Sí, sí. De hecho la anécdota de la empanada ocurrió años después de la semana infernal. Mi madre y ella dejaron de tener relación cuando mis padres se divorciaron. Ella no llamó nunca a mi madre para preguntarle qué tal estaba o para ofrecerle apoyo. Tampoco volvió a venir a casa. Mi amiga (su hija) hizo lo mismo, no volvió a llamarme, ni a mandarme ningún mensaje. Me dolió, porque a pesar de que me hizo cosas muy feas, era mi amiga de toda la vida y la quería mucho.No me entra en la cabeza. No lo entiendo.
¿Volvió a venir tu casa?