Buenos días primas, quería escribir un mensaje hoy, en estas fechas tan señaladas, o al menos para mí lo son. Porque hoy hace un año que me libré de una pesadilla, de la peor persona que he llegado a conocer. Fue el día que después de dos años dije “hasta aquí”.
No voy a hablar de todo lo que pasó durante estos dos años. Para esto hay mil páginas, webs, temas… podéis buscarlo vosotras mismas. Insultos, manipulación, bajada de autoestima, el no reconocerse en tus propias acciones, dependencia emocional, pesadillas. Aunque en mi caso no se trataba de una pareja como tal si era un amigo muy muy cercano con el que tenía contacto prácticamente todo el día, durante más de dos años.
No vengo tampoco a dar un discurso de lo dolida que estoy, estoy estupenda, vengo a hablar de algo que hecho un poco en falta cuando leo sobre estos temas y es ¿cómo se vive el mañana? ¿Como fue el día de después, los meses que vinieron? Ojo, no voy a dar bases objetivas, cada persona es un mundo y lo vive a su manera, voy a contar mi propia experiencia a la que yo califico como... ¿rara?. Sin duda, distinta a lo que imaginé. Me gustaría que las chicas que habéis pasado por lo mismo, ya sea con pareja, amigos o familiares lo contéis también.
Lamento que se venga un tochaco xD quien quiera quedarse, estaré encantada.
El primer día, tras decirle que no quería volver a saber de él lloré mucho como es obvio, me aguantó una amiga que hay que darle el premio Nobel de la paz porque pobrecita la que le monté. Pero bueno, es normal. Supongo. Y tenía miedo. “¿Y ahora qué?” pensaba. Él era literalmente la persona con quien más socializaba, tenía muchísima confianza y le contaba todo. Se iba una parte muy importante de mi vida. Pensaba que me quedaría sola. Había muchas guías para detectar las relaciones tóxicas y destructivas, pero ninguna que me dijese cómo sería el día siguiente a alejarme.
Por suerte, no estaba equivocada con mis temores, estaba equivocadísima.
Pasado el primer día con mi amiga, creo que sufrí una mena de shock durante la primera semana. Pasé del contacto constante al contacto cero. De pensar que jamás me libraría a borrarlo de mi vida, de un día para otro: era un cambio enorme. Y me puse eufórica. Pero no era una euforia buena, era una euforia un poco de locura, me reía de todo un rato largo (de normal soy muy tranquila), empecé a organizar cosas como loca, de hecho organicé mi cumpleaños aquella misma semana. Como despertar de repente de un sueño extraño y descubrir que podía hacer un montón de cosas chulas, tenía una energía que no sabía de dónde había salido.
Este estado me duró varios días, yo estaba contenta porque me esperaba estar de bajón y fue todo lo contrario. Sin embargo, cuando una no está equilibrada no es bueno. Poco después mi gato enfermó, no fue nada grave pero tuvieron que intervenirlo. Total, que toda la euforia se fue de golpe y me vino un bajonazo muy grande. Y la rabia, la bendita rabia.
Rabia por todo lo que pasé, por sentirme utilizada, por saber que una de las personas que había sido más importante y cercana me había tratado así. Me daba por llorar de rabia, jamás había sentido nada parecido. Y ahí empecé a preocuparme ¿por qué estaba rabiosa de repente si antes estaba bien? Y empecé también a tener otro miedo ¿cuánto iba a durar? ¿estaría meses, años, así?
Le sentía. En cada cosa que hacía, le notaba como un peso, como algo que estaba ahí y decía “no puedes ser feliz del todo”. Empecé a tener pesadillas chungas, que cumplía su última amenaza de “no voy a olvidar jamás lo que me has hecho” (alejarme), a pesar de que nunca le llegué a creer (y nunca hizo nada). Las cosas me iban más o menos bien, pero él estaba ahí como un fantasma y no sabía cómo hacer de desapareciese. Había días en que parecía irse, como por ejemplo en mi cumpleaños. Mi cumpleaños fue maravilloso, un fin de semana con todos mis amigos (los de verdad) en el que me dolió la barriga de tanto reírme. Pero incluso después de esto le sentía y estaba desesperada.
Lo siguiente importante fue conocerla a ella, otra chica que se había topado también con él. La conexión fue automática, pude contarlo todo, ella me lo contó todo también y descubrí que el tipo era más horrible de lo que pensaba. Fuimos un gran apoyo la una a la otra y ahora es de mis mejores amigas.
Y a parte de esto, hubo otro gran evento. Vosotras, queridas.
Entré en el foro poco después de alejarme, de hecho en un mes y pico haré mi aniversario. Descubrí los hilos de Dalas y Lizy, donde varias chicas contaban historias parecidas a la mía. Había mucha hermandad, y muchas risas. Me pasaba el día posteando. Llegué un punto que dije “he cambiando hablar con una persona horrible a hablar todo el día con chicas estupendas” y me sentí muy feliz. Tanto que temía sentirme sola, y al final el cambio fue superior a lo que había esperado. También descubrí esta sección, que me encanta, y leo vuestras ocurrencias e historias. El foro me ha hecho una compañía increíble en los peores momentos. Así que muchas gracias, de verdad.
Y gracias a mis niñas en particular (y el nene )
Y a partir de aquí… el tiempo hizo su trabajo. En verano, durante mis vacaciones (con las que quería desconectar del todo), tuve mi última pesadilla que me dejó mal todo el día. Y a partir de ello empezó a alejarse el “fantasma”, poco a poco. Y un día, después de acabar el juego de Undertale (juegazo que os recomiendo), de llorar como una magdalena en el final, descubrí que ya no estaba. Ya no tenía aquella sensación, sentía que podía disfrutar de mis cosas al máximo. Que ya no me importaba. Le sigo odiando, sí, pero es odio racional. No hay rabia, se calmaron las aguas. Tampoco hay la euforia del principio gracias a Dios. Sólo una calma bonita, estabilidad, ilusiones, como antes de conocerle y que me destrozase.
Y aquí estoy un año después, muy satisfecha de mi vida (a pesar de que técnicamente es un desastre xD), superando totalmente las expectativas, rodeada de gente maravillosa, con planes y ganas de hacer cosas. Y con unos recuerdos borrosos de estos dos años, como de otra vida, pero que me han dado una buena lección. Hay que huir cuando alguien empieza a hacerte daño. Todo lo que viene va a ser mucho mejor, hay una vida esperando después. No hay que tener miedo a lo que pueda pasar. Y que cualquiera podemos caer en algo así, no somos inmunes, ni somos menos inteligentes si nos pasa. Es mejor saberlo de antemano que experimentarlo por las malas.
Que en la vida nos vamos a encontrar buenas y malas personas, no es culpa nuestra si nos tratan mal sin merecerlo. Hay gente que es así, no hay que romperse la cabeza, sólo aprender a detectarlos y huir lo antes posible.
El ir mejorando me vino solo, no sé si fue el propio tiempo o forzarme yo misma a salir de allí, a aceptar lo que había pasado y a perdonarme un poco. Porque también me sentía muy estúpida, por haberme permitido acabar así, por alargar una situación que se podía solucionar mucho antes. Tuve que hacer las paces con mi pasado y aceptar esto como una experiencia más que me ha traído cosas buenas a la larga, como por ejemplo mi amiga.
(Aviso: es cierto que hay gente que ha tenido relaciones mucho peores y necesitan más tiempo o ayuda, que las amenazas son de verdad y no humo (como era en mi caso), no hablo de ese tipo de relaciones sino de lo que viví yo que mucha gente ha pasado por lo mismo, simplemente una relación tóxica que te deja tocado un tiempo largo. En casos más serios hay que denunciar y muchas veces es necesaria ayuda profesional)
Y ya está, perdón otra vez por el rollazo. Estaré encantada de leeros si queréis hablar de vuestras vivencias. Si me quedo hablando sola bueno, también tenía ganas de ordenar mis pensamientos. Un abrazo y nos vemos por aquí.
No voy a hablar de todo lo que pasó durante estos dos años. Para esto hay mil páginas, webs, temas… podéis buscarlo vosotras mismas. Insultos, manipulación, bajada de autoestima, el no reconocerse en tus propias acciones, dependencia emocional, pesadillas. Aunque en mi caso no se trataba de una pareja como tal si era un amigo muy muy cercano con el que tenía contacto prácticamente todo el día, durante más de dos años.
No vengo tampoco a dar un discurso de lo dolida que estoy, estoy estupenda, vengo a hablar de algo que hecho un poco en falta cuando leo sobre estos temas y es ¿cómo se vive el mañana? ¿Como fue el día de después, los meses que vinieron? Ojo, no voy a dar bases objetivas, cada persona es un mundo y lo vive a su manera, voy a contar mi propia experiencia a la que yo califico como... ¿rara?. Sin duda, distinta a lo que imaginé. Me gustaría que las chicas que habéis pasado por lo mismo, ya sea con pareja, amigos o familiares lo contéis también.
Lamento que se venga un tochaco xD quien quiera quedarse, estaré encantada.
El primer día, tras decirle que no quería volver a saber de él lloré mucho como es obvio, me aguantó una amiga que hay que darle el premio Nobel de la paz porque pobrecita la que le monté. Pero bueno, es normal. Supongo. Y tenía miedo. “¿Y ahora qué?” pensaba. Él era literalmente la persona con quien más socializaba, tenía muchísima confianza y le contaba todo. Se iba una parte muy importante de mi vida. Pensaba que me quedaría sola. Había muchas guías para detectar las relaciones tóxicas y destructivas, pero ninguna que me dijese cómo sería el día siguiente a alejarme.
Por suerte, no estaba equivocada con mis temores, estaba equivocadísima.
Pasado el primer día con mi amiga, creo que sufrí una mena de shock durante la primera semana. Pasé del contacto constante al contacto cero. De pensar que jamás me libraría a borrarlo de mi vida, de un día para otro: era un cambio enorme. Y me puse eufórica. Pero no era una euforia buena, era una euforia un poco de locura, me reía de todo un rato largo (de normal soy muy tranquila), empecé a organizar cosas como loca, de hecho organicé mi cumpleaños aquella misma semana. Como despertar de repente de un sueño extraño y descubrir que podía hacer un montón de cosas chulas, tenía una energía que no sabía de dónde había salido.
Este estado me duró varios días, yo estaba contenta porque me esperaba estar de bajón y fue todo lo contrario. Sin embargo, cuando una no está equilibrada no es bueno. Poco después mi gato enfermó, no fue nada grave pero tuvieron que intervenirlo. Total, que toda la euforia se fue de golpe y me vino un bajonazo muy grande. Y la rabia, la bendita rabia.
Rabia por todo lo que pasé, por sentirme utilizada, por saber que una de las personas que había sido más importante y cercana me había tratado así. Me daba por llorar de rabia, jamás había sentido nada parecido. Y ahí empecé a preocuparme ¿por qué estaba rabiosa de repente si antes estaba bien? Y empecé también a tener otro miedo ¿cuánto iba a durar? ¿estaría meses, años, así?
Le sentía. En cada cosa que hacía, le notaba como un peso, como algo que estaba ahí y decía “no puedes ser feliz del todo”. Empecé a tener pesadillas chungas, que cumplía su última amenaza de “no voy a olvidar jamás lo que me has hecho” (alejarme), a pesar de que nunca le llegué a creer (y nunca hizo nada). Las cosas me iban más o menos bien, pero él estaba ahí como un fantasma y no sabía cómo hacer de desapareciese. Había días en que parecía irse, como por ejemplo en mi cumpleaños. Mi cumpleaños fue maravilloso, un fin de semana con todos mis amigos (los de verdad) en el que me dolió la barriga de tanto reírme. Pero incluso después de esto le sentía y estaba desesperada.
Lo siguiente importante fue conocerla a ella, otra chica que se había topado también con él. La conexión fue automática, pude contarlo todo, ella me lo contó todo también y descubrí que el tipo era más horrible de lo que pensaba. Fuimos un gran apoyo la una a la otra y ahora es de mis mejores amigas.
Y a parte de esto, hubo otro gran evento. Vosotras, queridas.
Entré en el foro poco después de alejarme, de hecho en un mes y pico haré mi aniversario. Descubrí los hilos de Dalas y Lizy, donde varias chicas contaban historias parecidas a la mía. Había mucha hermandad, y muchas risas. Me pasaba el día posteando. Llegué un punto que dije “he cambiando hablar con una persona horrible a hablar todo el día con chicas estupendas” y me sentí muy feliz. Tanto que temía sentirme sola, y al final el cambio fue superior a lo que había esperado. También descubrí esta sección, que me encanta, y leo vuestras ocurrencias e historias. El foro me ha hecho una compañía increíble en los peores momentos. Así que muchas gracias, de verdad.
Y gracias a mis niñas en particular (y el nene )
Y a partir de aquí… el tiempo hizo su trabajo. En verano, durante mis vacaciones (con las que quería desconectar del todo), tuve mi última pesadilla que me dejó mal todo el día. Y a partir de ello empezó a alejarse el “fantasma”, poco a poco. Y un día, después de acabar el juego de Undertale (juegazo que os recomiendo), de llorar como una magdalena en el final, descubrí que ya no estaba. Ya no tenía aquella sensación, sentía que podía disfrutar de mis cosas al máximo. Que ya no me importaba. Le sigo odiando, sí, pero es odio racional. No hay rabia, se calmaron las aguas. Tampoco hay la euforia del principio gracias a Dios. Sólo una calma bonita, estabilidad, ilusiones, como antes de conocerle y que me destrozase.
Y aquí estoy un año después, muy satisfecha de mi vida (a pesar de que técnicamente es un desastre xD), superando totalmente las expectativas, rodeada de gente maravillosa, con planes y ganas de hacer cosas. Y con unos recuerdos borrosos de estos dos años, como de otra vida, pero que me han dado una buena lección. Hay que huir cuando alguien empieza a hacerte daño. Todo lo que viene va a ser mucho mejor, hay una vida esperando después. No hay que tener miedo a lo que pueda pasar. Y que cualquiera podemos caer en algo así, no somos inmunes, ni somos menos inteligentes si nos pasa. Es mejor saberlo de antemano que experimentarlo por las malas.
Que en la vida nos vamos a encontrar buenas y malas personas, no es culpa nuestra si nos tratan mal sin merecerlo. Hay gente que es así, no hay que romperse la cabeza, sólo aprender a detectarlos y huir lo antes posible.
El ir mejorando me vino solo, no sé si fue el propio tiempo o forzarme yo misma a salir de allí, a aceptar lo que había pasado y a perdonarme un poco. Porque también me sentía muy estúpida, por haberme permitido acabar así, por alargar una situación que se podía solucionar mucho antes. Tuve que hacer las paces con mi pasado y aceptar esto como una experiencia más que me ha traído cosas buenas a la larga, como por ejemplo mi amiga.
(Aviso: es cierto que hay gente que ha tenido relaciones mucho peores y necesitan más tiempo o ayuda, que las amenazas son de verdad y no humo (como era en mi caso), no hablo de ese tipo de relaciones sino de lo que viví yo que mucha gente ha pasado por lo mismo, simplemente una relación tóxica que te deja tocado un tiempo largo. En casos más serios hay que denunciar y muchas veces es necesaria ayuda profesional)
Y ya está, perdón otra vez por el rollazo. Estaré encantada de leeros si queréis hablar de vuestras vivencias. Si me quedo hablando sola bueno, también tenía ganas de ordenar mis pensamientos. Un abrazo y nos vemos por aquí.