Detienen a una camarera por servir copas al cliente que luego mató a su exmujer y siete amigos

Registrado
3 Jun 2017
Mensajes
53.692
Calificaciones
157.982
Ubicación
España
Detienen a una camarera por servir copas al cliente que luego mató a su exmujer y siete amigos
El defensor dice que es ridículo pero la Policía esgrime que ella lo vio borracho y armado
img_fmartinez_20190509-175838_imagenes_lv_getty_gettyimages-1145550597-kqmG-U462140046801e8G-992x558@LaVanguardia-Web.jpg

Una copa de más. Cinco copas le sirvió Lindsey Glass a Spencer Hight el 10 de septiembre del 2017 (Ilya S. Savenok / Getty)

FRANCESC PEIRÓN | NUEVA YORK, EE.UU.
10/05/2019 01:32 Actualizado a 10/05/2019 08:49

Cinco copas. Esos son los tragos que aseguran que Lindsey Glass, detrás de la barra, le sirvió a Spencer Hight el 10 de septiembre del 2017.

Está más que garantizado en la sociedad estadounidense que Hight le dejó propina, por su atención aquel día como cliente de ese bar de Plano, localidad de Texas. ¡Maldita gratificación!, pensará Glass.

Tal vez la peor propina jamás recibida por una camarera. Mejor que ese tipo jamás hubiese aparecido por allí. Sus dólares estaban manchados de sangre.

El asesino murió en la confrontación a tiros con la Policía en ese mismo lugar

Transcurridos 19 meses, a Lindsey Glass, de 27 años, la han detenido por hacer su trabajo –la justicia cree que con negligencia–, que no es otro que el de dar de beber, pese a que este parroquiano no fuera sediento. Una situación muy complicada: ¿qué debía hacer, negarse a servir y provocar la ira del dipsómano o propiciar que el propietario la despidiera por ir contra sus intereses?

La cuestión laboral, sin embargo, no es el asunto de esta crónica. Esto va por la vía criminal. Spencer Hight, entonces de 32 años, figura en la lista de la infamia. Uno más, sí, pero su nombre está en esa lista de pistoleros.

_20190507194444457-kqmG--656x820@LaVanguardia-Web.jpg

Lindsey Glass, camarera detenida (AP)
Después de trasegar todos esos tragos, puso rumbo a la casa de su exmujer. Allí estaba ella, familiares y amigos, convocados frente a la televisión para seguir un partido de los Dallas Cowboys, el equipo de fútbol americano.

Hight irrumpió y desenfundó.

Mató a la exesposa y a otros siete, antes de morir en la confrontación a tiros con la Policía en ese mismo lugar. El análisis de su sangre concluyó que había un nivel de alcohol cuatro veces superior al límite legal.

Según un informe oficial, Hight mostró evidencias de su cogorza e incluso blandió en público su arma. No se olvide que Texas es un estado armado y orgulloso de serlo.

La policía arrestó a la camarera –la vistieron con el mono naranja– por un delito de violar la normativa de bebidas alcohólicas.

En esa regulación se indica que una persona puede ser considerada responsable por “vender una bebida alcohólica a un borracho o a alguien con signos de intoxicación o trastornos de conducta”. Glass quedó en libertad sin fianza. Afronta una pena de hasta un año de prisión, una multa de 500 dólares, o las dos cosas.

Su abogado, Scott Palmer, afirmó que “esta imputación es ridícula”. El defensor subrayó en un comunicado que la camarera actuó de manera correcta y que, además, previno al cliente para que no hiciera nada peligroso.

“Es una vergüenza que el departamento de Policía vaya contra la mujer que trató de que no sucedieran estos horribles hechos aquella noche. Lindsey fue la única persona que intentó parar a Spencer Hight”, recalcó el letrado.

El defensor explicó que Glass llamó al 911 de emergencias, y que se suponía que ella debía estar en esa fiesta en la que murieron varios amigos. “Su arresto no se ha producido en interés de la justicia. Es el último esfuerzo desesperado de la Policía para hacer que alguien pague por lo ocurrido”, añadió.

En cambio, los investigadores afirmaron que Glass debería haber sabido que no tenía que servir a Hight, porque consta “en un certificado estatal” que “había sido preparada para identificar y evitar la venta de copas a los clientes ebrios. Así consta en una declaración jurada a la que se le incorporaron mensajes que ella envió y en los que remarcó que Hight “está borracho y se comporta de forma rara”. Lo describió como un “psicópata”.

Palmer observó lo chocante de esto, porque los agentes, según su versión, elogiaron a Glass y la ensalzaron “por las vidas que había salvado”. El defensor remarcó que “la responsabilidad recae sólo en el pistolero”.

A los fabricantes y vendedores de armas les protege la ley –véase el pleito que mantienen las familias de los muertos en la escuela Sandy Hook contra Remington–, mientras que a la camarera la ponen en la picota.

El bar, The Local Public House, cerró en el 2018 al perder la licencia para alcohol.

https://www.lavanguardia.com/intern...enen-camarera-servir-copas-asesino-texas.html
 
Back