Yo estudié en el Beatriz Galindo y os aseguro que de pijo (al menos en los años 90) no tenía nada. Las instalaciones eran cutrecillas y el tipo de alumnado era de clase no demasiado adinerada. Los que viven en ese barrio y tienen pasta de verdad se van al Pilar (los niños) y al Loreto ( las niñas). Solo recuerdo dos alumnos de familia ilustre: un sobrino nieto de Unamuno y el hijo de Raimundo Ortega (alto cargo del Banco de España entonces). De pensamiento eran casi todos de derecha hasta el extremo (el pajarraco y algún símbolo nazi no faltaban ornamentando las carpetas ), muchos hijos de militares, Opus (una compañera tenía 11 hermanos y otro 9). Quiero y no puedo, pijos frustrados casi todos.
Yo en realidad vivía en un barrio bastante alejado. Fui allí a estudiar porque por entonces el Conservatorio tenía sede allí y me resultaba conveniente para compaginar la carrera de piano con secundaria (pese a los madrugones y la paliza del viaje en metro).
Se da un gran error, al calificar de pijo un colegio o Instituto público por estar en un buen distrito.
El distrito será de clase alta, pero en el Colegio o Instituto no hay alumnos de clase alta.
Eso se sabe.
No se por que algunos piensan que el alumnado es clase alta.
Hay porteros en los grandes eificios de los buenos distritos, que no pueden llevar a sus hijos al colegio aleman.
Seguramente el alumnado será algo mejor que en barrios marginales.