Ni negritos ni leches. A mí me acosó un rubito de ojos azules. Me arruinó más de un año de mi vida. Y la policía no podía hacer nada. Uno me muerto de rabia me dijo que sólo podrían actuar cuando la noticia de mi asesinato apareciera en el periódico. Un niño bien, protegido por su riquísima mamá, con un pasado en un psiquiátrico. Su misma familia tenía miedo de él, no lo querían en casa, pero pensaban que yo era una exagerada sin compasión. Un psicólogo de los servicios sociales me dijo algo en el mismo sentido. Acabó en el psiquiátrico porque destrozó su apartamento e intento meterle fuego a nuestro edificio.
yo también he sufrido violencia y humillaciones por parte de hombres, y ninguno era moro, ni negro ni de ningun otro pais. No pongamos este problema como si solo fueran cosas de moros, negros o sudamericanos