Historias para no dormir

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Trabajas cara el público y tus jefes/compañeros/encargados o clientes te tratan peor que mal...cuenta aquí tu historia.

Se me ha ocurrido este tema después de que en Twitter haya leído un hilo sobre una reseña de un cliente contando que: Genial el sitio pero el trato de los jefes hacia sus empleados es nefasto.
 
De mi primer trabajo recién salida de la universidad me tuve que acabar marchando por salud mental. El jefe me trataba como si fuera imbécil (a parte de pagarme una miseria, en negro y sin tenerme dada de alta en la seguridad social, de lo que me enteré después).

Y si el jefe era terrible, los clientes eran ya un despropósito. Era en un despacho de abogados, me dieron un trabajo muy por debajo de mi cualificación pero como era el primer trabajo, lo cogí. Bueno, los clientes me trataban como si fuera su esclava, me hablaban con un desprecio impresionante.

Una clienta se presentó en el despacho, mi jefe no estaba y parecía que era culpa mía que el señor no pudiera atender a la marquesa cuando ella lo exigía. Le dije que iría adelantando unas fotocopias para que cuando llegara el jefe, fuera más fluido todo. Pues la señora se vino conmigo al cuarto de fotocopias supervisando cómo las hacía al tiempo que me comentaba lo mal que las estaba haciendo. Puñeteras fotocopias.

Otro cliente me llamó para que le mandara unas cosas por mail. Me quedé más horas que un reloj para hacerlo todo y mandárselo en el día porque era super urgente, según él. Cuando fui a mandarlo, su correo me lo rebotaba. Intenté llamarlo pero, obviamente, por las horas que eran la unica pringada que estaba trabajando era yo. Al día siguiente que no me había dado tiempo ni a quitarme el abrigo me llamó pegándome unos gritos impresionantes. Le dije que el correo me lo rebotaba, me llamó mentirosa hasta que se dio cuenta de que me había dado mal su correo. Ni un perdón. Ese día le dije a mi jefe que cogía mis cosas y me largué para no volver.
 
Estuve trabajando en un sitio donde digamos que todo era maravilloso y todo lo hacía maravilloso(según me contó mi ex encargada tiempo después), hasta que me aumentaron horas y pasé de encantarles a todo lo contrario....
Se las apañaban para que saliese de allí todos los días llorando o con un estado de estrés increíble.Todo estaba mal todo lo hacía mal...de los peores trabajos que he tenido era una angustia tener que ir a trabajar...al tiempo me enteré que querían que me fuese porque les salía más barata la nueva opción que tenían, más joven y con menos experiencia más barata.
Al final los últimos días que estuve allí les abría la puerta a las nuevas candidatas a mi puesto (no me lo decían pero era por lógica) justo el día antes de que nos confinasen se acabó mi tortura y qué liberación!
 
Trabajé en una tienda y la dueña que vivía encima tenía micrófonos puestos por todo el espacio para espiar a los empleados y clientes.
Yo trabajé en una guardería con cámaras supuestamente para que de vez en cuando los padres se conectasen a ver qué hacían sus hijos....bueno pues la dueña de la guarde, la cual estaba de baja, las usaba para "espiarnos"
 
¿Trabajar de cara al público?.

Cuando pasé por ese calvario, muchas personas nunca supieron que yo las estaba matando en mi mente.
 
Puf yo de cara al público no, pero en mi anterior curro mis compañeros flipaban con el trato que recibía de mi jefe... Tenía que haberle denunciado porque no era normal..
A parte de pagarme una miseria, de tenerme más horas trabajando de las aseguradas y pagadas etc me convirtió en la diana de sus enfados, frustraciones y días malos.
¿Que se le averiaba el coche? Iba a la Oficina a gritarme por cualquier tontería.
¿Que cometía EL un error? Iba a la Oficina a preguntar y revisar todo mi trabajo para ver si encontraba algo por lo que gritarme e insultarme.
Muchas veces me llamaba a la sala general solo para gritarme delante del resto
Todo así... A parte de las amenazas constantes de "te vas a ir a la calle" "Te voy a bajar el sueldo"...
Fue el detonante que sacó a flote mi ansiedad y depresión, me tenía tan anulada que nunca jamás fui capaz a defenderme mínimamente.

Eso si, el día que le dije que me iba no sabéis que satisfacción fue verle la cara de pánico, el intento de que me quedara, como le dije que ni hablar intentó convencerme para que compaginase ambos trabajos y lo mejor, tardó seis meses en cubrir mi puesto, la nueva duró medio Telediario porque le mandó a paseo y según me cuentan la que tiene ahora no sólo le ha cantado ella las cuarenta a el, sino que le tiene tan atemorizado que hace y deshace a su antojo 🤣
A todo cerdo le llega su San Martín
 

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