Luchadora, viviendo siempre en la Moraleja y sin romperse las uñas, ayyy, qué mal concepto de las luchadoras tenemos y qué insulto a las mujeres (y hombres) que de verdad se parten el lomo cada día para conseguir una carrera, un trabajo o lo que sea.No son dos conceptos que se excluyan. Si de algo ha pecado Ana es de demasiado luchadora. N le hubiera venido nada mal relajarse un poquito.
A mi que me diga alguien qué día, en qué momento Anita se vió en la calle con una maleta sin tener dónde dormir o qué comer en ese día, si alguna vez pasó por las oficinas del INEM o por los servicios sociales o por la iglesia del Padre Angel para recibir un plato de comida, en qué momento Anita compartió un piso de 50 metros con otros jóvenes y comió salchichas de sobre para llegar a fin de mes, en qué momento trabajó como repartidora de pizzas o sirviendo copas para pagarse la carrera, en que momento hizo cola en un casting con el neceser bajo el brazo maquillándose para conseguir un puesto de presentadora o de actriz.
Jamás pasó por ninguna de esas situaciones, ella hizo una carrera universitaria viviendo en el casoplón de los papis y yendo a la uni en coche, para nada más terminar y utilizando el apellido, pisar los platós de la tele.
La primera aparición de Anita en la tele fue una entrevista a su padre como empresario en la que aparecía en su casoplón rodeado de su familia y entre ellos, la monísima hija Anita que le hacía ojitos a la cámara. Ese fue su salto a la fama.