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Para naturalidad también la confianza de Pedro Mañas poniendo la mano en la cintura de choni cuando le entrega el premio. No se si también habría hecho lo mismo con Sofía...Uhhh si leyó los libros... ¿Por qué no puede despegar los ojos del texto?
¡Vaya "naturalidad" de la ex reportera estrella!
Aquí ha hecho dos movimientos de segunda en coche :
GENIAL!!!!!De las manos apoyadas en el atril a las manos recolocando inútilmente los micrófonos y luego el sobeteo del pelo, mientras mantiene una pose más propia de puesto en el mercado ofreciendo verdura fresca que de mujer normalmente constituida y respetuosa de sí misma y de los demás, no ya reina.
La recuerdo perfectamente en el concierto posterior a su presentación como prometida principesca, tocándose el pelo durante el himno nacional y produciéndome una arcada incluso republicana por corta de luces y ordinaria. Era solo el prolegómeno de lo que vendría. La primera en la frente "y eso".
Tantos años después sigo viendo a una mujercilla sumamente vulgar, carente de cualquier atisbo de saber estar o crianza, de movimientos bruscos, masculinizada, incomprensiblemente pagada de sí misma, transmitiendo tensión y falta de empatía, histriónica, petulante, descuidada en los ademanes, sumamente descortés con quienes la rodean o cohibida y acogotada si son de mejor cuna o talante, con un discurso estúpido y sobreactuado, de zancadas legionarias y manoteos nerviosos. Las cuestiones físicas son evidentes y no merecen nueva mención, pero debe de tener un serio problema de percepción de su papel y rango, además de nulas capacidades sociales.
Jamás descenderé al insulto ni a la palabra gruesa hacia nadie, pero hace tiempo que quería contar cuánto me saca de quicio el verla conducirse en cualquier ocasión en nombre de mi país.
Ufffffff, qué a gusto, por Dios.
Minuto 3:47 y de nuevo en el 3:50
Control... Control... Me se oye?
De las manos apoyadas en el atril a las manos recolocando inútilmente los micrófonos y luego el sobeteo del pelo, mientras mantiene una pose más propia de puesto en el mercado ofreciendo verdura fresca que de mujer normalmente constituida y respetuosa de sí misma y de los demás, no ya reina.
La recuerdo perfectamente en el concierto posterior a su presentación como prometida principesca, tocándose el pelo durante el himno nacional y produciéndome una arcada incluso republicana por corta de luces y ordinaria. Era solo el prolegómeno de lo que vendría. La primera en la frente "y eso".
Tantos años después sigo viendo a una mujercilla sumamente vulgar, carente de cualquier atisbo de saber estar o crianza, de movimientos bruscos, masculinizada, incomprensiblemente pagada de sí misma, transmitiendo tensión y falta de empatía, histriónica, petulante, descuidada en los ademanes, sumamente descortés con quienes la rodean o cohibida y acogotada si son de mejor cuna o talante, con un discurso estúpido y sobreactuado, de zancadas legionarias y manoteos nerviosos. Las cuestiones físicas son evidentes y no merecen nueva mención, pero debe de tener un serio problema de percepción de su papel y rango, además de nulas capacidades sociales.
Jamás descenderé al insulto ni a la palabra gruesa hacia nadie, pero hace tiempo que quería contar cuánto me saca de quicio el verla conducirse en cualquier ocasión en nombre de mi país.
Ufffffff, qué a gusto, por Dios.