Libros, libros, libros

Diez libros para dar la bienvenida al otoño de la mejor manera

MIGUEL POLO


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GALERIA: https://www.gentleman.elconfidencia...s-libros-septiembre-otono-novedades_1609669#0


22.09.2018

Otro mes más, mostramos una cuidada selección para aquellos lectores que necesitan volver a la rutina tal y como la abandonaron –y, quizá, también la siguieron en verano–: con un libro entre las manos. Septiembre es el mes de las ilusiones, pero también de la depresión 'postvacacional'. ¿Cómo paliarla?

Novelas, memorias, poesía, historia, música, ensayo... "Búsqueda y lectura", podríamos definir este mes. Libros y más libros, como debe ser todo el año. Estos son los diez perfectos para este mes.
 
Vaya, ese creo que lo tengo yo. Voy a ver.
Sí, y resulta que me lo compré ¡en francés! Para practicar... ¿No te ha gustado?
A mí el de Harry Quebert me gustó mucho. El otro lo tengo pero no lo he leído aún.
Mis últimas tres lecturas:
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Pues no mucho :( . La historia llega como algo floja en comparación con las expectativas que tenía pensando en los otros dos ( Quebert y Baltimore, que disfruté mucho más). A ratos no parece ni del mismo autor. Léelo y nos cuentas :)

Para tu intención de practicar francés te sirve igual. Yo también lo hago. Voy alternando idiomas para no perder. Especialmente en francés ( alemán e inglés los tengo que usar a diario, laboralmente y privadamente) que es el que puedo practicar menos, a veces miro series y leo novelas para no oxidarme demasiado.

Por cierto, "Patria", uno de los que más me ha gustado de los últimos años.
 
UNIVERSOS PARALELOS COLUMNA

El rey del mambo
Con 86 años, Clive Davis es el más legendario de los disqueros en activo. Y también el mejor pagado



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Clive Davis con Aretha Franklin, en una imagen de 1981.


DIEGO A. MANRIQUE
23 SEP 2018


Clive Davis lleva medio siglo como director de grandes discográficas. Suficiente para editar dos autobiografías. En la primera, Clive. Inside the Record Business, reivindicaba su labor en Columbia Records, tras haber sido despedido por facturar a la compañía gastos personales (en realidad, cayó víctima de intrigas en la planta noble).

La más reciente, The Soundtrack of My Life, tiende a lo triunfal: la crónica de su supervivencia profesional, tras lograr ser eximido de la regla en la compañía Bertelsmann AG, que jubila a sus directivos cuando cumplen 60 años.

Abogado de formación, a partir de 1966 pilotó el aggiornamento de Columbia, compañía convencional que se abrió al rock con los fichajes de Janis Joplin, Santana, Chicago, Aerosmith o Springsteen. Pero Clive adquirió máxima visibilidad con Arista, una discográfica plural: encontró figuras como Barry Manilow, Patti Smith y Whitney Houston, aparte de relanzar a Santana, Dionne Warwick, Grateful Dead o Aretha Franklin.

Sin embargo, su currículo en el siglo XXI luce más pobre. La disquera que fundó en 2000, J Records, solo cosechó un hallazgo indiscutible (Alicia Keys) y una resurrección notable (Rod Stewart reconvertido en vocalista de standards). Los demás fueron artistas genéricos, nombres fugaces envueltos en los sonidos a la mode. En los últimos años, se dedica a moldear cantantes salidos de talent shows, donde incluso aparece como jurado.


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Portada de 'The Soundtrack of My Life'.


Se ha convertido en uno de los ejecutivos mejor pagados de la industria musical, aunque eso suponga renunciar al modelo clásico de discográfica, donde los grandes vendedores subvencionaban actividades menos rentables. En su nuevo libro, destaca más de una vez que Arista trabajó con Anthony Braxton, Cecil Taylor, Ornette Coleman, Archie Shepp y otros jazzmen de vanguardia, que salían a través de sellos como Novus o Freedom.

En las últimas décadas, no se toma esas libertades. De hecho, hasta sugiere que el rock ya no merece la pena como negocio: se pone nervioso cuando algún concursante de American Idol aspira a ganar credibilidad rock. No, actualmente el Gran Juego consiste en grabar música pop. Es decir, canciones de impacto que funcionen en la radio (y las nuevas plataformas), tirando así de los álbumes y las giras.

Aparte de reblandecer el sonido, dejar el rock supone renunciar a la autoexpresión. Un artista firmado por Clive Davis debe asumir las composiciones de autores especializados, generalmente creaciones colectivas firmadas por tres o más personas. Así que The Soundtrack of My Life ofrece un listado minucioso de los grupos y solistas que aceptaron sus reglas…y de los que se resistieron, pagando su ingratitud y su ceguera con el descenso a la tercera división.

Davis presume de oído infalible, de identificar las canciones y las producciones que pueden vender. Cuando sus protegidos pinchan, es culpa suya o de sus mánagers. Uno se queda boquiabierto ante su audacia: fue capaz de mandar canciones ajenas a Ray Davies, para romper una mala racha de The Kinks. Tan prudente como elegante, Ray no se dio por enterado; ignoró la propuesta y consiguió nuevos éxitos con sus propios temas.

https://elpais.com/cultura/2018/09/23/actualidad/1537721985_398227.html
 
LIBROS RECOMENDADOS DE JORDI COSTA



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Del Palmar de Troya a Almodóvar: la contracultura española en 12 libros




Jordi Costa acaba de publicar Cómo acabar con la contracultura: una historia subterránea de España, un libro en el que bucea desde los orígenes de aquel movimiento que dijo no al poder hasta su desencanto. El crítico construye una especie de memoria sentimental por la que desfilan la poética musical de Jaume Sisa o los imaginarios de Pedro Almodóvar y Eloy de la Iglesia, pero en la que también hay cabida para fenómenos como la iglesia del Palmar de Troya. Costa recopila ahora para Librotea doce títulos que explican la contracultura española.

Una estantería en la que están recogidos La vida cotidiana del dibujante underground y Sevilla y la casita de las pirañas, el proyecto memorialístico de Nazario. Un proyecto que, recuerda Jordi Costa, llegó después de documentar durante años “la vida subterránea de la comunidad homosexual, sus rituales y arquetipos, con sus historietas de la detective trans Anarcoma”. El escritor catalán incluye en esta selección Fiebre de vivir. Apocalípticos y desintegrados del rock español de los 70, un libro firmado por Jesús Ordovás, testigo del movimiento contracultural y que no ha dejado de dar testimonio de que supuso aquel fenómeno.

Pau Malvido era nieto del poeta Joan Maragall y hermano del que fuera president de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall. Malvido trató de encontrar una articulación política a todo lo que estaba pasando y Costa recomienda ahora la lectura de Nosotros los malditos para comprobarlo. La revista Ajoblanco fue clave en la ebullición cultural de la España de los setenta y en las páginas de Los 70 a destajo Pepe Ribas evoca sus años al frente de la publicación. Un título que se cuela en esta lista junto a otras lecturas claves como La repressió franquista del moviment hippy a Formentera (1968-1970), de Joan Cerdà Subirachs y Rosa Rodríguez Branchat, o Spanish Trip. La aventura psiquedélica en España, de Juan Carlos Usó.

La contracultura chocó contra la cultura de la Transición, para entender qué supuso aquel muro Jordi Costa selecciona Culpables por la literatura: imaginación política y contracultura en la transición española (1968-1986), de Germán Labrador, o El mono del desencanto. Una crítica cultural de la transición española (1973-1993), de Teresa M. Vilarós.


GALERIA :

https://librotea.elpais.com/inspira...-libros?id_externo_promo=elpais_contracultura
 
Última edición por un moderador:
LIBROS
¿Existe un arte de morir?
La muerte es un género literario en sí mismo. Ahora se le suma 'Cuando el final se acerca', la experiencia de una pionera en medicina paliativa

ANNA CABALLÉ
26 SEP 2018

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Cementerio de Pere Lachaise en París. BRUNO DE HOGUES GETTY



Una piedra no muere porque no cambia. No muere porque no vive. Todo aquello que cambia, que crece, muere: es decir, todo lo que vive, muere. Recuerdo estas frases sencillas y poderosas leídas en un libro infantil sobre la vida y la muerte (Brigitte Labbé y Michel Puech, Cruïlla, 2001). Se lo compré a mi hija de cinco años porque ella lo escogió después de mucho pensarlo. Fue su primer libro elegido libremente. Las dos dependientas quedaron consternadas, pero a mí no me pareció mal. Siempre hemos recordado aquel maravilloso libro con gratitud: en él leímos de forma razonada y sensata la necesidad de la muerte.

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Pero los razonamientos sirven de poco ante una experiencia tan delicada, forzosamente traumática. No hay más que observar los esfuerzos que hacemos por mantenerla fuera de nuestro alcance, de nuestro campo de visión, para comprender las enormes dificultades que tenemos con ella. ¿Qué es lo que no queremos ver? Porque su evidencia es demasiado grande para negarla, preferimos alejarla al máximo de nuestras vidas, ocultar sus múltiples rostros y actuar como si fuera un accidente que, aun ocurriendo demasiado a menudo, está lejos, o la sentimos lejos mientras no invada nuestro círculo más íntimo. No hay por qué sentirse culpable, cualquiera desea tenerla lo más alejada posible. Porque donde hay muerte es a costa de la vida, y la vida es nuestro único hábitat.

La lectura de Cuando el final se acerca. Cómo afrontar la muerte con sabiduría es un libro que me sugiere, sin embargo, opiniones contrarias. Comprendo muy bien la necesidad que puede sentir una médica especializada en cuidados paliativos en un hospital londinense, con una larga experiencia a sus espaldas, viendo morir a cientos de personas, de cristalizar su experiencia en un texto que aspira a desdramatizarla, integrándola en el ciclo vital. Nacemos y morimos y esos son los únicos días de nuestra vida que no tienen 24 horas. Los dos son igualmente trascendentes: ¿por qué, entonces, desentendernos del segundo?



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La idea de su autora, Kathryn Mannix, es que late un sentimiento de pánico en nosotros que no hace más que complicar su irreversibilidad. Cuando la muerte llega, aparece el pánico: nuestro cuerpo se había olvidado tal vez de que iba a morir, o bien necesitamos otra oportunidad de vida desesperadamente porque en la vivida ha habido demasiados errores. Observaciones obvias, pero Mannix parte de su propia experiencia profesional y eso le da un valor añadido a la obviedad. La clave, sostendrá, es la aceptación, y a partir de ella, el diseño, en lo posible, de cómo queremos que sea ese final para que se ajuste al máximo a nuestro deseo.

Tampoco es que la autora se incline de forma militante por la eutanasia: para unos puede ser una posibilidad consoladora, mientras que para otros supone una invitación poco grata a desaparecer, y cuenta el caso de un joven padre de familia holandés, aquejado de una dolencia cuyas manifestaciones les ahorro, que huye de su país: en el hospital, mañana y tarde le estaban recordando que podía poner fin a su sufrimiento fácilmente. Y él, a pesar de todo, quería seguir viviendo. Así llega a la unidad de cuidados paliativos dirigida por la doctora Mannix donde médicas y enfermeras se desviven por sus pacientes terminales, les acompañan hasta el final, les ayudan a tomar la mejor decisión y colaboran para que sus familiares hagan lo mismo.


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Cualquiera querría acogerse a esa humanitaria unidad: en cada box reina la máxima armonía, y las tazas de té y las galletas de jengibre extienden un benéfico manto sobre el dolor y la agonía de los enfermos terminales y sus cuidadores. De hecho, este es el eje del libro, la experiencia de la agonía, a partir de la revisión de numerosos casos clínicos, para concluir que nuestro temor a las horas finales puede aliviarse si pensamos que la agonía responde a un patrón: disminuir lentamente la mecánica que sostiene al individuo para que en ella pueda avanzar la muerte. Es una estrategia orgánica que invade también la mente, de modo que apenas sentiremos su llegada porque la conciencia de la misma nos habrá abandonado previamente.

El planteamiento de Mannix recuerda los libros del inolvidable Oliver Sacks: el mismo deseo de quitar hierro a la gravedad de situaciones y enfermedades, así como la alternancia de la narración de historias, alguna autobiográfica, con la reflexión. Ahora bien, el problema de Cuando el final se acerca es doble y tiene que ver con dicha alternancia: por una parte, el estilo, ingenuo y bienintencionado, rozando la cursilería y descartando en su impoluto ars moriendi lo que la muerte tiene de incertidumbre, miseria y destrucción. Porque todo eso está, cómo no, por más que la queramos una experiencia serena, y, en este sentido, su libro se halla a años luz del nervio de Sacks.


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El segundo problema tiene que ver con el anhelo reflexivo: a Mannix le faltan referencias intelectuales —filosóficas, literarias, antropológicas— para que su pensamiento alcance su objetivo y no quede más cerca de un libro de autoayuda. Por ejemplo, la literatura ha nutrido con un formidable corpus de textos memorialísticos la experiencia de la muerte. Recordemos algunos: Esa visible oscuridad, la memoir con la que William Styron describía, en una prosa desnuda, lo cerca que estuvo del su***dio; en Paula, Isabel Allendeescribe su experiencia hospitalaria en Madrid atendiendo a su hija, en coma durante un año; los dos libros seminales de Joan DidionEl año del pensamiento mágico y Días azules—, el primero sobre el infarto que desplomó a su marido cuando se hallaban a punto de cenar y el segundo sobre la muerte de su hija Quintana, tan solo unos meses después; Philip Roth dedicó un libro punzante, Patrimonio: una historia verdadera, a la decadencia de su padre, y el relato de Marcos Giralt Torrente Tiempo de vida marcó decisivamente su trayectoria literaria. El noruego Karl Ove Knausgard, por su parte, abría su voluminosa autobiografía, Mi lucha, con La muerte del padre y una soberbia descripción del instante en que la vida abandona el cuerpo y este pasa a pertenecer a lo muerto.

Lo mejor del libro de la doctora Mannix es sin duda la oportunidad que nos brinda de pensar en una dirección sobre la que también ha escrito Javier Gomá (La imagen de tu vida, Galaxia Gutenberg): que un día nuestra vida se detenga nos empuja a esforzarnos para conducirla de modo que nos podamos sentir razonablemente satisfechos. En otras palabras, en lugar de preguntarse ¿cómo morir?, que también, hay que preguntarse ¿cómo vivir para que la muerte me sea aceptable?

Cuando el final se acerca. Kathryn Mannix. Traducción de María Porras. Siruela, 2018. 328 páginas. 21,95 euros.

Esa visible oscuridad. William Styron. Introducción de Guillermo Rendueles. Traducción de Salustiano Masó. Capitán Swing, 2018. 96 páginas. 14 euros.

Gratitud. Oliver Sacks. Traducción de Damià Alou. Anagrama, 2016. 64 páginas. 11,90 euros.

El año del pensamiento mágico. Joan Didion. Traducción de Javier Calvo. Literatura Random House, 2015. 190 páginas. 18,90 euros.

https://elpais.com/cultura/2018/09/20/babelia/1537432110_077365.html?por=mosaico
 
LIBROS
Cartarescu, el mago de las letras europeas recibe el Premio Formentor
El escritor rumano, autor de 'Cegador', se hace fuerte en España como autor de culto


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Mircea Cartarescu, ganador del premio Formentor (EFE)

JORDI COROMINAS I JULIÁN

28/09/2018

Hay vistas al mar, revolotean turistas despistados y ningún elemento invita a sospechar de una conspiración intelectual en un hotel. El origen es lejano y se envuelve de mitología bañada con grandes nombres henchidos de un sueño europeo. Las imágenes de los años sesenta nos muestran a editores del Viejo Mundo enfrascados en conceder un galardón que trascendiera las fronteras nacionales. Todos esos diálogos se han desvanecido pese a la impronta de su recuerdo entre la personalidad de Carlos Barral, la prestidigitación políglota de Gabriel Ferrater y la utopía, siempre vigente, de una literatura independiente de comercialismos con la calidad como única bandera.

Esa época pasó a mejor vida. Quizá se perdió frescura y la ingenuidad primigenia, pero desde 2011, bajo el mecenazgo de las familias Buadas y Barceló, el Premio Formentor de las Letras cobró nuevos bríos.


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'Solenoide'


Este año los laureles, concedidos por el jurado presidido por Basilio Baltasar, han recaído en el escritor rumano Mircea Cartarescu(Bucarest, 1956), autor destacable por su heterodoxia surgida de la poesía, capaz de dotar a su prosa de un estilo muy reconocible donde la realidad siempre fluctúa en un magma con cierto aire imprevisible desde potentes dosis oníricas, algo muy visible en su última novela, 'Cegador', inicio con la que recrea trípticos de antaño, desde la 'Divina Comedia' de Dante a ciertos retablos renacentistas y barrocos.


La concesión del Premio Formentor a Cartarescu es el penúltimo escalafón de una trayectoria especialmente apreciada en España, donde la labor de su editor Enrique Redel ha sido fundamental para catapultarlo entre lectores de todo tipo y condición, enamorados de obras asequibles como 'El ruletista' o de escritos desesperados como 'Solenoide', una inmersión de más de ochocientas páginas convertida en un eterno grito de ayuda, presente como un bucle descarrilado al final del volumen. Su autor confiesa que de haber sido por él hubiera escrito un libro sólo con la palabra socorro, algo inasequible que, sin embargo, no descarta realizar en una edición privada, un incunable del naufragio adherido a tantas existencias de nuestra contemporaneidad.

'Cegador' o el delirio ordenado
Las pupilas de Cartarescu bailan al son de un cerebro desatado con partículas inesperadas. Ello es más que palpable en 'Cegador'. Editada en nuestro país, como el resto de su producción, por Impedimenta, constituye el pilar de un edificio, tanto que es, según declara el galardonado, un legado indispensable para comprenderlo e identificarlo si desaparecieran sus otras criaturas. Su tejido fluye por diversos ríos centrados en su ciudad natal. El Bucarest de la primera parte del texto es una urbe amarilla con tintes apocalípticos, como si de repente 'Blade Runner' se hubiera introducido entre sus calles para producir pesadillas marcadas por muchas realidades paralelas, pues una de las intenciones narrativas de esta novela era plasmar en el papel un todo fractal construido a lo largo de catorce años y escrito a mano en libretas que nunca sufrieron tachaduras ni añadidos.

Escrito como si fuera un poema, 'Cegador' puede aturdir por su estructura, que el mismo Cartarescu define como una termitera; estos insectos no conciben arquitecturas, ignoran lo que construyen y arman nidos muy complicados repletos de lógica. Al final esta escritura desbocada se equipara con el cerebro del escritor, que a su vez tiene en su esencia el mapa de la ciudad, descrita sin ninguna pretensión de fidelidad para con sus muros, aromas y decorados. En este sentido la trama, fundamental como un motor creado para activar el resto de mecanismos literarios, genera una capital deformada ajustada a las necesidades narrativas del conjunto, envuelto, como dijera Dostoievski sobre sus' Noches blancas', en el sueño de sus habitantes.

'Cegador' se construyó a lo largo de catorce años y escrito a mano en libretas que nunca sufrieron tachaduras ni añadidos


Esta preponderancia de un magma alucinado diluye límites, insertándose en el decálogo de intenciones de Cartarescu, para quien el ideal consiste en volver a ser un niño pequeño para no distinguir entre sueño y realidad. Sin regresar a ese estado resulta crear arte y escapar de nuestro formalismo de europeos adultos, conformistas y oprimidos por los vaivenes de una cotidianidad demasiado descentrada y caótica. Por eso todos sus libros tienen un fuerte componente de reivindicación poética para recobrar espíritus antiguos y desterrar hábitos nocivos del presente.


Esa aspiración, preciosa en su anhelo, consiste en intentar acercarnos a lo que el rumano define como nuestro núcleo de oro fundido, lo lírico, que nuestros antepasados conocían mejor que nosotros mediante un universo donde la poesía se construía desde esa premisa, el arte nacía de la poesía, la cultura entorno al arte y la civilización entorno a la cultura. Ese mundo concéntrico ha dado paso, de ahí esa voluntad diferencial, esa lucha por proponer algo distinto, a un tiempo donde la poesía excluye lo lírico, la literatura excluye lo poético, las artes excluyen lo literaria, la cultura desdeña a las artes y la civilización ignora la cultura para engendrar una locura sin ningún atisbo de cordura.

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'Cegador'


Quizá por eso mismo, desde la conciencia de una época alterada, el narrador de 'Cegado'r habla en más de una ocasión de navegar por un libro ilegible. Según Cartarescu esta condición es básica, pues la única literatura digna de ser leída es la ilegible, como muestran Franz Kafka o el 'Finnegan's Wake' de James Joyce, obras que hablen sobre el espíritu humano a sabiendas de la imposibilidad de aprehenderlo porque nuestro fuero interno es la habitación más inaccesible y apasionante de la vivienda.

Por eso 'Cegador', ala izquierda de una mariposa empapada de infancia que tendrá como cuerpo central la vida del narrador y como extremidad derecha una sátira basada en los vaivenes del padre, se enmarca en la tradición de situar al Minotauro dentro del laberinto, en este caso muy intricado, repleto de puertas, niveles subterráneos, delirios fantásticos y una exigencia que, en ese viaje, nos traslada a la búsqueda de una salida, vía de escape hacia un nuevo Evangelio.

Una religiosidad laica
Un lector poco avezado en los microcosmos del nuestro protagonista sentirá cierto trasfondo religioso en su prosa. Ello obedece a diversos motivos, entre los que debe incluirse el gusto de Cartarescu por la Biblia, con la que mantiene una relación anómala debida al pasado comunista de Rumania, donde no era normal encontrarla en cada hogar. Eso produjo una lectura tardía sin prejuicios, casi como si las Sagradas Escrituras fueran la mejor de las novelas con la gran diferencia de poder exprimir una sabiduría insólita, siempre nutritiva.

Quien escribe sospecha que el premiado de Formentor aspira, algo propio de todo escritor con mimbres para ir más allá de la convención, a elaborar un mundo distinto alejado de la posmodernidad. Por eso lo abyecto tiene cabida en sus páginas. Lo feo, lo malo y la mentira contienen partículas con dones para nadar hacia aguas contrarias y encender la luz. Esta idea encaja en la definición de neorromántico que el propio Cartarescu se otorga, otro intento de fuga bañado por la posibilidad de hilvanar parcelas empapadas de bifurcaciones hacia un surrealismo que no es sino un exceso de realidad. Traspasar lo observable, capturar motas de polvo invisibles para la mayoría, fundar un órgano propio con narraciones para entender la tierra que pisamos o, como mínimo, sobrellevarla mejor.


https://www.elconfidencial.com/cultura/2018-09-28/cartarescu-formentor-premio-libros_1622411/
 
Al Capone y su leyenda: los seis años del imperio de la mafia que sacudieron EE.UU
La prestigiosa biógrafa americana Deirdre Bair despliega por primera vez la vida del mítico 'Scarface' ante el jurado de sus descendientes vivos. ¿Veredicto? Un criminal tan despiadado como sensible


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Al Capone , en pijama en su yate 'Sonny & Ralphie'

DANIEL ARJONA
29/09/2018

Al Capone murió arruinado y devorado por la sífilis en su mansión de Palm Beach al atardecer del 25 de enero de 1947. Entre convulsiones, demenciado, reducido por la enfermedad a una edad mental de 12 años, se extinguió la vida del rey de la mafia de Chicago que levantó un imperio inimaginable entre 1926 y 1932. Por una irónica coincidencia, solo cinco días antes había fallecido Andrew J. Volstead, el congresista de Minnesota que dio nombre a la Ley Seca, aquel disparatado terremoto legal que prohibió el alcohol en EE.UU y abrió una espiral criminal imparable en la que brillarían las dotes “empresariales” de Capone.

¿Qué queda por contar de ‘Scarface’ (‘Cara Cortada’)? Centenares de libros y películas cementan su leyenda y escrutan con minuciosidad su vida legendaria, origen de una de las más poderosas iconografías de la moderna cultura popular. Y, sin embargo, existía una zona de sombra en el mito, una geografía sin explorar sepultada bajo llave por un tácito pacto de silencio en la memoria de sus parientes y descendientes, muchos de ellos aún vivos. Hasta hoy. Un libro de la prestigiosa biógrafa estadounidense Deirdre Bair ha logrado al fin penetrar en el sanctasanctórum familiar del que fuera Enemigo Público Número 1: 'Al Capone. Su vida, su legado y su leyenda' (Anagrama, 2018).

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'Al Capone'. (Anagrama)


Deirdre Bair había narrado anteriormente las vidas de escritores como Samuel Beckett (premio National Book Award 1981), Simone de Beauvoir (1990) o Anaïs Nin (1995). Ahora cambia abruptamente de registro: “Esta es la historia de un asesino despiadado, un hombre que despreciaba la ley, que poseía prostíbulos, que no pagaba impuestos, que cometía estafas: un delincuente convicto y confeso, un enfermo lloriqueante e inconsciente. Y es también la historia de un hijo, marido y padre cariñoso que se consideraba un empresario que trabajaba dando al público lo que el público quería. Al Capone fue todas esas cosas”.


Mito y realidad
La historia dice así. Alphonse Capone nació en en Brooklyn, Nueva York, el 17 de enero de 1899, hijo de padres panaderos que habían emigrado desde Nápoles apenas cinco años antes junto a otros centenares de miles de italianos. Alto y corpulento, de joven fue pendenciero, escurridizo… y vulgar. El escritor Daniel Fuchs le frecuentó aquellos años y se sorprendía más tarde de la fama mundial que había adquirido quien entonces se mostraba como “una persona insignificante y afable que hablaba suavemente y era incluso mediocre en todo menos bailando”. En 1915, a los catorce años, dejó sus estudios y su padre le dio un cajón de limpiabotas para que aprendiera una profesión en el concurrido cruce de las calles Unión y Columbia. Pero allí aprendió rápidamente un oficio muy distinto: la extorsión.



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Ficha policial de Al Capone


De la extorsión a pequeña escala de sus compañeros limpiabotas, Al Capone pasó en solo una década a erigirse en el delincuente más poderoso del país en una carrera criminal vertiginosa cuyo trampolín fue la instauración de la llamada Ley Seca en 1920. En aquella década, ya en Chicago, Al Capone y sus hombres liquidaron al resto de las bandas que pugnaban por el negocio ilegal del alcohol en la ciudad y llegaron a controlar centenares de bares clandestinos, garitos y prostíbulos como aquel en que Capone contraería la sífilis que acabaría con su vida. Con unos ingresos medios de 100 millones de dólares anuales -unos 1.500 millones de dólares actuales- destinados en parte a la corrupción de toda clase de autoridades, y responsabilidad directa en al menos 200 asesinatos, aquella gran empresa del crimen -cuya organización estudian hoy escuelas de negocios como HBS- puso en jaque al Estado.

El final no estuvo, sin embargo, a la altura de la épica y en él no tuvo ninguna participación -por mucho que le pese a Hollywood- el ‘intocable’ agente del Tesoro Eliot Ness. Fue otro agente del Servicio de Impuestos, Frank J. Wilson, quien encontró las pruebas de evasión fiscal en el entramado empresarial de Capone que servirían para su condena a 11 años de prisión ante el Gran Jurado en 1931. A su liberación de Alcatraz en 1939, su imperio se había desmoronado, al igual que su salud mental. Y entre la enfermedad y la locura pasaron sus últimos años.

En la intimidad
Pero, ¿y el hombre íntimo y familiar que conocieron los suyos? En las conversaciones de Deirdre Bair con nietos y parientes que no hablaban avergonzados hasta ahora, emerge un hombre de familia cariñoso y atento que telefoneaba diariamente a su madre y a su mujer - en este orden-, adorado por sus hijos que regalaba montones de dinero y durante la Depresión llegó a abrir un comedor social que atendía a más de 3.000 personas cada día. También fue un excepcional manipulador emocional, tan simpático como agresivo, inteligente y obsesionado con su propia muerte, victimista y genio del márketing, derrochador hortera que no observaba duda alguna en la oportunidad de su peculiar negocio: “Cuando vendo bebidas alcohólicas, lo llaman contrabando. Si mis jefes las sirven en bandeja de plata, lo llaman hospitalidad”.

Cuando vendo bebidas alcohólicas, lo llaman contrabando. Si mis jefes las sirven en bandeja de plata, lo llaman hospitalidad

Concluye Bair su biografía exhaustiva y absorbente que podría muy bien calificarse de ‘definitiva’: “En pocas palabras fue la paradoja humana perfecta y el contrapunto de la paradoja política que fue la Prohibición. Era tan encantador, tan ostensiblemente desmesurado en todo lo que hacía, y tan fenomenal ante el público, que costaba creer que un tipo tan simpático y tan ameno, que decía frases tan exactas y tan pegadizas, pudiera ser tan canalla. Y por lo que se refiere a la Prohibición, puede que fuera una ley nacional, pero nadie se la tomaba en serio, así que, ¿por qué no echar un trago?”.

https://www.elconfidencial.com/cult...ia-crimen-scarface-chicago-biografia_1621773/
 
Laurence Debray, la hija de revolucionarios que jugaba con fusiles de asalto
La vástaga de los guerrilleros burgueses y bohemios Régis Debray y Elizabeth Burgos esboza en su autobiografía un relato familiar que retrata a toda una generación


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Laurence Debray, hija de Régis Debray y Elizabeth Burgos posa en Cuba en 1986.

DANIEL ARJONA

02/10/2018
Cuando Laurence Debray tenía diez años su padre le advirtió: "Ha llegado el momento de que elijas dónde te vas a situar políticamente". Ella quería pasar el verano en casa de su amiga Jérémie pero el estricto progenitor tenía otros planes. Viajaría en julio a la comunista Cuba y en agosto a Estados Unidos, su némesis capitalista. Y cuando regresara a Francia en septiembre tendría que elegir con qué sistema se quedaba. La metieron sola con el estómago encogido en un vuelo a La Habana y allí nada más llegar le robaron todo su dinero y le instalaron en los destartalados barracones infestados de mosquitos de un campamento de pioneros en Varadero.

A aquella única niña rubia de ojos azules "entre centenares de niños latinoamericanos comunistas, simpáticos y alegres", le sorprendió la extraordinaria competitividad que reinaba en un paraíso igualitario en el que por las mañanas les instruían en el tiro con fusil de asalto, por las tardes escuchaban interminables discursos grabados de Fidel Castro y al anochecer encendían hogueras en la playa y quemaban fotografías de Ronald Reagan. Un buen día le advirtieron que no iban a tratarla con privilegios por ser hija de quién era. ¿Y de quién era hija si se podía saber?

Laurence desconocía por completo que su padre, a quien sólo era capaz de imaginarse montado con torpeza en su bicicleta bajo la lluvia parisina, había sido uno de los guerrilleros de máxima confianza del Líder Máximo y su lugarteniente argentino Ernesto 'Che' Guevara, al que habría acompañado en su última peripecia en la selva boliviana en la que sería ajusticiado. Régis Debray fue apresado y torturado, condenado a treinta años de prisión y finalmente liberado en 1970 tras una campaña internacional en la que participaron Jean-Paul Sartre, André Malraux, Charles De Gaulle y el papa Pablo VI. Se acusó después a Régis de haber traicionado al Che durante la tortura y confesado los datos cruciales para que las tropas del general Barrientos le detuvieran y asesinaran. Pero en su autobiografía 'Hija de revolucionarios' con la que sacudió Francia el pasado año y que ahora edita Anagrama en España, Laurence Debray asegura que no es cierto.



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'Hija de revolucionarios', Laurence Debray. (Anagrama)


'Hija de revolucionarios' somete al escáner de la memoria familiar la peripecia tan siglo XX de aquellos hijos de la burguesía europea que se rebelaron masivamente contra su Edipo capitalista. No fueron tantos, sin embargo, los que recorrieron el itinerario completo del cóctel molotov a empuñar la metralleta en una selva caribeña. "Nada quise saber durante mucho tiempo", escribe Laurence Debray, "me la habían ocultado; era su historia. Cuando menos sabía, más protegida me sentía. ¿Para qué hurgar en el pasado? Demasiado peso para cargar con él, demasiado molesto. Tenía una infancia por vivir, una vida por construir: prefería seguir adelante. Y avancé por la vida dejando 'eso' de lado, en la orilla del camino".

¿Hija de un delator?
El cajón de sastre habitual a la hora de arojar este tipo de confesiones que luce la etiqueta de "ajuste de cuentas" suena aquí un tanto desfasado y pueril. Es cierto que la 'hija de revolucionarios' se declara inmune a la revolución, anticastrista y antichavista furibunda, y relata la vida insurreccional de sus padres con irónico escepticismo cuando no con aridez: "¿Cómo es posible que mis padres aprobaran un proyecto político como aquel, fundado sobre la represión, la exclusión y el poder absolutos? ¿Cómo pudieron pensar que una economía establecida por funcionarios podía ser viable?". Pero también es verdad que los progenitores ya hacía muchos años que había ejecutado su propio ejercicio de autocrítica a la usanza de su maestro Althusser mudándose, como tantos otros, de la revolución al Eliseo para asesorar al socialista Mitterrand. De escribir el manual clásico del comunismo foquista '¿Revolución dentro de la revolución?' en 1967 a publicar en 2016 un cuasi lepeniano 'Elogio de las fronteras'.

¿Cómo es posible que mis padres aprobaran un proyecto político fundado sobre la represión, la exclusión y el poder absolutos?

La participación de Régis Debray en la guerrilla boliviana del Che no fue precisamente épica. En el mítico diario que llevó durante aquellos días de marchas, mosquitos y emboscadas el ídolo revolucionario argentino mencionaba así la llegada del filósofo francés al grupo de una treintena de hombres enfermos, perseguidos y aislados: "Danton [apodo guerrillero de Debray] viene a quedarse, pero yo le pedí que volviera a organizar una red de ayuda a Francia y de paso fuera a Cuba, cosa que coincide con sus deseos de casarse con su compañera. Yo debo escribir cartas a Sartre y B. Russell para que organicen una colecta internacional de ayuda al movimiento de liberación boliviano". Y apostilla divertida Laurence: "Así pues, ocupo un pequeño lugar en el diario del Che, atrapada entre Danton y Sartre. Ahora estoy tranquila: no soy un accidente, sino fruto de la voluntad, un poco burguesa para un revolucionario, de formar una familia".



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Régis Debray y su hija Laurence en París


El filósofo y guerrillero Régis Debray fue el padre ausente, la antropóloga radical Elizabeth Burgos fue la madre independiente que "se negó a jugar el papel de esposa de intelectual comprometido". Para Laurence el resultado fue una infancia austera, solitaria y viajera en en París, La Habana, Caracas, Londres o Sevilla donde un joven Alfonso Guerra ejercería de cariñoso padre adoptivo. Allí se entusiasmó -sorprendentemente- con el rey Juan Carlos I sobre el que más tarde escribió una biografía que tuvo la fortuna de publicarse en 2014, el año de la abdicación del monarca.



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Laurence Debray




Y fue en Madrid, durante una entrevista con motivo de la salida del libro, cuando un periodista español le preguntó: "¿Es usted la hija del intelectual francés acusado de haber entregado al Che cuando fue detenido en Bolivia?". "¿De dónde ha sacado esa información?", respondió Laurence. "De Wikipedia", tartamudeó el plumilla. Alarmada Laurence se preguntó si era en realidad la hija de un delator y, a su regreso a París, interrogó a su padre: "¿Podrías ser claro de una vez por todas sobre aquel asunto"? De las respuestas que obtuvo, y de la investigación familiar que inició a continuación, emergió esta autobiografía.

Después de izar y arriar banderas en Cuba en julio de aquel verano de 1986 y empacharse de hamburguesas en agosto en California, Laurence Debray regresó en septiembre a París. El tribunal paterno le esperaba. Bien, entonces, ¿qué elegía? ¿el comunismo o el capitalismo? "Pero yo opté por la vieja Europa, moderada y confortable: se come bien, se lee bien, se duerme bien. Desde mis once años no tenía intención de meterme en política para defender un modelo o su antítesis; quería establecer lazos con lugares, saborear un arte de vivir y disfrutar de una familia, aunque fuera defectuosa".

https://www.elconfidencial.com/cult...-reis-debray-hija-de-revolucionarios_1624106/
 
CON ENTREVISTAS A 40 ACTIVOS MOTORISTAS
El mundo sobre dos ruedas, un libro de historias de viajeros en moto
José María Alegre, autor del libro, cuenta las aventuras de 40 apasionados de la moto y los viajes en este libro. Aparecen nombres como Gelete Nieto, Ted Simon, Charly Sinewan...

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(iStock)

C. CANCELA

29/09/2018
De la mano de BMW Motorrad España, editor del libro, José Mª Alegre presenta 'El mundo sobre dos ruedas. Historias de BMW Motorrad España', un volumen que reúne 40 entrevistas realizadas a auténticos apasionados del mundo de la moto y de los viajes. Con prólogo de Valentín Requena, por sus páginas desfilan personajes de muy diversa condición, historias de superación, de vida, de gente que persigue sus sueños sumando miles de kilómetros en un vehículo que les apasiona: la moto.

El libro recopila 40 entrevistas realizadas por José Mª Alegre y publicadas en la Newsletter BMW Riders, el medio digital que informa del mundo de la división de motocicletas de la marca alemana, BMW Motorrad, y de la que el periodista es su coordinador.

Con un variado y rico elenco de personajes, Alegre, periodista con un amplio bagaje por su paso por diferentes medios, como 'Interviú', y dedicado al mundo del motor desde 1995, año que fundó 'QuintaMarcha.com', recopila en su debut literario entrevistas hechas a pilotos, profesionales de la medicina, estudiantes, abogados, diseñadores, artistas, cantantes, DJ’s, escritores, empresarios, conductoras de autobús, actrices, incluso un sacerdote, el Padre Ángel, todos ellos con un nexo de unión: la moto.




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Portada del libro de José María Alegre.


Nombres como Gelete Nieto, Ted Simon, Charly Sinewan, Carmelo Morales, Miquel Silvestre, Agustín Ostos, ElsiRider, DJ Nano, Isaac Feliu, Gustavo Cuervo, Cayetana Guillén Cuervo, Edgar Heinrich o Alex O’Dogherty y muchos más, personajes famosos unos y anónimos otros, cobran igual relevancia en esta obra por la pasión conjunta que sienten por la moto. La obra de Alegre plasma las vivencias de todos ellos, permitiendo conocer su forma de pensar y de ver el mundo, y, sobre todo, su relación con la vida a través de las motos.

Lo que destaca en este libro son los sentimientos con los que cada uno de los protagonistas sus vivencias a bordo de sus motocicletas. De la pasión de conducir sobre dos ruedas, del desafío que supone alcanzar un sueño, también de la superación de la apatía vital a la que nos lleva cada día esta monótona sociedad. En realidad todo se resume en un solo objetivo, conquistar al aventura que representa el mundo cuando se ponen los pies sobre las estriberas.

Estructurado en seis capítulos, el libro de Alegre, motero empedernido, aporta en sus 231 páginas, además de un contenido inédito, por los miles de kilómetros reunidos en un volumen, una maquetación fresca y novedosa, con fotografías de todos sus protagonistas, muchas de ellas realizadas por el propio autor.

'El mundo sobre dos ruedas', una interesante recopilación de entrevistas de moto-viajeros con anécdotas de los viajes más increíbles está disponible en los concesionarios oficiales de BMW Motorrad.

https://www.elconfidencial.com/motor/2018-09-29/el-mundo-sobre-dos-ruedas-libro-motoristas_1622272/
 
12 novelas negras que no te puedes perder este otoño

El género negro es uno de los más atractivos para el gran público y no para de ganar adeptos. Ahora que comienza el otoño y bajan las temperaturas en Librotea hemos confeccionado una estantería con un puñado de títulos que prometen la mejor compañía. Una selección de títulos criminales que no te puedes perder.

Walter Mosley se ha alzado recientemente con el premio RBA de novela policiaca con Traición. El creador del mítico detective Easy Rawlins vuelve ahora a las librerías con otro detective, el neoyorquino Joe King Oliver, que tras pasar por la cárcel por una agresión sexual que nunca cometió ahora busca venganza. Sue Grafton murió hace unos meses, pero nunca es tarde para leer su última obra, Y de Yesterday.

Mikel Santiago nos traslada a una isla perdida en el mar del Norte para vivir una historia de misterio en las páginas de La isla de las últimas voces. En unas semanas aterrizará lo nuevo de César Pérez Gellida. El autor vallisoletano regresa con Todo lo mejor, una novela ambientada en el Berlín de los últimos años de la Guerra Fría. Carmen Mola ha sido una de las sensaciones de 2018 con su primera obra, La novia gitana. Una novela en la que la inspectora Elena Blanco tiene que investigar el asesinato de Susana Macaya, una joven de padre gitano pero educada como una paya. La periodista Marta Robles no es nueva en el género negro y ahora regresa con La mala suerte, una nueva aventura del detective Roures.

Otros nombres del género con libros recientes son la italiana Antonella Lattanzi, autora de Una historia negra, o Jean Luc Bannalec y su Desaparición en Trégastel. Y aunque no esté recién aterrizada en la estantería de novedades Muerte en Blackheath, de Anne Perry, promete al lector una experiencia alucinante sin moverse del sofá.




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NOVELA NEGRA Y THRILLER
Jaque al psicoanalista
JOHN KATZCHENBACH
  • EDITORIAL: Ediciones B
  • ISBN: 9788466664202
  • FECHA DE PUBLICACIÓN:

SINOPSIS
Han pasado cinco años desde que el doctor Starks acabó con la pesadilla que casi le cuesta la vida y que arrasó con todo lo que había sido hasta entonces, descubriéndole las facetas más oscuras del alma humana, también la suya.

Desde entonces, ha logrado reconstruir su vida profesional y vuelve a ejercer de psicoanalista instalado en Miami y atendiendo a adolescentes con graves problemas psicológicos y también a pacientes adinerados de la sociedad de Florida.

Sin embargo, una noche, cuando entra en su consulta, descubre tumbado en el diván a aquel al que había dado por muerto: Rumplestilskin ha vuelto y esta vez no busca acabar con él sino solicitar su ayuda. Por supuesto, no va a aceptar un no por respuesta.




GALERIA : https://librotea.elpais.com/usuario...e-otono?id_externo_promo=elpais_negra_otono18
 
Pilou , muchas gracias , no sabía que KATZCHENBACH había publicado la continuación del Psicoanalista , me gusta la novela negra , justamente me aficioné por casualidad leyendo el Psicoanalista , me engancho completamente , he leido prácticamente todos sus libros , esta semana he comprado " Personas Desconocidas " , veré si lo encuentro .
 
Sapiens


DE ANIMALES A DIOSES (SAPIENS): UNA BREVE HISTORIA DE LA HUMANIDADA

(EN PAPEL)
YUVAL NOAH HARARI

, 2015





    • Nº de páginas: 496 págs.
    • Encuadernación: Tapa dura
    • Editorial: DEBATE
    • Lengua: CASTELLANO

Hace 100.000 años al menos seis especies de humanos habitaban la Tierra. Hoy solo queda una, la nuestra: Homo sapiens. ¿Cómo logró nuestra especie imponerse en la lucha por la existencia? ¿Por qué nuestros ancestros recolectores se unieron para crear ciudades y reinos? ¿Cómo llegamos a creer en dioses, en naciones o en los derechos humanos; a confiar en el dinero, en los libros o en las leyes? ¿Cómo acabamos sometidos a la burocracia, a los horarios y al consumismo? ¿Y cómo será el mundo en los milenios venideros? En De animales a dioses Yuval Noah Harari traza una breve historia de la humanidad, desde los primeros humanos que caminaron sobre la Tierra hasta los radicales y a veces devastadores avances de las tres grandes revoluciones que nuestra especie ha protagonizado: la cognitiva, la agrícola y la científica. A partir de hallazgos de disciplinas tan diversas como la biología, la antropología, la paleontología o la economía, Harari explora cómo las grandes corrientes de la historia han modelado nuestra sociedad, los animales y las plantas que nos rodean e incluso nuestras personalidades. ¿Hemos ganado en felicidad a medida que ha avanzado la historia? ¿Seremos capaces de liberar alguna vez nuestra conducta de la herencia del pasado? ¿Podemos hacer algo para influir en los siglos futuros?

https://www.casadellibro.com/libro-...storia-de-la-humanidada/9788499924212/2348138


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