Escapada a Galicia
Os quiero confesar una cosa y es que de no haber nacido en Andalucía hubiera sido Gallega. Tengo un cariño especial por esta “tierriña” y la verdad, es que no tiene mucha explicación genética ya que ningún antepasado mío nació allí y tampoco mi familia tiene una vinculación con esta zona de España.
Fui por primera vez cuando tenía 15 años, me invitaron mis tíos y estuvimos 10 días visitando lugares maravillosos que se me quedaron grabados, y desde entonces siempre quiero volver.
Ya habían pasado algunos años desde la última vez que fui y que recuerdo con especial cariño por lo divertido del viaje. Mi amiga Elena, mitad andaluza mitad gallega, nos invitó a 12 amigas a celebrar su cumpleaños en Vigo. ¡No os podéis imaginar cómo lo pasamos! Además, como buena anfitriona, nos enseñó los lugares más especiales que sólo una buena gallega conoce. Todavía me acuerdo de la excursión en barco a las Islas Cíes y la vuelta a casa con la impresionante puesta de sol. ¡Qué maravilla! Gracias Helen.
El caso es que Fran no conocía muchos de los sitios que, para mí, son de los más bonitos de España. Así que como en Sevilla el 12 de octubre era fiesta, aproveché para organizar un viaje relámpago a las Rías Bajas .
El centro de operaciones lo fijamos en Vigo y de ahí nos fuimos moviendo. El primer día fuimos a la Isla de la Toja. No me canso de sentarme en la terraza del Gran Hotel, parece como si me hubiera trasladado a los años 20.
Este fin de semana era la Feria del Marisco en El Grove y os la recomiendo cien por cien. Es divertidísimo, montan una carpa gigante llena de puestos de marisco, pulpo, empanada, etc. Cada uno compra lo que le apetece y luego hay mesas grandes de madera que compartes con gente encantadora de aquí y de allá. El marisco, como os podéis imaginar, está buenísimo y el precio es bastante asequible. ¡Ah! otro de los motivos por el que me gusta Galicia es por su cerveza, soy fan absoluta, jajaja.
También visitamos Baiona, y tengo que decir que nunca he visto un edificio más impresionante que su parador. ¡La vista es única! (No pude hacer fotos, así que he cogido unas de las miles de Google).
Otro pueblo con un encanto especial es Combarro, entero de piedra con callecitas estrechas y con sus casas que están prácticamente flotando sobre la ría. Es mágico de verdad.
También estuvimos en La Guardia, justo donde desemboca el Río Miño. Si alguna vez visitáis este pueblo, tenéis que ir a comer al restaurante Doña Olga, aunque sólo sea para conocer a su dueña, una señora de 81 años con una fuerza y una energía dignas de admiración. Hay personas que aún teniendo una vida realmente difícil salen para adelante y encima con una sonrisa.
La ultima mañana paseamos por Vigo, tiene unos edificios preciosos , muy majestuosos, ¡la verdad es que a mi me encanta!
Muchísimas gracias a los gallegos por recibirnos siempre tan bien, volveré seguro que muy pronto.
¡Besos a todos!
Os quiero confesar una cosa y es que de no haber nacido en Andalucía hubiera sido Gallega. Tengo un cariño especial por esta “tierriña” y la verdad, es que no tiene mucha explicación genética ya que ningún antepasado mío nació allí y tampoco mi familia tiene una vinculación con esta zona de España.
Fui por primera vez cuando tenía 15 años, me invitaron mis tíos y estuvimos 10 días visitando lugares maravillosos que se me quedaron grabados, y desde entonces siempre quiero volver.
Ya habían pasado algunos años desde la última vez que fui y que recuerdo con especial cariño por lo divertido del viaje. Mi amiga Elena, mitad andaluza mitad gallega, nos invitó a 12 amigas a celebrar su cumpleaños en Vigo. ¡No os podéis imaginar cómo lo pasamos! Además, como buena anfitriona, nos enseñó los lugares más especiales que sólo una buena gallega conoce. Todavía me acuerdo de la excursión en barco a las Islas Cíes y la vuelta a casa con la impresionante puesta de sol. ¡Qué maravilla! Gracias Helen.
El caso es que Fran no conocía muchos de los sitios que, para mí, son de los más bonitos de España. Así que como en Sevilla el 12 de octubre era fiesta, aproveché para organizar un viaje relámpago a las Rías Bajas .
El centro de operaciones lo fijamos en Vigo y de ahí nos fuimos moviendo. El primer día fuimos a la Isla de la Toja. No me canso de sentarme en la terraza del Gran Hotel, parece como si me hubiera trasladado a los años 20.
Este fin de semana era la Feria del Marisco en El Grove y os la recomiendo cien por cien. Es divertidísimo, montan una carpa gigante llena de puestos de marisco, pulpo, empanada, etc. Cada uno compra lo que le apetece y luego hay mesas grandes de madera que compartes con gente encantadora de aquí y de allá. El marisco, como os podéis imaginar, está buenísimo y el precio es bastante asequible. ¡Ah! otro de los motivos por el que me gusta Galicia es por su cerveza, soy fan absoluta, jajaja.
También visitamos Baiona, y tengo que decir que nunca he visto un edificio más impresionante que su parador. ¡La vista es única! (No pude hacer fotos, así que he cogido unas de las miles de Google).
Otro pueblo con un encanto especial es Combarro, entero de piedra con callecitas estrechas y con sus casas que están prácticamente flotando sobre la ría. Es mágico de verdad.
También estuvimos en La Guardia, justo donde desemboca el Río Miño. Si alguna vez visitáis este pueblo, tenéis que ir a comer al restaurante Doña Olga, aunque sólo sea para conocer a su dueña, una señora de 81 años con una fuerza y una energía dignas de admiración. Hay personas que aún teniendo una vida realmente difícil salen para adelante y encima con una sonrisa.
La ultima mañana paseamos por Vigo, tiene unos edificios preciosos , muy majestuosos, ¡la verdad es que a mi me encanta!
Muchísimas gracias a los gallegos por recibirnos siempre tan bien, volveré seguro que muy pronto.
¡Besos a todos!