Gabriel Cruz, asesinado por Ana Julia Quezada, la pareja del padre.

Seguramente si todos estuviéramos alrededor de una mesa tomando un refresco o un vinito con un buen plato de jamón, estaríamos debatiendo con respeto y sin trifulcas, incluso nos reiríamos de algún chiste. Somos personas adultas y, en principio, inteligentes, bueno menos @Castle (;) es broma). Si compartimos este espacio es porque nos ha unido en él una desgracia. Vamos a intentar debatir como si estuviéramos alrededor de esa mesa. Un abrazo a ellos y un besito a ellas.

Yo sería igual de insoportable :)..., aunque supongo q cara a cara se veria menos hosco o tajante lo q digo q asi leído a palo seco.
 
Aunque varios hemos puesto enlace a la carta pública de Patricia, madre de Gabriel, ahora que tengo más tiempo la pego:

"
Hola Gabriel
Hoy hace un mes que te fuiste ¡llevándote tanto amor! Hijo mío, si hubieses podido verlo… te has hecho el campeón del cuento, eras «CARLITOS» y todos veían tu belleza infinita. ¿Te acuerdas de esa peli y su final?. ¿Recuerdas cuando se te saltaron las lágrimas y dijiste «ese soy yo, ponla otra vez mamá»?

Hijo mío me hubiese gustado tanto, tanto, tanto que hubieses sentido tanto amor por todas partes, de gente buena donde no cabe protegerse con escudos ni armaduras… todos reunidos ante ti con el único fin de verte sonreír de nuevo.

Amor mío escribo estas líneas y no sé cómo seguir… hoy hace un mes que te arrancaron de la tierra, un mes desde que mi vida no deja de tambalearse por tu ausencia. Un mes de la más oscura maldad y pesadilla que nunca hubiese querido que tuvieras y nunca hubieses podido tener… Afortunadamente el consuelo más alentador es saber que te fuiste feliz y no sentiste el peso de la más injusta atrocidad sobre ti.

Amor mío, ¿sabes que?... vi un video de la película Nemo mientras te buscábamos… ¡ Sí de Nemo! Soñaba que cuando aparecieras y lo vieras te ayudaría a iluminar de nuevo esos ojazos de vida. ¡Hablaban de ti Gabriel! Y todos los pececitos de la peli te buscaban por tierra, mar y aire como a Nemo.

Y así fue Gabriel, te buscamos por tierra, mar y aire. Nunca podrías imaginar el revuelo que montamos para encontrarte. Vinieron muchos policías, bomberos, grupos de protección civil, corredores, espeleólogos, montañeros, escaladores y miles de voluntarios a patear todas las montañas de tus siempre añoradas y bien vividas Hortichuelas y Las Negras. También helicópteros, Gabriel, los mejores medios a tus pies, a los de papá y míos, para que volvieses con nosotros. ¡Si vieses con las ganas y fuerzas que te buscaban «te caerías de culo»!

¿Y sabes qué?, que aunque no te encontraron porque ya no estabas…, te amaron ¡tanto! que se olvidaron de sus vidas por unos días para entregarse a ti y a tu eterna sonrisa.

Hoy hace un mes mi amor y todavía se mantiene esa marea de enorme amor que has generado y surgen miles de propuestas de gente buena, como en la canción, cuyo fin no son ellos mismos sino hacer un mundo mejor contigo como estandarte.

Te gustaría saber que todo el mundo te llama «Pescaíto» y sabe que querías ser biólogo marino. De hecho, me han dicho que te han contratado en el cielo ¡fíjate sin haber terminado la carrera ya estás haciendo lo que te apasionaba!

Sueño con que te estén tratando bien y estés maravillado de nadar a tu antojo por el mar. Conociéndote seguro que ya has bajado a la llanura abisal y has encontrado el «Megalodón»; seguro que has nadado y jugado con los delfines y les has contado que tú ya sabías desde bien pequeñito que respiraban por el espiráculo.

Quiero imaginarme tu cara de asombro al poder ver la «Calavera Portuguesa», a la «Avispa de mar» y seguro que miles de medusas más que no hemos visto ni en libros ni en documentales. Y por lo que te tengo «calao», seguro que te las has ingeniado para hacerte un amigo Yokai que te cante a menudo eso de «soy afable, achuchable y super amable» que tanto te gustaba.

Espero que cuando tengas frío o salgas mojado o te marches a dormir, no tengas reparo en pedirle a los ángeles que se nos fueron antes que te hagan un «paquetito» y te abracen como un bebé, como a ti te gustaba. Si lo haces, ya verás como me sientes e incluso puedes oler el cariño y la ternura que siempre me has producido. Seguro que sientes cómo, desde que naciste, no he dejado de enamorarme cada día más de ti y enorgullecerme sorprendida de cómo has ido creciendo. No hay madre en el mundo, «cuchifrito», que sienta más orgullo que yo de haberte tenido y contribuir a tu grandeza.

¡Hijo!, ha sido un orgullo caminar contigo estos ocho años. ¡Me has enseñado tanto!, que no tendré palabras ni lágrimas con las que pueda describirte como hiciste que cada día quisiese ser mejor persona para criarte bien y que tu sonrisa fuera una constante en tu vida.

¿Sabías que cuando me enfrentaba a algo que me asustaba tú eras el norte que me hacía desplegar las velas y no dejar nunca de intentar hacerte un gran hombre? Esa era mi responsabilidad Gabriel, pero contigo fue, tan fácil y tan intensamente mágico, que se derrumbaban todos los muros que nos ponían por delante. Pasé de escuchar en mis pensamientos a Serrat con sus versos de «a menudo los niños se nos parecen«, a la «Disciplina sin lágrimas» que tu amiga Carmen me descubrió. Y tú te crecías cada día; asombraba ver cómo querías superarte y cómo tus aspiraciones e inquietudes, lejos de la conducta habitual de cualquier niño, se tornaban en «girasoles» y canto a los valientes.

¡Ah! ¿Sabes?, no te conté algo que te va a gustar. ¿Recuerdas aquella tarde, andando por el paseo marítimo de vuelta a casa que nos cruzamos con Nadia mientras tarareábamos ajenos a todo, «Girasoles»? Si lo recuerdas, te gustará saber que miles de niños y adultos cantan y ponen girasoles y luz en sus miradas cada mañana. Son esa gente buena que no miran para otro lado y que ahora cuidan a papá y a mamá.

A toda esa marea de gente quiero darle hoy las gracias en tu nombre por su respeto, ayuda, desinterés, y por hacernos la vida un poco más fácil a nosotros y al resto. Por guardar la rabia y mantener los «pescaítos» en sus corazones, haciendo que tu marcha tenga cierto sentido.

A Almería, España y cada rincón que se ha llenado de tu amor con solo ver tu sonrisa (¡imagina si te hubiesen conocido!), a todos y todas

¡Muchísimas gracias!
Madre mía!!!!!!!!
Lagrimones como puños!!! :cry:
 
Aunque varios hemos puesto enlace a la carta pública de Patricia, madre de Gabriel, ahora que tengo más tiempo la pego:

"
Hola Gabriel
Hoy hace un mes que te fuiste ¡llevándote tanto amor! Hijo mío, si hubieses podido verlo… te has hecho el campeón del cuento, eras «CARLITOS» y todos veían tu belleza infinita. ¿Te acuerdas de esa peli y su final?. ¿Recuerdas cuando se te saltaron las lágrimas y dijiste «ese soy yo, ponla otra vez mamá»?

Hijo mío me hubiese gustado tanto, tanto, tanto que hubieses sentido tanto amor por todas partes, de gente buena donde no cabe protegerse con escudos ni armaduras… todos reunidos ante ti con el único fin de verte sonreír de nuevo.

Amor mío escribo estas líneas y no sé cómo seguir… hoy hace un mes que te arrancaron de la tierra, un mes desde que mi vida no deja de tambalearse por tu ausencia. Un mes de la más oscura maldad y pesadilla que nunca hubiese querido que tuvieras y nunca hubieses podido tener… Afortunadamente el consuelo más alentador es saber que te fuiste feliz y no sentiste el peso de la más injusta atrocidad sobre ti.

Amor mío, ¿sabes que?... vi un video de la película Nemo mientras te buscábamos… ¡ Sí de Nemo! Soñaba que cuando aparecieras y lo vieras te ayudaría a iluminar de nuevo esos ojazos de vida. ¡Hablaban de ti Gabriel! Y todos los pececitos de la peli te buscaban por tierra, mar y aire como a Nemo.

Y así fue Gabriel, te buscamos por tierra, mar y aire. Nunca podrías imaginar el revuelo que montamos para encontrarte. Vinieron muchos policías, bomberos, grupos de protección civil, corredores, espeleólogos, montañeros, escaladores y miles de voluntarios a patear todas las montañas de tus siempre añoradas y bien vividas Hortichuelas y Las Negras. También helicópteros, Gabriel, los mejores medios a tus pies, a los de papá y míos, para que volvieses con nosotros. ¡Si vieses con las ganas y fuerzas que te buscaban «te caerías de culo»!

¿Y sabes qué?, que aunque no te encontraron porque ya no estabas…, te amaron ¡tanto! que se olvidaron de sus vidas por unos días para entregarse a ti y a tu eterna sonrisa.

Hoy hace un mes mi amor y todavía se mantiene esa marea de enorme amor que has generado y surgen miles de propuestas de gente buena, como en la canción, cuyo fin no son ellos mismos sino hacer un mundo mejor contigo como estandarte.

Te gustaría saber que todo el mundo te llama «Pescaíto» y sabe que querías ser biólogo marino. De hecho, me han dicho que te han contratado en el cielo ¡fíjate sin haber terminado la carrera ya estás haciendo lo que te apasionaba!

Sueño con que te estén tratando bien y estés maravillado de nadar a tu antojo por el mar. Conociéndote seguro que ya has bajado a la llanura abisal y has encontrado el «Megalodón»; seguro que has nadado y jugado con los delfines y les has contado que tú ya sabías desde bien pequeñito que respiraban por el espiráculo.

Quiero imaginarme tu cara de asombro al poder ver la «Calavera Portuguesa», a la «Avispa de mar» y seguro que miles de medusas más que no hemos visto ni en libros ni en documentales. Y por lo que te tengo «calao», seguro que te las has ingeniado para hacerte un amigo Yokai que te cante a menudo eso de «soy afable, achuchable y super amable» que tanto te gustaba.

Espero que cuando tengas frío o salgas mojado o te marches a dormir, no tengas reparo en pedirle a los ángeles que se nos fueron antes que te hagan un «paquetito» y te abracen como un bebé, como a ti te gustaba. Si lo haces, ya verás como me sientes e incluso puedes oler el cariño y la ternura que siempre me has producido. Seguro que sientes cómo, desde que naciste, no he dejado de enamorarme cada día más de ti y enorgullecerme sorprendida de cómo has ido creciendo. No hay madre en el mundo, «cuchifrito», que sienta más orgullo que yo de haberte tenido y contribuir a tu grandeza.

¡Hijo!, ha sido un orgullo caminar contigo estos ocho años. ¡Me has enseñado tanto!, que no tendré palabras ni lágrimas con las que pueda describirte como hiciste que cada día quisiese ser mejor persona para criarte bien y que tu sonrisa fuera una constante en tu vida.

¿Sabías que cuando me enfrentaba a algo que me asustaba tú eras el norte que me hacía desplegar las velas y no dejar nunca de intentar hacerte un gran hombre? Esa era mi responsabilidad Gabriel, pero contigo fue, tan fácil y tan intensamente mágico, que se derrumbaban todos los muros que nos ponían por delante. Pasé de escuchar en mis pensamientos a Serrat con sus versos de «a menudo los niños se nos parecen«, a la «Disciplina sin lágrimas» que tu amiga Carmen me descubrió. Y tú te crecías cada día; asombraba ver cómo querías superarte y cómo tus aspiraciones e inquietudes, lejos de la conducta habitual de cualquier niño, se tornaban en «girasoles» y canto a los valientes.

¡Ah! ¿Sabes?, no te conté algo que te va a gustar. ¿Recuerdas aquella tarde, andando por el paseo marítimo de vuelta a casa que nos cruzamos con Nadia mientras tarareábamos ajenos a todo, «Girasoles»? Si lo recuerdas, te gustará saber que miles de niños y adultos cantan y ponen girasoles y luz en sus miradas cada mañana. Son esa gente buena que no miran para otro lado y que ahora cuidan a papá y a mamá.

A toda esa marea de gente quiero darle hoy las gracias en tu nombre por su respeto, ayuda, desinterés, y por hacernos la vida un poco más fácil a nosotros y al resto. Por guardar la rabia y mantener los «pescaítos» en sus corazones, haciendo que tu marcha tenga cierto sentido.

A Almería, España y cada rincón que se ha llenado de tu amor con solo ver tu sonrisa (¡imagina si te hubiesen conocido!), a todos y todas

¡Muchísimas gracias!
Uffff, estoy llorando más que el día que llegue a mi casa y me enteré de que Gabriel había aparecido muerto aquel día llore de pena de rabia y de odio y ahora estoy llorando de de ver cómo puede existir tantísimo amor y que puede ser mucho más grande que el odio ,que lo es, soy madre y no sé para las demás, pero para mí Patricia es un ejemplo............
 
Si un padre deja de visitar y de pasar la pensión de manutención a sus niños, o espacial demasiado estas visitas, deja de llamar, veta la estancia en casa, ...

Se da más en padres que en madres con una nueva pareja, pero también.

El instinto de supervivencia viene programado en los genes, pero se escuchan casos así y no son tan excepcionales.
 
Uffff, estoy llorando más que el día que llegue a mi casa y me enteré de que Gabriel había aparecido muerto aquel día llore de pena de rabia y de odio y ahora estoy llorando de de ver cómo puede existir tantísimo amor y que puede ser mucho más grande que el odio ,que lo es, soy madre y no sé para las demás, pero para mí Patricia es un ejemplo............
Yo no soy madre,pero creo que el dolor más grande del mundo es perder aún hijo y de esta manera peor aún ,Patricia ama a su hijo esto no lo superará nunca en la vida creo yo,la carta es bellísima, pero yo también diría el odio que le tengo al mostruo que a matado ami hijo,y vivria con el amor de mi hijo ,pero odiando ha esta cerda y pediendo que todo el peso de la ley le caiga, pq está si puede machaca la memoria del peque,y eso es el odio absoluto a este ser
 
Acabo de leer la carta, y dejando aparte lo conmovedora que pueda resultar, hay un párrafo que ha atraído mi atención sin remedio...

“Afortunadamente el consuelo más alentador es saber que te fuiste feliz y no sentiste el peso de la más injusta atrocidad sobre ti.”

Aun lo estoy procesando.
 
Acabo de leer la carta, y dejando aparte lo conmovedora que pueda resultar, hay un párrafo que ha atraído mi atención sin remedio...

“Afortunadamente el consuelo más alentador es saber que te fuiste feliz y no sentiste el peso de la más injusta atrocidad sobre ti.”

Aun lo estoy procesando.
Me imagino que se referirá a que no sufrió (si es como dicen) y ni se percató de que la hijaputa quería acabar con su vida.
 
Acabo de leer la carta, y dejando aparte lo conmovedora que pueda resultar, hay un párrafo que ha atraído mi atención sin remedio...

“Afortunadamente el consuelo más alentador es saber que te fuiste feliz y no sentiste el peso de la más injusta atrocidad sobre ti.”

Aun lo estoy procesando.
Creo que has dado con la clave de la carta, todo apunta a que puede referirse a una sedación anterior a la muerte. Lastima que no todos valoren tus aportaciones al hilo.
 

Temas Similares

4 5 6
Respuestas
64
Visitas
3K
Back