Ese vestido de novia con sombrero campesino es un espanto, pero como es de un diseñador de renombre la gente se corta. Si en vez de decir que es suyo decimos que lo ha hecho la "diseñadora" estarían lloviendo piedras y los bajos del vestido ya no serían originales sino "los acabados de siempre, no saben coser". Ese vestido se da la mano con cualquier Analelo, es más tiene el sello de la casa: no favorece a la que lo lleva y los accesorios que lo acompañan no pegan ni con cola.