¿Cómo saber si una relación ha llegado a su fin?

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Buenas tardes:

Hace tiempo que leo el foro, pero hasta ahora no había visto necesario crear una cuenta. Sin embargo, desde hace un tiempo mi relación de pareja está en crisis y necesito puntos de vista externos.

Como podéis imaginar por el título, estoy en un punto en el que no sé si quiero continuar con mi pareja o no. Y, la verdad, no tengo un gran motivo para romper la relación. Son más bien pequeños detalles que me han disgustado, que se van sumando unos a los otros y que, a la larga, me están afectando. Y, en este punto, no consigo saber qué pesa más: si todo lo bueno que tengo (que, por supuesto, lo hay) o esos momentos malos. Os cuento...

Hace 13 años que estoy con mi chico. Cuando empezamos, yo tenía 19 y él, 23. Empezamos poco a poco, sin prisas y sin etiquetas. Es decir, estábamos juntos y muy a gusto, pero creo que ninguno de los dos pensaba en meterse en una relación tan formal como al final terminó siendo. Todo fluyó tan bien, que aquí estamos a día de hoy. Mi chico inclusó dejó toda su vida (trabajo, familia, ciudad...) para mudarse conmigo a Italia cuando a mí me salió una oportunidad de trabajo al terminar la universidad. En principio iban a ser dos años, pero acabaron siendo 8. Durante esos 8 años, tuve que mudarme varias veces (siempre dentro de Italia) y él siempre me acompañó sin rechistar. Llevábamos 4 años juntos cuando nos fuimos. Antes de irnos, ya vivíamos juntos. La convivencia iba bien, sin problemas que destacar a pesar de mi fuerte carácter y de lo tacaño que puede llegar a ser mi novio. :giggle:

El caso es que al llegar a Italia, como él no tenía trabajo y yo sí, decidí asumir todos los gastos. A día de hoy, aún me parece que hice lo correcto, aunque sí que es verdad que mi novio tenía dinero para colaborar porque él llevaba trabajando y ahorrando desde los 18. En mi caso, yo no tenía ahorros, era mi primer trabajo y pude sacarme la carrera gracias a las becas. Como ya he dicho, era consciente ya de que el defecto de mi novio era la tacañería, así que no le di más importancia. Pero, después, cuando él consiguió un trabajo, las cosas no cambiaron hasta que saqué mi carácter para decirle que los gastos teníamos que dividirlos (él ganaba incluso más que yo y yo solo pedía pagar todo a medias). Él me dio la razón, pero, como todas las facturas estaban domiciliadas a mi nombre en mi cuenta, él pagaba cuando quería y lo que quería. Es decir, hacía sus cuentas más o menos, pero nunca era la mitad. Por ejemplo, las compras que se hacían entre semana y que no formaban parte de la compra semanal, no las tenía nunca en cuenta. Los impuestos, que venían una vez al año, tampoco. Y lo mismo con otros gastos excepcionales.
A pesar de todo, y como todo lo demás iba tan bien, yo no le quise dar más importancia. Pero es verdad que es una actitud que no he olvidado porque, aunque aquí se cuenta rápido, imaginad tener que estar recordándole a tu novio durante 8 años que tiene que cumplir con su parte como si fueras un cobrador del Frac (con las discusiones que eso provoca).

En el 2019, mi novio decide comprar un coche porque el que tenía ya daba algunos problemas. Fuimos a ver varios y resulta que el que le gustaba se salía un poco de su presupuesto. Le gustaba tanto que le dije que lo cogiera, que le daba yo los 3000 euros de diferencia. Al fin y al cabo, yo también iba a usarlo (aunque yo no conduzco).

En enero de 2020 (antes de la pandemia), me llamó una de mis tías para decirme que mi hermana pequeña había tenido un accidente de coche y que estaba sedada en el hospital. Los médicos dijeron que era cuestión de horas que mi hermana falleciera, así que nos tocó volver a España en esas circunstancias. No es fácil llegar desde la zona de Italia donde vivíamos hasta Asturias (de donde somos), así que no llegamos a tiempo. Mi chico lo hizo todo muy fácil: se ocupó él de coger billetes y de organizar el viaje, pidió días en el trabajo para venir conmigo, me apoyó, etc.

Y después, en marzo, como sabéis, llegó la pandemia. Es obvio que mi estado anímico no era el mejor. Para superar el duelo por la muerte de mi hermana, tuve que ir al psiquiatra y la pandemia, obviamente, no facilitaba las cosas. Entre lo de mi hermana y la pandemia, mi chico tampoco estaba en su mejor momento, así que empezó a plantear que volviéramos a España. Yo al principio no quería, pero terminó haciéndome ilusión. A día de hoy, creo que fue una decisión precipitada y que, de no ser por la pandemia, no la hubiéramos tomado. El caso es que en enero de 2021 volvimos.

Como mis padres no estaban en un buen momento por la muerte de mi hermana, decidimos vivir con ellos de forma temporal. Ellos nos lo pidieron. La relación de mis padres con mi chico es estupenda y no hay problema ninguno de convivencia. De hecho, mi madre está más animada desde que estamos aquí. Pero, como podéis imaginar, no tenemos la misma intimidad que cuando vivíamos solos. Nuestras relaciones sexuales son menos frecuentes y menos intensas. Yo tengo miedo a que me llamen cuando estoy en plena faena, a que nos escuchen, etc. Lo hemos hablado y coincidimos, pero él dice que yo soy muy exagerada. Esto ha provocado alguna discusión y que yo tenga la líbido más baja de lo normal.

Al mes de estar en España, mi novio ya estaba trabajando. Yo, sin embargo, no tuve la misma facilidad. Pasaban los meses y no me salía nada. En verano (de ese año 2021), me salió en Facebook una oferta de trabajo en Italia y envié el cv, sin esperanzas de que me llamaran, la verdad. Pero lo hicieron y me ofrecieron el puesto de trabajo. Lo hablé con mi chico y me dijo que él no estaba preparado para volver. Influenciada por mi entorno (familia y amigos) y porque él había hecho lo mismo antes, rechacé el trabajo por él. A día de hoy me arrepiento porque podíamos estar los dos trabajando si estuviéramos en Italia.

A día de hoy, meses después, sigo buscando trabajo. Estoy cobrando el paro. Y, como no tengo coche, para poder acudir a cursos de formación, decidí comprarme una moto de segunda mano. ¿Recordáis que yo le di 3000 euros a él para su coche? ¿Adivináis cuanto me dio él a mí estando yo en paro? Exacto, nada. Que conste que yo no la he comprado esperando su ayuda, pero sí que me parece feo que no me haya devuelto el favor. Sobre todo porque la moto costó la mitad de esos 3000 euros que yo le di en su día.

La suma de todo esto hace que me plantee la relación: la falta de intimidad, el ver que la carrera de mi chico avanza mientras la mía está estancanda, las actitudes que he comentado y que me han disgustado, las discusiones cada vez más frecuentes... ¿Cómo puedo saber si simplemente es una mala racha o si mi relación está acabada? Hace 13 años que estamos juntos, nos respetamos, nos queremos, lo pasamos bien juntos, en principio no hay problemas mayores, así que no me gustaría tomar una decisión equivocada.

Gracias y perdón por el tochopost. Entiendo a quien no quiera leerlo todo. 😂
 
Prima, tu novio no está a la altura de las circunstancias. Me parece que tiene una actitud muy egoista, que mientras no le toquen a él lo suyo todo muy bien, pero él no da nada si sale perdiendo mínimamente. Tienes que explicarle tus necesidades y que teneis que ir a una, no un "yo encuentro trabajo y tu te jodes y te adaptas a mi".
 
Lo primero siento mucho que hayas vivido algo tan difícil y te mando mucho ánimo.
Si crees que hay factores externos como haber perdido intimidad intenta eliminarlos.
Sobre el dinero sí es muy feo y normal que dé bajón que sea tan roñoso. Pero igual que tú corriste con los gastos en ese momento, ahora le toca a él. Parece que tú ves a la pareja como un equipo y él con el dinero no tiene amigos. Lo tuyo es de los dos y lo suyo es…suyo.
Para el tema gastos lo mejor es tener una cuenta común de fondo y hablar claramente diciéndole que estás hasta el toto de ese tema hasta el punto de estar ya un poco quemada en la relación, pero vamos viendo la situación es el momento de que apechugue. Como todo el tema es hablarlo.
 
Mi madre es tacaña, es rata... Con lo suyo, jamás con lo de los demás.

Tu novio es un jeta y un aprovechado con tu dinero, no es tacaño.

Si tiene otras cualidades maravillosas y puedes pasar esto por alto pues no sé decirte, pero es mejor no confundir la tacañería con ser un aprovechado.
 
Entiendo que la situación es difícil, por tus padres y lo mal que lo tenéis que estar pasando. Tu chico, por lo que cuentas, siempre ha sido algo gorrón y egoísta, pero quizá tú ya no está para aguantar ciertas actitudes. A veces golpes tan duros nos hacen replantearnos las cosas. Igual la pregunta no debería ser o no es si la relación ha llegado a su fin, si no ¿es esta una relación que me gustaría para mi hermana? Un abrazo y muchos ánimos
 
Hola prima a mi me parece que tú pareja es un jeta de cuidado y además egoísta como ya han comentado. Ya no es que no te devolviese esos 3000 prestados o no tuviese el gesto contigo para comprar la moto, es que lo has mantenido cuando no trabaja ( cosa que a ver es normal) pero cuando ganaba su pasta gansa pasaba también de pagar cosas.

La cosa es: te imaginas tu vida a largo plazo con alguien así? Si algún día tenéis hijos y viendo su actitud durante 13 años ( que no ha cambiado en nada) vas a cargar tú sola con gastos que lógicamente son de los 2? Porque si no va a medias con los gastos de la casa perdoname que te lo diga pero con lo otro dudo que sorprenda.

Por otra parte y siento alargarme, creo que de alguna manera te está echando en cara que él abandonó todo por ti en su momento y cuando te daban ese puesto en Italia, te puso contra la espada y la pared. Tienes muchas cosas a valorar, hazte una lista de pros y contras pero profesionalmente creo que también te está frenando. Si te sale un buen puesto de trabajo fuera y viendo que tienes dudillas, lo vas a dejar pasar si como dices llevas un tiempo largo en el paro?Lo suyo sería prosperar en pareja pero si te vas otra vez y te lo llevas ya sabes lo que queda a pagar tú las cosas.

Una última cosita dices que seguís viviendo con tus padres. No estará él muy cómodo con esa situación tambien? (menos gastos más dinero para él). No se si compartís gastos con los papis, vosotros ponéis lo mínimo pero sería interesante que te lo plantees. Puedes proponerle el buscaros un alquiler apañado para ver que te responde a ver si se anima a pagar todo a medias. Si obtienes una negativa blanco y en botella. Mucho ánimo prima y siento ponerte otro tochopost
 
Quieres aclararte, porque tienes dudas. Así que tienes poco que perder. Aprovecha que es así para tener una conversación seria con él sobre los gastos.

Explícale lo que nos cuentas, que sientes que tú siempre has puesto todo lo necesario y que ahora no ves justo quemar todos tus ahorros porque encima has rechazado un trabajo por él. Y pregúntale qué propone.

No tengas miedo a hablarlo con él. Obviamente esto te genera muchas dudas, que necesitas solucionar. Según su actitud en esa conversación, se solucionarán tus dudas de una manera u otra.
 
Buenas tardes:

Hace tiempo que leo el foro, pero hasta ahora no había visto necesario crear una cuenta. Sin embargo, desde hace un tiempo mi relación de pareja está en crisis y necesito puntos de vista externos.

Como podéis imaginar por el título, estoy en un punto en el que no sé si quiero continuar con mi pareja o no. Y, la verdad, no tengo un gran motivo para romper la relación. Son más bien pequeños detalles que me han disgustado, que se van sumando unos a los otros y que, a la larga, me están afectando. Y, en este punto, no consigo saber qué pesa más: si todo lo bueno que tengo (que, por supuesto, lo hay) o esos momentos malos. Os cuento...

Hace 13 años que estoy con mi chico. Cuando empezamos, yo tenía 19 y él, 23. Empezamos poco a poco, sin prisas y sin etiquetas. Es decir, estábamos juntos y muy a gusto, pero creo que ninguno de los dos pensaba en meterse en una relación tan formal como al final terminó siendo. Todo fluyó tan bien, que aquí estamos a día de hoy. Mi chico inclusó dejó toda su vida (trabajo, familia, ciudad...) para mudarse conmigo a Italia cuando a mí me salió una oportunidad de trabajo al terminar la universidad. En principio iban a ser dos años, pero acabaron siendo 8. Durante esos 8 años, tuve que mudarme varias veces (siempre dentro de Italia) y él siempre me acompañó sin rechistar. Llevábamos 4 años juntos cuando nos fuimos. Antes de irnos, ya vivíamos juntos. La convivencia iba bien, sin problemas que destacar a pesar de mi fuerte carácter y de lo tacaño que puede llegar a ser mi novio. :giggle:

El caso es que al llegar a Italia, como él no tenía trabajo y yo sí, decidí asumir todos los gastos. A día de hoy, aún me parece que hice lo correcto, aunque sí que es verdad que mi novio tenía dinero para colaborar porque él llevaba trabajando y ahorrando desde los 18. En mi caso, yo no tenía ahorros, era mi primer trabajo y pude sacarme la carrera gracias a las becas. Como ya he dicho, era consciente ya de que el defecto de mi novio era la tacañería, así que no le di más importancia. Pero, después, cuando él consiguió un trabajo, las cosas no cambiaron hasta que saqué mi carácter para decirle que los gastos teníamos que dividirlos (él ganaba incluso más que yo y yo solo pedía pagar todo a medias). Él me dio la razón, pero, como todas las facturas estaban domiciliadas a mi nombre en mi cuenta, él pagaba cuando quería y lo que quería. Es decir, hacía sus cuentas más o menos, pero nunca era la mitad. Por ejemplo, las compras que se hacían entre semana y que no formaban parte de la compra semanal, no las tenía nunca en cuenta. Los impuestos, que venían una vez al año, tampoco. Y lo mismo con otros gastos excepcionales.
A pesar de todo, y como todo lo demás iba tan bien, yo no le quise dar más importancia. Pero es verdad que es una actitud que no he olvidado porque, aunque aquí se cuenta rápido, imaginad tener que estar recordándole a tu novio durante 8 años que tiene que cumplir con su parte como si fueras un cobrador del Frac (con las discusiones que eso provoca).

En el 2019, mi novio decide comprar un coche porque el que tenía ya daba algunos problemas. Fuimos a ver varios y resulta que el que le gustaba se salía un poco de su presupuesto. Le gustaba tanto que le dije que lo cogiera, que le daba yo los 3000 euros de diferencia. Al fin y al cabo, yo también iba a usarlo (aunque yo no conduzco).

En enero de 2020 (antes de la pandemia), me llamó una de mis tías para decirme que mi hermana pequeña había tenido un accidente de coche y que estaba sedada en el hospital. Los médicos dijeron que era cuestión de horas que mi hermana falleciera, así que nos tocó volver a España en esas circunstancias. No es fácil llegar desde la zona de Italia donde vivíamos hasta Asturias (de donde somos), así que no llegamos a tiempo. Mi chico lo hizo todo muy fácil: se ocupó él de coger billetes y de organizar el viaje, pidió días en el trabajo para venir conmigo, me apoyó, etc.

Y después, en marzo, como sabéis, llegó la pandemia. Es obvio que mi estado anímico no era el mejor. Para superar el duelo por la muerte de mi hermana, tuve que ir al psiquiatra y la pandemia, obviamente, no facilitaba las cosas. Entre lo de mi hermana y la pandemia, mi chico tampoco estaba en su mejor momento, así que empezó a plantear que volviéramos a España. Yo al principio no quería, pero terminó haciéndome ilusión. A día de hoy, creo que fue una decisión precipitada y que, de no ser por la pandemia, no la hubiéramos tomado. El caso es que en enero de 2021 volvimos.

Como mis padres no estaban en un buen momento por la muerte de mi hermana, decidimos vivir con ellos de forma temporal. Ellos nos lo pidieron. La relación de mis padres con mi chico es estupenda y no hay problema ninguno de convivencia. De hecho, mi madre está más animada desde que estamos aquí. Pero, como podéis imaginar, no tenemos la misma intimidad que cuando vivíamos solos. Nuestras relaciones sexuales son menos frecuentes y menos intensas. Yo tengo miedo a que me llamen cuando estoy en plena faena, a que nos escuchen, etc. Lo hemos hablado y coincidimos, pero él dice que yo soy muy exagerada. Esto ha provocado alguna discusión y que yo tenga la líbido más baja de lo normal.

Al mes de estar en España, mi novio ya estaba trabajando. Yo, sin embargo, no tuve la misma facilidad. Pasaban los meses y no me salía nada. En verano (de ese año 2021), me salió en Facebook una oferta de trabajo en Italia y envié el cv, sin esperanzas de que me llamaran, la verdad. Pero lo hicieron y me ofrecieron el puesto de trabajo. Lo hablé con mi chico y me dijo que él no estaba preparado para volver. Influenciada por mi entorno (familia y amigos) y porque él había hecho lo mismo antes, rechacé el trabajo por él. A día de hoy me arrepiento porque podíamos estar los dos trabajando si estuviéramos en Italia.

A día de hoy, meses después, sigo buscando trabajo. Estoy cobrando el paro. Y, como no tengo coche, para poder acudir a cursos de formación, decidí comprarme una moto de segunda mano. ¿Recordáis que yo le di 3000 euros a él para su coche? ¿Adivináis cuanto me dio él a mí estando yo en paro? Exacto, nada. Que conste que yo no la he comprado esperando su ayuda, pero sí que me parece feo que no me haya devuelto el favor. Sobre todo porque la moto costó la mitad de esos 3000 euros que yo le di en su día.

La suma de todo esto hace que me plantee la relación: la falta de intimidad, el ver que la carrera de mi chico avanza mientras la mía está estancanda, las actitudes que he comentado y que me han disgustado, las discusiones cada vez más frecuentes... ¿Cómo puedo saber si simplemente es una mala racha o si mi relación está acabada? Hace 13 años que estamos juntos, nos respetamos, nos queremos, lo pasamos bien juntos, en principio no hay problemas mayores, así que no me gustaría tomar una decisión equivocada.

Gracias y perdón por el tochopost. Entiendo a quien no quiera leerlo todo. 😂
No te respeta, no te quiere, se aprovecha de ti. No te ve como una pareja, un equipo. Te ve como alguien con quien tiene beneficios y que tiene comodidad.
 
Buenas tardes:

Hace tiempo que leo el foro, pero hasta ahora no había visto necesario crear una cuenta. Sin embargo, desde hace un tiempo mi relación de pareja está en crisis y necesito puntos de vista externos.

Como podéis imaginar por el título, estoy en un punto en el que no sé si quiero continuar con mi pareja o no. Y, la verdad, no tengo un gran motivo para romper la relación. Son más bien pequeños detalles que me han disgustado, que se van sumando unos a los otros y que, a la larga, me están afectando. Y, en este punto, no consigo saber qué pesa más: si todo lo bueno que tengo (que, por supuesto, lo hay) o esos momentos malos. Os cuento...

Hace 13 años que estoy con mi chico. Cuando empezamos, yo tenía 19 y él, 23. Empezamos poco a poco, sin prisas y sin etiquetas. Es decir, estábamos juntos y muy a gusto, pero creo que ninguno de los dos pensaba en meterse en una relación tan formal como al final terminó siendo. Todo fluyó tan bien, que aquí estamos a día de hoy. Mi chico inclusó dejó toda su vida (trabajo, familia, ciudad...) para mudarse conmigo a Italia cuando a mí me salió una oportunidad de trabajo al terminar la universidad. En principio iban a ser dos años, pero acabaron siendo 8. Durante esos 8 años, tuve que mudarme varias veces (siempre dentro de Italia) y él siempre me acompañó sin rechistar. Llevábamos 4 años juntos cuando nos fuimos. Antes de irnos, ya vivíamos juntos. La convivencia iba bien, sin problemas que destacar a pesar de mi fuerte carácter y de lo tacaño que puede llegar a ser mi novio. :giggle:

El caso es que al llegar a Italia, como él no tenía trabajo y yo sí, decidí asumir todos los gastos. A día de hoy, aún me parece que hice lo correcto, aunque sí que es verdad que mi novio tenía dinero para colaborar porque él llevaba trabajando y ahorrando desde los 18. En mi caso, yo no tenía ahorros, era mi primer trabajo y pude sacarme la carrera gracias a las becas. Como ya he dicho, era consciente ya de que el defecto de mi novio era la tacañería, así que no le di más importancia. Pero, después, cuando él consiguió un trabajo, las cosas no cambiaron hasta que saqué mi carácter para decirle que los gastos teníamos que dividirlos (él ganaba incluso más que yo y yo solo pedía pagar todo a medias). Él me dio la razón, pero, como todas las facturas estaban domiciliadas a mi nombre en mi cuenta, él pagaba cuando quería y lo que quería. Es decir, hacía sus cuentas más o menos, pero nunca era la mitad. Por ejemplo, las compras que se hacían entre semana y que no formaban parte de la compra semanal, no las tenía nunca en cuenta. Los impuestos, que venían una vez al año, tampoco. Y lo mismo con otros gastos excepcionales.
A pesar de todo, y como todo lo demás iba tan bien, yo no le quise dar más importancia. Pero es verdad que es una actitud que no he olvidado porque, aunque aquí se cuenta rápido, imaginad tener que estar recordándole a tu novio durante 8 años que tiene que cumplir con su parte como si fueras un cobrador del Frac (con las discusiones que eso provoca).

En el 2019, mi novio decide comprar un coche porque el que tenía ya daba algunos problemas. Fuimos a ver varios y resulta que el que le gustaba se salía un poco de su presupuesto. Le gustaba tanto que le dije que lo cogiera, que le daba yo los 3000 euros de diferencia. Al fin y al cabo, yo también iba a usarlo (aunque yo no conduzco).

En enero de 2020 (antes de la pandemia), me llamó una de mis tías para decirme que mi hermana pequeña había tenido un accidente de coche y que estaba sedada en el hospital. Los médicos dijeron que era cuestión de horas que mi hermana falleciera, así que nos tocó volver a España en esas circunstancias. No es fácil llegar desde la zona de Italia donde vivíamos hasta Asturias (de donde somos), así que no llegamos a tiempo. Mi chico lo hizo todo muy fácil: se ocupó él de coger billetes y de organizar el viaje, pidió días en el trabajo para venir conmigo, me apoyó, etc.

Y después, en marzo, como sabéis, llegó la pandemia. Es obvio que mi estado anímico no era el mejor. Para superar el duelo por la muerte de mi hermana, tuve que ir al psiquiatra y la pandemia, obviamente, no facilitaba las cosas. Entre lo de mi hermana y la pandemia, mi chico tampoco estaba en su mejor momento, así que empezó a plantear que volviéramos a España. Yo al principio no quería, pero terminó haciéndome ilusión. A día de hoy, creo que fue una decisión precipitada y que, de no ser por la pandemia, no la hubiéramos tomado. El caso es que en enero de 2021 volvimos.

Como mis padres no estaban en un buen momento por la muerte de mi hermana, decidimos vivir con ellos de forma temporal. Ellos nos lo pidieron. La relación de mis padres con mi chico es estupenda y no hay problema ninguno de convivencia. De hecho, mi madre está más animada desde que estamos aquí. Pero, como podéis imaginar, no tenemos la misma intimidad que cuando vivíamos solos. Nuestras relaciones sexuales son menos frecuentes y menos intensas. Yo tengo miedo a que me llamen cuando estoy en plena faena, a que nos escuchen, etc. Lo hemos hablado y coincidimos, pero él dice que yo soy muy exagerada. Esto ha provocado alguna discusión y que yo tenga la líbido más baja de lo normal.

Al mes de estar en España, mi novio ya estaba trabajando. Yo, sin embargo, no tuve la misma facilidad. Pasaban los meses y no me salía nada. En verano (de ese año 2021), me salió en Facebook una oferta de trabajo en Italia y envié el cv, sin esperanzas de que me llamaran, la verdad. Pero lo hicieron y me ofrecieron el puesto de trabajo. Lo hablé con mi chico y me dijo que él no estaba preparado para volver. Influenciada por mi entorno (familia y amigos) y porque él había hecho lo mismo antes, rechacé el trabajo por él. A día de hoy me arrepiento porque podíamos estar los dos trabajando si estuviéramos en Italia.

A día de hoy, meses después, sigo buscando trabajo. Estoy cobrando el paro. Y, como no tengo coche, para poder acudir a cursos de formación, decidí comprarme una moto de segunda mano. ¿Recordáis que yo le di 3000 euros a él para su coche? ¿Adivináis cuanto me dio él a mí estando yo en paro? Exacto, nada. Que conste que yo no la he comprado esperando su ayuda, pero sí que me parece feo que no me haya devuelto el favor. Sobre todo porque la moto costó la mitad de esos 3000 euros que yo le di en su día.

La suma de todo esto hace que me plantee la relación: la falta de intimidad, el ver que la carrera de mi chico avanza mientras la mía está estancanda, las actitudes que he comentado y que me han disgustado, las discusiones cada vez más frecuentes... ¿Cómo puedo saber si simplemente es una mala racha o si mi relación está acabada? Hace 13 años que estamos juntos, nos respetamos, nos queremos, lo pasamos bien juntos, en principio no hay problemas mayores, así que no me gustaría tomar una decisión equivocada.

Gracias y perdón por el tochopost. Entiendo a quien no quiera leerlo todo.

Háblalo con él igual que con nosotras. Ponte muy, muy seria y déjale claro que o cambia el peso económico de la relación y su actitud hacia el dinero o no lo piensas soportar más. Es que es una falta gorda. Seguramente él no lo vea como aprovecharse y ni lo piense, igual necesitas planteárselo como es para que lo vea.

Y si ni por esas cambia o no lo ve para tanto, ahí ya sí me plantearía dejarlo seguro.
 
Yo creo que esto merece una conversación seria. Porque ya no es únicamente quien asume qué de dinero y cuánto. Si no que te estas empobreciendo.

Por ejemplo, en Italia le mantuviste con tu primer dinero sin ahorros que no te permitió ahorrar a ti mientras él conservaba su patrimonio intacto. Habría que ver cuánto tienes ahorrado tú y cuánto el después de todo este tiempo.

Yo soy rata. Pero en un sentido. Me gustan las ofertas. Me gusta que si necesito X no comprar uno cualquiera si no que se ajuste a mis necesidades y el más barato de las opciones (que puede ser el más caro de todos). No gasto por gastar y miro mucho antes. Pero mi familia con todas sus necesidades bien cubiertas, incluida mi pareja.

Me parece súper egoísta su actitud porque una familia es un equipo y no parece que mire en equipo.

Es que lo de las facturas a tu nombre. Lo lógico es una cuenta común que se ingresa X mensual y a partir de ahí sale para todo. No que te vaya dando para lo que vas pagando. Y cómo hacíais para vacaciones? Un mueble? Etc etc.
 
Tu novio se ha acomodado a todas las facilidades que le pones y no ve la necesidad de corresponder. La solución es tan fácil como echar el candado en el monedero a partir de ahora y ver por dónde fluye la relación. Dile que tienes que ahorrar para cuando se acabe el paro y no sueltes ni un duro para ocio ni vacaciones, sin enfadarte ni nada, con una sonrisa "Ay cariño, ahora no me lo puedo permitir".

Si eso no produce un cambio de actitud ya valoras si te compensa estar con él por todo lo demás que te aporta, si es un defecto de carácter con el que puedes llegar a convivir o te va a amargar la existencia cada vez que haya un gasto común. Tampoco es lo mismo que no se ofrezca a pagar (por jeta, pasota o comodón) a que le pidas específicamente su mitad y se niegue a dartela, eso ya sería muy red flag.
 

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