Libros, libros, libros

El enigma Simenon sigue vivo
Muerto hace 30 años tras una vida de novela, creadores y expertos reivindican la mirada del prolífico y excesivo creador del comisario Maigret y la calidad de toda su obra


JUAN CARLOS GALINDO
Lyon 31 MAR 2019


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Georges Simenon en su despacho en 1961. GETTY IMAGES



Se le conoció como el hombre de las 10.000 mujeres y los 400 libros. Lo primero puede ser algo exagerado; lo segundo, no. Personaje excesivo de biografía imposible, Georges Simenon (Lieja, 1903- Lausana, 1989) dejó tras él una obra descomunal, un legado literario del que el comisario Jules Maigret es solo una parte y cuya mirada sigue ofreciendo claves sobre el ser humano de hoy. Con motivo de los 90 años de la primera aparición de Maigret en La maison de l’inquiétude, creadores y editores reivindican en el festival Quais du Polar de Lyonla figura de quien para el Nobel e íntimo amigo suyo André Gide era “el novelista más grande y más auténtico”.

“Es seguramente uno de los pocos si no el único autor de literatura policial reconocido como gran autor literario. Como grafómano que escribía todo el tiempo –no solo las historias de Maigret sino también las llamadas novelas duras, que son magníficas– constituye una especie de anomalía. Era un hombre que vivía para la escritura y su capacidad para escribir tanto y tan bien todo el tiempo le convierte en una especie de genio”, resume a EL PAÍS Stéfanie Delestré, editora de la Série Noire de Gallimard.

Nacido en una familia belga pequeño burguesa, este hombre precoz en todo que a los 15 dejó el colegio, a los 16 ya trabaja como periodista y a los 27, antes de publicar el primer libro con su nombre, ya conoce el éxito masivo gracias a más de 150 relatos y novelas populares firmadas bajo seudónimos como George Sims o Jean Du Perry, encierra una gran paradoja. Famoso y millonario con gusto por la ostentación, su vida está construida bajo un plan preciso del que poco sabemos con certeza. La verdad no está en las entrevistas o en las memorias a las que se dedicó con profusión cuando dejó la ficción en 1972, sino en detalles, pistas y rasgos dispersados por su ficción. “Está claro que le encantaba alimentarse de su vida personal y luego metamorfosearla en sus novelas”, explica a este diario Laurent Demoulin, poeta, crítico y conservador del archivo del Centro de Estudios Georges Simenon en la Universidad de Lieja. Sean policiales o novelas a secas, en las historias de Simenon hay culpa, soledad, fatalidad, incomunicación, traición, doblez y silencio y algo de todo esto también hubo en la vida del escritor.

ohn Simenon, Johnny, el hijo nacido en EE UU, es quizás quien mejor representa esta mezcla entre la creación y la existencia. “Mi relación con la obra de mi padre no es complicada, pero sí paradójica. Cuando empecé a leerlo sentía cierto malestar con algunos elementos que no eran biográficos pero que yo reconocía. Son características de los personajes porque las historias nunca eran biográficas, pero estaban ahí. Dejé de leerlo y cuando volví a los 35 redescubrí su obra de manera diferente; me di cuenta de cómo mi educación y mi juventud estuvieron marcadas por una ética y un espíritu que estaban en sus libros”. Sus episodios más oscuros -–la relación con su madre y su hermano o su actitud durante la ocupación nazi de Francia– están también ahí, en trazos sutiles, para quien sepa rastrearlos.

Su vida magnífica corría paralela a su obra. En 1948 vivía en Arizona en la misma casa con su mujer Tigy, su amante y secretaria Denyse y su cocinera Boule, con la que también se acostaba. Solo en ese año produjo dos de sus mejores novelas (La nieve estaba sucia y Pedigrí) y uno de sus más reconocidos episodios policiales, El muerto de Maigret. ¿Cómo trabajaba? “Solo, siempre solo. En una sala sin ruido, en calma, aislado, por eso nadie le veía trabajar”, cuenta a EL PAÍS su hijo para descartar otros mitos. “Luego había un proceso de maduración y en algún momento era más en modo automático. Además, antes de empezar una historia daba grandes paseos”.

En España su obra la publica Acantilado, que inició en 2012 la misión de sacarlo todo, a razón de dos libros por año. “Nos está costando que el lector se dé cuenta de su grandeza. Se le ve como autor de policiaca y no encaja con los parámetros actuales del género. Tiene una belleza en el lenguaje no tan habitual. Por otro lado, a los que no les atrae el policial ven a un autor de género y no les interesa lo que les va a contar. Pero Simenon va mucho más allá. Sus relatos trascienden absolutamente el tiempo y el espacio en el que están escritos y tienen una gran vigencia”, cuenta por teléfono la editora Sandra Ollo, responsable de su publicación.

No tienen este problema en el ámbito francófono ni en el resto del orbe. Las cifras, como siempre, son apabullantes. Es el 17º autor más traducido del mundo, el primero en francés entre los escritores del siglo XX y el tercero en toda la historia solo por detrás de Verne y Dumas, según la Unesco. Se pregunte a quien se pregunte, las loas se suceden: “Supo utilizar el género policiaco para escribir novelas de una gran profundidad”, asegura Demoulin. “Es el primero que no se basa en la búsqueda del culpable sino del ser humano en general. Gracias al noir llega a la exploración del alma humana”, añade su hijo John. “Con Simenon hay que ir desprendiéndose de todo para dejar solo la emoción, que es como llega”, explica el director Bertrand Tavernier.


LA FASCINACIÓN DE TAVERNIER POR UN ARTE SIN COARTADAS

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Philippe Noiret en 'El relojero de Saint- Paul', dirigida por Tavernier en 1974.


Hay cerca de 70 adaptaciones al cine de historias escritas por Simenon. La serie de televisión francesa es la segunda que más ha durado en la historia. Bruno Cremer, Jean Gabin o ahora Rowan Atkinson se han puesto en la piel de Maigret. Dentro de la tradición iniciada por Jean Renoir en 1932, Bertrand Tavernier tiene un papel especial. Gran conocedor de la obra del autor belga, en 1974 adaptó para su primer largometraje una de sus novelas en El relojero de Saint- Paul y trasladó la trama de EE UU a Lyon, ciudad en la que se crio. “Puse todo lo que sabía sobre la ciudad. Tenía auténtica pasión por él. Gracias a mi padre empecé por Maigret y lo devoré. Hay algo extraordinariamente fuerte y profundo que no necesita coartadas. En Simenon no hay intriga. El punto de partida es sencillo pero llega a un resultado poderoso que se ve en grandes películas”, cuenta el director, que recomienda El gato(1971) y La cabeza de un hombre(1933).



A punto de ganar el Goncourt en 1937, Simenon también sonó con insistencia para el Nobel en 1961 pero su gran culminación literaria llegó con la publicación de parte de su obra en La Pléiade de Gallimard en 2003. Precisamente con Gaston Gallimard Simenon demostró que no era un escritor cualquiera. Rompió con el editor que lo había llevado a la gloria para irse con otro desconocido con el que ganar más, una operación que redefinió la posición de los escritores en el negocio en aquel tiempo. Si hay un biógrafo que se ha acercado más a la figura real es Pierre Assouline, quien en dos pinceladas define al personaje y al autor. La primera, en el prólogo de la colección Tout Maigret, que acaba de salir en francés (Ómnibus): “Su genialidad radica en que siempre habla del lector sin interpelar al lector”. La segunda en su libro Simenon(Folio): “Durante demasiado tiempo ha sido presentado como un fenómeno conocido por su notoriedad mientras que él quería ser ante todo un novelista y nada más que eso porque no servía más que para eso”.



SEIS RECOMENDACIONES PARA UNA OBRA INABARCABLE


Es imposible reducir la extraordinaria cantidad de buenas novelas de Simenon a un pequeño grupo. Proponemos estas seis por su relevancia en la carrera del escritor y por su influencia y prestigio.

La nieve estaba sucia (Acantilado). Quizás la más dura de las novelas duras. Una mirada sórdida a la Ocupación (aunque no esté localizada en ningún lugar concreto) al colaboracionismo, al ansia de progresar en la vida como sea, al papel de la violencia en la vida.

El gato (Acantilado). El miedo a la soledad, la miseria de hacerse mayor, la inmundicia moral eran esto. Casi todos los expertos coinciden en elegirla como una de las tres mejores novelas del autor.

Pedigrí (Acantilado). Una historia que no es biográfica aunque lo parece pero con la que Simenon consiguió sus más altas cotas literarias.

El muerto de Maigret (Acantilado). Marcada por un inicio magnífico, es una de las novelas de la serie de Maigret en la que se mejor la complejidad del comisario.

Maigret tiende una trampa (Acantilado). Una de las más adaptadas al cine y a la televisión, también es uno de los relatos que más ingredientes clásicos y mejor ritmo tiene.

Maigret à New York (Tout Simenon 1. Omnibus). Una oportunidad de ver al comisario jubilado y en un contexto ajeno a su querido París o a la campiña. Un lugar en el que a veces se encuentra perdido y en el que mezcla momentos de gran lucidez con algunos muy enfadado. No es de los mejores relatos pero sí uno de los más peculiares.


https://elpais.com/cultura/2019/03/30/actualidad/1553977532_979419.html



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LA EDAD DE LA IRA

Fernando López - Novelas y relatos


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Finalista Premio Nadal 2010


Espasa, 2011 y Booket Planeta, 2014.

Sinopsis

Marcos es un adolescente de 16 años que acaba de empezar a cursar primero de bachillerato en un instituto público de Madrid. Vive con sus tres hermanos y su padre, viudo desde hace poco tiempo. Nada podría hacer sospechar que un domingo Marcos convirtiese su casa en un infierno, cuando asesina a su padre con una máquina de escribir, hiere gravemente a uno de sus hermanos con unas tijeras y causa lesiones leves a otro hermano.

La brutalidad y la falta de motivos aparentes del crimen empujan a Santiago, un escritor treintañero que cursó bachillerato en el mismo instituto que Marcos, a llevar a cabo una investigación sobre las causas del crimen. Su editora le concede dos meses para que Santiago recabe el material necesario para preparar su libro; dado que la familia de Marcos se ha cerrado en banda, Santiago dispone sólo de una fuente de información: el instituto de Marcos, el IES Rubén Darío, donde necesariamente los alumnos, profesores y personal no docente deberían haber notado algún indicio de algo que pudiese explicar lo que sucedió aquel trágico domingo.

La edad de la ira es una novela que profundiza en el sistema educativo y sus problemas. Desde un enfoque sumamente personal, autorizado y actual, su autor traza una denuncia valiente y necesaria de los vicios de un sistema que no se dedica a formar a los adultos del porvenir, sino a perpetuar un mecanismo que no plantee problemas a sus participantes. Todo ello mediante una trama ágil, atractiva y trepidante que atrapará desde la primera página no sólo a docentes, padres y alumnos, sino a cualquier lector que aprecie la literatura de calidad.

La crítica ha dicho de La edad de la ira :


http://fernandojlopez.es/la_edad_de_la_ira/
 
Leer en abril: 12 libros para todos los gustos. Cine, trilogías, ensayos...



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Dice el refrán que "en abril, aguas mil". Y también, por qué no, libros a por doquier. Estos 12 protagonizan una propuesta variada para disfrutar este mes.


Para los amantes del cine, incluímos una obra imprescindible como 'Alfred Hitchock. Todas las películas', un repaso a los 53 largometrajes del maestro del suspense y que todo cinéfilo debe tener, tanto para descubrir sus películasmás desconocidas como para entender muchas de las más famosas que dirigió.

Pero también hay ensayos, cuentos o esperadas trilogías que llegan a su climax. Con la Semana Santa cada vez más cerca, leer se convierte en un pasatiempo perfecto para relajarse y disfrutar de unos días de merecido descanso.


GALERIA: https://www.gentleman.elconfidencia...a/2019-04-05/libros-abril-novedades_1923446#0
 
Las campanas de Bukowski no doblan por nadie
Anagrama reúne textos del escritor que hasta ahora permanecían dispersos tras ser publicados en la prensa norteamericana y que permanecían inéditos


KARINA SAINZ BORGO
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PUBLICADO 7.4.2019 - 5:15

La mayoría de estos relatos aparecieron publicados en periódicos y revistas, como las pornográficas Hustler y Oui. Son piezas bañadas en s*x* y alcohol, escritas a pie de calle, con la afilada pluma del cronista más visceral del otro lado del sueño americano, aseguran los editores de Anagrama sobre el libro que ahora incluyen entre sus novedades: Las campanas no doblan por nadie.

Hank -el personaje ficticio que protagoniza varias de las obras del norteamericano- ayuda a un viejo amigo alcohólico a largarse de un hospital; el empleado de un sex shop cuenta anécdotas estrambóticas protagonizadas por algunos clientes, como aquel que debido a sus problemas respiratorios pide que le hinchen una muñeca; un solitario masturbador, que sueña con que aparezca la mujer de su vida; una chica acude a una entrevista de trabajo en la que le hacen preguntas sobre prácticas sexuales extremas... Puro Bukowski, en versión concentrada. Se incluyen además algunos de sus dibujos.
Feroz, procaz, desaforado, en Bukowski siempre hay un poso de soledad y estropicio dotado de belleza y lucidez

Según algunos el último escritor maldito de la literatura norteamericana, Bukowski hizo de sus excesos el sello de su obra. Feroz, procaz, desaforado, en Bukowski siempre hay un poso de soledad y estropicio dotado de belleza y lucidez, toda la que puede caber al final de una copa de Bourbon y una mirada directa del mundo. "Mi infancia no había sido fácil, así que el resto de mi vida no me sorprendió tanto", dijo Bukowski. Y sus razones tenía: las palizas del padre, la sumisión de la madre, la pobreza, el sentimiento de saberse un inadaptado, el rechazo de los compañeros, su complejo de chico feo y tímido.

Comenzó a beber a los 17 y no dejó de hacerlo hasta el día de su muerte, a causa de una leucemia. Muchos de esos episodios los ha relatado en sus libros autobiográficos Shakespeare nunca lo hizo y Peleando a la contra; los diarios de El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco; el libro de entrevistas con Fernanda Pivano Lo que más me gusta es rascarme los sobacos, así como en sus novelas Cartero, Factótum, Mujeres, La senda del perdedor, Hollywood y Pulp o los relatos reunidos enEscritos de un viejo indecente, Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones y La máquina de follxx.


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Un detalle de la portada del libro.
https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/campanas-Bukowski-doblan-nadie_0_1233477555.html
 
Cinco libros de la semana


BABELIA

8 ABR 2019


Este número de ‘Babelia’ analiza obras de Forugh Farrojzad, Gustavo Tatis Guerra, Ángel Rupérez, Patricio Pron y Javier Pérez Andújar.


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Eterno anochecer
Eterno anochecer reúne la poesía de Forugh Farrojzad, fallecida en 1967 a los 32 años y mito feminista por transgredir la religión, el patriarcado y las normas sociales. Crítica de LUZ GÓMEZ.


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Mañana tendremos otros nombres
Con la excusa de presentar la autopsia de la ruptura de una pareja, Patricio Pron ofrece una soberbia radiografía de este tiempo en el que todo es desesperadamante perecedero. Crítica de CARLOS ZANÓN


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La flor amarilla del prestidigitador
Gustavo Tatis Guerra realiza en 'La flor amarilla del prestidigitador' un recorrido sentimental y literario por el entorno familiar de Gabriel García Márquez. Crítica de JUAN LUIS CEBRIÁN


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Morir en Hiroshima
Ángel Rupérez escribe en ‘Morir en Hiroshima’ una posible respuesta a la pregunta de cómo escribir poesía después de los horrores del siglo XX. Crítica de LUIS BAGUÉ QUÍLEZ.


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La noche fenomenal
En ‘La noche fenomenal’, Javier Pérez Andújar hibrida lo testimonial con lo fabuloso para intentar hacer justicia con los muertos y vencidos. Crítica de CARLOS PARDO.


https://elpais.com/cultura/2019/04/08/babelia/1554716524_210658.html?por=mosaico
 
Violaine Huisman: “Contar la historia de mi madre se convirtió en una dolorosa necesidad”
La escritora francesa afincada en Brooklyn ha irrumpido con fuerza en el mundo literario con 'Fugitiva y reina', un retrato descarnado de su fascinante y problemática progenitora



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La escritora Violaine Huisman, en su casa en Brooklyn en febrero pasado. PASCAL PERICH



Violaine Huisman (París, 1979) acabó en Brooklyn por puro azar. Su padre, Denis Huisman, profesor de Filosofía en La Sorbona, fue invitado a dar un ciclo de conferencias en la Universidad de Nueva York, comenzando así una larga relación con la ciudad. Sus dos hijas sucumbieron también al hechizo, y se instalaron allí a finales de los años noventa. “Como académico”, señala la escritora evocando su figura, “mi padre era un tanto atípico. No creía que la alta cultura tuviera que estar alejada de la gente. En ese sentido hizo una labor importante publicando libros que hacían accesible la filosofía al público en general. Se movía entre el mundo del éxito, los negocios y el pensamiento, algo que en Francia no estaba bien visto, pero en Nueva York funcionaba”.

Tras terminar los estudios de secundaria, decidió eludir la trayectoria académica a la que se sentía predestinada. “Quería tener una vida real en el mundo real. Era ambiciosa y, como sucede cuando se pone el corazón en lo que se hace, tuve suerte”. Tenía 19 años cuando encontró trabajo como editora en un sello independiente, Seven Stories, con el que colaboró por espacio de seis años. “Era un sello de izquierdas, muy comprometido”, puntualiza. Como todo lo que hizo después, su siguiente paso profesional también guardaba relación con el mundo de los libros: decidió hacerse agente literaria independiente. “Mi idea era ayudar a que se abrieran camino escritores de talento que nadie conocía. Tuve cierto éxito pero es un trabajo realmente difícil. Estaba sola y no ganaba nada. Después de un tiempo decidí trabajar para una agencia establecida con el fin de dominar las claves del oficio. Fue una experiencia sumamente interesante pero comprendí que el trabajo de un agente literario tiene que ser lucrativo. Las obras que hay que representar tienen que dar dinero, y no era el caso de las que me gustaban. No me interesaba en absoluto el mercado. Mi proyecto no era realista, y yo me negaba a serlo”.

Tras su experiencia en el mundo editorial, coordinó durante años los encuentros literarios organizados por la prestigiosa Academia de Música de Brooklyn (BAM), y tomó parte en el lanzamiento de la revista Autodafe. “La editaba el Parlamento Internacional de Escritores. Publicamos a autores como Bei Dao, Salman Rushdie, Rick Moody, Mary Gaitskill, Enrique Vila-Matas o Antonio Tabucchi, pero el objetivo principal era apoyar a talentos poco conocidos procedentes de todo el mundo”.

Entretanto, y desde el principio de su peripecia transatlántica, se había ido forjando muy lentamente en su cabeza un proyecto de naturaleza íntima: contar en clave de novela la historia de su madre, una mujer fascinante y problemática. “Mamá”, escribe, “nunca ocultó a sus amantes, y el desfile permanente de especímenes improbables le daba a nuestra casa un aire de barraca de feria. No podía evitar liarla por donde quiera que fuese”.

Todo empezó, según hace constar en el arranque mismo de Fugitiva y reina,como acabó titulándose, cuando tenía 10 años, un día en el que mientras daban por televisión la noticia de la caída del muro de Berlín, le comunicaron que su madre había sido internada en un psiquiátrico.“Fue un shock que tardé años en comprender. Más adelante, cuando descubrí que quería ser escritora, contar la historia de mi madre se convirtió en una dolorosa necesidad. Era una mujer de mil facetas, dulce, dura y difícil, a la que estaba muy apegada”. Escribir la novela de su vida pasó a ser una pulsión que la dominó por completo, pero Violaine Huisman no sabía bien cómo afrontar el reto. “Quería reflejar con fidelidad su voz, una voz fuerte, sucia, descarnada, pero sobre todo veraz”. Cuando terminó el manuscrito, llamó a su madre por teléfono para leérselo: “Se sintió profundamente conmovida. Por una parte estaba avergonzada, sí, pero también estaba orgullosa del retrato que trazaba de ella. La mostré al desnudo, mucho más de lo que ella misma hubiera sido capaz de hacerlo, pero se reconoció en lo que le leí”.

Lo que hubiera debido ser el final resultó no ser más que el principio de un proceso agónico: “Le enseñé lo que tenía a un editor y le gustó, pero el material en bruto tenía tal fuerza que era preciso desbrozarlo sin desvirtuar nada. Lo malo es que mi madre falleció poco después y el texto se convirtió en algo tóxico y doloroso a lo que me resultaba imposible acercarme. Me quedé paralizada”.

Siguió un largo compás de espera durante el cual Violaine Huisman desarrolló una intensa actividad profesional y tuvo dos hijos. “Ser madre después del golpe que supuso para mí perder a la mía fue una experiencia catártica pero me ayudó a dar con la voz que buscaba”. El momento determinante tuvo lugar de manera inopinada, en la boda de su hermana, a quien está dedicado el libro. “Las dos estábamos muy unidas a ella. Después de vivir muchos años juntas, mi hermana y su compañera decidieron casarse y me pidieron que dijera unas palabras durante la ceremonia. Escribí un texto en el que sin darme cuenta había dado con una voz que supe inmediatamente que era la que tenía que usar en la novela”.

Lo demás sucedió vertiginosamente. Al cabo de unos meses, la editorial Gallimard aceptaba el manuscrito de Fugitiva y reina, que ha tenido una recepción muy favorable, y ha sido galardonada con dos premios de signo casi opuesto (el Marie Claire y el Françoise Sagan), lo cual da una idea de la amplitud de su alcance.

Cuando se le pregunta a Violaine Huisman quiénes han influido más en ella como escritora invoca los nombres de Annie Ernaux, Marie NDyae y, entre sus lecturas más tempranas, a Marguerite Duras. Habla con particular énfasis de su afinidad con Ben Lerner, poeta y novelista norteamericano contemporáneo exacto suyo de quien ha traducido al francés el enigmático volumen titulado El odio a la poesía. La expresión le cambia cuando se le pide que lo reduzca todo a un solo nombre: “Proust. Representa el opuesto absoluto del mundo en que vivimos, sometido al poder de los mercados y a la masificación de la cultura. Vivimos inmersos en un ruido de fondo que lo desdibuja todo. El gran reto de la literatura es dar coherencia a la realidad a través de la ficción. La verdad que se encuentra en la reconstrucción narrativa del pasado, ése es sin la menor duda el gran legado de Proust: la luz de la escritura es lo que logra que el pasado sea algo nuevo, real y verdadero”.


https://elpais.com/cultura/2019/04/03/babelia/1554291467_412410.html?por=mosaico


Fugitiva y reina. Violaine Huisman. Traducción de Irene Aragón. Hoja de Lata, 2019. 240 páginas. 19,90 euros.


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EL HUNDIMIENTO DE DON FABRIZIO
'El Gatopardo' y Lampedusa: historia triste de un éxito que no conoció su autor
Llega a las librerías españolas una nueva edición revisada de la que según el escritor británico L. P. Hartley "tal vez sea la mejor novela del del siglo XX"



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Giuseppe Tomasi di Lampedusa



DANIEL ARJONA
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LAMPEDUSA


12/04/2019



A finales de mayo de 1957, ya con la salud desahuciada a causa de un cáncer de pulmón, Giuseppe Tomasi de Lampedusa viaja a Roma para morir y allí redacta un testamento al que adjunta una carta en sobre aparte titulada 'Última voluntad de carácter privado': "Deseo, mejor dicho quiero, que de mi muerte no se haga ningún tipo de participación, ni a través de la prensa ni de otro modo. Los funerales han de ser los más sencillos posibles, y han de celebrarse a una hora incómoda. No deseo flores, y que nadie me acompañe, salvo mi esposa, mi hijo adoptivo y su novia. (...) Deseo que se haga cuanto sea posible para que se publique 'El Gatopardo' (el manuscrito válido es el que figura en un solo sobre escrito a mano); por supuesto, ello no significa que deba publicarse a expensas de mis herederos; lo consideraría como una gran humillación".


Lampedusa falleció el 23 de julio después de un penoso peregrinajepor las editoriales italianas sin conseguir que le publicaran 'El Gatopardo'. No la quiso el gigante Mondadori y, poco antes de morir, recibió una nueva carta de rechazo de Einaudi.



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'El gatopardo' (Anagrama)




Convencido del valor de la que consideraba la obra de su vida, lo primero que escribía después de un silencio que había durado casi tres décadas, incrédulo ante la falta de comprensión que, como un muro, se alzaba entre él y sus lectores, Lampedusa se dispuso a escribir una serie de cartas a escritores, amigos y familiares en un último intento desesperado por lograr la edición de su novela. Esas cartas, perdidas hasta el año 2000 y ahora rescatadas por su ahijado Gioacchino Lanza Tomasi para la prolija introducción de la nueva edición revisada de 'El gatopardo' que acaba de editar Anagrama, cuentan una historia de éxito y también de tristeza, la del triunfo póstumo de una de las más grandes novelas del siglo XX.


El príncipe de Salina
"Querido Enrico: en la carpeta de piel encontrarás el texto mecanografiado de 'El gatopardo'. Te ruego que lo cuides porque es la única copia que tengo. Te ruego también que lo leas con cuidado porque cada palabra ha sido pensada y muchas cosas no están dichas claramente, sino solo sugeridas. Me parece que tiene cierto interés porque muestra a un noble italiano en un momento de crisis (que no está dicho que sea solo la de 1860), cuál es su reacción y cómo se va acentuando la decadencia de la familia hasta su desintegración casi total; pero todo esto visto desde dentro, con una cierta identificación y sin ningún rencor. (...) No es preciso que te diga que el 'príncipe de Salina' es el príncipe de Lampedusa, mi bisabuelo Giulio Fabrizio; todos los detalles son reales: la estatura, las matemáticas, la falsa violencia, el escepticismo, la mujer, la madre alemana, la negativa a ser nombrado senador".

El 'príncipe de Salina' es el príncipe de Lampedusa, mi bisabuelo Giulio Fabrizio; todos los detalles son reales

Escrita el 30 de mayo de 1957, fue una de las últimas cartas de Lampedusa a Enrico Merlo, barón de Tagliavia, consejero del Tribunal de Cuentas de Sicilia y uno de los más cultos amigos del escritor. Según explica Lanza Tomasi en la citada introducción, esta carta tan detallada sobre 'El Gatopardo' junto con otra dirigida a él mismo -primo lejano de Lampedusa adoptado por él en 1956, historiador y organizador de esta nueva edición revisada- aparecieron sorprendentemente medio siglo después olvidadas dentro de un volumen de 'Los viajes del capitán Cook' que había guardado la viuda de Lampedusa, la princesa Wolf Stomersee. "La princesa había tomado del marido la costumbre de utilizar libros para esconder cartas secretas. A veces perdían el documento y en ocasiones hasta billetes de banco: olvidarse del libro era como olvidar la contraseña del ordenador".







Tras la muerte de Lampedusa, sólo el empeño de otro extraordinario escritor italiano, el autor de las 'Novelas de Ferrara' Giorgio Bassani,logró al fin la publicación de 'El gatopardo' en el otoño de 1958 en Einaudi, un sello izquierdista que acababa de publicar un año antes un bombazo titulado 'Doctor Zhivago'. El éxito mundial de 'El gatopardo', una novela que se alejaba de los cánones estilísticos de la época fue inmediato aunque polémico. Atacado ferozmente por escritores como Alberto Moravia, alabada por el ortodoxo comunista francés Louis Aragon, vivió una espectacular adaptación cinematográfica de Luchino Visconti en 1963 y hoy es un clásico indiscutible del que el novelista británico L.P. Harley escribió que "Tal vez es la mejor novela del siglo XX". Nada de esto conoció su autor que falleció sintiéndose un fracasado y sin ver su novela publicada.

Que todo cambie, que todo siga igual
La historia de Don Fabrizio, príncipe de Salina, que se ve sorprendido en la Sicilia de 1860 por la inesperada aceleración temporal de un orden social que parecía inamovible cuando su propio sobrino Tancredi desembarca en la isla con los garibaldinos en plena revolución italiana, es hoy algo más que una historia. 'Gatopardiano' ha pasado al acervo de la cultura universal, al igual que 'kafkiano', como adjetivo que señala al advenedizo social, a la sustitución de una élite por otra distinta sin que las sustanciales relaciones de poder se vean afectadas o, en cita literal de la novela de Lampedusa: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".



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Y sin embargo, como advierte en su introducción Lanza Tomasi, el poso de tristeza que deja la peripecia editorial de 'El Gatopardo' tiene algo del mito romántico siempre sospechoso del genio incomprendido. En realidad Mondadori e Einaudi reconocieron las virtudes de la novela pero prefirieron aguardar. La tragedia fue que, en el caso del primer sello, "el burócrata de turno, en lugar de enviar al autor una respuesta dilatoria, le devolvió el texto manuscrito junto con la nota habitual en estos casos. Los dieciocho meses transcurridos entre el envío del texto a Elena Croce, por cuyo conducto le llegó a Giorgio Bassani, entonces editor de la editorial Feltrinelli, y su publicación en la colección 'I Contemporanei' de esa editorial tampoco habrían resultado excesivos si la muerte no hubiera llevado tanta prisa. De hecho, se trata de una tragedia humana, no literaria".

https://www.elconfidencial.com/cult...lampedusa-el-gatopardo-nueva-edicion_1934606/
 
Diez novelas negras para las vacaciones de Semana Santa
Llega el primer parón del año y seleccionamos entre lo mucho que hay para poder elegir bien



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JUAN CARLOS GALINDO

Madrid 11 ABR 2019




Llega el primer parón del año y quien más quien menos tendrá unos días para disfrutar de algo de tiempo libre en la modalidad que se prefiera. Señoras y señores, las excusas para no leer se acaban. Fans del mundo negrocriminal mareados por la sobreabundancia de títulos, aquí doy algunas pistas. Como siempre, sé que hay más, mucho más. Esto es una pequeña selección de lo que llevo leído este año y que al ser más o menos novedades se pueden encontrar en librerías. Hay un poco de todo: uno de los grandes maestros del espionaje, una rareza mexicana, un clásico inmortal, un true crime y otro que lo parece, algún pelotazo, la vuelta de Carvalho y un autor que molesta e interpela a nuestra conciencia, entre otras cosas. Pasen y lean.


Carreteras de otoño, Lou Berney (Harper Collins, traducción de Carlos Ramos). No me gusta meter dos libros de la misma editorial en estas selecciones (más abajo va otra), pero si no lo hago en este caso voy a dejar pasar una de las novelas negras del año en España. Un tipo que trabaja para la mafia de Nueva Orleans se da cuenta de que sabe demasiado de la muerte de un tal JFK, así que inicia una huida desesperada para salvar su vida. En su periplo se cruza con una mujer que huye de la miseria y el aburrimiento que le prometía el borrachín de su marido en su pueblo. El autor, desconocido por desgracia en España, se deja de conspiraciones y parte de la teoría de que a Kennedy lo mató Carlos Marcello y que el protagonista, mano derecha del mafioso, lo sabe y tiene por ello los días contados. Esta doble perspectiva da una riqueza poderosa a la narración. Además, secundarios como la bella Seraphine o el asesino Banon (capaz de matar a cualquiera sin pestañear pero que se tiene que controlar para no volar la tapa de los sesos a un conserje que hace un comentario racista), protagonizan dramas pequeños, cuidados, estremecedores. Deseas que la huida de estos dos acabe bien, que por una vez los perdedores no lo sean, pero intuyes que algo va a fallar. En cualquier caso, el final está a la altura de una novela soberbia.


El archipiélago del perro, Philippe Claudel (Salamandra, traducción de José Antonio Soriano). Me decía el autor recientemente en una entrevista que él publica “falsas novelas negras”, en las que hay muertos o crímenes, investigaciones y recursos del género pero que al final se incluyen en un contexto más amplio. En este caso, una pequeña isla del Mediterráneo ve cómo su apacible y ensimismada vida se va al traste cuando encuentran a tres inmigrantes muertos en sus costas. De ahí se desencadena una red de crímenes, ocultación, patrañas, persecuciones, linchamientos sociales y otras lindezas que solo tienen un objetivo: meter el dedo en el ojo del lector, apelar a su conciencia, atraparlo, no dejar que esa noche duerma bien. Hay mensaje en las novelas de Claudel, te quedas pensando mucho rato tras terminarlas. Pero hay mucho más. Hay ritmo, sabiduría y buenas historias.

Un true crime y otro que lo parece
Sombras de Reikiavik, Anthony Adeane (RBA, traducción de Pablo Álvarez). Aquí tenemos un true crime escrito por un periodista británico sobre el mayor caso criminal, o al menos el más famoso, de la historia de Islandia (muy escasa en grandes hitos de este estilo). El libro es fruto de años de investigación y no se deja llevar por teorías conspiranoicas. En la primera parte hay una erudición maravillosa sobre Islandia, sus costumbres y la historia criminal de un país con 150 presos en total en la actualidad. El caso que nos ocupa implica dos desapariciones, robos, perjurios, corrupción y una policía que es un desastre. Cuando llegas a la mitad del libro y parece que está resuelto, Adeane empieza a tirar del hilo de la deconstrucción para demostrar todas las miserias de un proceso llevado a cabo como si de una república bananera se tratara. Hay, además, una continua indagación sobre la capacidad que tenemos para recordar y qué recordamos realmente que resulta fascinante.

El doble secreto de la familia Lessage, Sandrine Destombes (Roja y Negra, traducción de María Teresa Gallego). La empecé a leer con la sensación de que estaba ante un true crime y con la aprehensión con la que un padre de dos niñas lee estos relatos sobre menores desaparecidos, secuestrados, abusados, destruidos. Y ahí, aunque juega con elementos de sobra conocidos, me parece que se maneja bien por aguas pantanosas. El argumento: después de la desaparición de dos hermanos en 1989 en un pequeño pueblo de Francia ha vuelto a ocurrir algo parecido. Esto da pie a un procedimental en el que la autora quema etapas y teorías sin rubor (aunque con algún salto mortal de más) y establece una sólida relación entre el policía que lo investiga ahora y quien lo hizo, y fracasó, hace 30 años. También está bien desplegado el catálogo de miserias que se ocultan tras la vida aparentemente plácida de este pueblo. Una pesadilla bien llevada y bien rematada, aunque el ritmo decae un poco tras un soberbio inicio.

Una de espías
La otra mujer, Daniel Silva (Harper Collins, traducción de Victoria Horrillo). Una de las mejores noticias del desembarco de Harper Collins en España es que se han traído consigo a Daniel Silva, del que ya he hablado aquí por activa y por pasiva. Gabriel Allon, superespía israelí, está mejor en cada novela, es un personaje más rico, más herido, menos fantasioso. Tenemos también la habitual dosis de acción, sin exagerar, de escenarios internacionales y conspiraciones pero en este caso hay un órdago: la trama nos lleva a Kim Philby, maestro de espías, rey de la traición y Silva da un salto tan improbable como efectivo para rematar una de las mejores novelas de la serie. Larga vida a Gabriel Allon.


Tres apuestas españolas

El último barco, Domingo Villar (Siruela). Diez años ha tardado Domingo Villar en rematar esta novela cuya elaboración generó todo tipo de leyendas, rumores y malentendidos. La espera ha merecido la pena porque Villar demuestra que lo de sus dos primeros libros no era casualidad y que es un artesano de la novela, un hombre que cuida al extremo los detalles, que no pierde en ningún momento el sentido del ritmo, que sabe trazar tramas. Leo Caldas es un personaje complejo en su sencillez y está muy bien rodeado. La descripción de mundos y oficios que desaparecen está muy bien tejida. Ni siquiera sus más de 800 páginas son un problema.

El sueño de la razón, Berna González Harbour (Destino). La comisaria Ruiz está sola, contra todo y contra todos en esta cuarta entrega de su serie, un libro en el que González Harbour hace crecer al personaje, presenta mejor que nunca un Madrid oscuro y diferente y se la juega metiendo el arte de Goya dentro de la trama a través de un recurso que funciona. Dos pinturas del genio aragonés separadas por 35 años, dos visiones de España que nos darán la clave del misterio a través de la forma en que las miramos. El futuro de María Ruiz está marcado por la desafección, no sabemos lo que pasará con ella, pero esperamos volver a verla entre nosotros.


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Carlos Zanón en Barcelona. CARLES RIBA



Problemas de identidad, Carlos Zanón (Planeta). Si empiezo a decir las cosas por las que me alegro de que Zanón se atreviera a actualizar el personaje de Carvalho y, ahí el mérito, hacerlo suyo, no acabo. Hay un par de casos o tres que vuelven a ser, como en las mejores de Vázquez Montalbán, la excusa para todo lo demás. Incluso uno, el del acoso escolar, sirve para sacar a pasear a ese Carvalho justiciero que tanto nos gusta. Sabemos, porque lo dice -“soy un viejo cascarrabias y amargado desde los siete años”- que hay veces que a Carvalho no hay quien lo aguante, pero aquí Zanón sube la apuesta. También tenemos a John Ford, y un Madrid pocas veces así retratado; hay amor del que duele y política de la que da asco; hay policías, claro, y criminales, dónde no; pero sobre todo hay un escritor que se ha creído que podía hacer suyo al personaje seminal de la literatura negra española. Y lo ha conseguido.

Un clásico y una reedición afortunada
Maigret tiene una trampa, George Simenon (Acantilado, traducción de Núria Petit). Me gusta traer clásicos a estas selecciones. En este caso, un maestro inagotable del noir, un hombre que redefinió el género en sus casi 200 novelas, un crack absoluto llamado Simenon. Podría haber elegido cualquiera de las que, con mimo y acierto, está publicando Acantilado a razón de dos al año, una negra y otra de las llamadas duras. ¿Por qué esta? Porque tiene un inicio magistral, que da pie a un desarrollo excelente, porque se ve a un Maigret en plena forma y porque, si nos quedamos con ganas tiene algunas de las mejores adaptaciones que se han hecho del personaje (la protagonizada por Jean Gabin en el apartado clásico y la de Rowan Atkinson ahora, entre otras).

Un dulce olor a muerte, Guillermo Arriaga (Navona). Reedición en la estimable colección los Ineludibles de este clásico mexicano del guionista de Amores perros, Un dulce olor a muerte es una ocasión perfecta para visitar una faceta nada desdeñable del autor. Tras un inicio cuando menos curioso que habla de la fuerza del rumor (una mujer muere asesinada y el chaval que pasaba por allí es señalado por todos como su novio cuando apenas la conocía), se suceden un puñado de páginas en las que Arriaga nos enseña un pueblo, un mundo, sus corruptelas, su violencia y, sobre todo, sus mentiras. Y ese rumor lleva a otro peor y ese a alimentar la miseria homicida. Todo esto acompañado de cierto sentido del humor tan extraño como necesario. También hay una historia de amor que se entrelaza con la principal y da corpulencia al relato. Con todo esto, la novela avanza con un engañoso ritmo de tedio, aplastada por el calor y el polvo tan bien transmitidos por la prosa de Arriaga hacia un final sencillo, coherente, aplastante. Una joya.

https://elpais.com/cultura/2019/04/10/elemental/1554887334_220508.html
 
EN BUSCA DE UNA LIEBRE DE ORO DE 35.000 EUROS
Masquerade, el libro que volvió loco a Reino Unido buscando un tesoro oculto
Un libro con una premisa muy sencilla: el primero que consiga desentrañar sus pistas ocultas, encontrará un tesoro real escondido. Una realidad que tardó tres años en saberse


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Portada del libro que revolucionó Reino Unido.



RUBÉN RODRÍGUEZ
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15/04/2019


Hace 40 años, en 1979, un libro revolucionó a Reino Unido. Un artista llamadoKit Williams decidió llevar a cabo algo que nunca antes se había hecho: contar una historia que con un premio real para el primero en ser capaz en resolverla. El protagonista de 'Masquerade' era Jack Hare (Jack Liebre), quien había perdido una joya que había sido recogida en la luna y debía de entregar en el Sol. El ávido lector que resolviera el misterio, encontraría la joya perdida del protagonista.

El libro de Kit Williams contaba con una serie de ilustraciones en las que se podían ver animales y personas en diferentes posturas. Alrededor de cada uno de los dibujos, aparecían una serie de escritos, que servían para ir contando la historia de Jack Hare. La lectura tenía un sentido completo, pero el verdadero éxito del libro estaba en que prometía que, cada ilustración, contenía un secreto: uniéndolos todos, se encontraría el lugar real donde estaba la joya perdida del protagonista.


El libro se convirtió en un verdadero éxito de ventas, acaparando todos los listados de ventas de Reino Unido en 1979. Tal fue la locura ante el miedo de que todo fuese una gran mentira que el propio autor tuvo que salir en los medios de comunicación, explicando que cada ilustración guardaba una clave que serviría para encontrar el lugar en el que se encontraba enterrada la liebre, una joya de oro de 18 kilates, con incrustaciones de rubí y piedras de luna, valorada en 35.000 euros de la época.


Solo dos hombres sabían dónde estaba enterrada la liebre de oro: el propio escritor y el presentador Bamber Gascoine, elegido como testigo, quien confirmó que la liebre estaba enterrada en una caja de cerámica lacrada, con la misión de que no se pudiera encontrar a través de un detector de metales. Pocas semanas después, la locura se desató, y la gente enloqueció tratando de desentrañar cuáles eran los misterios que aparecían en cada una de las quince láminas del libro.





*FOTO: Una de las ilustraciones del libro

No sería hasta 1982 cuando dos profesores de física consiguieron desentrañar el misterio: Mike Barker y John Rosseau. Tras mucho estudio, consiguieron descubrir un patrón: tirando una línea que partiera del ojo de cada uno de los personajes y saliera por cada una de las extremidades en un orden determinado, cada lámina daría como resultado una palabra o frase con sentido completo. Todas juntas, ofrecían una especie de acertijo.


Tras resolver las quince láminas, obtuvieron la pista definitiva: "El dedo largo | de Catalina | hace | sombra | sobre la tierra | enterrado | amuleto | amarillo | mediodía | apunta | la | hora | bajo | la luz del equinoccio | busca tú". Pero, dentro de esa pista, había otra: con la primera letra de cada frase, en inglés, se creaba otra nueva frase: 'CLOSE BY AMPTHILL' (Cerca de Ampthill). Solo había que esperar a mediodía del primer equinoccio para desenterrar.



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Un nuevo misterio
Al llegar a Ampthill, descubrieron que había una estatua de Catalina de Aragón, cuya cruz hacía sombra sobre el suelo. Cuando encontraron el lugar, comenzaron a escavar... pero en el lugar en el que debía de estar la liebre de oro no quedaba nada y sí restos de haber sido desenterrado. Tras darse a conocer que el preciado objeto había sido descubierto antes, un buscador de tesoros llamado Ken Thomas salió a la luz, explicando que él lo había conseguido.


Durante muchos meses, fue un misterio saber cómo había llegado a la conclusión de que estaba ahí la liebre dorada... hasta que una investigación le destapó. Su nombre era falso, y se trataba de Dugald Thompson. ¿Cómo había hallado el tesoro? Muy sencillo: era la pareja de una exnovia de Kit Williams, quien tras conocer la existencia del libro recordó un parque en Ampthill con un monumento de Catalina de Aragón que ellos visitaban de manera habitual.


Así es como acabó el gran misterio de 'Masquerade', el libro que durante varios años hizo enloquecer a Reino Unido en busca de un tesoro real valorado en 35.000 euros que solo un 'tramposo' fue capaz de hallar. Dugald Thompson terminó vendiendo la pieza por sus deudas y, tras veinte años desaparecido, su dueño decidió devolver el legador al su autor, Kit Williams. Por cierto, un nombre que esconde un anagrama: 'I will mask' (Lo enmascaré). ¿Premonición o simple casualidad?


https://www.elconfidencial.com/cultura/2019-04-15/masquerade-libro-tesoro-oculto-liebre-oro_1944162/
 
Siete libros de la semana

15 ABR 2019

Este número de ‘Babelia’ analiza obras de Stephen Dixon, Victorina Durán, Lea Vélez, Emilio Gentile, José María Pérez Álvarez y dos volúmenes de Basilio Sánchez.



Historias tardías


Con ‘Historias tardías’, una colección de relatos nacidos de los recuerdos de un escritor, Stephen Dixon se revela como uno de los mejores cuentistas norteamericanos actuales. Crítica de JOSÉ MARÍA GUELBENZU

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Mi vida

La pintora, escenógrafa y figurinista Victorina Durán afrontó con valentía en los años veinte y treinta el tema tabú de la homosexualidad femenina. Crítica de ANNA CABALLÉ



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La sonrisa de los pájaros

La lectura del ‘thriller’ de Lea Vélez, que mezcla un suceso con una tragedia personal, es una grata y reconfortante experiencia. Crítica de ANA RODRÍGUEZ FISCHER


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Mussolini contra Lenin

Emilio Gentile analiza cómo Mussolini edifica su Estado fascista sobre los restos del mito comunista. Crítica de ANTONIO ELORZA


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El arte del puzle

Es un inmenso placer leer ’El arte del puzle’, una novela amarga de José María Pérez Álvarez. Crítica de J. ERNESTO AYALA-DIP


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Esperando las noticias del agua / He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes
Basilio Sánchez, último premio Loewe, publica en poco más de un año dos libros con su poesía meditativa y esencial. Crítica de MANUEL RICO


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https://elpais.com/cultura/2019/04/12/babelia/1555065196_131155.html
 
LITERATURA INFANTIL
Siete libros para reír y aprender jugando esta Semana Santa
Con estas recomendaciones cantaréis y, sin duda, los volveréis a leer



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CRISTINA FUSTER BERTRAND
Madrid 17 ABR 2019



Hay días en los que parece que no pasa nada: utilizar la trompa de un elefante como si fuera un tobogán, encontrarse un piano en casa, ser invitado a una fiesta de disfraces aromáticos… Con estas recomendaciones cantaréis y reiréis y los volveréis a leer.


Las arañitas de la risa
"Dos arañitas escondo yo, bailan y bailan siempre al son. Las arañitas bajan y suben..." Así comienza una historia divertida que da mucho juego. "Las arañitas de la risa" de Mar Benegas y es un libro para cantar y jugar con los niños más pequeños de la casa. Las frases tienen un ritmo que hace que el cuerpo se mueva sin darse uno cuenta. Al final del libro hay un código que permite descargarse la canción del libro. ¿Lo volvemos a leer?


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Cari-caricias
Es hora de dormir. Con unas caricias y una dulce canción el bebé se relajará y los ojos cerrará. ¿Empezamos? "Manzanitas, manzanitas, caricias con mis manitas..." "Cari-caricias" de Mar Benegas es uno de los títulos de la colección 'La Cereza' que anima a cantar una nana para relajar al bebé a través de caricias. También incluye un código QR que permite descargarse la canción para vivir una experiencia única.



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Piano a la fuga
Filippa está en el patio de su casa reparando unas casitas para pájaros cuando descubre que hay un piano. El asno Antero está abriendo su café kiosko y cree que podría servir de mesita auxiliar mientras que el gato Dormilón lo utiliza como refugio para dormir la siesta. Filippa está disgustada ya que quiere tocar el instrumento. ¿Y qué pasa con el dueño del piano? "Piano a la fuga" de Juha Virta enseña a identificar y gestionar bien las emociones negativas de una manera sencilla y natural. Esta obra se podría representar en teatro o cine ya que las imágenes se prestan a ello. Querrás leer la historia un par de veces seguidas.



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La gran fiesta de los olores
Es la noche en la que Topo Maravilla celebra la esperada fiesta de disfraces... aromáticos. Como los topos viven bajo tierra y casi no ven, utilizan el sentido del olfato en su día a día. Es por ello por lo que en esta fiesta utilizan perfumes que tengan olores diferentes a los de los topos: olor a rinoceronte, jaguar, rana,... Van llegando los invitados y entre ellos se infiltra una comadreja que planea comerse un par de topos. ¿Lo conseguirá? "La gran fiesta de los olores" de Pato Mena es una historia delirante desde el inicio hasta el final, con muchos momentos de tensión y de risa; engancha y sorprende. Una lectura recomendada para pasar un buen momento.


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Un día muy normal
Se acaba el día y Nil y Sara creen que ha sido un día aburrido, que no han hecho nada interesante. Aparentemente escuchar a los pájaros, coger una manzana, bajar por el tobogán o ver unos ratones no es nada reseñable. Menudo día tan aburrido, ¿verdad? "Un día muy normal" de Mark Janssen tiene un doble juego ya que las actividades de los personajes protagonistas no se conocen tan solo con leer las frases sino que se completan con las ilustraciones que son las que tienen la fuerza. Un día aburrido para Sara y Nil se convierte de esta manera en un día magnífico para nuestros niños que podrán utilizar la imaginación para recrear las imágenes del libro. ¡Adiós al aburrimiento!


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¡Todos a comer!
Comer es un momento de aventura más para los niños pero cada niño es diferente. Hay niños a los que les gusta probar todos los platos nuevos; otros quieren comer siempre lo mismo; algunos se lo comen todo; y otros casi no comen. También hay niños que prefieren el dulce y lo estarían comiendo desde el desayuno hasta que se van a la cama. "¡Todos a comer!" de Marc Parrot es un álbum ilustrado para leer y cantar en familia. Enseña las buenas costumbres en la mesa de una manera desenfadada. El libro incluye un CD con las canciones. ¿Cantamos?



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¿Qué me está pasando?
Llega el momento en el que uno se pregunta: "¿qué me está pasando?" Es una nueva emoción que no se sabe describir ni nombrar. ¿Está tu cara de color rojo y no te atreves a mirar a los ojos porque has dicho una mentira? Eso que sientes es la vergüenza. ¿Y si estás deseando ver a una persona pero cuando estás con ella no te salen las palabras? Por la noche te imaginas conversaciones y ahora te quedas muda. ¿Por qué? "¿Qué me está pasando?" de Marc Parrot explora las emociones en forma de canción (CD incluido) que invitan a explicarlas y a expresarse con sinceridad. Un buen título para continuar identificando y gestionar bien las emociones.



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https://elpais.com/elpais/2019/04/15/mamas_papas/1555317172_986657.html

 
‘El malvado Carabel’, pusilánime por partida triple
Aparecen en un único volumen los guiones de las películas de Edgar Neville y Fernando Fernán-Gómez que adaptaron la novela del gallego, y la versión gráfica de Mingote publicada en ‘La Codorniz’



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Página de la novela gráfica de Mingote a partir de 'El malvado Carabel'.



JAVIER OCAÑA
18 ABR 2019




El clásico pánfilo español. El pusilánime que se deja llevar resignadamente por su destino y por su sufrimiento, incapaz de alzar la cabeza ante los abusos de sus jefes, ante las vejaciones y los infortunios de la vida. Ese era Amaro Carabel, personaje de ficción inspirado en la realidad del año 1931, y aún reconocible en la España contemporánea de la crisis económica y el paro, al que retrató el escritor gallego Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964) en su novela El malvado Carabel. Un éxito instantáneo de uno de los maestros del humorismo, el de la ironía y el sarcasmo, que regresa casi un siglo después a través de un monumental volumen publicado por su fundación y la editorial Vía Láctea, y que incluye los guiones originales mecanografiados de las dos adaptaciones cinematográficas españolas de la novela, de Edgar Neville y Fernando Fernán-Gómez, personalidades fundamentales en nuestra cultura del siglo XX; la versión en novela gráfica de Antonio Mingote, publicada por entregas en la mítica revista La Codorniz a lo largo del año 1953; además de un DVD con la película de Fernán-Gómez, de 1955, y un extra muy especial, con un par de secuencias de la desgraciadamente desaparecida en su totalidad versión de Neville, y artículos de diversos especialistas en la obra de Fernández Flórez, entre ellos, Héctor Paz Otero, profesor del departamento de Sociología y Ciencias de la Comunicación de la Universidad de A Coruña, y José Luis Castro de Paz, historiador del cine.

La importancia de la publicación es máxima en variadas vertientes, sobre todo por la recuperación de la versión gráfica de Mingote, y por el guion de la de Neville, firmado junto a W. Francisco, única forma hoy en día de acercarse a una película filmada durante la II República, en 1935, interpretada por Antonio Vico, el inolvidable protagonista de Mi tío Jacinto, y que, aunque solo sea por los apenas siete minutos de celuloide que se conservan y por la lectura del libreto, se antoja como una de las más catastróficas pérdidas del patrimonio fílmico español.

Es usted bueno porque no sirve para lo contrario”, le dicen al protagonista en la novela, frenando sus impulsos de transformación en uno de los muchos trepas que le rodean, en un ladrón como los que le vejan cada día. El malvado Carabel es una obra sobre el descontento y sobre la imposible rebelión. Como dice Paz Otero, su protagonista es “un individuo desamparado por la ferocidad del sistema”, falto de iniciativa, gris trabajador de una sucursal bancaria, que, como el bandido Fendetestas de El bosque animado, la novela más conocida de Fernández Flórez en la actualidad, se levanta inútilmente contra el sistema con un impostado nuevo oficio de atracador para el que no sirve y con el que acaba haciendo prácticamente el ridículo. “Desde muy joven, el autor emprendió una dura y larga batalla contra el caciquismo con el arma que mejor esgrimía: la pluma”, afirma Otero sobre el escritor gallego, y, leída hoy la novela, no son pocos los indicios de clarividencia respecto de una situación social y laboral que se antoja de plena actualidad. Como esos absurdos domingos de confraternización deportiva en el campo, entre los trabajadores de la Casa de Banca Aznar y Bofarull de la novela, a la manera de las estrategias laborales de distensión en fin de semana de las más modernas empresas: “Ni uno solo de los 38 empleados que avanzaban ahora por la paramera hubiese titubeado un instante en permanecer en el lecho si les fuese permitido elegir”. O como su descripción del paro tras el injusto despido del protagonista: “Pedí en muchos sitios y en el tono más implorante. Nada hallé. Hace tiempo que conozco el rebullir de esa cólera que nace en el corazón del hombre (…). Yo sé trabajar y quiero trabajar”.

Referente básico de la llamada Otra Generación del 27, la del humor, de la que formó parte Neville, el autor de novelas como El hombre que se quiso matar y Huella de luz, también llevadas al cine en magníficas versiones dirigidas por Rafael Gil, Fernández Flórez fue un escritor de compleja personalidad literaria y política que, según Castro de Paz, podría definirse como la de “un progresista conservador”. Un hombre que llegó a refugiarse en la embajada holandesa en Madrid en 1936, ante el temor de que los milicianos lo capturasen para darle el paseo, que después escribió contra la República y que convivió con naturalidad con el régimen franquista, pero que como dice Castro de Paz, al mismo tiempo era “agnóstico, antimilitarista, contrario a la idea de patria, y defensor del aborto y del amor libre”. En palabras de Fernán-Gómez y Eduardo Haro Tecglen, “un hombre de derechas que escribía novelas de izquierdas”.

Un autor que concibió un personaje apocado que, ante su inminente matrimonio, se atrevía a pedir un aumento de sueldo y, como consecuencia de ello, recibía esta respuesta de sus jefes: “Ahora, si es usted un joven revolucionario… Un promotor de huelgas…”. Con más cambios en la versión de Neville, sobre todo en su desenlace, que en las más fieles de Fernán-Gómez (con la colaboración de Manuel Suárez-Caso) y de Mingote, todos coinciden, sin embargo, en este desternillante y cruel momento de vejación laboral. El sufrido por un trabajador con la inconsciencia de un autómata que, desesperado, decidió convertirse en algo para lo que no había nacido: en un malvado, en un ladrón, en un arribista.

https://elpais.com/cultura/2019/04/18/actualidad/1555604302_917142.html
 
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