Incendio en la catedral de Notre Dame de Paris.
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Veo tu apuesta y subo
Han sido los Illuminati en comandita con los del KKK
Al tiempo...
Un beso guapa!
Perdón, lo siento, no volverá a ocurrir
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pilou12
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El mal funcionamiento de las alarmas de Notre Dame impidió reaccionar a tiempo
La empresa de los andamios del templo niega responsabilidad en la tragedia
Juan Pedro Quiñonero
18/04/2019
El llamamiento solemne de Emmanuel Macrona la «comunión nacional», cívica y espiritual, en la tarea colectiva de la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, una de las matrices de la identidad de Francia, ha tenido una respuesta inmediata, con celeridad entusiasta.
Tras el diálogo personal del Papa Francisco con el presidente de la República, el arcipreste de París, monseñor Michel Aupetit, ha nombrado a varios representantes personales en el proceso de concertación con el Estado, en los trabajos de la reconstrucción.
Cincuenta inspectores de policía han comenzado los interrogatorios de las decenas de obreros y técnicos que trabajaban en la restauración de la catedral. El ministerio del Interior confirma que «solo hay una pista: el incendio accidental». La gravedad del incendio complica y retrasa las posibles conclusiones, que todavía tardarán varios días a conocerse.
La empresa Le Bras Frères, responsable de los andamios que comenzaron a arder el lunes a las 18h50, se ha apresurado a declarar que, por su parte, habían sido respetados todos los procedimientos legales, «excluyendo» toda responsabilidad en el incendio. Cerca de mil fieles y doce obreros todavía se encontraban en el interior de la catedral, cuando comenzaron a propagarse las llamas. No se conoce el detalle de los primeros interrogatorios policiales.
Entre las primeras pistas, a falta de confirmar, se especula con un posible «disfuncionamiento» de los sistemas de alarma. Según fuentes policiales, una primera alarma se disparó a las 18h20. Pero no sirvió para detectar el lugar exacto donde había estallado el incendio. Fue necesaria una segunda alarma, treinta minutos más tarde, para descubrir, con horror, el primer foco del incendio, que ya era imposible de detener.
Macron presidió el miércoles un consejo de ministros restringido y una primera reunión de trabajo del Gobierno con los representantes de la iglesia, las instituciones municipales y regionales, la empresa privada. Se ha autorizado una fiscalidad excepcional, que facilitará las donaciones, a partir de mil euros. Numerosas empresas de servicios ofrecen «promociones», sugiriendo que una parte de las facturas de compras será entregada a las autoridades competentes, como donaciones.
Entre las grandes fortunas de Francia, grandes grupos industriales y las primeras donaciones, se calcula oficiosamente que el Estado ha podido reunir mil millones de euros de promesas de donaciones. Se trata de una suma considerable, muy próxima al montante final que pudieran tener los trabajos de reconstrucción.
Hace varios años, el Estado y la alcaldía de París fueron incapaces de aportar los cien millones de euros necesarios para comenzar la restauración que, inconclusa, ha provocado el trágico incendio. La iglesia de Francia tuvo que recurrir a la benevolencia y el mecenazgo de los EE. UU. para poder financiar unas obras de gran urgencia. Años más tarde, dos días después del incendio, la emoción nacional e internacional ha acelerado las donaciones millonarias.
El montante de algunas donaciones, de 100 y 200 millones de euros, ha provocado algunas reacciones «críticas»: «Dan mucho dinero, porque esperan beneficiarse de deducciones fiscales». Algunos de esos grandes donantes han reaccionado inmediatamente, renunciando a las ventajas fiscales del mecenazgo. Varios historiadores han sugerido que muchas donaciones populares se inviertan en la restauración de las iglesias más modestas y bien necesitadas de renovación.
Tras la puesta en marcha del proceso de reconstrucción de Notre Dame, una de las primeras tareas será la convocatoria de un concurso internacional de arquitectos, para poder estudiar diversos proyectos de reconstrucción de uno de los monumentos más emblemáticos de la arquitectura religiosa, de Francia y de Europa.
¿Podrá cumplirse el «plazo» de cinco años anunciado por el presidente Macron? Desde la Unesco, varios especialistas consideran prematuro avanzar ninguna fecha concreta, hasta que se conozca con precisión el alcance final de las obras necesarias.
En marcha los primeros trabajos de un proceso de reconstrucción, París y Francia celebrarán la Semana Santa con un fervor particular, religioso y cívico.
Los oficios que debían celebrarse en Notre Dame se celebrarán en las iglesias de Saint-Sulpice y Saint-Eustache, dos templos que tienen su propia y gran historia. Saint-Sulpice sufrió hace días un incendio de origen desconocido. Saint-Eustache está terminando una restauración muy larga, financiada con la publicidad de grandes marcas cosmopolitas. Las iglesias de toda Francia repicarán al unísono en varias ocasiones, en recuerdo y homenaje a Notre Dame.
La alcaldía de París ha deseado participar a su manera en la comunión nacional, cívica, en su caso. Está prevista, para este jueves, una gran ceremonia a la que está invitado el pueblo de París. Una orquesta interpretará el preludio de la primera suite de Bach. Varios actores leerán páginas de la obra de Victor Hugo consagrada a Notre Dame.
https://www.abc.es/internacional/ab...o-reaccionar-tiempo-201904180228_noticia.html
La empresa de los andamios del templo niega responsabilidad en la tragedia
Juan Pedro Quiñonero
18/04/2019
El llamamiento solemne de Emmanuel Macrona la «comunión nacional», cívica y espiritual, en la tarea colectiva de la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, una de las matrices de la identidad de Francia, ha tenido una respuesta inmediata, con celeridad entusiasta.
Tras el diálogo personal del Papa Francisco con el presidente de la República, el arcipreste de París, monseñor Michel Aupetit, ha nombrado a varios representantes personales en el proceso de concertación con el Estado, en los trabajos de la reconstrucción.
Cincuenta inspectores de policía han comenzado los interrogatorios de las decenas de obreros y técnicos que trabajaban en la restauración de la catedral. El ministerio del Interior confirma que «solo hay una pista: el incendio accidental». La gravedad del incendio complica y retrasa las posibles conclusiones, que todavía tardarán varios días a conocerse.
La empresa Le Bras Frères, responsable de los andamios que comenzaron a arder el lunes a las 18h50, se ha apresurado a declarar que, por su parte, habían sido respetados todos los procedimientos legales, «excluyendo» toda responsabilidad en el incendio. Cerca de mil fieles y doce obreros todavía se encontraban en el interior de la catedral, cuando comenzaron a propagarse las llamas. No se conoce el detalle de los primeros interrogatorios policiales.
Entre las primeras pistas, a falta de confirmar, se especula con un posible «disfuncionamiento» de los sistemas de alarma. Según fuentes policiales, una primera alarma se disparó a las 18h20. Pero no sirvió para detectar el lugar exacto donde había estallado el incendio. Fue necesaria una segunda alarma, treinta minutos más tarde, para descubrir, con horror, el primer foco del incendio, que ya era imposible de detener.
Macron presidió el miércoles un consejo de ministros restringido y una primera reunión de trabajo del Gobierno con los representantes de la iglesia, las instituciones municipales y regionales, la empresa privada. Se ha autorizado una fiscalidad excepcional, que facilitará las donaciones, a partir de mil euros. Numerosas empresas de servicios ofrecen «promociones», sugiriendo que una parte de las facturas de compras será entregada a las autoridades competentes, como donaciones.
Entre las grandes fortunas de Francia, grandes grupos industriales y las primeras donaciones, se calcula oficiosamente que el Estado ha podido reunir mil millones de euros de promesas de donaciones. Se trata de una suma considerable, muy próxima al montante final que pudieran tener los trabajos de reconstrucción.
Hace varios años, el Estado y la alcaldía de París fueron incapaces de aportar los cien millones de euros necesarios para comenzar la restauración que, inconclusa, ha provocado el trágico incendio. La iglesia de Francia tuvo que recurrir a la benevolencia y el mecenazgo de los EE. UU. para poder financiar unas obras de gran urgencia. Años más tarde, dos días después del incendio, la emoción nacional e internacional ha acelerado las donaciones millonarias.
El montante de algunas donaciones, de 100 y 200 millones de euros, ha provocado algunas reacciones «críticas»: «Dan mucho dinero, porque esperan beneficiarse de deducciones fiscales». Algunos de esos grandes donantes han reaccionado inmediatamente, renunciando a las ventajas fiscales del mecenazgo. Varios historiadores han sugerido que muchas donaciones populares se inviertan en la restauración de las iglesias más modestas y bien necesitadas de renovación.
Tras la puesta en marcha del proceso de reconstrucción de Notre Dame, una de las primeras tareas será la convocatoria de un concurso internacional de arquitectos, para poder estudiar diversos proyectos de reconstrucción de uno de los monumentos más emblemáticos de la arquitectura religiosa, de Francia y de Europa.
¿Podrá cumplirse el «plazo» de cinco años anunciado por el presidente Macron? Desde la Unesco, varios especialistas consideran prematuro avanzar ninguna fecha concreta, hasta que se conozca con precisión el alcance final de las obras necesarias.
En marcha los primeros trabajos de un proceso de reconstrucción, París y Francia celebrarán la Semana Santa con un fervor particular, religioso y cívico.
Los oficios que debían celebrarse en Notre Dame se celebrarán en las iglesias de Saint-Sulpice y Saint-Eustache, dos templos que tienen su propia y gran historia. Saint-Sulpice sufrió hace días un incendio de origen desconocido. Saint-Eustache está terminando una restauración muy larga, financiada con la publicidad de grandes marcas cosmopolitas. Las iglesias de toda Francia repicarán al unísono en varias ocasiones, en recuerdo y homenaje a Notre Dame.
La alcaldía de París ha deseado participar a su manera en la comunión nacional, cívica, en su caso. Está prevista, para este jueves, una gran ceremonia a la que está invitado el pueblo de París. Una orquesta interpretará el preludio de la primera suite de Bach. Varios actores leerán páginas de la obra de Victor Hugo consagrada a Notre Dame.
https://www.abc.es/internacional/ab...o-reaccionar-tiempo-201904180228_noticia.html
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En relación con esto, el tema del humo verde. Hay testigos que hablan de un humo verde intenso que se vio al principio, cuando aún no se observaban las llamaradas. La tonalidad verde siguió incluso cuando el incendio estaba en su apogeo.
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EL HUMO VERDE
Ah, bueno, entonces todo resuelto!!!!!
Y, además, coincide con el día en que se estrena la octava temporada de GOT!!!
Todo el rato ante nuestros ojos y nosotros sin darnos cuenta :S
Pero qué par de pendex! No tengo audio en este dispositivo, dicen cuándo subieron el video? Se darán cuenta que pueden ser identificados e investigados visto lo visto?
Pasmada es decir poco... No hay palabras.
Es verdad que escalar edificios y monumentos clandestinamente forma parte del "entretenimiento" de algunos, por lo mismo debería ser algo a tener en cuenta a la hora de implementar medidas de seguridad, haya obras o no.
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Ah, bueno, entonces todo resuelto!!!!!
Y, además, coincide con el día en que se estrena la octava temporada de GOT!!!
Todo el rato ante nuestros ojos y nosotros sin darnos cuenta :S
Esas tonterías con otros, si no te importa.
El humo verde intenso no aparece por la combustión de ningún material natural. Para producirlo es necesario el concurso de alguna sustancia de tipo sintético. Los explosivos plásticos producen humo verde. Algunos pirogeles (sustancias incendiarias), también.
Es bastante patético ver a gente haciendo risas de lo que ignora y acusando de conspiranoia al prójimo.
Desde luego un alto porcentaje del paisanaje se merece que el poder le tome el pelo de la peor manera y les den para comulgar ruedas de molino. Quien no es capaz de abrir los ojos y hacerse preguntas, tampoco merece más.
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Architects and historians wonder: Maybe the new Notre Dame should be less “overburdened” with Christian meaning
I don’t share Michael Brendan Dougherty’s faith but I do share his impulse in reading this Rolling Stone piece: “I promise right now. If you try to rebuild it as a ‘secular’ Notre Dame, reflecting the political priorities of 2019, I will do my damndest to see that the next fire takes it all down. I won’t come alone.”
Imagine believing that our tawdry, meaningless age might improve upon the grandeur of the old cathedral. And yet:
[F]or some people in France, Notre Dame has also served as a deep-seated symbol of resentment, a monument to a deeply flawed institution and an idealized Christian European France that arguably never existed in the first place. “The building was so overburdened with meaning that its burning feels like an act of liberation,” says Patricio del Real, an architecture historian at Harvard University. If nothing else, the cathedral has been viewed by some as a stodgy reminder of “the old city — the embodiment of the Paris of stone and faith — just as the Eiffel Tower exemplifies the Paris of modernity, joie de vivre and change,” Michael Kimmelmann wrote for the New York Times…
Although Macron and donors like Pinault have emphasized that the cathedral should be rebuilt as close to the original as possible, some architectural historians like Brigniani believe that would be complicated, given the many stages of the cathedral’s evolution. “The question becomes, which Notre Dame are you actually rebuilding?,” he says. Harwood, too, believes that it would be a mistake to try to recreate the edifice as it once stood, as LeDuc did more than 150 years ago. Any rebuilding should be a reflection not of an old France, or the France that never was — a non-secular, white European France — but a reflection of the France of today, a France that is currently in the making. “The idea that you can recreate the building is naive. It is to repeat past errors, category errors of thought, and one has to imagine that if anything is done to the building it has to be an expression of what we want — the Catholics of France, the French people — want. What is an expression of who we are now? What does it represent, who is it for?,” he says.
Catholicism: “Overburdened with meaning” since 33 A.D. What del Real and Brigniani really mean, I take it, is that the structure’s religious significance has long since faded in post-Christian France, overtaken by its significance as a witness to 800 years of French history. Why not acknowledge that gradual desiccation forthrightly by turning it into a monument to, well, nothing in particular? One might imagine it becoming a monument to France writ large, to bolster the fading belief that a common French cultural identity still exists. If Notre Dame can’t make Catholics of its admirers, perhaps it can at least make Frenchmen of them. But that’s the opposite of what the pomo critics have in mind. Their point is that too much of France’s cultural heritage is contemptible. The opportunity to remake Notre Dame is their opportunity to remake that heritage as well. As Dave “Iowahawk” Burge said after reading the Rolling Stone piece, “Boy howdy, that’s some straight up Year Zero sh*t right there.” Indeed.
I saw this tweet a few hours after being knocked for a loop by the RS story and it took me a millisecond to recognize it as parody:
Funny and horrible, although horrible in the opposite way of what the del Reals and Brignianis intend. They don’t want to commercialize the space, they want to reappropriate its religious meaning to instill reverence for the values of the modern multicultural secular state instead. It would be ludicrous to retain a fully Gothic structure to celebrate modernity so I’m picturing some Frankenstein contraption where the Gothic facade remains but the interior and exterior are replaced to whatever extent possible with abstract sculpture and spare, minimalist spaces — the sort of tedious dreck which, although technically modern and “new,” is by now so familiar that it feels more archaic than Notre Dame does.
Emmanuel Macron is promising that the renovation will be finished within five years, which is a bald-faced lie and itself a pitiful reminder of modern feebleness. Even if the reconstruction didn’t require years of expert training for artisans before it could commence, which it does, bickering over the “identity” of the location and bureaucratic pitfalls will inevitably push the timeline out much farther. It’s a cathedral; almost by definition it can’t be built or rebuilt quickly. Why make a vow about France’s can-do spirit to get this done when the result is destined to be that France cannot, at least not in this timeframe?
Speaking before Macron’s announcement, Emily Guerry, a professor of medieval history at England’s University of Kent, anticipated restoration work on the 850-year-old icon would take around two decades…
Jean-Claude Bellanger, secretary-general of Les Compagnons du Devoir, an organization that provides training in manual trades, told Le Parisian newspaper that the niche nature of the work would require an influx of new talent…
A decade is necessary to train some of the specialized workers required for such a project, Bellanger added.
Assuming they plan to replace the wooden roof, they’ll need literally an entire forest for the timber. To match the damaged stone properly, it’ll need to be quarried in Normandy by hand. Critics who want to secularize the space will no doubt use all of that to their advantage: “We can have the site under reconstruction for decades by foolishly trying to re-create the original structure or we can do our own thing with modern materials and be done much sooner.” Why would coming generations that don’t remember Notre Dame as it was and thus have no emotional attachment to the old structure object? The only forces that might be capable long-term of insisting on restoring Notre Dame to what it was are (a) a Christian revival in France, which seems unlikely, or (b) a nationalist takeover, which is far more likely but would bring with it some of the typical cultural and political ugliness that always comes with Euronationalism. And if it does end up as a nationalist project, it’ll be as much a political monument to the nationalists themselves as it will a Christian monument. What will a non-nationalist Catholic think of Our Lady if it becomes a symbol of Front National?
https://hotair.com/archives/2019/04...ng&utm_content=0&utm_campaign=PostPromoterPro
I don’t share Michael Brendan Dougherty’s faith but I do share his impulse in reading this Rolling Stone piece: “I promise right now. If you try to rebuild it as a ‘secular’ Notre Dame, reflecting the political priorities of 2019, I will do my damndest to see that the next fire takes it all down. I won’t come alone.”
Imagine believing that our tawdry, meaningless age might improve upon the grandeur of the old cathedral. And yet:
[F]or some people in France, Notre Dame has also served as a deep-seated symbol of resentment, a monument to a deeply flawed institution and an idealized Christian European France that arguably never existed in the first place. “The building was so overburdened with meaning that its burning feels like an act of liberation,” says Patricio del Real, an architecture historian at Harvard University. If nothing else, the cathedral has been viewed by some as a stodgy reminder of “the old city — the embodiment of the Paris of stone and faith — just as the Eiffel Tower exemplifies the Paris of modernity, joie de vivre and change,” Michael Kimmelmann wrote for the New York Times…
Although Macron and donors like Pinault have emphasized that the cathedral should be rebuilt as close to the original as possible, some architectural historians like Brigniani believe that would be complicated, given the many stages of the cathedral’s evolution. “The question becomes, which Notre Dame are you actually rebuilding?,” he says. Harwood, too, believes that it would be a mistake to try to recreate the edifice as it once stood, as LeDuc did more than 150 years ago. Any rebuilding should be a reflection not of an old France, or the France that never was — a non-secular, white European France — but a reflection of the France of today, a France that is currently in the making. “The idea that you can recreate the building is naive. It is to repeat past errors, category errors of thought, and one has to imagine that if anything is done to the building it has to be an expression of what we want — the Catholics of France, the French people — want. What is an expression of who we are now? What does it represent, who is it for?,” he says.
Catholicism: “Overburdened with meaning” since 33 A.D. What del Real and Brigniani really mean, I take it, is that the structure’s religious significance has long since faded in post-Christian France, overtaken by its significance as a witness to 800 years of French history. Why not acknowledge that gradual desiccation forthrightly by turning it into a monument to, well, nothing in particular? One might imagine it becoming a monument to France writ large, to bolster the fading belief that a common French cultural identity still exists. If Notre Dame can’t make Catholics of its admirers, perhaps it can at least make Frenchmen of them. But that’s the opposite of what the pomo critics have in mind. Their point is that too much of France’s cultural heritage is contemptible. The opportunity to remake Notre Dame is their opportunity to remake that heritage as well. As Dave “Iowahawk” Burge said after reading the Rolling Stone piece, “Boy howdy, that’s some straight up Year Zero sh*t right there.” Indeed.
I saw this tweet a few hours after being knocked for a loop by the RS story and it took me a millisecond to recognize it as parody:
Funny and horrible, although horrible in the opposite way of what the del Reals and Brignianis intend. They don’t want to commercialize the space, they want to reappropriate its religious meaning to instill reverence for the values of the modern multicultural secular state instead. It would be ludicrous to retain a fully Gothic structure to celebrate modernity so I’m picturing some Frankenstein contraption where the Gothic facade remains but the interior and exterior are replaced to whatever extent possible with abstract sculpture and spare, minimalist spaces — the sort of tedious dreck which, although technically modern and “new,” is by now so familiar that it feels more archaic than Notre Dame does.
Emmanuel Macron is promising that the renovation will be finished within five years, which is a bald-faced lie and itself a pitiful reminder of modern feebleness. Even if the reconstruction didn’t require years of expert training for artisans before it could commence, which it does, bickering over the “identity” of the location and bureaucratic pitfalls will inevitably push the timeline out much farther. It’s a cathedral; almost by definition it can’t be built or rebuilt quickly. Why make a vow about France’s can-do spirit to get this done when the result is destined to be that France cannot, at least not in this timeframe?
Speaking before Macron’s announcement, Emily Guerry, a professor of medieval history at England’s University of Kent, anticipated restoration work on the 850-year-old icon would take around two decades…
Jean-Claude Bellanger, secretary-general of Les Compagnons du Devoir, an organization that provides training in manual trades, told Le Parisian newspaper that the niche nature of the work would require an influx of new talent…
A decade is necessary to train some of the specialized workers required for such a project, Bellanger added.
Assuming they plan to replace the wooden roof, they’ll need literally an entire forest for the timber. To match the damaged stone properly, it’ll need to be quarried in Normandy by hand. Critics who want to secularize the space will no doubt use all of that to their advantage: “We can have the site under reconstruction for decades by foolishly trying to re-create the original structure or we can do our own thing with modern materials and be done much sooner.” Why would coming generations that don’t remember Notre Dame as it was and thus have no emotional attachment to the old structure object? The only forces that might be capable long-term of insisting on restoring Notre Dame to what it was are (a) a Christian revival in France, which seems unlikely, or (b) a nationalist takeover, which is far more likely but would bring with it some of the typical cultural and political ugliness that always comes with Euronationalism. And if it does end up as a nationalist project, it’ll be as much a political monument to the nationalists themselves as it will a Christian monument. What will a non-nationalist Catholic think of Our Lady if it becomes a symbol of Front National?
https://hotair.com/archives/2019/04...ng&utm_content=0&utm_campaign=PostPromoterPro
En este foro hay libertad de expresion, al igual que se comparten teorías conspiranoicas, en contra o a favor de grupos, razas, culturas y demás. También entra el humor.
También puedes compartir tus opiniones frente al espejo y seguro que así nadie te lleva la contraria.
