Ejem, que dura eres. La pobre tiene cara de estar soñando con el fin de semana (largo, of course) que ya son dos días de tute, po favó.Pantalones marcones.
Zapatos sanguinolientos.
Blusa que se probó sin prótesis.
Sobre blanco catetorro, como si viniera de hacer un recado en la oficina de Correos.
Peluca sucia...
Todo muy en su línea, estamos acostumbrados ya. Unas veces causa mal humor, la mayor parte del tiempo risa.
Pero esta cara... A esto no hay forma de acostumbrarse. Ni hay por qué acostumbrarse.
Esta imagen da verdadera pena. Si no está en condiciones sería mejor retirarla por el tiempo necesario. Pero esto no es de recibo.