Yo me fui de casa muy joven para estudiar y nunca volví, así que allí se quedaron todas mis amigas de la infancia. Aunque no soy particularmente sociable sí que hice amigos en cada etapa de mi vida, estudiar fuera de España, aquí, trabajando... la amistad es en gran medida circunstancial, depende del momento vital de las personas, por ejemplo yo me llevo genial con una compañera de trabajo y tenemos muy buena relación, pero ella tiene cincuenta y muchos, marido, hijos, una nieta y yo treinta y pocos y recién casada, es decir, nuestra amistad fuera del trabajo no llegaría muy lejos porque estamos en momentos vitales muy diferentes. También desde que empecé a salir con mi marido me distancié más de las amigas solteras y me acerqué a las emparejadas, pero por cuestiones prácticas supongo, no es el mismo plan salir con las amigas que en pareja. Aún así a mí me gusta mantener el contacto y quedar y noto que la gente cada vez pasa más, si en una época concreta coinciden los intereses bien, pero si no pues pasas a ser un número más en la agenda del móvil al que reenviar en Navidad chorradas en vídeo. Tengo la sensación de que la amistad verdadera cada vez escasea más y que mucha gente se mueve por el interés del momento más que por sentimientos reales.