Cómics. Un mundo de este mundo

Garth Ennis: los últimos mohicanos
Publicado por Jorge Carrión
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Crossed, por Garth Ennis y Jacen Burrows.
Mi cómic favorito de los escritos por Garth Ennis es uno de zombis folladores: Crossed (con Jacen Burrows, 2008-2010). Con él creó un mundo, una franquicia, que después continuaron otros autores (volvió a él o a ella en Badlands, con un resultado también brillante, pero menos sorprendente). En el Crossed original encontramos el mismo inesperado cruce de referentes que encontramos en el origen del guionista. Ennis nació en Hollywood, pero no en Los Ángeles, sino en un pueblo de Irlanda del Norte. Su obra, acorde con ese choque de topónimos, remezcla el imaginario norteamericano de los géneros fantásticos con una acidez iconoclasta muy irlandesa (clase obrera, incomodidad con lo británico, crítica al catolicismo y mucha mala leche).

Crossed no se entiende sin la tradición zombi y sus giros sucesivos. Su quién da más. Ni sin la microtradición Ennis. Después de haber explorado, ácidamente, la escatología católica en Hellblazer (1991-1998), Predicador (1995-2000) y Crónicas de Wormwood (2006-2007), trabajando siempre en lo que podría llamarse «el tono canalla instaurado en el cómic del cambio de siglo por Warren Ellis»(lenguaje grosero y realista, violencia, s*x* y crítica social, en su caso siempre ahogados en alcohol), Ennis da un salto en su trayectoria al humanizar a sus protagonistas.

Es decir, si los protagonistas de sus dos celebrados cómics anteriores son hechiceros, semidivinidades o anticristos, los de Crossed son seres humanos absolutamente normales. Los seres excepcionales son sus enemigos. Los zombis. Es en ellos, por tanto, donde encontramos los excesos violentos y sexuales, porque no se trata de muertos vivientes tradicionales, sino de víctimas de una suerte de virus que exacerba sus instintos primarios y los convierte en máquinas sádicas de follxx y desmembrar. De modo que la vuelta de tuerca en la propia trayectoria es en realidad una vuelta de tuerca en la tradición de la narrativa sobre zombis. Porque siempre estamos ante obras que entienden la mímesis respecto a los subgéneros existentes: el punto de partida de la relectura y de la inyección de originalidad.

Al desprender a sus personajes protagonistas de esa carga, de la obligación de ser hiperbólicos, asistimos a un proceso de humanización prácticamente ajeno hasta ahora al mundo de Ennis. Como escribe Cormac McCarthy en La carretera (2006): «La fragilidad de todo al fin revelada». La de los humanos y la del mundo que estos habían construido.

El grupo de supervivientes protagonista irá perdiendo a sus componentes en una historia de despojamiento y de viaje hacia el Norte, no exenta de instantes críticos en que el asesinato y la crueldad aparecen como únicas respuestas viables a las exigencias del guion de lo real. Pruebas de fuego en que los protagonistas se animalizan mientras digieren las nuevas características del nuevo mundo. Una doble fragilidad.

En otra novela de McCarthy, Meridiano de sangre (1985), encontramos una descripción que parece una écfrasis de Crossed: «… pasando sus cuchillos por el cuero cabelludo de vivos y muertos por igual y enarbolando la pelambre sanguinolenta y dando tajos y más tajos a los cuerpos desnudos, arrancando extremidades, cabezas, destripando aquellos raros cuerpos blancos y sosteniendo en alto grandes puñados de vísceras, genitales, algunos de los salvajes tan absolutamente cubiertos de cuajarones que parecían haberse revolcado como perros y algunos que hacían presa de los moribundos y los sodomizaban entre gritos a sus compañeros». La afinidad no sorprende si tenemos cuenta que ambas obras, separadas por dos décadas, remiten a un mismo imaginario: la frontera expandida. Los zombis de Ennis realizan los mismos actos que los aborígenes americanos de McCarthy. Son las periódicas encarnaciones del otro. Pero ninguno de los dos autores incurre en el maniqueísmo: los protagonistas de ambos llevan a cabo acciones deleznables. La más cuestionable y cuestionada de Crossed es la ejecución de unos niños, huérfanos que no tienen más opción que ser violentos para sobrevivir.

Para poner en contexto esos grados de humanidad hay que recordar que el guionista de tantísimas entregas de Judge Dredd, The Punisher o The Boys (es decir, de cómics que responden a la pregunta: ¿quién supercastiga al supercastigador?) es autor de al menos cuatro novelas gráficas protagonizadas por hombres de carne y hueso (como tú o como yo). Me refiero, además de a Crossed, a Solo un peregrino (con Carlos Ezquerra, 2001-2002), a Streets of Glory (con Mike Wolfer, 2009) y a El soldado desconocido (con Kilian Plunkett, 1997). En mi opinión, esas cuatro son precisamente las mejores obras de Ennis (aunque con la que más me reí fue con The Boys, cada tres páginas me decía a mí mismo: «Pero qué cabrón»).

De Crossed ya he comentado sus virtudes y particularidades. Solo un peregrino crea a un memorable viajero posapocalíptico. Streets of Glory es uno de los mejores wésterns que yo haya visto o leído. El soldado desconocido le practica la autopsia al cadáver de la democracia estadounidense. Como en Crossed, en los tres cómics encontramos a un ser distinto, pero siempre poderoso, anacrónico e implacable: el Peregrino, que fue soldado y caníbal y encontró la salvación personal en la Biblia y el combate del mal; el pistolero Joseph R. Dunn, que combatió a los indios y ahora ve cómo el país está en manos de los especuladores del ferrocarril; y el soldado psicópata y sin nombre que ha participado en todas las guerras del siglo XX, exterminando en nombre de los Estados Unidos a cuanto enemigo de la patria se pusiera por delante. Son los protagonistas de los relatos, pero no sus narradores. Porque el relato recae en un niño, en una investigadora, en un barman y un agente de la CIA, hombres corrientes, narradores que se enfrentan a un problema: cómo relatar al héroe o al antihéroe en una época en que esas palabras dejaron de tener sentido.

Un personaje de Solo un peregrino grita algo que puede trasladarse a la totalidad del mundo de Ennis: «¡No hay ningún dios y estamos solos en el infierno!». No existen divinidades ni semidioses ni superhéroes ni héroes ni santos. Solo existe el movimiento. Todos los personajes caminan, viajan, inquietos crónicos, y con su traslado agrandan la inestabilidad de sus coordenadas fronterizas. En las cuatro novelas gráficas encontramos la misma frontera expandida, cuyos contornos son los del mundo, recorrida por nómadas, desarraigados y violentos, los últimos mohicanos, huérfanos cuya razón de ser no es otra que contarnos una historia.

Una historia irreverente y memorable y malhablada, que a ser posible deberíamos leer en compañía de un buen whisky irlandés.

https://www.jotdown.es/2018/07/garth-ennis-los-ultimos-mohicanos/
 
LA FÍSICA DEL UNIVERSO CINEMATOGRÁFICO MARVEL, DE JOSÉ MANUEL URÍA
La física del Universo Cinematográfico Marvel de José Manuel Uría es una obra entretenida y didáctica que nos acerca a los conceptos de física relacionados con el universo Marvel y sus superhéroes. Reseña de Elías F. Combarro. Prólogo de Marco Navas.
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ELÍAS F. COMBARRO12 SEPTIEMBRE, 2018

Reseña de La física del Universo Cinematográfico Marvel de José Manuel Uría por Elías F. Combarro. Prólogo de Marco Navas.

De lo bello y lo sublime
A pesar de lo mucho que me apasiona la épica, los héroes de manual, esos institucionalizados que portan medallas, nunca me han cautivado. Me dejan frío, cuando no me generan cierto halo de desconfianza. Si además de héroes, son súper, las sensaciones adversas que me provocan son superlativas. Digamos que entre el apuesto futuro rey de Gondor, Aragorn, y el apolíneo hijo del rey Thranduil, Legolas, yo me quedo con ese humilde jardinero hobbit, de inquebrantable ética del honor y lealtad a prueba de anillos únicos, que es Samsagaz Gamyi. A nadie sorprenderá pues si digo que nunca he sentido el más mínimo interés por los superhéroes Marvel. Y seguramente muchos os preguntaréis porqué entonces estoy presentando este artículo. Precisamente porque me gusta la épica, en especial la de lo cotidiano. Y porque admiro a los héroes discretos, silenciosos, a esos sin aspavientos de notoriedad, sin alardes de ego, y sin necesidad de condecoraciones. Sobre esos héroes versa el artículo que os presento. El autor del libro reseñado a continuación, José Manuel Uría, con quien tengo el gusto de compartir habitualmente tertulia de café, es un divulgador científico que sabe encontrar y extraer lo sublime, de entre lo bello y lo horrendo, de la cultura popular. En estos tiempos donde el clasismo cultural (entre otros muchos) es moda y tendencia, y la intelectualidad pura pose para instagrammers, su labor es en sí misma una heroica odisea. El firmante de la reseña, Elías F. Combarro, hace lo propio en el campo de la matemática y ámbito de la docencia. Y no quiero dejar de mencionar a Rodolfo Martínez, escritor y responsable de la editorial Sportula, puesto que su labor al frente de una editorial independiente es verdaderamente heroica, cuando no una temeridad. Os invito pues a adentraros en un viaje que va de lo bello a lo sublime, y en el que no faltan héroes para todos los gustos.

Marco Navas
@jm_uria es un divulgador científico que sabe encontrar y extraer lo sublime, de entre lo bello y lo horrendo, de la cultura popular. Marco Navas. La #física del #UCM. #Reseña de @odo. @SportulaEd.CLIC PARA TUITEAR
La física del Universo Cinematográfico Marvel
Reseña
Elías F. Combarro

Mucho se ha escrito sobre la intersección de la ciencia y la cultura popular, en general, y sobre las propiedades físicas de los universos de superhéroes, en particular. Sin necesidad de pensar demasiado, se me vienen rápidamente a la cabeza ejemplos de sobra conocidos, como los muy recomendables La física de los superhéroes, de James Kakalios, o La guerra de dos mundos y Einstein versus Predator, de mi compañero y amigo Sergio Palacios.

Sin embargo, La física del Universo Cinematográfico Marvel, de José Manuel Uría, que recientemente ha publicado la editorial asturiana Sportula, es un libro muy diferente a los anteriores, aun teniendo innegables puntos en común con todos ellos. Y es que una obra como esta sólo la puede escribir alguien como José Manuel Uría. Doctor en Física por la Universidad de Oviedo, escritor de ciencia ficción, divulgador y gran enamorado del universo de los cómics y sus adaptaciones cinematográficas. Pero, sobre todo, «creador de modelos y de mundos», como él mismo se ha definido en más de una ocasión. Es esta última faceta de su interesantísima y compleja personalidad la que hace que el libro que nos ocupa hoy sea diferente de cualquier otro que haya intentado abordar el mismo tema en el pasado.

Doctor en Física por la Universidad de Oviedo, escritor de #scifi, divulgador y gran enamorado de los #cómics y sus adaptaciones al #cine, @jm_uria es un creador de modelos y de mundos. Elías F. Combarro (@odo). @SportulaEd.CLIC PARA TUITEAR
Para entender las particularidades de un libro como La física del Universo Cinematográfico Marvel es necesario analizar su primer capítulo. Un capítulo que, a primera vista y sin mucha reflexión, podría parecer que está fuera de lugar. Uno podría esperar que un libro de este estilo se abriera con una explicación de lo interesante que resulta el estudio de los poderes de los superhéroes para explorar los límites de las leyes físicas reales o con una justificación de por qué los cómics y películas de héroes en trajes de mallas son algo más que un mero placer culpable. Uría, sin embargo, comienza su ensayo con estas rotundas frases:

El primer paso en nuestro viaje de exploración del [Universo Cinematográfico Marvel] es la introducción de una definición de lo cósmico con la que distinguir a la física cósmica. Para ello partiré de la definición de LO SUBLIME en estética.

Y, a continuación, introduce una cita del filósofo alemán Immanuel Kant sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime. ¿Qué tiene, entonces, que ver esto con la física y el Universo Marvel? Pues prácticamente todo, como iremos descubriendo poco a poco al ir adentrándonos en el libro.

A los que conocemos a José Manuel Uría no debería sorprendernos este enfoque. Por un lado, ya trató lo cósmico en relación con los superhéroes en su anterior libro: Jack Kirby. El cuarto demiurgo. Por otro, Uría es un autor que siempre gusta de aunar lo científico y lo filosófico (y, en ocasiones, hasta lo místico) con gran tino y con una precisión muy fuera de lo habitual. Una visión que, no sé si a él le gustara demasiado el adjetivo por ciertas connotaciones que a veces suele tener, casi podríamos calificar de holística.

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Y es que esa es la principal característica diferenciadora que La física del Universo Cinematográfico Marvel tiene frente a otras propuestas similares: la de tratar el mundo de los superhéroes como un todo y estudiar su cohesión y su coherencia internas. Es cierto que en el libro se analizan casos particulares: cómo puede el martillo de Thor reconocer cuándo alguien es digno de levantarlo, cómo funcionan los poderes mágicos del Doctor Extraño o de qué material podrían estar hechas las gemas del infinito, por citar algunos de los llamativos. Pero Uría nunca se queda en la mera anécdota y busca siempre un objetivo mayor (y sublime, en todos los sentidos): construir un modelo físico verosímil de la física que enseñan (que proyectan, por usar el mismo término del libro) las películas del Universo Marvel.

Así, a lo largo de los capítulos de la obra, el autor va, en la más pura tradición científica, pasando de lo particular a lo general, realizando un proceso de inducción que le lleva a plantear una serie de hipótesis sobre la física del Universo Marvel que se parecen mucho a las que unos supuestos investigadores de esa realidad podrían haber obtenido tras muchos años de estudio y elucubración.

Después de decir esto, podría parecer que La física del Universo Cinematográfico Marvel es una obra sesuda y poco accesible. ¡Todo lo contrario! El libro es extremadamente entretenido y sumamente didáctico. José Manuel Uría tiene un don para presentar de forma clara y concisa incluso los conceptos más complejos. Por ejemplo, la explicación que da en el libro de lo que implican algunos resultados aparentemente paradójicos de la física cuántica (como el Teorema de Bell) es de las mejores que me he encontrado nunca. Y, por si esto fuera poco, a la vez consigue incorporar información que es prácticamente imposible encontrar en otras obras de divulgación.

La #física del Universo Cinematográfico #Marvel de @jm_uria es un #libro extremadamente entretenido y sumamente didáctico que construye un modelo físico verosímil de la física que enseñan las películas del #UCM. @odo @SportulaEd.CLIC PARA TUITEAR
Así, y mientras recorremos muchos de los elementos centrales del Universo Marvel, aprendemos infinidad de cosas sobre algunas de las teorías más importantes (¡y más interesantes!) de la física: la relatividad general, la mecánica cuántica, la teoría de cuerdas, la termodinámica… Uría hace un repaso a todos los conceptos necesarios, analizándolos y escogiendo aquellos que mejor explican los poderes de los superhéroes y las particularidades del universo que habitan.

Es difícil quedarse con sólo un par de temas de los tratados en el libro ya que todos son interesantísimos, pero no puedo dejar de destacar dos que me parecen especialmente sobresalientes en el conjunto de la obra. Por un lado, el uso de los cerebros de Bolztmann (y la consiguiente explicación sobre la termodinámica y la entropía) para justificar la existencia de Ego, el Planeta Viviente, sólo se puede calificar como brillante. A mí, personalmente, me ha abierto un mundo nuevo y me ha hecho interesarme por un tema que prácticamente desconocía (la extensa bibliografía, otro de los grandes alicientes del libro, es un auténtico festín para los sentidos e invita a pasar incontables horas explorando todos los conceptos en mayor profundidad).

Por otro lado, el capítulo dedicado a los multiversos es simplemente maravilloso. Me atrevo a decir que, sólo por él, ya merece la pena comprar y leer el libro. José Manuel Uría hace un exhaustivo y entretenidísimo repaso de todos los distintos tipos de universos paralelos propuestos por la física y detalla las características de cada uno de ellos mientras analiza cuál es el que más se adecúa a lo que podemos ver en las películas del Universo Marvel. Tengo que decir que los conocimientos del autor sobre el tema me han dejado boquiabierto. Pese a haber leído libros completos sobre el tema, hay muchas cosas de las que nunca había oído hablar y he aprendido un montón con este capítulo.

En resumen, La física del Universo Cinematográfico Marvel es un libro sobre la física de los superhéroes que, gracias al buen hacer de José Manuel Uría, va un paso más allá de lo que los libros sobre física de los superhéroes suelen ir. Si os gusta Marvel y queréis aprender muchas cosas de física pasando un rato entretenido, no os lo podéis perder.



Si os gusta #Marvel y queréis aprender muchas cosas de física pasando un rato entretenido, no os podéis perder este #libro de @jm_uria y @SportulaEd.CLIC PARA TUITEAR


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La física del Universo Cinematográfico Marvel
José Manuel Uría

Ensayo, cómic

Sportula Ediciones

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Margaret Brundage, reina del pulp
Publicado por Bárbara Ayuso
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La carta no parecía gran cosa, y no lo era. Solo un poco más voluminosa que las demás. Durante los primeros meses de 1933 la redacción de Chicago de la revista Weird Tales celebraba esa clase de correspondencia iracunda, frecuente desde hacía un año. En esta ocasión el sobre contenía, además, una portada reciente de la revista, rebozada en un turbio engrudo de chicle y papel cebolla. Con el asunto «nude covers» la misiva decía así:

Estimado señor,

En referencia a la desagradable correspondencia sobre el tema mencionado que aparece con frecuencia en «The Eyrie», creo que admitirá que la cubierta enmendada adjunta ofrece una solución al eterno problema.

Mi personal doméstico es entusiasta devorador de Weird Tales; pero, por otro lado, son damas solteras de decoro irreprochable. Por lo tanto, antes de pasar el ejemplar a la habitación del ama de llaves y después de satisfacer mi apetito con un estudio largo y salaz de su portada, reedito la misma a expensas de un pequeño papel de calcar, goma de mascar y esfuerzo personal y voilá! Los escrúpulos son gratificados y la mente virginal de mi hogar permanece sin desflorar.

¿Por qué no, con cada edición de Weird Tales, incluye un complemento listo para el consumo en forma de vestimenta adecuada, sensata y no frívola (según mi ejemplo) para la dama de la portada? Si me pregunta, se trata de una oportunidad gloriosa de complacer a todos a la vez y silenciar la pluma de la pornofilia.

Suyo, afectuosamente,

Harold Markham.

Ni el esforzado Harold ni el resto de lectores que se daban cita en «The Eyrie» —la sección de la publicación que recogía los ruegos, preguntas y la votación de historias favoritas— sabían que protestaban contra una mujer. Se soliviantaban por ellas, eso sí. Las damas que desde de septiembre de 1932 ilustraban la tapa de la legendaria cabecera de fantasía, terror y ciencia ficción. Desnudas, semidesnudas, con látigos, enfrentando a engendros con sus pechos llenos y vientres convexos dibujados al pastel. El auge de las ventas llegó acompañado por un furor puritano entre un sector de los aficionados del género, conformes con la presente imaginería fantástica (maquinaria gigante, naves espaciales, monstruos, héroes musculados) en las antípodas de la carnalidad. O de esa carnalidad. El editor de Weird Tales, Farnsworth Wright, cebó la controversia durante algunos meses, dando cancha —y réplica— a los llamamientos al decoro y retirada inmediata de las sensualísimas portadas firmadas por «M. Brundage», a quien especulaban una psique depravada e indecente. H. P. Lovecraft, por cierto, se unió a los corifeos que detestaban al misterioso ilustrador, aunque por motivos bien distintos. O no tanto.

Llegado el momento, Wright dejó de echarles migas a los patos: «Es una mujer», anunció en el número de octubre de 1934. Precisamente ahí, donde debía morir el misterio de la eme con azotea de su rúbrica («Su nombre es Margaret Brundage», imprimió) nació otro enigma mayor: ¿quién era Margaret Brundage? Casi noventa años después hay más de una respuesta para ello. Y un trono: el de la reina del pulp.

Era alta y fumadora, eso parece que está claro. También todo lo que respecta a los aspectos de su identidad más administrativa: nació en 1900 como Margaret Hedda Johnson en una familia de seguidores de la ciencia cristiana y se graduó en el McKinley High School. Fue la estudiante más joven en la Academia de Bellas Artes de Chicago y trabajó como ilustradora freelance para diversos periódicos, fundamentalmente en el ámbito de la moda y el blanco y negro.

Es el día en el que apareció en la sede de Popular Fiction Publication con su portfolio y su cigarrillo cuando su identidad empieza a desdibujarse y a fraguarse su leyenda. Wright quedó fascinado por unos diseños insólitos entonces, singularmente por el retrato de una bailarina asiática. Le concedió primero la portada de Oriental Stories (rebautizada Magic Carpet) iniciando una colaboración que acabaría por definir la identidad de la cabecera Weird Tales y del arte pulp, tanto como los relatos de Lovecraft o Seabury Quinn. Entre 1933 y 1938 dibujó sesenta y seis portadas y modificó radicalmente el panorama estético del género. Décadas antes de la locura fetichista gótica, de las pin-ups y las cubiertas de women-in-peril, Margaret Brundage le puso pezones a la ciencia ficción y al terror. También los ojos más vívidos que se habían impreso jamás. Un vistazo a las portadas antes de su llegada y a las que le sucedieron da buena medida de lo radical de su influjo.

No puede decirse que el tiempo haya cometido ninguna injusticia con ella. Sus diseños son venerados y cotizados, y no existe académico la excluya de la historia de la ilustración pulp. En la Enciclopedia de la ciencia ficción de John Clute y Peter Nicholls figura como «la primera artista en trabajar en el campo de la ciencia ficción, y la primera, de cualquier s*x*, que incluyó desnudos en las portadas». Murió pobre, como tantos otros. Pero la Margaret que se ensalza, la que ocupó póstumamente el trono del pulp, no es exactamente la Margaret que fue. Y solo hay un responsable de haber enturbiado su recuerdo: ella.


Primera portada de M.Brundage en Weird Tales (Clic para ampliar)
La revelación de su identidad extinguió un fuego pero propagó otro: ¿qué clase de mujer podía dibujar así? ¿Era una dominatrix? ¿Lesbiana? Los rumores se extendían como un reguero de pólvora en el Chicago postdepresión. Que tenía hijas adolescentes a las que usaba como modelos era casi un cuchicheo menor. Más perversa es la imagen que se instauró y replicó durante años y acabó permeando también en los círculos expertos, configurada con un cóctel de medias verdades y trolas rotundas. A saber: que Brundage era una diseñadora con un talento excepcional para el pastel y la sensualidad femenina… pero era algo fortuito. Un ama de casa inesperadamente dotada, poco más. Jamás leía los relatos que ilustraba y desconocía el contenido de Weird Tales. Durante décadas se sostuvo que una carambola (la necesidad económica) la arrastró de su ámbito natural hacia la ciencia ficción; donde cumplió con los requerimientos de un excitado editor que entendió rápidamente que las flagelaciones y desnudos reportaban más sold-outs que los diseños de J. Allen St.John. Ella obedecía por noventa dólares al mes. La semblanza se aderezó con uno de esos clichés de eficacia garantizada: el de la mujer víctima de un hombre detestable, su marido, Myron Reed Brundage (1903-1990) apodado «Slim». Un alcohólico pendenciero que raramente pasaba por la casa donde ella cuidaba de una madre lisiada y el hijo de ambos. Todos los ingredientes del relato dispuestos en línea para la configuración de una Margaret sufrida y eterna: el talento innato y casi accidental, la marginación por su condición, la tragedia doméstica y la gloria postrera por un destino mísero. La guinda se llama Walt Disney, compañero suyo en la Escuela de Arte. La comparación de trayectorias se hace sola.

Así son los mitos sobrevenidos: viven de mezclas, reinterpretaciones y construcciones wikipédicascompletamente unidimensionales. El pasado se convierte en un fetiche que modelar a nuestro antojo, bienintencionado o indulgente.

La Margaret real, si se la busca, pierde en iconicidad pero gana en textura.

Searching for Margaret

El arte nunca es una isla, por disruptivo que este sea. Las personas tampoco. Ambos son siempre productos de una época, unas condiciones y un contexto. En este caso la vida y la obra de Margaret Brundage están impregnados del Chicago que se sacudía la depresión o que se desperezaba en la «Renaissance», que viene a ser lo mismo. Estados Unidos vivía en medio de un colapso económico, entre el cambio y la agitación. El jazz estaba en boga, las faldas se hacían más amplias y podía olfatearse una revolución sexual en ciernes. Mientras el crimen alcanzaba cotas inéditas, la población migraba de lo rural a las áreas industriales. Los speakeasy y los cabarets eran los fogones donde borboteaba el cambio social en la ciudad de los vientos.

«DANGER. Step High, Stoop Low, Leave Your Dignity Outside» advertía un letrero en la puerta trasera del Dil Pickle Club, epicentro de la incipiente contracultura norteamericana. Una salvaje aleación de intelectualidad y hedonismo, donde fluían en similares proporciones arte y alcohol, marihuana y amor libre. No era un lugar por el que pasar de puntillas, ni siquiera ahora. Mucho más que el decorado —como se acostumbra a aludir a él— para la historia de amor de dos de sus dil picklers, Margaret y Slim. En ese ecosistema alternativo eran una pareja estándar en la hobohemia, como sus contemporáneos Elizabeth Gurley Flyn y Jack Jones, o Ben Reitman y Emma Goldman. Asiduos de los foros de libre expresión [1], artistas de varias disciplinas, políticamente radicales e involucrados en la lucha por los derechos civiles.

De que no eran (no podían ser) un borracho y una resignada se dio cuenta el editor e ilustrador J. David Spurlock. Intrigado por la mujer detrás del pulp, buscó pedazos de su historia. Encontró un vacío y ya saben que pocos hallazgos hay más estimulantes que ese. Ni correspondencia, ni nada remotamente personal más allá de sus obras. Apenas tres escuetas entrevistas-conversaciones al final de sus días (una de ellas, a un aficionado llamado David Weinberg [2]) y una misiva fechada en 1934 con el asunto «nude covers». El resto era una colección de vaguedades insuficientes para levantar acta sobre su historia. Que se antojara como una mujer indescifrable embarcó a Spurlock en una impecable y casi esquizofrénica labor de investigación [3] contrarreloj. Los pocos que la conocieron si no habían muerto ya, lo hicieron en ese lapso de tiempo. Al final, dio con ella. Margaret era una acotación en las vidas de otros.

Estaba sepultada en los archivos del Chicago de los treinta, en la vida y obra de esos radicales que se daban cita en el Dil Pickle y en el Bughouse Square. Allí descubrió que el gusto de Brundage por las formas femeninas era anterior a Weird Tales. Que su matrimonio no fue tal tortura, ni Slim un paleto cejijunto. Su arte dejó de parecer tan extemporáneo. Su historia, descubrió, no acabó con su última portada.

En contra de lo que se pregonaba, Margaret Johnson y Walt Disney no solo compartieron aula, también redacción en el periódico The Voice, del McKinley High School. Ella era editora de afilado intelecto, y rechazaba con bastante frecuencia los dibujos de él. Pero nunca hubo bad blood. Hay pruebas de que volvieron a coincidir en la escuela de arte, y que se reencontrarían al menos una vez más.

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Margaret Brundage y Slim Brundage en 1932. Foto: Newberry Library collection of Dill Pickle Club (DP)
Antes de eso, Margaret se casó con Slim Brundage, en 1927. La arqueología de Spurlock arroja luz adyacente sobre este otro personaje fascinante y ecléctico, con una biografía bastante más jugosa que ser el amor de la ilustradora. Poeta, pintor, escritor, activista y sí: cejijunto. Primero hobo y beatnick después, los papeles le reconocieron como «uno de los más dedicados exponentes de la contracultura norteamericana». Fue la suya una de esas historias de amor devastadoras, de las que se convierte en chiste cuando los demás se lanzan a enjuiciarlas. Su único hijo, Byrd o «Kerlynn» Brundage, falleció sobre la mesa de la cocina, años después. El divorcio se fechó en 1940, pero los bosquejos de Margaret delatan las intermitencias en la relación. Slim fue modelo e inspiración para las figuras masculinas de sus composiciones, incluso después de la ruptura. En «Queen of the Black Coast» una de sus obras más legendarias, el parecido es delicado y evidente: Slim es Conan y Bêlit, Margaret.


Una de las portadas en las que el parecido entre el matrimonio y Conan y Bêlit es más evidente (Clic para ampliar)
Más o menos a la vez, él abrió su primer foro de libre expresión en Rush Street y ella se plantó en la sede de Weird Tales. «Fue la única editorial de la que encontré la dirección», dijo, de las pocas palabras que se tiene constancia que salieron de su boca. Se cuenta que ambos trabajaban en el Dil Pickle, pero es poco decir. Eran sus muros de carga. Margaret lideraba debates, organizaba exposiciones, impartía talleres de ilustración. Ambos alternaban entre jazz, discusiones sobre s*x*, poesía y licor de contrabando. Lo contó Slim en sus memorias, From Bughouse Square to the Beat Generation: «Elbert Hubbard dijo que Voltaire era un verdadero filósofo porque podía reírse de sí mismo. Eso hacíamos nosotros. Mi esposa era artista, yo pintaba casas. Esto era típico en ese Dil Pickle y en ese tiempo. No estoy seguro de que fuéramos más inteligentes que los demás. Simplemente nos obligaron a pensar en el clima engendrado allí. Sé que solíamos tener una idea, patearla, agotar todas las posibilidades, digerirla y escupirla».

Margaret se tragó todo ese mundo y vomitó arte en formas femeninas. Capturó un tema popular universal, el de la belleza y la violencia, el bien contra el mal; articulando los deseos, frustraciones y fetiches del lector de pulp de los años treinta. La mujer era el centro de su creación, antes y después de sus portadas.

Leía, ávida, los relatos de la revista. Después le entregaba a Farnsworth Wright cuatro posibles diseños. Fue la primera en dibujar a Conan, mucho antes de Frank Frazetta, antes también de su coronación como «Rembrandt de los bárbaros». A su creador, Robet E. Howard la plasmación de su personaje le deslumbró: «Howard era el escritor de pulp favorito de Margaret, y Margaret, la ilustradora favorita de Howard», contaba el editor. A lo largo de los años el escritor envió a Weird Tales numerosas cartas preñadas de halagos hacia sus ilustraciones. El 11 de junio de 1936, Margaret lloró todo el día. Howard se había pegado un tiro con treinta años y el único Conan que vio dibujado fue el de Brundage. Jamás llegaron a conocerse.


La que Robert E.Howard describió como su portada favorita (Clic para ampliar)
La influencia de las sensuales ilustraciones de Margaret impregnaba también las páginas interiores. El propio Howard y otros autores como Seabury Quinn reconocieron que, con la esperanza de inspirar su pincel, introducían escenas en sus relatos pensando en atraerla. Todos anhelaban su ilustración, salvo H. P. Lovecraft. Al genio de Providence le dolió la boca de pregonar la absoluta falta de representación, decencia y recato de Brundage. Ya sabemos lo dado que era a otorgar el rango de «abominación». «Sus portadas son demasiado triviales para enojarse. Si no fueran desnudos totalmente irrelevantes y no representativos, probablemente serían algo igualmente incómodo y trivial, aunque menos irrelevante. No veo qué diablos tienen las damas desvestidas de Mrs. Brundage con la weird fiction», dejó escrito.

Como suele ocurrir, el crítico más devastador también es el que da en la diana en el verdadero valor de una obra. No se trataba de que las heroínas desnudas trastocaran la decencia pública, que lo hacían. Lo innovador es que Margaret incorporó un nivel de subversión alternativo y nada conspicuo, logrando una cota mayor de decencia. Tomó un trabajo de ilustración y elevó el listón: presentó mujeres en roles fuertes y dignos, algo muy alejado de la norma para esos tiempos.

De un primer vistazo, las mujeres de Brundage podían pasar por damiselas angustiadas. No lo eran. Están ante monstruos amenazantes, ante destinos peores que la muerte, pero fíjense bien: se retuercen, luchan, se resisten al mal, no se abandonan. Empuñan látigos, son panteras, vampiras y también villanas. Hay miedo en sus ojos, pero solo están parcialmente intimidadas, no expresan dolor. De las sesenta y seis portadas de la artista solo en tres la mujer está siendo atacada, y las tres involucran a otras mujeres. Involuntaria y espectacularmente seductoras, no lascivas, bailando en esa zona donde lo sensual no necesita de lo sexual. Y son siempre el centro de la composición, dándose la paradoja de que al héroe protagonista ni siquiera se le dibuje en su propia historia. Lovecraft se percató de lo verdaderamente peligroso: las mujeres del exterior de la revista eran mucho más subversivas que las de los relatos del interior.


(Clic para ampliar)
La década de los treinta finalizó también con el trabajo de Brundage en Weird Tales. La asfixia económica llevó a sus responsables a la venta de la cabecera a un grupo editorial de Nueva York, donde trasladaron su sede. Recortaron la periodicidad y tuvieron que maniatarse a los demenciales estándares de decoro impuestos por el alcalde de la ciudad, Fiorello LaGuardia. Las chicas semidesnudas de Margaret eran impublicables y, además, no podían viajar. Esas delicadísimas ilustraciones al pastel no resistían ni la censura ni el traslado de Chicago a Nueva York. En 1940 su madre y el editor Wright fallecieron, se divorció de Slim y perdió sus portadas. La última se reeditó en enero de 1945.

Margaret en la costa negra

Dice Neil Gaiman que «toda historia tiene un final feliz, solo hay que saber cuando hay que parar de contarla» y la historia de Margaret, hasta hace poco, se detenía justo aquí, en su última portada. En realidad era un punto y aparte.

Su vida fue tan única como su arte. Abandonó Weird Tales, pero se aferró con los dientes a sus pinceles y a sus ideales políticos. En los días del Dil Pickle había desarrollado vínculos muy estrechos con la comunidad el sur de Chicago, concretamente del vecindario afroamericano conocido como Bronzeville. Mientras Slim se volcaba en la promoción de la libertad de expresión, ella siempre mostró más inclinación y esfuerzo hacia los derechos civiles: igualdad racial, de sexos… Acabó volviéndose una figura clave en la eclosión social y cultural de la comunidad negra, junto a eminencias como Nat King Cole o Katherine Dunham. No solo ayudó en la apertura del del South Side Community Art Center (SSCAC) que inauguró Eleanor Roosevelt, sino que acabó aupada como su presidenta. La única mujer blanca en hacerlo.

De esos vínculos con la población afroamericana también floreció arte. Margaret perseveró en la persecución de la justicia social a través de él. Desperdigadas, aún se conservan algunos de sus lienzos de mujeres negras en sus trajes nativos y bosquejos de ánonimos y radicales como Stud Strekel y Djuna Barnes. Junto a otra revolucionaria y amiga, Margaret Burroughs, fundó un club bohemio en la zona sur, un refugio para las parejas interraciales.

Esta etapa evidencia que Brundage siempre fue Bêlit, la «Queen of the Black Coast». Una blanca que prefería una vida como pirata en la costa negra del Lago Michigan. De hecho, mirados al detalle, los personajes negros de Weird Tales exhibían un extraordinario conocimiento de su anatomía, muy superior a la de los varones blancos.

Cuando la superviviencia ya era difícil llegó el macartismo para tornarla imposible. La persecución alcanzó el centro de arte de Bronzeville, y diezmó notablemente a los integrantes de aquella revolución negra. La cruzada anticomunista prácticamente desmanteló la colonia creativa de la zona sur de Chicago a golpe de acusaciones de antiamericanismo. Los nombres de Margaret y Slim Brundage engrosaron las listas negras y fueron acosados por el FBI de J. Edgar Hoover.

Tras ello se mantuvo en pie con pequeños trabajos: decoró ensaladeras de madera, coloreó fotografías e hizo grabados de linóleo. Intermitentemente expuso sus ilustraciones, aunque jamás recuperó los originales que envió a Weird Tales. Muchos de los trabajos de su última época los firmó con el seudónimo Marnie Bron, pero a Walt Disney le telefoneó tras la Segunda Guerra Mundial con su verdadero nombre. En 1946 empresario estaba ya en la cima de Los Ángeles, cuando recibió una llamada de su antigua compañera, que no muy abiertamente le demandaba ayuda. Margaret visitó los estudios de animación y comieron juntos. Se afirma que se desvivió para que aceptara trabajar para él, pero —y esto forma parte de la leyenda de Margaret— nunca sucedió.

Si el futuro respeta sus deseos, nunca se sabrá qué ocurrió en aquel almuerzo. Ni por qué ella le envió unos bocetos de Cenicienta. Tampoco qué clase de fracaso supondría haber pasado a la historia como integrante de un matrimonio convencional, como una esposa doliente y no una radical, artística y políticamente. No quiso que su historia fuera lo que en realidad fue: un extraordinario relato de la Norteamérica de la hobohemia, el sufragio femenino, la gran depresión, la contracultura, la persecución, la lucha obrera y la generación beat. No vivió para escuchar que nadie la llamara «reina del pulp».

Margaret escogió esfumarse, desvanecerse. Como Willa Cather o su contemporánea Vivian Maierprefirió que su arte hablara por ellas. Aquejada de una bronquitis crónica, dejó instrucciones precisas para que sus escasos seres cercanos supieran qué hacer el día seis de abril de 1976, cuando falleció. Quemaron su correspondencia, fotografías, bocetos e ilustraciones y escondieron la noticia de su muerte. Poco después, su apartamento ardió.

Las cenizas de Margaret Brundage, tal como ella dispuso, se lanzaron en el muelle de Staten Island de Nueva York; el lugar donde años antes depositó las de su hijo.

Por alguna razón, solo un pedazo de papel sobrevivió a las llamas: una carta protestando por los desnudos de Weird Tales. No parecía gran cosa.

weird-p.jpg


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[1] La Newberry Library collection tiene recopiladas una buena muestra de las actividades que se celebraban en el Dil Pickle Club y permiten hacerse una idea de lo que allí se cocía. Charlas, talleres, debates, perfomances: «Is monogamy a Failure?», «Phallic Festivals»…

[2] Además de la de Weinberg, se conservan retazos de la conversación que mantuvo en 1940 con Melvin Korshak y sus amigo Forrest J Ackerman, grandes admiradores. En The Alluring art of Margaret Brundage Korshak confiesa que acudió a una convención en busca de Brundage, con la indisimulada esperanza de que allí estuviera, en carne y hueso, su sensual hija, la que decían que servía de modelo para sus portadas. Por supuesto, no ocurrió.

[3] Buena parte de esa investigación aparece detallada en The secret life of Margaret Brundage. Or: Slim & Margaret: A Bohemian Romance of the Chicago Renaissance (Vanguard Productions).

https://www.jotdown.es/2018/09/margaret-brundage-reina-del-pulp/
 
Diez paradas en el Salón Hispano-Francés de Cómic de Jaca
Publicado por Ángel L. Fernández Recuero y Teresa Galarza
Quizás no lo conozcan todavía, pero además del archifamoso Eje del Mal existe el Eje Sagunto-Somport-Francia de editores de cómic. Y tienen un proyecto malvado que acaba de ponerse en marcha con motivo del II Salón Hispano-Francés de Cómic de Jaca. Este eje en construcción ha maquinado un plan perfecto para conseguir que Jaca sea el punto de encuentro entre los autores, editores, libreros, agentes y críticos de la industria del cómic de Francia y España. Ideado por Fran García y Daniel Viñuales entre otros cerebros, el proyecto se activó el día 2 de septiembre. Esa fresca mañana, los dirigentes del eje consiguieron meter en un autobús a varios de los mejores guionistas y dibujantes de cómic hispano-francés con Altarriba, El Torres, Marquina, Sento o Azagra, entre otros. Hacía frío. Veinte minutos después el autobús los apeó en la Estación Internacional de Canfranc. Allí les colocaron unos cascos que les posibilitaron viajar en el tiempo recorriendo con una guía autóctona la epopeya histórica de la famosa estación. En este momento se están escribiendo y dibujando varios de los mejores cómics que serán publicados jamás.

El día anterior, a veinte kilómetros de la estación y del laboratorio subterráneo al que no nos llevaron, los redactores de Jot Down aprovechamos para conversar con varios de los expositores del salón.



Yojimbo Cómics

La primera parada en el salón es para charlar con Jorge Cruz de Yojimbo Cómics. Jorge, con sus gafas de policía americano y su rostro anguloso, parece un personaje de Abraxas que se acaba de escapar al ver a Ertito Montana acercarse a firmar ejemplares en el stand contiguo. Yojimbo Cómics se dedica principalmente a la venta por internet de ComicArt en exclusiva: originales y láminas numeradas. En su tienda podemos encontrar dibujos de Paco Roca, Alfonso Zapico o Agustín Ferrer a unos precios a partir de cincuenta euros. Jorge nos cuenta que cada vez hay más lectores interesados en la adquisición de obra original y la cantidad de autores que trabajan con él no para de crecer. Yojimbo acude a cuantos salones y eventos de cómics puede para además de comerciar con obra original, vender cómics de otras editoriales como Astiberri o Grafito Editorial cuando estas no acuden directamente a los eventos.



Jordi Bayarri

Avanzando a lo largo del salón nos encontramos a dos científicos muy conocidos: Ramón y Cajal y Marie Curie, que custodian al autor que los ha dibujado, el segundo mono Jordi Bayarri. Jordi se dio a conocer con sus cómics erótico-festivos con los que consiguió el premio al mejor cómic erótico en el Salón del Cómic de Barcelona de 2002. Siempre centrado en la autoedición, en 2012 comienza a publicar su Colección Científicos, financiada mediante crowdfunding con un gran éxito. Jordi nos cuenta que el próximo personaje que verá la luz en su colección será Einstein y que varios de sus científicos aparecerán con textos en cirílico publicados en la madre Rusia. —¿Y quién es tu agente? —preguntamos. Pues resulta que es Yolanda, de Grafito Editorial. Tenemos que ir a hablar con ella.



Grafito Editorial

Grafito Editorial están apostados a la espalda de Jorge de Yojimbo. Mientras este último vende los originales del gran Agustín Ferrer, la pareja de editores Yolanda y Guillermo venden su obra impresa. Se estrenaron como editorial hace muy poquito, en 2014, con Cazador de sonrisas, un cómic que no ha dejado de traerles alegrías desde entonces. El año pasado publicaron otro cómic del mismo autor: Arde Cuba, que va por la segunda edición y que aparece en el Anuario de cómics Esenciales 2017. En Grafito Guillermo asume las tareas editoriales seleccionando proyectos y sugiriendo a sus autores los detalles que convertirán sus trabajos en obras maestras: «¡Más tanques por aquí! ¡Más explosiones! Quiero ver guerra». Yolanda, en cambio, está más centrada en conseguir que una pequeña editorial de cómics sea rentable. Lo hace representado como agente literario a sus autores y a los autores de editoriales amigas en las ferias internacionales. Esta chica vale un potosí. Además de con Jordi Bayarri acaba de cerrar un acuerdo con Azagra Ediciones, perdón, con GP Ediciones.



GP Ediciones

Labordeta, qué gran hombre. Y detrás de un gran hombre hay siempre una editorial de cómics para hacerle una biografía molona. Hablamos con Sara, la mitad de GP Ediciones —a la otra mitad ya la tenemos muy leída— para que nos cuente cómo van de ventas. Y con Carlos Azagra y Encarna Revuelta, está claro, viento en popa. Por cierto, el guion es de Daniel Viñuales. GP Ediciones es una editorial aragonesa, muy aragonesa, y aunque sus best-sellers son tan regionalistas como Labordeta —El último aragonés vivo I y II, El rapto del torico o Mosen Bruno— en su trabajo editorial no dejan de abordar nuevos y arriesgados proyectos con tal de no publicar nada de superhéroes. Su última novedad es Abraxas de Marquina y Montana, una locura repleta de humor, acción y violencia. En GP son trotamundos y se recorren todo el panorama español de ferias para presentar sus cómics y los autores que publican con ellos. Nos cuentan que su próxima parada es Bookstock.



Editorial Harriet

Con el mismo nivel de acción y violencia o más que Abraxas nos encontramos, tras caminar hacia la esquina derecha de la zona de expositores, a Harriet Ediciones. Se trata de una editorial vasca con el nombre de su creador, Gregorio Muro Arrieta, franconizado (Arrieta>Harrieta>Harriet). Harriet, quien viene de la Bande-Dessinée francesa donde ha publicado multitud de albúmes, ha sido también guionista y director de cine y TV. Le pedimos a Harriet que nos recomiende algún clásico y nos cuenta la historia de La marca de la bruja. «¿Sabéis la historia de las brujas de Zugarramurdi? Pues eso no es nada comparado con lo que pasó en el País Vasco francés donde quemaron a cientos de personas acusadas de brujería. Para que luego digan de la Inquisición, aquí seis fueron quemados vivos y cinco en efigie porque habían muerto en prisión (ejem)». Harriet apuesta por una detallada ambientación histórica en sus cómics aclarando que lo suyo no es cómic histórico, que no es lo mismo (sic). Otro de sus integrales es Justin Hiriart, una historia sobre balleneros vascos.



Estafermo

Y después de tantas páginas de historia y de tanto detalle es el momento de pedirle a Luis Orús que nos dedique un Cebolla tú, cebolla yo 2, el cómic del que se han vendido más de 2000 ejemplares y que patrocina la DOP Fuentes de Ebro. Luis, que forma parte del colectivo de mermaos Estafermo, nos dibuja una cebolla-Joker con la que he dado una alegría sin igual a mi hijo de nueve años. Después de hablar de las cebollas que no pican conversamos con Luis y su jefe contable —en realidad este chico no habla mucho, solo mira a Luis y se ríe— de Estafermo, el fanzine en el que sus autores se ríen de disminuidos físicos y psíquicos de toda índole —aún hay reductos culturales donde esto es posible—. El último número, el 15, acaba con un homenaje a Stephen Hawking, ¡Qué el vacío te sea leve!



Los Diletantes

Sin dejar el mundo fanzineroso, a la espalda de Estafermo están Los Diletantes, que también son un fanzine aragonés, pero con premios. Nos atiende Óscar Sanz, un chico muy educado con barba recortada y gafas de pasta que utiliza frases como la siguiente para definir su obra: «Mi influencia a la hora de dibujar viene de los cómics costumbristas de Jeffrey Brown». Como se puede intuir, Los Diletantes es un fanzine cool con aroma noir (sic). El quinto fanzine fue galardonado con el premio mejor fanzine en el 36 Salón del Cómic de Barcelona y ahora están camino del sexto (esperemos que ninguno de los diletantes tenga que sacarse el carnet de conducir —guiño, guiño, codazo, codazo—).


Xavier Saut

En el stand contiguo nos encontramos con Xavier Saut, un dibujante francés que se autoedita, dato por cierto bastante sospechoso. Xavier es un apasionado de la historia regional, lo que se refleja en sus ilustraciones y cómics. Sus últimas publicaciones están orientadas al público infantil con la naturaleza como escenario. Hay que destacar La fauna de los pirineos con cinco albúmes dedicados respectivamente al desmán ibérico, a la marmota, al águila real, al oso de los Pirineos y a la cabra montesa. Le preguntamos a Xavier si este salón sirve realmente para hacer negocios entre Francia y España y nos reconoce que sí, que algunos editores españoles se han interesado por su obra, así que esperamos ver pronto a la rut trompette en la lengua de Cervantes.



Nicolás Sauge

Y siguiendo con autores franceses que han venido a Jaca para darle el toque internacional del salón, nos paramos a charlar con Nicolás Sauge, autor de Golam, la historia de un joven ladronzuelo al estilo de Aladino que entra en Hikmadrassa, una famosa escuela de alquimia. De Golam se han vendido en Francia más de cinco mil ejemplares. Nicolás nos comenta que en nuestro país vecino esa es una cantidad pequeña. Si bien los royalties dan para vivir, al editor no le parece una cifra suficiente para vender los derechos en el extranjero. Nicolás viene a Jaca para dar una masterclass, vender alguno de sus originales, pero sobre todo para conocer gente. En sus palabras, «en cualquier sitio puede surgir una oportunidad». Incluso en Jaca, apostillamos nosotros.



Taula Ediciones

Y por fin llegamos a la otra esquina del recinto —la que está pegada a la primera porque el recorrido es circular— con muchas ganas. Y no para acabar, todo lo contrario, sino para empezar. Y es que en Taula Ediciones presumen de reeditar el primer cómic que se hizo en España. Se trata de Fantásticas aventuras de Tito y Tif de Joaquín Xaudaró. Este autor, que pudo ser aragonés pero que nació en Filipinas, fue un dibujante, ilustrador y caricaturista español que trabajó para la prensa ilustrada de la época. También fue uno de los pioneros de la historieta española. Los editores de Taula, Dionisio Platel y Joaquín Campo, hablan de Xaudaró con tanta pasión que acabarán comprando ellos mismos todos los ejemplares que han editado de la obra.

Y después de este excéntrico —posicionalmente— recorrido por el Salón Hispano-Francés de cómic de Jaca, nos vamos preparando para el que dicen es la mejor cita del mundo del cómic en nuestro país: el XVI Salón de Cómic de Zaragoza. Allí nos vemos.
https://www.jotdown.es/2018/09/diez-paradas-en-el-salon-hispano-frances-de-comic-de-jaca/
 
Abro hilo para que podamos hablar de todo lo relacionado con el mundo del cómic desde las grandes editoriales como Marvel y DC, pasando por editoriales mas pequeñas o independientes y como no nuestro el gran Ibañez con su Mortadelo y Filemón, Rompetechos o 13 rue del percebe que fueron los primeros que leí.

Empiezo recomendado el comic de Sandman, es bastante caro yo me lo descargue pero estoy ahorrando para hacerme con la edición especial porque es un cómic que me encanta.

A modo de sinopsis, The Sandman narra unos 70 años en la existencia del Señor de los Sueños (conocido por, entre otros, los nombres de Morfeo, Sandman, Kai'chul o, simplemente, Sueño), desde que es capturado por unos ocultistas que pretendían encerrar a su hermana, la Muerte, hasta que se se ve obligado a tomar una decisión trascendental que afectará por completo al mundo de los Sueños. En este tiempo tienen lugar una serie de acontecimientos que, de una forma o de otra, afectan al mundo de los Sueños o al mismo Morfeo, y que a menudo tienen que ver con su familia: Los Eternos.

Aunque se puede clasificar dentro del género fantástico, existen muchas variaciones de género, atmósfera y estilo a lo largo del desarrollo de la saga: es frecuente las incursiones en los géneros terroríficos, históricos y dramáticos, además de constantes pinceladas de comedia. A pesar de esto, hay un elemento de cohesión narrativa en todo el relato: el sueño, entendido tanto como un estado mental de los personajes como un espacio real en el que se desenvuelven los acontecimientos. Con la excepción de algunos álbumes fuera de la serie regular, prácticamente todo el argumento se desarrolla, o tiene que ver, con Morfeo, al mismo tiempo señor del reino de los sueños y representación antropomórfica del sueño mismo, o sus dominios.

PD: en este hilo podemos recomendarnos películas, series, videojuegos... todo lo relacionado con este mundo no solo cómics
 
Abro hilo para que podamos hablar de todo lo relacionado con el mundo del cómic desde las grandes editoriales como Marvel y DC, pasando por editoriales mas pequeñas o independientes y como no nuestro el gran Ibañez con su Mortadelo y Filemón, Rompetechos o 13 rue del percebe que fueron los primeros que leí.

Empiezo recomendado el comic de Sandman, es bastante caro yo me lo descargue pero estoy ahorrando para hacerme con la edición especial porque es un cómic que me encanta.

A modo de sinopsis, The Sandman narra unos 70 años en la existencia del Señor de los Sueños (conocido por, entre otros, los nombres de Morfeo, Sandman, Kai'chul o, simplemente, Sueño), desde que es capturado por unos ocultistas que pretendían encerrar a su hermana, la Muerte, hasta que se se ve obligado a tomar una decisión trascendental que afectará por completo al mundo de los Sueños. En este tiempo tienen lugar una serie de acontecimientos que, de una forma o de otra, afectan al mundo de los Sueños o al mismo Morfeo, y que a menudo tienen que ver con su familia: Los Eternos.

Aunque se puede clasificar dentro del género fantástico, existen muchas variaciones de género, atmósfera y estilo a lo largo del desarrollo de la saga: es frecuente las incursiones en los géneros terroríficos, históricos y dramáticos, además de constantes pinceladas de comedia. A pesar de esto, hay un elemento de cohesión narrativa en todo el relato: el sueño, entendido tanto como un estado mental de los personajes como un espacio real en el que se desenvuelven los acontecimientos. Con la excepción de algunos álbumes fuera de la serie regular, prácticamente todo el argumento se desarrolla, o tiene que ver, con Morfeo, al mismo tiempo señor del reino de los sueños y representación antropomórfica del sueño mismo, o sus dominios.

PD: en este hilo podemos recomendarnos películas, series, videojuegos... todo lo relacionado con este mundo no solo cómics
no conozco este cómic, lo voy a buscar que tengo curiosidad
 
Bueno pues aquí estoy! Necesito llenar el hueco que me ha dejado Boku no Hero Academia mientras el anime está de parón. ¿Sugerencias?
 
Bueno pues aquí estoy! Necesito llenar el hueco que me ha dejado Boku no Hero Academia mientras el anime está de parón. ¿Sugerencias?

Que tipo de comic estas buscando? Yo de manga y anime he leido/visto poco en comics si que estoy algo mas puesta, pero tampoco mucho gente que sabe mas que yo hay a patadas.
De lo último que me he leido y me ha gustado preacher, watchmen, secret invasion, house of m, civil war (excepto preacher y watchmen que don de vertigo el resto es de marvel) y ahora estoy con lucifer.

Preacher va de un predicador que recibe el don de la palabra es capaz de controlar a la gente con su voz, al mismo tiempo dios abandona el cielo y el predicador se embarca en una cruzada para encontar a dios, que pida perdon por sus errores y wue asuma su responsabilidad como creafor.

Watchmen es un mundo donde los vigilantes (heroes) han pasafo a ser marginados y un misterioso asesinato de un vigilante abre la posibilidad de que haya un asesino en serie.

Secret invasion trata sobre la infiltración e invasión de los skrulls un raza alienigena que adopta la apariencia y recuerdos de la persona que suplanta y la guerra por combatirlos.

En House of M la bruja escarlata altera la realidad creando un mundo donde magneto gana la guerra contra los humanos y el mundo esta gobernado por los mutantes, siendo los humanos minoria y despreciados.

Civil war: despues de un accidente donde perecen los new warriors y 600 personas el gobierno aprueba una medida en la qie todos los civiles con poderes deben registrarse y pasar a trabajar para ellos, entre los superheroes hay división y comienza una guerra enfrentandose entre ellos.
 
Que tipo de comic estas buscando? Yo de manga y anime he leido/visto poco en comics si que estoy algo mas puesta, pero tampoco mucho gente que sabe mas que yo hay a patadas.
De lo último que me he leido y me ha gustado preacher, watchmen, secret invasion, house of m, civil war (excepto preacher y watchmen que don de vertigo el resto es de marvel) y ahora estoy con lucifer.

Preacher va de un predicador que recibe el don de la palabra es capaz de controlar a la gente con su voz, al mismo tiempo dios abandona el cielo y el predicador se embarca en una cruzada para encontar a dios, que pida perdon por sus errores y wue asuma su responsabilidad como creafor.

Watchmen es un mundo donde los vigilantes (heroes) han pasafo a ser marginados y un misterioso asesinato de un vigilante abre la posibilidad de que haya un asesino en serie.

Secret invasion trata sobre la infiltración e invasión de los skrulls un raza alienigena que adopta la apariencia y recuerdos de la persona que suplanta y la guerra por combatirlos.

En House of M la bruja escarlata altera la realidad creando un mundo donde magneto gana la guerra contra los humanos y el mundo esta gobernado por los mutantes, siendo los humanos minoria y despreciados.

Civil war: despues de un accidente donde perecen los new warriors y 600 personas el gobierno aprueba una medida en la qie todos los civiles con poderes deben registrarse y pasar a trabajar para ellos, entre los superheroes hay división y comienza una guerra enfrentandose entre ellos.

Puedes encontrarlos en el universodelcomic, azcomics y howtoarsenio (esta última no tiene nada de marvel pero gran cantidad de tirulos de otras editoriales)

Anda queria editar y le he dado a citar... XDDDD
 
Secret invasion trata sobre la infiltración e invasión de los skrulls un raza alienigena que adopta la apariencia y recuerdos de la persona que suplanta y la guerra por combatirlos.
De los que me has comentado, este me ha llamado la atención. Creo que tiraré por ahí.

La verdad es que más que de manga o leer comic tiro de anime. Aunque me gusta mucho leer, cada vez tengo menos y menos tiempo. Empecé con el manga de The Ancient Magus Bride (que ya ni recuerdo de qué va del tiempo que hace que lo dejé) y nada... tengo 4 tomos comprados sin tocar.
 
De los que me has comentado, este me ha llamado la atención. Creo que tiraré por ahí.

La verdad es que más que de manga o leer comic tiro de anime. Aunque me gusta mucho leer, cada vez tengo menos y menos tiempo. Empecé con el manga de The Ancient Magus Bride (que ya ni recuerdo de qué va del tiempo que hace que lo dejé) y nada... tengo 4 tomos comprados sin tocar.

https://www.cotilleando.com/threads/manga-anime.126098/

ese es tu hilo aquí vas a encontrar bastantes recomendaciones sobre mangas y animes
 
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