples en esas cosas y no saben bien a que atenerse, de ahi que digan que no entienden a las mujeres...

Recuerdo la película "Amores con un extraño", con Steve McQueen y Natalie Wood. Ella habia hecho un "experimento" de una noche con él, un músico tarambana sin trabajo fijo y alergia al matrimonio, que tiene de amante-casera (porque vive en su casa) a una corista, sin conocerle de nada y se habia quedado embarazada. Le aborda para que le ayude a encontrar un medico para abortar. El debia estar tan piripi que ni se acordaba de ella, pero aun asi en vez de dejarla tirada intenta ayudarla en vano, no es tan facil hacer un aborto clandestino, aquellos eran unos matarifes sin escrúpulos, y decide casarse con ella ganandose la paliza de sus cuñados sin consultarle a ella. Ella ve que él se va a casar por obligación y le rechaza. Y ella se emancipa decidiendo que va a tener el niño, decide casarse con otro que no quiere pero que la quiere... El padre de su hijo se queda intrigado pues la aventura de haber intentado ayudarla le ha permitido conocerla e incluso intimamente se siente muy atraido por ella, asi que empieza a visitarla en su trabajo de unos grandes almacenes, etc. A estas alturas ya siente que la suerte de ella no es ajena a él, él ya está enamoriscado hasta los tuétanos. Ella, que en el fondo también se ha enamorado de él, ya a priori no le habia elegido para el "experimento" entre tantos otros al azar, claro, y un poco por darle en los morros para que vea que bien se las apaña sola en su apartamento de soltera antes de casarse -en realidad con la esperanza de cazarle al ver el interés de él por ella en sus continuas visitas "casuales" - le invita a comer a su casa y él lo aborda todo como un cortejo, con traje, llevando flores, mientras ella se acicala presentándose ante el como una perfecta mujercita de su casa. Cuando abre la puerta a él le sale un sincero "¡estás guapísima!" y ella le sonrie halagada, le invita a entrar, él le da las flores tan torpe como un quinceañero, jajajaja... El, el musico tarambana, le da la sorpresa de decirle en voz baja que le han ofrecido un trabajo fijo en un concesionario de coches...y al ver la ilusión de ella enseguida recula diciéndo que no piensa cogerlo, que eso no está hecho para él, solo porque le ha entrado un ataque de pánico momentáneo ante la ilusión de ella, cuando de hecho él habia pensado en la idea al haber tanteado esa posibilidad, de ahi que le haya salido el trabajo, pero no ha podido evitar la inercia de su inmadurez, le cuesta hacerse a la idea y poco menos que ha sentido la ilusión de ella como un lazo al cuello, una cosa es casarse por obligación, pero una unión sentimental seria y madura de verdad, basada en el compromiso del amor, eso es lo que realmente le asusta... . Claro, ella se desilusiona un poco, pero vuelve al tema de la comida, etc. Mientras lo termina de preparar todo, él se pone cómodo en el sofá, jajaja, tumbado como en su casa, y al acercarse ella, tan guapa, le dice que pare un poco, que se acerque un poquito, la sienta junto a él, inicia el juego amoroso de besos y ella caé en la tentación de la atracción física que siente por él, correspondiendo a sus besos, hasta que le para diciéndole que no, que no puede ser, que ahora no es como cuando lo hicieron, que ahora le gusta de verdad y él no...

¡Y aqui llega la anécdota a la que viene todo esto!: El se lleva las manos a la cabeza en un gesto de hartazgo de "¿quien la entiende?" porque según su mentalidad masculina el razonamiento de ella no tiene sentido: "O sea, que cuando no me conocia sí, pero ahora que le gusto de verdad no" jajajajaja..Ni acordarse de que acaba de decirle que sigue teniendo alergia al matrimonio y la estabilidad al decirle que no le entusiasma lo del trabajo fijo. Es una escena logradísima que refleja la incapacidad de ellos para entender los recobecos de nuestra mentalidad femenina, para ellos las cosas son mucho más simples: o te gusto o no te gusto, punto. Y, claro, él se cabrea, ella le replica, se acaban enfadando, ella le echa llorando, él se queda tirado en la puerta sin poder lograr que le abra de nuevo la puerta...

El necesita tiempo para pensar y pensar... y comprende que si quiere tenerla ella espera un hogar estable para ellos y su hijo y como está enamorado de ella y quiere estar con ella, se resigna a asumir el pack entero, casa, matrimonio, trabajo fijo, y se esmera en seguirla incansablemente hasta que ella tiene que ceder en su enfado ante la irresistible escena de rendición amorosa que exhibe en público, con un "mejor casado que muerto".

Enfin, aunque la peli en algunas situaciones refleje los años 50, en el tema del choque de mentalidades entre sexos no han cambiado tanto las cosas y ahora creo que muchas de nosotras confundimos galanteria con machismo, y eso ellos no lo entienden y acaban creyendo que cuanto más "colegas" se muestren, tanto en lo bueno como en lo malo, menos van a meter la pata respecto a la mentalidad de la mujer emancipada. Y, claro, ahí tenemos las quejas de muchas que se quejan de que sus parejas no son muy románticos o no tienen detalles ¡caramba, pero si les estamos transmitiendo la idea de que eso es ser machista contigo y que para darte un trato igualitario tienen que tratarte casi casi como a un amigo, y ya sabemos lo brutos que son ellos en sus relaciones con sus amigotes, por eso se callan cuando aparecemos de sorpresa una de nosotras, jajajaja!

¡Y que triste tiene que ser no escuchar jamás un piropo bonito por parte de nadie! No entiendo como te puede molestar algo asi...
 
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