Azul y Rosa, Jaime Peñafiel.Viernes,7 de Abril de 2023.

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MI SEMANA


JAIME PEÑAFIEL


07/04/2023


CHSSS...
ALESSANDRO, EL ABUELO DE ANA SANDRA LEQUIO
SUS AMORES
EL DIA QUE CUMPLÍA 33 AÑOS LE PRESENTÓ A LOS PAPÁS​


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Por Alessandro Lequio siempre he sentido una muy especial simpatía. Posiblemente porque la clase y la educación nos une. Y hoy, mucho más que nunca, por su dignísima actitud en lo referente al nacimiento ¿de su “nieta”? Me admira su elegante silencio cuando tanto podía contar, ya que fue una de las pocas personas informadas previamente ¿cómo no? (al menos Ana tuvo ese detalle) de que iba a ser madre. Pero Alessandro ha preferido no participar en el show nacional, respetando la locura de quien había sido la madre de ese hijo en común llamado Aless y hoy de la nieta. Este silencio le honra aunque muchos no lo compartan.
La vida de Alessandro está salpicada de acontecimientos que le convirtieron en protagonista aún contra su voluntad. Empezando con su nacimiento, el 17 de junio de 1960, en la ciudad suiza de Lausanna, residencia en el exilio de la reina Victoria Eugenia,bisabuela que actuó de madrina junto al conde Marone, el padrino.
Alessandro era hijo de la princesa Alejandra de Torlonia y Borbón, primera de los cuatro hijos de la Infanta Beatriz, hija de Alfonso XIII, y del príncipe Alejandro de Torlonia. Mi amigo Alessandro, un joven de aventajada estatura y muy atractivo, ha heredado algunas de las cualidades físicas de su madre, una mujer que era alta, rubia y muy distinguida, una de las princesas europeas más bellas de su tiempo. Incluso fue elegida Lady Europa en Cortina D´Ampezzo.
Alessandro ha recibido duros golpes en su vida. Uno de los más importantes, cuando solo contaba 11 años de edad y perdió a su padre de forma dramática cuando más le necesitaba. Fue el 28 de junio de 1971.
Suerte, lo que se dice afortunado, nunca lo fue con las mujeres (menos con María Palacios, su actual esposa).
Fueron dos las anteriores y las dos famosas. La primera, Antonia Dell’Atte. Era una modelo del diseñador Giorgio Armani con la que contrae matrimonio en 1987. Ella es madre del primer hijo de mi amigo, a quien impusieron el nombre de Clemente, en recuerdo de su abuelo paterno. Se separaron en 1997. Casualmente, Antonia se encontraba en Miami con el hijo de ambos cuando Ana fue “madre” por gestación subrogada. “Aquí, en Miami, es tan grande que puedes evitar encontrarte con personas patéticas e insoportables y, sobre todo, egoístas, egocéntricas... Huir siempre!!! Mamma mia”.
¿Se dirigía a alguien en particular? ¿Estaba pensando en Anita? Posiblemente fuera un mensaje para ella. Lo cierto es que la relación entre las dos mujeres nunca ha sido buena. Lógico.
Porque según Elisa Murillo, todo cambió en el matrimonio cuando, en 1989, Alessandro, que se ha instalado en Madrid con su esposa y su hijo, en el transcurso de una fiesta conoce a la entonces actriz y empresaria Ana Obregón, “una mujer de indudable belleza y atractivo”.
Los rumores en torno a la relación de Alessandro y Ana no tardaron en circular y, “pasadas unas semanas, ya no podían ni probablemente deseaban ocultar sus sentimientos”. No pasó mucho tiempo cuando el propio Alessandro declaró a la revista de mis amores y mis dolores: “Nuestra relación no es una frivolidad. Quiero casarme con Ana por la Iglesia”. Iba tan en serio que, en la noche del 19 de marzo de 1988, día en el que Anita cumplía 33 años, presentó a su amor, Alessandro Lequio, a sus padres en una cena en el restaurante Horcher. Al ser preguntada por su relación con Lequio, respondió: “El tiempo lo dirá”. Por aquel entonces, Alessandro ocupaba el puesto de adjunto a la presidencia de Fiat Ibérica.
Cuando se supo de esta relación con Lequio, sus íntimos comentaban que entre la faceta de empresaria y aspirante a señora casada en ella prevalecería la de sex symbol, eterna aspirante a actriz. Aunque según el empresario italiano Giancarlo Parretti, Ana es tan buena actriz en su vida privada como incapaz ante las cámaras, convirtiendo todo lo que sucede en su vida, incluso lo más dramático, como la muerte de Aless, o feliz, como el nacimiento de Ana Sandra Lequio Obregón, en beneficio económico o de popularidad. Ella siempre se ha movido al amparo de la publicidad. Lo contrario que mi admirado amigo Alessandro, que siempre reconoció que era popular porque “me había enamorado de una portada aunque siempre me arrepentí de haber llevado mi vida sentimental con poca discreción”. Algo que ha quedado claro en su discreta relación con María Palacios, madre de su hija Ginevra, de la que Ana Rosa Quintana, que no solo es su jefa en el programa sino su amiga, fue su madrina de bautizo.
Alessandro está siendo tan elegantemente discreto en el asunto de la nieta de Anita que le ha convertido a él en “abuelo”, que ni con Ana Rosa ha roto su silencio aunque sí le reconoció, cuando ésta le preguntó: “¿Tú conociste el deseo de Ana previo a iniciar todos los trámites o ya cuando estaba el embarazo en marcha?”. “Yo lo sé todo, pero no voy a decir nada de este tema ni ahora ni nunca”, aunque más tarde puntualizó: “Yo lo sabía, pero hay trámites de los que no tenía conocimiento”.
La exclusiva de Ana en el ¡Hola! declarando “esta niña no es mi hija sino mi nieta, es hija de Aless. La decisión la tomé el día que mi niño se fue al cielo. Ese mismo día”. Y, según cuenta, esta fue la última decisión de Aless, la de traer un hijo al mundo. “Y así nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de morir”.
El culebrón no ha hecho nada más que comenzar. Continuará con el bautizo y la presentación del libro El chico de las musarañas que Aless comenzó y que Ana ha terminado. Happy end.
Lleva razón mi querida compañera Lucía: “Es que la pobre Ana da mucha pena... porque no puede vivir sin la cámara filmando todos sus actos. Desde la muerte de su hijo a su actuación en Nochevieja dando las Campanadas”. ¡Menuda campanada la de su hija subrogada! (...) En lugar de renombrar estaciones y aeropuertos, el Gobierno debería estar en solucionar y evitar averías (Isabel). (...) Lo siento por mi inolvidable Adolfo Suárez y Almudena Grandes, la esposa de mi paisano. (...) El aeropuerto de Barajas será siempre... ¡Barajas! Y la estación madrileña de Atocha, ¡Atocha! (...) Aprovechó el Día del Padre para felicitarle “por ser la única persona que jamás ha soltado mi mano”, una pulla implícita a su madre, con la que mantiene un litigio materno-filial. (...) Espero que para su encuentro con el Papa haya cuidado su desaliñado aspecto. (...) Se enteró de que acababa de ser abuelo cuando se disponía a dar un concierto en el Wizink Center de Madrid. Con esta nueva noticia, dio comienzo su actuación. (...) La madre del chamán de color prometido de la princesa noruega le advierte que su hijo “te llevará a su luz para manipularte ya que es un hombre que trabaja contra el mundo”. (...) Aún no ha confirmado la asistencia a la coronación de su padre aunque el muy polémico hijo ha puesto sus condiciones .
 
MI SEMANA


JAIME PEÑAFIEL


07/04/2023


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ALESSANDRO, EL ABUELO DE ANA SANDRA LEQUIO​

SUS AMORES​

EL DIA QUE CUMPLÍA 33 AÑOS LE PRESENTÓ A LOS PAPÁS​


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Por Alessandro Lequio siempre he sentido una muy especial simpatía. Posiblemente porque la clase y la educación nos une. Y hoy, mucho más que nunca, por su dignísima actitud en lo referente al nacimiento ¿de su “nieta”? Me admira su elegante silencio cuando tanto podía contar, ya que fue una de las pocas personas informadas previamente ¿cómo no? (al menos Ana tuvo ese detalle) de que iba a ser madre. Pero Alessandro ha preferido no participar en el show nacional, respetando la locura de quien había sido la madre de ese hijo en común llamado Aless y hoy de la nieta. Este silencio le honra aunque muchos no lo compartan.
La vida de Alessandro está salpicada de acontecimientos que le convirtieron en protagonista aún contra su voluntad. Empezando con su nacimiento, el 17 de junio de 1960, en la ciudad suiza de Lausanna, residencia en el exilio de la reina Victoria Eugenia,bisabuela que actuó de madrina junto al conde Marone, el padrino.
Alessandro era hijo de la princesa Alejandra de Torlonia y Borbón, primera de los cuatro hijos de la Infanta Beatriz, hija de Alfonso XIII, y del príncipe Alejandro de Torlonia. Mi amigo Alessandro, un joven de aventajada estatura y muy atractivo, ha heredado algunas de las cualidades físicas de su madre, una mujer que era alta, rubia y muy distinguida, una de las princesas europeas más bellas de su tiempo. Incluso fue elegida Lady Europa en Cortina D´Ampezzo.
Alessandro ha recibido duros golpes en su vida. Uno de los más importantes, cuando solo contaba 11 años de edad y perdió a su padre de forma dramática cuando más le necesitaba. Fue el 28 de junio de 1971.
Suerte, lo que se dice afortunado, nunca lo fue con las mujeres (menos con María Palacios, su actual esposa).
Fueron dos las anteriores y las dos famosas. La primera, Antonia Dell’Atte. Era una modelo del diseñador Giorgio Armani con la que contrae matrimonio en 1987. Ella es madre del primer hijo de mi amigo, a quien impusieron el nombre de Clemente, en recuerdo de su abuelo paterno. Se separaron en 1997. Casualmente, Antonia se encontraba en Miami con el hijo de ambos cuando Ana fue “madre” por gestación subrogada. “Aquí, en Miami, es tan grande que puedes evitar encontrarte con personas patéticas e insoportables y, sobre todo, egoístas, egocéntricas... Huir siempre!!! Mamma mia”.
¿Se dirigía a alguien en particular? ¿Estaba pensando en Anita? Posiblemente fuera un mensaje para ella. Lo cierto es que la relación entre las dos mujeres nunca ha sido buena. Lógico.
Porque según Elisa Murillo, todo cambió en el matrimonio cuando, en 1989, Alessandro, que se ha instalado en Madrid con su esposa y su hijo, en el transcurso de una fiesta conoce a la entonces actriz y empresaria Ana Obregón, “una mujer de indudable belleza y atractivo”.
Los rumores en torno a la relación de Alessandro y Ana no tardaron en circular y, “pasadas unas semanas, ya no podían ni probablemente deseaban ocultar sus sentimientos”. No pasó mucho tiempo cuando el propio Alessandro declaró a la revista de mis amores y mis dolores: “Nuestra relación no es una frivolidad. Quiero casarme con Ana por la Iglesia”. Iba tan en serio que, en la noche del 19 de marzo de 1988, día en el que Anita cumplía 33 años, presentó a su amor, Alessandro Lequio, a sus padres en una cena en el restaurante Horcher. Al ser preguntada por su relación con Lequio, respondió: “El tiempo lo dirá”. Por aquel entonces, Alessandro ocupaba el puesto de adjunto a la presidencia de Fiat Ibérica.
Cuando se supo de esta relación con Lequio, sus íntimos comentaban que entre la faceta de empresaria y aspirante a señora casada en ella prevalecería la de sex symbol, eterna aspirante a actriz. Aunque según el empresario italiano Giancarlo Parretti, Ana es tan buena actriz en su vida privada como incapaz ante las cámaras, convirtiendo todo lo que sucede en su vida, incluso lo más dramático, como la muerte de Aless, o feliz, como el nacimiento de Ana Sandra Lequio Obregón, en beneficio económico o de popularidad. Ella siempre se ha movido al amparo de la publicidad. Lo contrario que mi admirado amigo Alessandro, que siempre reconoció que era popular porque “me había enamorado de una portada aunque siempre me arrepentí de haber llevado mi vida sentimental con poca discreción”. Algo que ha quedado claro en su discreta relación con María Palacios, madre de su hija Ginevra, de la que Ana Rosa Quintana, que no solo es su jefa en el programa sino su amiga, fue su madrina de bautizo.
Alessandro está siendo tan elegantemente discreto en el asunto de la nieta de Anita que le ha convertido a él en “abuelo”, que ni con Ana Rosa ha roto su silencio aunque sí le reconoció, cuando ésta le preguntó: “¿Tú conociste el deseo de Ana previo a iniciar todos los trámites o ya cuando estaba el embarazo en marcha?”. “Yo lo sé todo, pero no voy a decir nada de este tema ni ahora ni nunca”, aunque más tarde puntualizó: “Yo lo sabía, pero hay trámites de los que no tenía conocimiento”.
La exclusiva de Ana en el ¡Hola! declarando “esta niña no es mi hija sino mi nieta, es hija de Aless. La decisión la tomé el día que mi niño se fue al cielo. Ese mismo día”. Y, según cuenta, esta fue la última decisión de Aless, la de traer un hijo al mundo. “Y así nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de morir”.
El culebrón no ha hecho nada más que comenzar. Continuará con el bautizo y la presentación del libro El chico de las musarañas que Aless comenzó y que Ana ha terminado. Happy end.
Lleva razón mi querida compañera Lucía: “Es que la pobre Ana da mucha pena... porque no puede vivir sin la cámara filmando todos sus actos. Desde la muerte de su hijo a su actuación en Nochevieja dando las Campanadas”. ¡Menuda campanada la de su hija subrogada! (...) En lugar de renombrar estaciones y aeropuertos, el Gobierno debería estar en solucionar y evitar averías (Isabel). (...) Lo siento por mi inolvidable Adolfo Suárez y Almudena Grandes, la esposa de mi paisano. (...) El aeropuerto de Barajas será siempre... ¡Barajas! Y la estación madrileña de Atocha, ¡Atocha! (...) Aprovechó el Día del Padre para felicitarle “por ser la única persona que jamás ha soltado mi mano”, una pulla implícita a su madre, con la que mantiene un litigio materno-filial. (...) Espero que para su encuentro con el Papa haya cuidado su desaliñado aspecto. (...) Se enteró de que acababa de ser abuelo cuando se disponía a dar un concierto en el Wizink Center de Madrid. Con esta nueva noticia, dio comienzo su actuación. (...) La madre del chamán de color prometido de la princesa noruega le advierte que su hijo “te llevará a su luz para manipularte ya que es un hombre que trabaja contra el mundo”. (...) Aún no ha confirmado la asistencia a la coronación de su padre aunque el muy polémico hijo ha puesto sus condiciones .
Me ha hecho mucha gracia que ponga que a él y a Lequio les une la clase y la educación. ¡Que modesto el señor Peñafiel, ya se lo dice él todo!
Desde luego como padre y como ex marido no ha tenido mucha clase.
 
Y como se comportó? Que yo sepa, y según le he leído a el mismo, su gran dolor fue no querer ver el cadaver de su hija, no ser capaz de verlo. Eso lo hace mal padre, mal marido y una persona "con poca clase"?
Su dolor? Creo que no has leído bien. Se avergonzaba de la adicción y de la enfermedad contraída por su hija y dejó tirada a su ex con todo el tema.
Hace 46 años que sigo a Jaime Peñafiel, nadie le quita la importancia y la valía de lo que fue periodísticamente, como ser humano no tengo ese mismo concepto
 
Me ha hecho mucha gracia que ponga que a él y a Lequio les une la clase y la educación. ¡Que modesto el señor Peñafiel, ya se lo dice él todo!
Desde luego como padre y como ex marido no ha tenido mucha clase.
Son superficiales y piensan que por ser de origen no humilde ya sin educados y cin clase. Pues no sr. Sin ustedes dos adefesios traidores a su familia, relaciones y amigos además de interesados.
 

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