Exacto, la elegancia no habla sólo de la ropa .Volviendo a lo de "exquisita elegancia", ya sé que los periodistas pelotas abundan, pero esos calificativos, basados en los stilettos y la blusa de seda, cuando estamos hablando de una consorte real, que se baja del coche toda tiesa, que no se digna ni a mirar a la gente allí congregada, que se comporta como una esfinge en un lugar y ambiente tan íntimo y sensible como un tanatorio, cuando va a mostrar sus condolencias, la frase no puede ser más banal e inoportuna, y la falta de elegancia, por todo lo anterior, más patente.