11M: Décimo aniversario de la matanza que cambió la historia española

PROGRAMA DÉCIMO ANIVERSARIO 11M DE JAVIER CASTRO-VILLACAÑAS

...El programa rememora las indagaciones de City FM que les valieron un premio Antena de Plata. Ellos descubrieron, por ejemplo:

1) Las conexiones de uno de los grupos de supuestos islamistas con el policía nacional y agente secreto Maussili Kalaji.

(...)
AUDIO DEL PROGRAMA
http://www.ivoox.com/13-03-2014-cvb-el-mercado-dinero-audios-mp3_rf_2919898_1.html


Maussili Kalaji, las andanzas de un agente secreto, infiltrado y policía

El policía que manipuló los teléfonos móviles del 11-M se infiltraba en grupos islamistas

Maussili Kalaji nació en Siria, formó parte del grupo palestino Al Fatah y trabajó para los servicios secretos de la antigua URSS. También ha sido miembro de la Comisaría General de Información y escolta del juez Baltasar Garzón



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Maussili Kalaji llegó a España, desde su Siria natal, en 1981. Ocho años más tarde ya estaba nacionalizado y era policía. En 1989 abortó la operación antiterrorista islamista más importante de los últimos años, localizando un barco con explosivos que llegó al puerto de Valencia desde el Líbano. Después se convirtió en el agente español que más sabía sobre las células islamistas que operan en Europa, y tenía infiltrados a varios confidentes en los casos del 11-S y del 11-M. También 'liberó' los teléfonos móviles que emplearon los terroristas en los atentados de Madrid, es decir, los manipuló para que admitieran tarjetas de cualquier compañía o en cualquier modalidad. Gracias a él, la Policía llegó hasta el piso de Leganés donde se inmoló el 'comando Lavapiés'.

Se llama Maussili Kalaji, es español de origen sirio, policía nacional y propietario de la tienda de telefonía Test Ayman, donde se liberaron los teléfonos móviles empleados en las mochilas bomba del 11-M. Y también es el hombre que, gracias a sus conocimientos de tecnología y del mundo árabe, hizo posible que el 3 de abril de 2004 los GEO llegaran hasta el número 40 de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés (Madrid), donde se habían refugiado Jamal Ahmidam, El Chino; Sherhane Ben Fakhet, El Tunecino; Allekema Lamari, y el resto del comando Lavapiés que atentó en los trenes de la muerte.

Maussili Kalaji, que, hasta este momento, no había salido a la luz pública, es un personaje de novela y uno de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que más sabe sobre el terrorismo islamista, tanto a nivel nacional como europeo. Kalaji conoce a la mayoría de los miembros que componen las células terroristas que operaban y operan en España porque coincidió con algunos de ellos en un campo de entrenamiento de la resistencia palestina.

Kalaji, que tiene 46 años, llegó a España desde su Siria natal en 1981 y consiguió la condición de refugiado político. Tres años más tarde, en 1984, adquirió la nacionalidad española «por los servicios prestados» a este país, y en 1989 entró a formar parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado como policía nacional dentro de la escala básica.

Carrera meteórica

La carrera profesional de Maussili Kalaji ha sido meteórica
.Desde la escala básica pasó a la Comisaría General de Información (CGI), la elite de la Policía y, después, a la Unidad Central de Información Exterior (UCIE). Más tarde prestó sus servicios en la Brigada de Policía Judicial y en la Unidad de Menores y terminó siendo escolta del juez Baltasar Garzón.

Sin embargo, en las últimas fechas se ha producido toda una serie de circunstancias en el entorno de Maussili Kalaji directamente relacionada con el 11-M que ha convertido al policía español en un personaje totalmente enigmático. Para algunos, es un héroe; para otros, un «testigo negativo», y para una minoría, un «hombre sospechoso».

La realidad en ocasiones supera la ficción y Kalaji es el ejemplo más vivo de ello. Conoce perfectamente a toda la comunidad siria que reside en España e, incluso, a todos los islamistas que, directa o indirectamente, participaron tanto en el 11-S como en el 11-M.

Kalaji es amigo de Imaz Edin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, que en estos momentos está siendo juzgado por su presunta participación en el los atentados de Nueva York y Washington. También estaba al tanto de quién era y a lo que se dedicaba Sherhane Ben Fakhet, El Tunecino. Pero lo más importante es que Maussili Kalaji tenía infiltrados a sus confidentes en las células islamistas que operaban en España. Según personas cercanas al policía español, toda esa detallada y delicada información fue puesta a disposición de sus superiores antes, durante y después de la masacre de Madrid.

La historia de este sirioespañol no acaba ahí. La persona que traducía las escuchas telefónicas que la Comisaría General de Información realizaba a las diferentes células islamistas que operaban en España era Lina Kalaji, su hermana. EL MUNDO ha podido saber que Lina, que lleva 16 años como traductora, avisó en reiteradas ocasiones a sus jefes de que El Tunecino era un hombre muy peligroso y que podía estar preparando alguna acción violenta. Es evidente que los avisos de la traductora no fueron escuchados por sus superiores.

Aún hay más. Se da la circunstancia de que una de las primeras policías que el mismo día 11 de Marzo llegaron y abrieron la furgoneta Renault Kangoo que los terroristas abandonaron en la estación de Alcalá de Henares es la ex mujer de Maussili Kalaji, Marisol.

Con los datos obtenidos en la furgoneta más con los de la mochila bomba que no explotó, los de los móviles adquiridos por la gente de Jamal Ahmidam en Bazar Top (la tienda de los indios) y los de la posterior liberación de esos teléfonos, los compañeros de Kalaji en la Comisaría General de Información llegaron hasta su establecimiento, Tecnología de Sistemas Telefónicos Ayman.

A partir de ese mismo instante, Maussili Kalaji comenzó a colaborar de lleno con sus ex compañeros de la Comisaría de Información y, gracias a él y a que había registrado los IMEI (números de identificación) de los móviles que Bazar Top le había pedido que liberara (manipulara para que admitieran una tarjeta de cualquier compañía y en cualquier modalidad, prepago o contrato), pudieron llegar hasta el piso de Leganés donde se había refugiado el comando terrorista que el 11-M atentó en los trenes de la muerte.

Depresión

Tras la muerte de los terroristas
y las posteriores consecuencias, Maussili Kalaji solicitó -o le recomendaron que pidiera- la baja (en aquellos momentos estaba destinado en la Brigada Judicial de Madrid). En la actualidad, se encuentra apartado de la Policía por depresión. Algunos de los amigos y ex compañeros de Kalaji mantienen que ha sido apartado temporalmente del servicio porque sabe demasiado y se ha convertido en «testigo negativo» de algunos de los mandos de la Comisaría General de Información, que en la actualidad dirige el comisario Telesforo Rubio.
Según ha podido saber EL MUNDO, Kalaji ha sido objeto de vigilancia y control por parte de sus antiguos compañeros y por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Este periódico también sabe que fue llamado a la Audiencia Nacional por el juez Juan del Olmo para que explicara cómo y cuándo llegaron a su tienda los teléfonos móviles empleados en los atentados del 11-M y por orden de quién los liberó. Pero, hasta el momento, las declaraciones judiciales de Kalaji no aparecen en ninguno de los tomos a los que el magistrado ha aplicado el levantamiento del secreto sumarial.

Kalaji, que se siente defensor de la causa palestina, tiene una alta formación intelectual y técnica. En su juventud, estuvo vinculado a la rama Al Fatah del movimiento palestino y fue instruido en el conocimiento de las armas y explosivos en varios de los campamentos que esa organización tiene en Oriente Próximo. También recaló durante un tiempo en la antigua URSS, donde complementó su formación como activista y agente secreto.

Kalaji, que domina varios idiomas y dialectos árabes, llegó a España en 1981, con 24 años, desde su Siria natal, y consiguió la condición de refugiado político.

Desde su llegada a España, comenzó a trabajar con la Policía y con los servicios de Inteligencia y en 1984 consiguió la nacionalidad española por «los servicios prestados».

INAUDITO 'LIBERADOR' DE MOVILES

Por si no hubiera ya suficientes casualidades inexplicadas en el 11-M, EL MUNDO revela hoy el peculiar curriculum de Maussili Kalaji, ciudadano sirio y experto de la Policía Nacional en terrorismo islámico, propietario del establecimiento comercial que liberó los teléfonos móviles que se utilizaron en los atentados.
Maussili, ex militante de Al Fatah y agente secreto en la antigua URSS, había trabajado para la Comisaría General de Información y para la UCIE, los dos cuerpos de elite en la lucha antiterrorista.Su historial de servicios es impresionante, ya que facilitó a las Fuerzas de Seguridad descubrir un barco cargado de explosivos en Valencia en 1989 gracias a la infiltración de un colaborador suyo en el grupo Hizbulá. El trabajo de Maussili fue también muy importante para detener a Abu Dahdah y la célula que está siendo ahora juzgada en la llamada Operación Dátil.

Este hombre, cuya hermana era la traductora de las escuchas que se realizaban a los implicados del 11-M, fue también clave para localizar a los terroristas de Leganés. Antes de los atentados, ya seguía los pasos a El Tunecino y tenía numerosos contactos entre los radicales islámicos, incluido Abu Dahdah. Es muy difícil, por no decir imposible, que fuera una casualidad que los teléfonos de los terroristas fueran a parar a la tienda de Maussili Kalaji por puro azar.

Si la relación entre los miembros del comando y el agente sirio no fue casual, sólo hay dos hipótesis lógicas. La primera, es que Maussili fuera su cómplice y formara parte de la trama. Ello no es inverosímil dado su pasado, pero el juez Del Olmo, que le interrogó, no ha formulado cargo alguno contra él. La segunda hipótesis a considerar es que Maussili controlara a algún miembro del comando, que estuviera investigando el posible atentado o que supiera que tramaban algo muy grave. Todo ello es posible e incluso probable.

¿Cuánto sabía Maussili de lo que se preparaba? ¿Se lo dijo a sus superiores? Si es así, ¿qué se hizo con su información? Si esta segunda hipótesis es correcta, Kalaji es una más de la lista de personas que tenían conocimiento de los preparativos del 11-M y que alertaron a las Fuerzas de Seguridad. Su nombre se añade a los de Zouhier, Lavandera o imam Cartagena.

Es probable que Maussili estuviera infiltrado en la trama y que el asunto se le fuera de las manos. También es compatible con esta versión que el sirio marcara los teléfonos de los miembros del comando, lo que facilitó la detención fulminante de Zougam.Pero, dado que su testimonio judicial es secreto, sólo es posible especular. Maussili y sus jefes deberían ser llamados a declarar ante la Comisión del 11-M, que se pretende cerrar sin esclarecer enigmas como éste. Alonso debería comparecer públicamente si la Comisión se clausura sin investigar este asunto.

Controló al sirio Monzer Al-Kassar

Maussili Kalaji conoce a la perfección toda la comunidad siria en España y, además, fue el agente español que se encargó de escuchar y traducir todas las conversaciones telefónicas de Monzer Al-Kassar, traficante de armas que fue imputado por el juez Baltasar Garzón por su presunta colaboración en el secuestro del barco italiano 'Achille Lauro'.

El secuestro de este buque fue llevado a cabo en 1985, y en 1992 el magistrado Garzón imputó a Al-Kassar -sirio residente en Marbella y representante del Gobierno español en algunas operaciones de venta de armas a terceros países- una presunta pertenencia al grupo terrorista islámista Frente Popular para la Liberación de Palestina (liderado por 'Abu Abbas'), asesinato consumado, pertenencia a banda armada y organización terroristas, asesinato frustrado, detención ilegal y piratería.

Kalaji, como miembro de la Comisaría de Información y por orden del magistrado, controló de cerca tanto a Al-Kassar como a su familia; pero finalmente el sirio amigo de Alonso Manglano, ex director del Cesid, y de Rafael Vera, ex secretario de Estado de Interior, salió absuelto de todos los cargos que le imputó Garzón.

En 1989, llevó a cabo una de las operaciones más importantes que se han producido en Europa contra el terrorismo islamista.

El propio Garzón expuso la importancia de esa operación policial cuando, el 15 de julio de 2004, intervino en la Comisión parlamentaria de Investigación del 11-M y respondió a una de las preguntas del diputado popular Manuel Atencia Robledo sobre el terrorismo islamista en España: «Probablemente, hay un momento importante, si no recuerdo mal en 1989, cuando se descubre un barco que trae un cargamento de explosivos en latas de conserva por el puerto de Valencia. Es ahí donde se inicia la atención por parte de la Comisaría General de Información [...] De modo que el peso principal de esas investigaciones las ha llevado la CGI y la Unidad de Información Exterior, ya que por aquella época desarrollaba esas investigaciones y en un tanto por ciento muy elevado las he dirigido yo o mi Juzgado [...] Esta es la situación hasta 2001, en que se producen los atentados del 11-S».

Un año después de esa operación, exactamente el 23 de noviembre de 1990, y tal como consta en un documento interno de la Comisaría General de Información que está en poder de EL MUNDO, Maussili Kalaji («policía en prácticas»), junto con otros comisarios, inspectores y directivos de la Policía, fue recompensado por Interior con una «felicitación pública tipo C».

Kalaji logró colocar dentro de aquella célula terrorista a uno de sus hombres, Mohamed Arabi, que fue quien alertó del cargamento de explosivos que llegó al puerto de Valencia en noviembre de 1989 y que venía camuflado en una partida de latas de conserva de tomate procedentes del Líbano.

Junto a los explosivos que llegaron hasta el puerto de Valencia, y en el mismo contenedor, la Policía localizó granadas de mano y detonadores. Los detenidos, un total de ocho, pertenecían al grupo radical Hizbulá [Los hijos de Dios] y cuatro de ellos eran iraquíes.

Con posterioridad a esa operación, la Policía localizó en un piso de Valencia más explosivos y documentación con croquis y manuales para la fabricación de artefactos, así como pasaportes falsos para ser usados por los miembros de la célula terrorista islamista que se había organizado en la capital levantina.


LA OPERACIÓN DE VALENCIA

En noviembre de 1989, Maussilu Kalaji, en compañía de varios inspectores de la Comisaría General de Información, logró localizar un cargamento de explosivos que llegó al puerto de Valencia procedente del Líbano. Por aquella acción, Kalaji ("policía en prácticas") recibió en 1990 una felicitación pública de la categoría C, como consta en este documento interno de la Comisaría de Información

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Durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, tres de los chiítas implicados en el envío de los explosivos desde el Líbano a España reconocieron que el material que se les incautó estaba destinado a atentar contra bases de EEUU en Europa, así como contra embajadas norteamericanas, francesas, kuwaitíes y de Arabia Saudí.

Se da la circunstancia de que el confidente que Maussili Kalaji utilizó en 1989 para desarticular el comando terrorista que pretendía atentar contra intereses norteamericanos en Europa es el mismo que intervino en la operación Dátil. Esa acción policial, llevada a cabo en noviembre de 2001 y dividida en cuatro fases, fue la que permitió detener a todos los imputados que hoy se sientan en el banquillo de los acusados por el 11-S en España y cuya organización presuntamente dirigía Abu Dahdah.

Según ha podido saber este periódico, Kalaji se enfrentó a sus superiores con la ayuda del juez Garzón cuando el confidente Mohamed Arabi fue detenido en la operación Dátil como un miembro más de la organización de Abu Dahdah. Finalmente, Garzón escuchó a Kalaji, reconoció que Arabi había colaborado en las investigaciones y lo puso en libertad.

Su futuro policial cada día es más oscuro. EL MUNDO sabe que está recibiendo presiones de sus antiguos jefes para que no hable con ningún periodista y que ya se han iniciado los trámites administrativos correspondientes para que consiga una jubilación anticipada por su actual situación: estado depresivo.

El comportamiento de Maussili Kalaji antes, durante y después del 11-M sigue siendo una incógnita. Unos, sus amigos, consideran que es un héroe. Otros, sus jefes, piensan que es un testigo negativo. Y los servicios de Inteligencia todavía lo señalan como un sospechoso.


Fuente: Antonio Rubio
El Mundo
17.05.05

http://www.belt.es/noticias/2005/mayo/18/11_M.asp
 
Y me parece muy bien, cada uno argumentamos por què nos inclinamos a pensar una cosa u otra.



Jajaja....sì....yo personalmente prefiero llamarles de otra manera: las èlites globalizadoras, las èlites extractivas, el poder invisible, detràs de los gobiernos que prestan la fachada.....las otras nomenclaturas me parecen algo folclòricas...aunque sì, yo tambièn creo que detràs del poder, casi invariablemente, suele haber no sòlo mierda, sino a menudo cosas mucho peores. El poder es la mercancìa màs ambicionada del mundo, creo yo. Màs que el dinero, màs que el s*x*, màs que nada. Por el poder hay muchos que ha vendido su alma al diablo. Y por detentar el poder se ha hecho siempre, se sigue haciendo y se harà siempre de todo, incluso lo màs impensable. Eso creo yo, por lo menos.



Uy, yo al menos no hago una cuestiòn de tipo filosòfico, ni esotèrico, ni nada de eso...hago una cuestiòn muy concreta, de unos hechos cuyo desarrollo, desde el inicio de las investigaciones, hasta llegar al juicio y a la sentencia, para mì no cuadran nada, donde veo falsedades, intoxicaciones, versiones contradictorias, pruebas falsas, testigos comprados, muchos esfuerzos por parte de los poderes pùblicos para dar carpetazo al tema, mucho interès, demasiado, en desacreditar a quienes dudan o preguntan...

Como ves, nada de cuestiones filosòficas ni ideològicas.

Yo tampoco veo nada de esotérico en el poder y el dinero, simplemente considero que el objetivo del juicio del 11-M no era probar "autorías intelectuales" ni otros "esoterismos" sino establecer la autoría material y la sucesión de los hechos. Los demás aspectos se escapan al ámbito de una investigación judicial y entran en el terreno de la especulación. No veo ninguna prisa por dar carpetazo al asunto; el juicio precisamente se ha celebrado para identificar y separar lo que es intoxicación, manipulación, pruebas falsas, etc de lo que es la realidad de los hechos. Será que piensas que el juez ha prevaricado de alguna manera y me imagino que pensarás que es para tapar algo más o menos esotérico, abstracto o concreto, ni idea lo que puede ser.

Y no veo dónde se ha desacreditado a quienes dudan y preguntan. En mi opinión, quienes dudan y preguntan (y obviamente no me refiero al ciudadano de a pie) son los que más han desacreditado a los que piensan que fue un atentado yihadista porque todos las indicios desde el minuto apuntaban en esa dirección y así se probó luego en el juicio. Las pruebas de esas desacreditaciones están en la hemerotecas, y algunas las he recuperado para este hilo.
 
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Maussili Kalaji, las andanzas de un agente secreto, infiltrado y policía

El policía que manipuló los teléfonos móviles del 11-M se infiltraba en grupos islamistas

Maussili Kalaji nació en Siria, formó parte del grupo palestino Al Fatah y trabajó para los servicios secretos de la antigua URSS. También ha sido miembro de la Comisaría General de Información y escolta del juez Baltasar Garzón



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Maussili Kalaji llegó a España, desde su Siria natal, en 1981. Ocho años más tarde ya estaba nacionalizado y era policía. En 1989 abortó la operación antiterrorista islamista más importante de los últimos años, localizando un barco con explosivos que llegó al puerto de Valencia desde el Líbano. Después se convirtió en el agente español que más sabía sobre las células islamistas que operan en Europa, y tenía infiltrados a varios confidentes en los casos del 11-S y del 11-M. También 'liberó' los teléfonos móviles que emplearon los terroristas en los atentados de Madrid, es decir, los manipuló para que admitieran tarjetas de cualquier compañía o en cualquier modalidad. Gracias a él, la Policía llegó hasta el piso de Leganés donde se inmoló el 'comando Lavapiés'.

Se llama Maussili Kalaji, es español de origen sirio, policía nacional y propietario de la tienda de telefonía Test Ayman, donde se liberaron los teléfonos móviles empleados en las mochilas bomba del 11-M. Y también es el hombre que, gracias a sus conocimientos de tecnología y del mundo árabe, hizo posible que el 3 de abril de 2004 los GEO llegaran hasta el número 40 de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés (Madrid), donde se habían refugiado Jamal Ahmidam, El Chino; Sherhane Ben Fakhet, El Tunecino; Allekema Lamari, y el resto del comando Lavapiés que atentó en los trenes de la muerte.

Maussili Kalaji, que, hasta este momento, no había salido a la luz pública, es un personaje de novela y uno de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que más sabe sobre el terrorismo islamista, tanto a nivel nacional como europeo. Kalaji conoce a la mayoría de los miembros que componen las células terroristas que operaban y operan en España porque coincidió con algunos de ellos en un campo de entrenamiento de la resistencia palestina.

Kalaji, que tiene 46 años, llegó a España desde su Siria natal en 1981 y consiguió la condición de refugiado político. Tres años más tarde, en 1984, adquirió la nacionalidad española «por los servicios prestados» a este país, y en 1989 entró a formar parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado como policía nacional dentro de la escala básica.

Carrera meteórica

La carrera profesional de Maussili Kalaji ha sido meteórica
.Desde la escala básica pasó a la Comisaría General de Información (CGI), la elite de la Policía y, después, a la Unidad Central de Información Exterior (UCIE). Más tarde prestó sus servicios en la Brigada de Policía Judicial y en la Unidad de Menores y terminó siendo escolta del juez Baltasar Garzón.

Sin embargo, en las últimas fechas se ha producido toda una serie de circunstancias en el entorno de Maussili Kalaji directamente relacionada con el 11-M que ha convertido al policía español en un personaje totalmente enigmático. Para algunos, es un héroe; para otros, un «testigo negativo», y para una minoría, un «hombre sospechoso».

La realidad en ocasiones supera la ficción y Kalaji es el ejemplo más vivo de ello. Conoce perfectamente a toda la comunidad siria que reside en España e, incluso, a todos los islamistas que, directa o indirectamente, participaron tanto en el 11-S como en el 11-M.

Kalaji es amigo de Imaz Edin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, que en estos momentos está siendo juzgado por su presunta participación en el los atentados de Nueva York y Washington. También estaba al tanto de quién era y a lo que se dedicaba Sherhane Ben Fakhet, El Tunecino. Pero lo más importante es que Maussili Kalaji tenía infiltrados a sus confidentes en las células islamistas que operaban en España. Según personas cercanas al policía español, toda esa detallada y delicada información fue puesta a disposición de sus superiores antes, durante y después de la masacre de Madrid.

La historia de este sirioespañol no acaba ahí. La persona que traducía las escuchas telefónicas que la Comisaría General de Información realizaba a las diferentes células islamistas que operaban en España era Lina Kalaji, su hermana. EL MUNDO ha podido saber que Lina, que lleva 16 años como traductora, avisó en reiteradas ocasiones a sus jefes de que El Tunecino era un hombre muy peligroso y que podía estar preparando alguna acción violenta. Es evidente que los avisos de la traductora no fueron escuchados por sus superiores.

Aún hay más. Se da la circunstancia de que una de las primeras policías que el mismo día 11 de Marzo llegaron y abrieron la furgoneta Renault Kangoo que los terroristas abandonaron en la estación de Alcalá de Henares es la ex mujer de Maussili Kalaji, Marisol.

Con los datos obtenidos en la furgoneta más con los de la mochila bomba que no explotó, los de los móviles adquiridos por la gente de Jamal Ahmidam en Bazar Top (la tienda de los indios) y los de la posterior liberación de esos teléfonos, los compañeros de Kalaji en la Comisaría General de Información llegaron hasta su establecimiento, Tecnología de Sistemas Telefónicos Ayman.

A partir de ese mismo instante, Maussili Kalaji comenzó a colaborar de lleno con sus ex compañeros de la Comisaría de Información y, gracias a él y a que había registrado los IMEI (números de identificación) de los móviles que Bazar Top le había pedido que liberara (manipulara para que admitieran una tarjeta de cualquier compañía y en cualquier modalidad, prepago o contrato), pudieron llegar hasta el piso de Leganés donde se había refugiado el comando terrorista que el 11-M atentó en los trenes de la muerte.

Depresión

Tras la muerte de los terroristas
y las posteriores consecuencias, Maussili Kalaji solicitó -o le recomendaron que pidiera- la baja (en aquellos momentos estaba destinado en la Brigada Judicial de Madrid). En la actualidad, se encuentra apartado de la Policía por depresión. Algunos de los amigos y ex compañeros de Kalaji mantienen que ha sido apartado temporalmente del servicio porque sabe demasiado y se ha convertido en «testigo negativo» de algunos de los mandos de la Comisaría General de Información, que en la actualidad dirige el comisario Telesforo Rubio.
Según ha podido saber EL MUNDO, Kalaji ha sido objeto de vigilancia y control por parte de sus antiguos compañeros y por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Este periódico también sabe que fue llamado a la Audiencia Nacional por el juez Juan del Olmo para que explicara cómo y cuándo llegaron a su tienda los teléfonos móviles empleados en los atentados del 11-M y por orden de quién los liberó. Pero, hasta el momento, las declaraciones judiciales de Kalaji no aparecen en ninguno de los tomos a los que el magistrado ha aplicado el levantamiento del secreto sumarial.

Kalaji, que se siente defensor de la causa palestina, tiene una alta formación intelectual y técnica. En su juventud, estuvo vinculado a la rama Al Fatah del movimiento palestino y fue instruido en el conocimiento de las armas y explosivos en varios de los campamentos que esa organización tiene en Oriente Próximo. También recaló durante un tiempo en la antigua URSS, donde complementó su formación como activista y agente secreto.

Kalaji, que domina varios idiomas y dialectos árabes, llegó a España en 1981, con 24 años, desde su Siria natal, y consiguió la condición de refugiado político.

Desde su llegada a España, comenzó a trabajar con la Policía y con los servicios de Inteligencia y en 1984 consiguió la nacionalidad española por «los servicios prestados».

INAUDITO 'LIBERADOR' DE MOVILES

Por si no hubiera ya suficientes casualidades inexplicadas en el 11-M, EL MUNDO revela hoy el peculiar curriculum de Maussili Kalaji, ciudadano sirio y experto de la Policía Nacional en terrorismo islámico, propietario del establecimiento comercial que liberó los teléfonos móviles que se utilizaron en los atentados.
Maussili, ex militante de Al Fatah y agente secreto en la antigua URSS, había trabajado para la Comisaría General de Información y para la UCIE, los dos cuerpos de elite en la lucha antiterrorista.Su historial de servicios es impresionante, ya que facilitó a las Fuerzas de Seguridad descubrir un barco cargado de explosivos en Valencia en 1989 gracias a la infiltración de un colaborador suyo en el grupo Hizbulá. El trabajo de Maussili fue también muy importante para detener a Abu Dahdah y la célula que está siendo ahora juzgada en la llamada Operación Dátil.

Este hombre, cuya hermana era la traductora de las escuchas que se realizaban a los implicados del 11-M, fue también clave para localizar a los terroristas de Leganés. Antes de los atentados, ya seguía los pasos a El Tunecino y tenía numerosos contactos entre los radicales islámicos, incluido Abu Dahdah. Es muy difícil, por no decir imposible, que fuera una casualidad que los teléfonos de los terroristas fueran a parar a la tienda de Maussili Kalaji por puro azar.

Si la relación entre los miembros del comando y el agente sirio no fue casual, sólo hay dos hipótesis lógicas. La primera, es que Maussili fuera su cómplice y formara parte de la trama. Ello no es inverosímil dado su pasado, pero el juez Del Olmo, que le interrogó, no ha formulado cargo alguno contra él. La segunda hipótesis a considerar es que Maussili controlara a algún miembro del comando, que estuviera investigando el posible atentado o que supiera que tramaban algo muy grave. Todo ello es posible e incluso probable.

¿Cuánto sabía Maussili de lo que se preparaba? ¿Se lo dijo a sus superiores? Si es así, ¿qué se hizo con su información? Si esta segunda hipótesis es correcta, Kalaji es una más de la lista de personas que tenían conocimiento de los preparativos del 11-M y que alertaron a las Fuerzas de Seguridad. Su nombre se añade a los de Zouhier, Lavandera o imam Cartagena.

Es probable que Maussili estuviera infiltrado en la trama y que el asunto se le fuera de las manos. También es compatible con esta versión que el sirio marcara los teléfonos de los miembros del comando, lo que facilitó la detención fulminante de Zougam.Pero, dado que su testimonio judicial es secreto, sólo es posible especular. Maussili y sus jefes deberían ser llamados a declarar ante la Comisión del 11-M, que se pretende cerrar sin esclarecer enigmas como éste. Alonso debería comparecer públicamente si la Comisión se clausura sin investigar este asunto.

Controló al sirio Monzer Al-Kassar

Maussili Kalaji conoce a la perfección toda la comunidad siria en España y, además, fue el agente español que se encargó de escuchar y traducir todas las conversaciones telefónicas de Monzer Al-Kassar, traficante de armas que fue imputado por el juez Baltasar Garzón por su presunta colaboración en el secuestro del barco italiano 'Achille Lauro'.

El secuestro de este buque fue llevado a cabo en 1985, y en 1992 el magistrado Garzón imputó a Al-Kassar -sirio residente en Marbella y representante del Gobierno español en algunas operaciones de venta de armas a terceros países- una presunta pertenencia al grupo terrorista islámista Frente Popular para la Liberación de Palestina (liderado por 'Abu Abbas'), asesinato consumado, pertenencia a banda armada y organización terroristas, asesinato frustrado, detención ilegal y piratería.

Kalaji, como miembro de la Comisaría de Información y por orden del magistrado, controló de cerca tanto a Al-Kassar como a su familia; pero finalmente el sirio amigo de Alonso Manglano, ex director del Cesid, y de Rafael Vera, ex secretario de Estado de Interior, salió absuelto de todos los cargos que le imputó Garzón.

En 1989, llevó a cabo una de las operaciones más importantes que se han producido en Europa contra el terrorismo islamista.

El propio Garzón expuso la importancia de esa operación policial cuando, el 15 de julio de 2004, intervino en la Comisión parlamentaria de Investigación del 11-M y respondió a una de las preguntas del diputado popular Manuel Atencia Robledo sobre el terrorismo islamista en España: «Probablemente, hay un momento importante, si no recuerdo mal en 1989, cuando se descubre un barco que trae un cargamento de explosivos en latas de conserva por el puerto de Valencia. Es ahí donde se inicia la atención por parte de la Comisaría General de Información [...] De modo que el peso principal de esas investigaciones las ha llevado la CGI y la Unidad de Información Exterior, ya que por aquella época desarrollaba esas investigaciones y en un tanto por ciento muy elevado las he dirigido yo o mi Juzgado [...] Esta es la situación hasta 2001, en que se producen los atentados del 11-S».

Un año después de esa operación, exactamente el 23 de noviembre de 1990, y tal como consta en un documento interno de la Comisaría General de Información que está en poder de EL MUNDO, Maussili Kalaji («policía en prácticas»), junto con otros comisarios, inspectores y directivos de la Policía, fue recompensado por Interior con una «felicitación pública tipo C».

Kalaji logró colocar dentro de aquella célula terrorista a uno de sus hombres, Mohamed Arabi, que fue quien alertó del cargamento de explosivos que llegó al puerto de Valencia en noviembre de 1989 y que venía camuflado en una partida de latas de conserva de tomate procedentes del Líbano.

Junto a los explosivos que llegaron hasta el puerto de Valencia, y en el mismo contenedor, la Policía localizó granadas de mano y detonadores. Los detenidos, un total de ocho, pertenecían al grupo radical Hizbulá [Los hijos de Dios] y cuatro de ellos eran iraquíes.

Con posterioridad a esa operación, la Policía localizó en un piso de Valencia más explosivos y documentación con croquis y manuales para la fabricación de artefactos, así como pasaportes falsos para ser usados por los miembros de la célula terrorista islamista que se había organizado en la capital levantina.

LA OPERACIÓN DE VALENCIA

En noviembre de 1989, Maussilu Kalaji, en compañía de varios inspectores de la Comisaría General de Información, logró localizar un cargamento de explosivos que llegó al puerto de Valencia procedente del Líbano. Por aquella acción, Kalaji ("policía en prácticas") recibió en 1990 una felicitación pública de la categoría C, como consta en este documento interno de la Comisaría de Información
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Durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, tres de los chiítas implicados en el envío de los explosivos desde el Líbano a España reconocieron que el material que se les incautó estaba destinado a atentar contra bases de EEUU en Europa, así como contra embajadas norteamericanas, francesas, kuwaitíes y de Arabia Saudí.

Se da la circunstancia de que el confidente que Maussili Kalaji utilizó en 1989 para desarticular el comando terrorista que pretendía atentar contra intereses norteamericanos en Europa es el mismo que intervino en la operación Dátil. Esa acción policial, llevada a cabo en noviembre de 2001 y dividida en cuatro fases, fue la que permitió detener a todos los imputados que hoy se sientan en el banquillo de los acusados por el 11-S en España y cuya organización presuntamente dirigía Abu Dahdah.

Según ha podido saber este periódico, Kalaji se enfrentó a sus superiores con la ayuda del juez Garzón cuando el confidente Mohamed Arabi fue detenido en la operación Dátil como un miembro más de la organización de Abu Dahdah. Finalmente, Garzón escuchó a Kalaji, reconoció que Arabi había colaborado en las investigaciones y lo puso en libertad.

Su futuro policial cada día es más oscuro. EL MUNDO sabe que está recibiendo presiones de sus antiguos jefes para que no hable con ningún periodista y que ya se han iniciado los trámites administrativos correspondientes para que consiga una jubilación anticipada por su actual situación: estado depresivo.

El comportamiento de Maussili Kalaji antes, durante y después del 11-M sigue siendo una incógnita. Unos, sus amigos, consideran que es un héroe. Otros, sus jefes, piensan que es un testigo negativo. Y los servicios de Inteligencia todavía lo señalan como un sospechoso.
Fuente: Antonio Rubio
El Mundo
17.05.05

http://www.belt.es/noticias/2005/mayo/18/11_M.asp
Kalaji fue llamado a declarar como testigo en 2007 y su declaración se ha publicado. Es un personaje de novela.

Análisis:Juicio por el mayor atentado en España | 11-M
El enigma del policía acaudalado

José Yoldi 26 MAR 2007

El que media docena de abogados, tanto de la acusación como de la defensa, y en perfecta armonía, se dediquen a extender sombras de sospecha sobre todo lo que tocan se ha convertido en una seña de identidad del macrojuicio por el 11-M. Las últimas sesiones han aclarado varios de los puntos que esos reyes Midas de la oscuridad quieren convertir en pozos de duda. Por ejemplo, el que sugiere que la famosa bomba desactivada en Vallecas fue colocada allí por una mano negra -que nadie dice a quién pertenece- para dirigir la investigación hacia los islamistas en lugar de hacia los etarras.

Pues bien, ya han declarado los policías que la localizaron en el tren de El Pozo y que luego la custodiaron durante su insólito recorrido por medio Madrid hasta que los artificieros la desmontaron, y lo único que ha quedado claro es que el comisario de Puente de Vallecas tuvo la tentación de endosar a otro su propio trabajo y envió los bultos a otra comisaría o al IFEMA para no tener que realizar el inventario de las bolsas y mochilas encontradas en los trenes. Pero, de manos negras, ni rastro.

Pequeños detalles que explican algunas historias
El pelotón de togas de la conspiración corrió una vez más tras la sombra del aire al interrogar en la última sesión del juicio a Ayman Maussili Kalaji. Se trata de un ex policía nacional de origen sirio, propietario de Test Ayman, una tienda de telefonía móvil en Madrid en la que los indios de Bazar Top liberaron 16 teléfonos Trium que luego vendieron al locutorio Jawal Mundo Telecom, de Jamal Zougam, y que presumiblemente fueron utilizados para fabricar algunas bombas del 11-M.

De la investigación de los atentados no ha salido ni el más mínimo indicio de que Kalaji tuviera alguna relación con los autores de la matanza, pero el hecho de que en 2004 fuera policía nacional ha alimentado el vertido de suspicacias por parte de la acorazada conspirativa.

Kalaji, que ya está jubilado como policía, tuvo que explicar en la vista que tiene conocimientos de ingeniería técnica de telecomunicaciones, que recibió formación militar en el Ejército sirio, que hizo un curso de seis meses en una academia militar de Rusia y que estuvo destinado en la Unidad Central de Inteligencia Exterior (UCIE) -la encargada de investigar los atentados- hasta 1992. Es decir, sólo 14 años antes del 11-M.

Después, confesó que habla árabe "perfectamente", que mantiene amistad con algunos de sus antiguos compañeros en la UCIE, que un familiar suyo trabaja como traductor para la policía y que conoce a dos de los procesados, los hermanos Mohannad y Moutaz Almallah Dabas, de origen sirio, como él. Incluso llegó a reconocer que declaró como testigo en favor de uno de los acusados de la Operación Dátil. Finalmente, aclaró que nunca le han pedido colaboración para investigar los atentados del 11-M, que no ha tenido contactos con el CNI y que tampoco participó en el operativo de Leganés, donde acabaron suicidándose siete de los presuntos autores materiales de la matanza del 11-M. En definitiva, nada de nada.

Pero, entre la pirotecnia desplegada, uno de los letrados preguntó al testigo si había dirigido un campo de entrenamiento en Siria para terroristas. Una pregunta claramente incriminatoria, por lo que el presidente del tribunal tuvo que avisar de que el testigo tenía el derecho a no contestar. El policía jubilado no se escondió en su derecho: "No, rotundamente no", respondió.

La única pregunta que realmente constituye el enigma Kalaji no la formuló nadie: ¿Qué hace un floreciente empresario, con 18 empleados a su cargo, trabajando por el exiguo sueldo de un policía nacional? Lo demás, fuegos de artificio.

DECLARACIÓN DEL TESTIGO AYMAN MAUSSILI KALAJI
  1. o En cursiva azul, las preguntas del Ministerio Fiscal y los abogados.


  2. o En normal negro, las respuestas.


  3. oLos comentarios del juez, comienzan por GB
  4. oEn rojo, lo que no se entiende bien y es de libre trascripción.


  5. o NOTA del Transcriptor (n. t.)
Nomenclatura de las partes que intervienen en el interrogatorio:

MF BAUTISTA Ministerio Fiscal –Carlos Bautista Samaniego A PEDRAZA Acusación Particular Ángeles Pedraza Portero y otros. AVT Acusación Popular AVT R BARROSO Acusación Particular de Roberto Barroso Anuncibay y otros. D ZOUGAM Defensa de Jamal Zougam y Basel Ghalyoun D AGLIF Defensa de Rachid Aglif

D B.

MOUSSATEN Defensa de Brahim Moussaten D R. GONZÁLEZ Defensa de Rabei Osman y Raúl González Peláez D M. MOUSSATEN Defensa de Mohamed Moussaten

D ZOUHIER Defensa de Rafa Zouhier GB Presidente del Tribunal – Gómez Bermúdez S Secretario Judicial T Testigo

00:00:00

GB: Buenos días, siéntese. Es usted Ayman Maussili Kalaji, ¿verdad?

T:
Sí. GB: ¿Jura o promete decir la verdad?
T:
Lo prometo.
GB: Le informo que si falta a las obligaciones que acaba de contraer puede incurrir en un delito castigado con pena de multa, prisión, multa y accesoria inhabilitación. ¿Hay alguna cosa, circunstancia, relación o condición que le pueda impedir o dificultar decir la verdad hoy?
T:
No.
GB: Tiene que hablar fuerte y al micrófono. Señor auxiliar, póngale el micrófono ya, en la posición que va a usar. Ministerio Fiscal, cuando quiera.

00:00:45

MF BAUTISTA: Con la venia de la sala. Señor Kalaji, allá por marzo de 2004, ¿cuál era su ocupación?

T: Policía Nacional.

MF BAUTISTA: Usted, aparte de esa ocupación, ¿tenía actividades empresariales?

T: Soy propietario de una empresa.

MF BAUTISTA: ¿Cómo se llama esta empresa?

T: Test Ayman, Sociedad Limitada.

MF BAUTISTA: ¿A qué se dedica esta empresa?

T: A reparación y liberación de móviles.

MF BAUTISTA: Señor Kalaji, ¿cuál es la primera noticia que usted tiene de que el día 4 de marzo han venido de Bazar Top a que se liberen teléfonos a su empresa?

T: Pues el día que vino la policía a preguntármelo. Me parece que fue el día 17 de marzo. Me parece, no estoy seguro.

MF BAUTISTA: ¿Usted, personalmente, se dedica a liberar teléfonos?

T: Realmente, he aprendido hace poco a hacerlo.

MF BAUTISTA: ¿Tiene usted personas que lo hagan por usted en su empresa?

T: En aquellos momentos tenía dieciocho personas que lo hacen.

MF BAUTISTA: Dígame, ¿cómo averiguan, cómo averigua usted que esos teléfonos se han liberado en su tienda, los que le pregunta la policía?

T: Pues cuando vinieron, vino una Inspectora y un Subinspector y me lo preguntaron, me trajeron una, un IMEI completo y una parte de otro IMEI, y el modelo del teléfono, por lo que llamé a la secretaria y le dije que buscara todo lo que había de, de Bazar Top, lo buscó, sacamos y contrastamos y salieron doce teléfonos liberados el día 4 y cuatro liberados el día

8. Del mismo modelo.

MF BAUTISTA: ¿Por encargo de Bazar Top?

T:
Por encargo de Bazar Top, sí.
T:
En el ordenador.
MF BAUTISTA: Dice usted que lo busca. ¿Dónde lo busca la secretaria?

MF BAUTISTA: En ese ordenador qué tienen ustedes, ¿un sistema de contabilidad?

T: Tenemos, aparte del sistema de contabilidad, una base de datos para controlar absolutamente todo lo que entra y lo que sale. Todo.

MF BAUTISTA: Si se le puede exhibir, señor, los folios 1828, y mil ochocientos, perdón, no son esos, son, folios 1695 y 1696 que están en el tomo 7 a continuación de su declaración.

00:02:58
GB:
Proceda, señor auxiliar, Roberto, por favor. Ya lo está viendo en pantalla aunque ahora se le dará el original.

T: Vale.

MF BAUTISTA: ¿Reconoce usted esos folios, esas notas de entrega?

T: Sí, estos se sacaron del, del cajón donde se guarda absolutamente todo, durante varios meses lo guardamos todo.

MF BAUTISTA: ¿Se corresponde con los teléfonos móviles que se mandó a liberar por Bazar Top ese día 4?

T: Se supone que sí. Sí.

MF BAUTISTA: Perdón. ¿Puede hablar más alto?

T: Sí, sí. Corresponde perfectamente. GB: Gracias, Roberto.

MF BAUTISTA: No hay más preguntas, señoría.

GB: Gracias, las acusaciones.

00:03:59
A PEDRAZA: Sí, con la venia de la Excelentísima Sala, por la Acusación Popular y por Ángeles Pedraza. Usted comparece ante el complejo policial de Canillas el día 16 de marzo. ¿Por qué acudió usted a las once de la noche?

T: No la veo. Ah, vale. ¿Por qué fui a las once de la noche?

A PEDRAZA: Sí.

T: Pues porque tuve que esperar cinco horas ahí, me llevaron a las siete, me parece, seis y media o las siete de la tarde y tuve que esperar a que hubiera un, un ordenador vacío. Libre, para que me tomaran declaración.

A PEDRAZA: ¿Fue usted voluntariamente o le llevaron?

T: Me vinieron a buscar cuatro personas, cuatro policías.

A PEDRAZA: Por su trabajo como policía, ¿conoció usted a alguno de las personas que murieron en Leganés?

T: Eh, no.

A PEDRAZA: Cuando fue usted a declarar al juzgado, ¿por qué no se identificó primero como policía?

T: ¿Y quién le dijo eso? Yo siempre me he identificado como policía. De hecho llevaba la pistola encima, y ellos sabían que era policía desde el día anterior.

A PEDRAZA: Gracias. No hay más preguntas, señoría.

GB: Gracias, ¿alguna acusación más?

00:05:15

R BARROSO: Si, con la venia, señoría, la acusación A5. Perdón, me ha parecido entender que usted habló con esta inspectora con la que hablaba el día 17, ¿es así?

T: El día anterior a mi declaración en Canillas. Dije que no me acordaba exactamente de la fecha.

R BARROSO: Ajá. Entiendo, y, ¿ha pertenecido usted en algún momento a los “Hermanos Musulmanes”? Lo pregunto, señoría, a los efectos de ratificar la credibilidad del testigo y porque creo que se lo van a preguntar…

GB: En cualquier caso no es una confesión religiosa así que puede preguntarle.

T: Nunca.

R BARROSO: Nunca. ¿Tiene usted conocimientos de electrónica?

T: Si. A nivel de Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones.

R BARROSO: ¿Conoce usted a Moutaz Almallah?

T: Sí.

R BARROSO: ¿Y a Mouhannad Almallah?

T: Sí, es el hermano de Moutaz, sí.

R BARROSO: Lo conoce también.

T: Le he conocido.

R BARROSO: ¿De qué lo conoce? A Mouhannad, no a Moutaz.

T: Por ser el hermano de Moutaz.

R BARROSO: ¿Ha recibido usted formación en el ejército sirio?

T:
Yo creo que eso no tiene nada que ver con… GB: Bien, eso lo decido yo, conteste.
T:
Sí.
T:
Militar.
R BARROSO: ¿Qué tipo de formación?

R BARROSO: Pero dentro de la formación militar, ¿qué tipo de formación?

T:
Pues, para ser soldado y algo más.
T:
Sí, es cierto.
R BARROSO: ¿Es cierto que, lo digo, señoría, porque lo dice en un documento de la causa, es cierto que intercedió usted en la operación Dátil por Mohamed Arabi Shehimi?

00:07:00
R BARROSO: Es cierto. La primera noticia que usted tuvo de la investigación sobre los IMEI’s, según ha dicho, es anterior a su declaración. ¿Le llamó a usted la policía para que fuera voluntariamente a comisaría a declarar?

T: No, no, vinieron el día anterior a la declaración, me preguntaron, les di todos los datos y me sorpren…, y les dije que cuando si querían algo que me llamaran que yo estoy dispuesto a todo.

R BARROSO: ¿Y le llamaron?

T: No, no, vinieron a buscarme al día siguiente.

R BARROSO: Ah, directamente.

T: Sí, directamente. Vinieron cuatro mastodontes y te vienes con nosotros y yo me tuve que ir.

R BARROSO: ¿Cómo, cómo cuatro mastodontes?

GB: Bien, se refiere, de una forma, como mínimo, poco cortés, a cuatro compañeros suyos del cuerpo en aquella época.

R BARROSO: No, pero mi pregunta, señoría, era más bien ¿qué pasa, que no era voluntario que usted fuera?

T:
Me dijeron que tenía que ir.
T:
En absoluto.
R BARROSO: ¿Influyó esto en el contenido de la declaración que prestó?

R BARROSO: Un instante, señoría. No hay más preguntas, señoría, muchas gracias.

GB: Gracias, ¿alguna acusación más? Las defensas.

00:08:17

D ZOUGAM: Sí, la defensa de Jamal Zougam y Basel Ghalyoun. Vamos a ver, usted ha dicho que fue, vamos, no, su declaración primera que consta en el, en el sumario, al folio 1693, dice que usted fue a declarar de manera voluntaria, no explica nada de que se iniciara ninguna investigación a raíz de la cual fueran a buscarle a su tienda. Mi pregunta es, ¿por qué no consta en el acta de su declaración, su condición de policía nacional?

T: No lo sé. No me lo han preguntado pero ya lo sabían. De hecho me pidieron la pistola antes de entrar a declarar.

D ZOUGAM: Y en su condición de policía nacional, ¿no le pudieron llamar para que fuera a partir de esa investigación?

T: Debieron hacerlo así, pero no lo hicieron.

D ZOUGAM: ¿Usted estuvo trabajando en la UCIE?

T: Estuve trabajando hasta 1992.

D ZOUGAM: ¿Conocía a compañeros que estuvieran allí?

T: Lógicamente que sí.

D ZOUGAM: Y entonces, ¿cuál es la razón de que fueran cuatro mastodontes, en sus palabras, a buscarle a la tienda?

T: No lo sé, no entro en ese juego porque no me interesa.

D ZOUGAM: No le interesa. ¿Ha estudiado usted en Rusia?

T: Hice un curso en Rusia, de seis meses.

D ZOUGAM: ¿Nos puede explicar de qué?

T: Un curso en una academia militar.

D ZOUGAM: ¿Conoció durante su estancia en Rusia a Mohamed Kafarna?

T: No.

D ZOUGAM: ¿Ha dirigido campos de entrenamiento en Oriente Próximo para grupos terroristas como Hizbullah?

GB: Bien, tiene derecho a no declarar y a no confesarse culpable, pero en fin, si quiere declarar…

D ZOUGAM: En su condición de militar sirio.

T:
Pues no. No.
T:
No. Rotundamente no.
D ZOUGAM: ¿No?

D ZOUGAM: No hay más preguntas, señoría.

GB: Gracias, ¿alguna defensa más?

00:10:18
D AGLIF: La defensa de Rachid Aglif. Señor, usted cuando lleva la pistola como policía, ¿la lleva a todas las horas?

T: Las veinticuatro horas del día.

D AGLIF: ¿A todas las partes?

T: A todas partes.

D AGLIF: Da igual que está en servicio o no.

T: Se supone que estamos de servicio las veinticuatro horas del día. Mi condición de policía no se quita cuando salgo del trabajo.

D AGLIF: Señor, única pregunta. ¿Usted sabía o tenía información como policía, en aquel entonces, alguna información tenía sobre los atentados del 11-M?

T: No.

D AGLIF: ¿Usted empezó a tener contacto en este procedimiento a partir, a partir de los hechos, o a partir de prestar la declaración?

T:
No entiendo bien a dónde quiere llegar.
T:
Como testigo.
D AGLIF: Señor, formulo otra vez la pregunta. ¿Usted empieza a tener contacto en este procedimiento como testigo o como policía?

D AGLIF: No hay preguntas.

GB: Gracias, ¿alguna más?

00:11:35

D B. MOUSSANTE: La defensa de Brahim Moussaten. Con la venia, Excelentísimo Señor, además de las declaraciones que ha prestado usted en la causa como testigo, ¿colaboró con sus antiguos compañeros de la UCIE en la investigación de los atentados de alguna forma, directa o indirecta?

T: No.

D B. MOUSSANTEN: ¿Participó usted o estuvo presente en la declaración de algún otro detenido?

T:
No.
T:
Cuando yo estaba no.
T:
No lo sé.
D B. MOUSSATEN: ¿Sabe usted si entre sus compañeros de la UCIE alguno habla marroquí?

D B. MOUSSATEN: ¿Y cuando, cuando dejó de estar?

D B. MOUSSATEN: No lo sabe. Nada más, gracias.

GB: Gracias, ¿alguna más?

00:12:12

D R. GONZÁLEZ: Si, con la venia, la defensa de Rabei Osman. Usted ha dicho que lleva la pistola todos los días, las veinticuatro horas.

T: Sí.

D R. GONZÁLEZ: ¿La lleva ahora también?

T: No, yo no soy policía ya, me he jubilado. GB: Y además está prohibido tenerla en la sala.

D R. GONZÁLEZ: Ya, ya.

GB: Ya nos preocupamos nosotros de que no la tenga.

D R. GONZÁLEZ: Es que no he oído que se le haya preguntado.

GB: No, pero ya lo hemos cacheado, nos hemos enterado antes, no se preocupe por eso, siga.

D R. GONZÁLEZ: Muchas gracias, señor. Mire, usted dice que ha trabajado en la UCIE hasta el 92.

T: Sí.

D R. GONZÁLEZ: ¿Por qué dejó de trabajar?

T: Por un problema que tuve con la forma de trabajo, no me gustaba y me tuve que salir de ahí.

D R. GONZÁLEZ: Y usted sí habla árabe.

T: Perfectamente.

D R. GONZÁLEZ: Perfectamente. ¿Era la única persona que hablaba árabe en la UCIE?

T: Había otra persona, había otras dos personas más.

D R. GONZÁLEZ: Y desde el 92, ¿no le han vuelto, no le han reclamado su colaboración para que…?

T: Sí, en el 93. Me acuerdo, no me acuerdo de la fecha, pero estuve seis meses ahí.

D R. GONZÁLEZ: Pero en el, a partir del año 2000, por ejemplo, 2001, 2002…

T: No, no.

D R. GONZÁLEZ: …2003, ¿nunca le han pedido la colaboración?

T: No.

D R. GONZÁLEZ: A partir del 11 de marzo del 2004 cuando se empezó a sospechar que personas relacionadas con el mundo árabe tenían relación con este atentado ¿no le pidieron colaboración para realizar trabajos de traducción, de intervención?

T: En el asunto del 11-M nunca.

00:13:32

D R. GONZÁLEZ: ¿Nunca le han llamado?

T: Nunca.

D R. GONZÁLEZ: ¿Usted conoce a los actuales inspectores de la UCI, UCIE?

T: Conozco a muchísimos.

D R. GONZÁLEZ: No digo a funcionarios policiales, sino a los Inspectores Jefes.

T: Inspectores, Inspectores Jefe…

D R. GONZÁLEZ: ¿A quién conoce?

T: … y comisarios. Ahora mismo no se quién está ahí, quién ha dejado de estar…

GB: Bien, no tiene que dar los nombres, porque comprometería su seguridad, salvo que la pregunta, por las posteriores, fuera de absoluta relevancia.

D R. GONZÁLEZ: Sí es de relevancia.

GB: Siga, siga preguntando. No, no, eso lo decidiré yo si es de relevancia, usted pregunte.

D R. GONZÁLEZ: Ya entiendo que no pueda decir los nombres, lo que pido es el cargo, si el Inspector Jefe…

GB: Ya ha dicho que sí, que los conocía. Lo ha preguntado usted, “¿conoce a los Inspectores Jefe?” y ha dicho “sí”.

D R. GONZÁLEZ: Sí. ¿De qué época? ¿Al de ahora, el que estaba en el 2004, el que estaba en el 2003? No sé bien cuándo han ido cambiando, pero sé que han ido cambiando…

T: Sí.

D R. GONZÁLEZ: …en poco tiempo, los últimos.

T: Seguían, seguía conociéndoles.

D R. GONZÁLEZ: Los seguía conociendo.

T: Sí, los actuales…

D R. GONZÁLEZ: ¿Y ellos también le conocen a usted?

T:
Claro, lógicamente.
T:
¿3 de abril? No.
D R. GONZÁLEZ: ¿El día 3 de abril de 2004 se intentaron poner en contacto con usted? ¿Lo sabe?

D R. GONZÁLEZ: El día que sucedieron los hechos de Leganés.

T: No, no.

D R. GONZÁLEZ: No. Bien, no hay más preguntas.

GB: Gracias, ¿alguna más?

00:14:42

D M. MOUSSATEN: Con la venia, señoría, en defensa de Mohamed Moussaten. Usted dice que estuvo como cuatro horas esperando a que se desocupara un ordenador.

T: Sí.

D M. MOUSSATEN: Durante todo este tiempo ¿recuerda si estuvo únicamente esperando, o si estuvo hablando con compañeros, o estuvo haciendo algún otro tipo de cosa?

T: Estuve esperando, estuve hablando con compañeros, estuve tomando un café con el instructor de las diligencias.

D M. MOUSSATEN: ¿Usted recuerda a qué hora salió del complejo de Canillas?

T: No me acuerdo si eran las once y media, o las doce y media de la noche. Me llevaron en coche hasta donde tenía yo el coche aparcado.

D M. MOUSSATEN: No hay más preguntas, señoría.

GB: Gracias, ¿alguna más?

00:15:18

D ZOUHIER: Si, con la venia de la sala, la defensa de Rafa Zouhier. Para preguntar al testigo si tiene algún tipo de colaboración con el CNI.

T: No, nunca.

D ZOUHIER: También le quisiera preguntar si algún familiar suyo trabaja como traductor en la UCIE, y si es cierto, qué trabaja, qué familiares.

T:
Señoría, es… GB: Si trabaja algún familiar suyo.
T:
Sí. GB: …en la UCIE.
T:
Sí.
D ZOUHIER: Sí, ¿en qué cargo, y, y qué familiar es exactamente?

GB: No, qué familiar no, pero en qué cargo sí.

T:
Traductor.
T:
Por razón de trabajo sí.
D ZOUHIER: Si, con la venia, ¿conoce a Moused Kassar?

D ZOUHIER: De acuerdo, no hay más preguntas, gracias.

GB: Gracias, ¿alguna más? Muchas gracias, ya se puede marchar.
 
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El cerebro de un mercenario
El asesino a sueldo Paulo Figueiredo estuvo 15 años en prisión por formar parte de los GAL

(...) este portugués forjado en la guerra de guerrillas de las colonias africanas trabajaba para los GAL. Cobraba, según dice, 60.000 euros por cada etarra liquidado (...) sobre sus trabajos en Angola (usaban los órganos y extremidades de los asesinados como adornos, “ya no les hacían falta los dedos ni las orejas”, dice a la cámara), su forma de operar cuando era contratado (“cometíamos atrocidades: pero no sé si es importante”) o su regreso a Portugal tras vivir durante décadas en las colonias (cuando regresó a la metrópoli tuvo que refugiarse en las urgencias de un hospital para saciar su sed de sangre, “ese olor dulzón”) (...) En tierra de nadie profundiza en la mente de un hombre que narra su oficio fríamente, casi sin darle importancia. Un hombre que Lamas conoció a través de un sociólogo que trabajaba con indigentes de Lisboa. “Me dijo que vivía en la calle porque quería huir de la sociedad. Tenía cierta ayuda como indigente, sobre todo del ayuntamiento, pero siempre la rechazaba”Paulo Figueiredo resultó ser uno de ellos. “Me dijo que no tenía nada que perder”, relata la directora sobre sus primeros contactos con el mendigo que decía haber acabado por encargo con la vida de nueve terroristas en Francia y España http://cultura.elpais.com/cultura/2013/05/16/actualidad/1368735543_548854.html
 
El Cesid creía en 1983 que Francia no actuaría contra ETA si España no pagaba algo a cambio
La policía francesa tenía controlada la infraestrutura etarra, según el servicio secreto
El centro recordaba que "la violencia entra hoy dentro del juego político, tanto nacional como internacional", y advertía que "Francia, en un futuro inmediato, puede tratar de jugar a su favor la presencia y actividad de ETA" (...) Para el Cesid, no había duda de que la policía francesa "conoce toda la infraestructura etarra, sus locales, depósitos, relaciones, teléfonos, cuentas corrientes, etcétera", ni de que la tranquilidad del Gobierno de París ante la presencia de un grupo terrorista en su suelo se debía a que "está en condiciones de desarticular, en cualquier momento, toda la infraestructura etarra en su país".http://elpais.com/diario/1995/09/11/espana/810770414_850215.html
 
Un hijo de Mitterrand y un ex ministro francés condenados por tráfico de armas El tribunal correccional de París ha condenado al hijo mayor del ex presidente francés François Mitterrand, por su papel de mediador en el caso conocido comoAngolagate, una vasta operación de tráfico de armas al país africano que se remonta a los años noventa (...) Entre los demás condenados se encuentran pesos pesados como el senador conservador y ex ministro del Interior Charles Pasqua (tres años de cárcel, dos de ellos con suspensión de pena), por haber recibido sobornos de empresarios para presionar al régimen africano http://internacional.elpais.com/internacional/2009/10/27/actualidad/1256598012_850215.html
 
La polémica sobre si un hermano de Ségolène Royal hundió el 'Rainbow Warrior' salpica a la candidata El hermano menor de Ségolène Royal, la favorita para la candidatura socialista a las Presidenciales francesas de 2007, afirmó el viernes al diario Le Parisien que otro de sus hermanos colocó la bomba en el barco de Greenpeace Rainbow Warrior. Entonces, Gérard Royal formaba parte de los servicios secretos franceses, que intentaban evitar las protestas de los ecologistas (...) Un especialista que conoce a los agentes que protagonizaron la operación, ha declarado que Gérard Royal no colocó la bomba, pero que era el encargado de pilotar la Zodiac que transportaba a los encargados de hacerlo http://internacional.elpais.com/internacional/2006/10/02/actualidad/1159740007_850215.html
 
PROGRAMA DÉCIMO ANIVERSARIO 11M DE JAVIER CASTRO-VILLACAÑAS

Os dejo el enlace de un programa de una radio digital (CVB Radio www.cvbradio.es/) donde se habla del 11M desde el minuto 36 en adelante.

[...]

A los que oigáis el programa, os recomiendo que escuchéis con atención lo que dicen de la muerte del policía de los GEO durante la supuesta "inmolación" de los "islamistas" en Leganés. O lo que cuentan sobre dónde se creó el bulo de los suicidas con tres pares de calzoncillos con que intoxicó la SER. O los comentarios que hacen sobre cómo el Gobierno del PP "a lo mejor se esperaba algo" de ETA para aquellos días. O cómo explican el silencio de Aznar sobre la autoría intelectual de la matanza.

AUDIO DEL PROGRAMA
http://www.ivoox.com/13-03-2014-cvb-el-mercado-dinero-audios-mp3_rf_2919898_1.html

Sobre el Geo, dicen, "a lo mejor el Geo que murió, murió porque falló algo, y cuando estaban colocando la bomba falló".

Me mata esto de que sólo nos dejen migas. ¿Torronteras entonces era geo? ¿murió cuando colocaban la bomba y luego le pusieron en el escenario Leganés para explicar su muerte? ¿Falló el plan para colocar la bomba y el geo estaba donde no tenía que estar y ese fue el fallo, y entonces lo fallaron a él?

Sobre Aznar, dicen respecto de su silencio: "a lo mejor es un hombre de Estado".

El sambenito de hombre de Estado lo mismo sirve para un roto que para un descosido. Todos entendemos que de la noche a la mañana no se puede sacar toda la podedumbre porque entonces se termina el partido por asfixia. Pero hay otras formas, digo yo. Recuerdan en el audio crímenes de estado de los Gal. Pues bien, precisamente por haber dejado enterrada tanta mierda por "razones de Estado", estamos como estamos, pegándonos tiros en los pies. Aznar es hombre de Estado entre otras cosas porque él formó parte del juego y tendrá, como todos, algo que salvaguardar. El rumor de que "esperaban algo", tiene bastante consistencia y si él tenía su Omagh cocinado a la española y ya servido en los platos, entonces no es que tenga sentido de Estado, sino que está cogido de los huevos. Como lo está porque en 2004 llevaba ocho años en el Gobierno y ha resultado que, en lugar de utilizar los instrumentos que en su mano tenía para proteger los intereses encomendados, no supo o no quiso manejarlos, dejándolos en manos de no se sabe muy bien quién. Yo así es como veo a Aznar, como un rehén, no como un hombre de Estado. Un hombre de Estado sabría jugar en ese tablero, y él ya demostró que era un muñeco ingenuo con grandes aspiraciones.

Siento decir esto, pero es que de hombres de Estado está España llena, levantas una piedra y te salen unos cuantos. Menos miedo y más vergüenza.
 
La condena a Chirac reabre el debate sobre la inmunidad presidencial Desde que, en 1945, el mariscal Philippe Pétain fue condenado a muerte por traición a la patria (conmutada luego por cadena perpetua), ningún tribunal francés había podido procesar y condenar al más alto mandatario del país (...) Desde 2007, los abogados de Chirac intentaron todo tipo de recursos y trabas para mantener el blindaje de su cliente (...) Finalmente, se intentó evitar la histórica fotografía del juicio con un certificado médico que acreditaba que Chirac padece anosognosia, pérdida de memoria http://internacional.elpais.com/internacional/2011/12/17/actualidad/1324138424_032775.html
 
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