Hoy me ha tocado volver al trabajo como a tanta gente y llega un compañero con una depresión de preocupar. Se ha pasado unas vacaciones maravillosas en la playa y los últimos días a todo lujo invitado por unos amigos de pasta y viene convencido de que quiere quedarse a vivir allí todo el año. No hay quien le haga entender que esos son vacaciones y que esa vida no se puede mantener todo el año a no ser que estés forrado.
Pobrecitos algunos.
Pobrecitos algunos.